Se acaba 2023. En un rato. Así, como el que no quiere la cosa, adiós a 365 días repletos de luces y sombras, y damos el hola a 2024 cruzando los dedos para que por lo menos nos quedemos como estamos.
La fortuna ha querido terminar este año con quizás la recuperación del año, My dad is Dead, y este su mejor disco, todo un compendio de melodías que te dejan helado, y que contiene la mejor canción que he escuchado en este año, "Novocain" y ese drama imperfecto, y esas tristeza que se eleva a través de las guitarras.
Liderados por Mark Edwards, la banda empezó a principios de los 80, y sus primeros trabajos no estaban muy lejos de Wire o Mission of Burma. Es en los 90 cuando la cosa se pone más interesante, y a partir de "Chopping down the family tree", todos sus trabajos, hasta el que pone fin a su carrera en 2009, "A new clear route", son de obligada escucha. Y es que My dad is Dead eran muy buenos.
El comienzo de "A divided house" no puede ser mejor con "Unmade" y "The Ladder", seguida por ese hit instantáneo de indie rock que se llama "My safe place". Y es cuando de repente viene la tormenta, la rabia que te deja helado: "Novocain". Se me erizan los pelos desde el minuto 1 hasta el final de un tema que debería ser un referente para los que aman el indie rock con sus coordenadas de tristeza y su veneno de amor. Maravillosa. La habré escuchado unas 50 veces y no te cansas de ella.
Pero lo que hace a "A divided house" un disco redondo es encontrarte con "Maze of my mind" y su rubor y su encanto, o a "Once you know", una de las que más se curan en distorsión. "Oasis" es otra tormenta de melodía y "The Well" es el otro punto fuerte del album junto a "Novocain". Pura catarsis.
Ya casi al final, el punk de "Consequences" y el canto del cisne con el tema que titula el disco. ¿Que más se puede decir de un trabajo que se disfruta de principio a fin? Vaya manera de acabar 2023, de la mejor manera posible, con un grupo de esos que hay que desenterrar ya si o si. Feliz Año!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!