sábado, 30 de abril de 2016

COLLEEN. "The golden morning breaks" (2005)


El segundo disco de la francesa Cécile Schott, escondida bajo el nombre de Colleen, es una maravilla de minimalismo electrónico, de suavidades que suenan a vehemencia íntima. Ayuda la portada a intuir lo que encontraremos en este "The golden morning breaks", donde las guitarras, los chelos y juguetes infantiles sirven para componer un festival de intimidades.

Porque íntimas son "Summer water" y la emocional "Sweet rolling", arregladadas con mimo y ternura, sobre todo esta última para tocarte la fibra, donde los instrumentos resuelven sofismas, donde desde la tranquilidad mana una fuente con espejos cóncavos de silencio.

La gala hace de hada y se deja arrullar por unicornios celestiales, creando ambient de duermevela, introduciendo leves patrones electrónicos ("The happy sea"). "I'll read you a story" es minimal, caligrafía expresiva de lírica exploradora, donde es fácil llamar al sueño como razón de ser.

En trabajos posteriores, (sobre todo en "The weighing of the heart", (2013)), afianzaría aun más su propuesta musical, pero es en este segundo largo donde se explaya en desarrollos que nos invaden y nos sorprenden. La que titula el cd con el chelo como protagonista es preciosista, rosa al viento, suavidad que mata.

Deja para lo último, once minutos de "Everything lay still", pura adrenalina narcótica, suavidad, confort, acicate de viento orate y luces de neón. Rugidos a mansalva escuchar a Colleen. Para momentos de calma, para huir de la tormenta....


miércoles, 27 de abril de 2016

MALE BONDING. "Endless now" (2011)


Vaya puntazo este trio londinense. Desde que empieza a sonar "Tame the sun", no puedo parar de recordar a esas viejas bandas de los 90 que con tanto ahinco se esforzaban en construir píldoras de rock, punk, noise, con la melodía como principal eje.

Ash, Adorable, MC4, Ned's Atomic Dustbin, Power of Dreams, por citar algunas de ellas, eran fieles exponentes de esta urgencia por llamar las cosas por su nombre, canciones cortas pero punzantes, ráfagas de emoción con un buen cuidado en los coros ("Carrying").

Te enganchas rápido a temas como "Seems to notice now", donde Husker Du se asoma por la cortina, donde los chicos hacen aflorar su juventud no como bisoñez sino como acto de recuerdo a sus mayores. La que más me pone del disco, es la más larga, "Bones", seis minutos y pico, aqui inclinados al shoegazing, con parada y fonda en el noise con trallazos de pop. Colosal ese juego de voces, el drama que se vislumbra, la pegada bestial.

Este "Endless now" fue su segundo disco. Atras, otro gran comienzo con "Nothing hurts", ambos con Subpop. Lástima no hallamos tenido más noticias de ellos. Por eso reconforta pasarse una tarde con la escucha de este formidable trabajo.

"What's that scene" es una sacudida de feedback, punkpop sin florituras y "Mysteries complete" es una gozosa especulación de rabia indomable, de power pop sin remilgos, travesuras sónicas, pedazos de energía confabulada para abatir calmas.

No hay nada como un buen chorro de mala baba para espantar los malos días.Brincas sin remedio cuando suena "Channeling your fears", torrente de adrenalina, festival de ponzoña. Qué tiempos aquellos cuando nuestros walkmen nos quedaban sordos. Male Bonding, un buen puñetazo juventud sin aderezos.


lunes, 25 de abril de 2016

LOBISON. "Solo" (2016)


Löbison segunda parte. Si hace una semana nos deshacíamos de halagos con el primer disco de Löbison, "Perro amor", ahora tocar regodearse con su último lanzamiento, "Solo", un paso más en la evolución de una banda que te deja absorto, arrojando lágrimas entre lluvias de recuerdo.

Si existiese algo de justicia poética en este mundo nuestro de música independiente, canciones como "Encerrados", se tendrían que radiar mientras ladras desamor y sueñas augurios lejanos, o pintas en lienzos de tela de mariposa letras pasadas, olvidadas de amores que se fueron entre trincheras y dinamita.

Löbison lo han vuelto hacer con este segundo trabajo. Juamba d'Estroso, (me lo imagino de espadachín a sueldo o de juglar jugándose la vida en terrazas que cubren doncellas), sigue siendo el barítono, la voz que te aupa. Se nota que han dado un paso adelante, el disco tiene una mejor producción que su primer gran lanzamiento. "Amantes mendigos" es un prueba de la calidad de un grupo que nos lleva a huertos de plantas mágicas, de condenas de palabras.

"El piercing de la mala soledad" es un compendio de escatología del amor, una librería de suavidades carnales, de luces de sexo, mientras la noche aciaga pronuncia salutaciones oscuras. Verte para quererte. Neones y penumbra, rabia y penetración.... Si, Löbison siguen dando que hablar. "La columna de Durruti" es un salmo, un himno de voces y sugerencias.

Es en "Tranquilo" cuando me empiezo a romper. La voz es una trampa, el ritmo es un camino rodeado de flores que son amnesia. Una doctora para curar las cicatrices, un medicamento contra los canceres de la vida. Y yo que no paro de subir el volumen en este abrupta tormenta..... "Pertenecerá" es la segunda parte de la terapia, otro buena dosis de felicidad a cuenta gotas.

Luego "La geometría del amor", donde Löbison hacen escala en la decadencia, unos versos rotos, una guitarra que se crece, Juamba con un microfono lleno de arañas que tejen sonoridades que pescan voluntades y vencen derrotas. Colosal segundo disco.

"Pescasueños" es un vals para bailar mientras recordamos nuestra juventud ya fenecida por los puñales del calendario, un rupia dejada en el plato de los suspiros. Para terminar, "Mi querida morfina". Una dosis de vehemencia, una nana prohibida, la secuencia perfecta para terminar la desesperación.

Lóbison. Una segura garantía de calidez emocional, Sevilla que arde, robando latidos en las tardes que se suceden mientras se marchitan las palabras.



viernes, 22 de abril de 2016

LOW. "The invisible way" (2013)


Siempre es buena noticia enfrentarse a un disco de Low. Sinónimo de calma, calidez, introversión, calidad. El grupo de Mimi Parker y Alan Sparhawk con la publicación de este "The invisible way", cumplió 20 años en la carretera de las languideces perfectas, de las reflexiones internas.

Y desde que suenan los primeros acordes de "Plastic cup", sabes que todo sigue igual. Cuando hay tormenta, cuando el sol espanta, cuando la niebla amenaza, siempre hay un momento para darle al play y sumergirte en el pavor ("Amethyst").

Eligieron como producto de "The Invisible way" a Jeff Tweedy (Wilco), y se nota la mano de barniz acústico que sobrevuela todo el disco. Los pilares son los mismos, la energía interior a raudales de intimismo. Escuchas el piano de "So blue" el juego de voces, la amargura de un rayo devastador, y sí, asientes y dices, otro disco grande de Low.

Aquí no hay experimentos como en su flamente ultimo "Ones and sixes" (2015). Aqui la cuenta atras del dolor tiene números marcados en el calendario de los ojos cerrados, cuando la guitarra de Alan sopla vientos y la voz de Mimi fabrica tranquilidad de luces amables ("Holy Ghost").

El trabajo en los mandos de Tweedy se nota sobre todo en tracks como "Clarence white" con ese hálito rural para gozar entre alaridos de viento o "Four score", para degustar con ahinco mientras se soplan las velas de los años. Una de mis preferidas, marca de la casa, "Just make it stop", con ese climax que crean cuando se disponen a abordarnos con alevosía de misterios.

Dejan para el final el único arreón eléctrico del disco, la poderosa "On my own", para terminar con "To our kness" y la certeza de que una vez más hemos pasado un buen rato en un islote de soledad necesaria, de vaivanes del alma.



miércoles, 20 de abril de 2016

LOBISON. "Perro amor" (2013)


A veces ocurre. Me gustaría que fuese más a menudo, que se repitiese. Pero no, no estamos en los 90. Me llegó la noticia de la existencia de Löbison por medio de un blog amigo, donde comentaban su ultimo disco "Solo" (2016). El impacto fue cuando lo escuche; luego me fui a youtube y vi el video de "Mi gran día" (desde ya una canción para un hit eterno),  y ya sabía que tenía que hacerme con sus dos discos. El mismo día los pedí. Al día siguiente me llegaron. A querido el azar, que éste artículo sea el número 700 en los cinco años de Discos Pensados.

Lo que más me sobrecogió fue la voz de su cantante, Juamba d'Estroso (hasta su nombre posee gravedad), y una fuerza emocional desbordadora que me dejó desde la primera escucha hechizado. Es como si Tindersticks se hubieran instalado en Sevilla, para continuar sus dramas cotidianos, sus vaivenes de dolor interior, todo regado con guitarras que son aspavientos, con desdicha que es tormenta.

"Mi gran día" (¿cuántas veces la he escuchado ya?) es todo un torrente de medicina de tristeza. una operación a corazón abierto, himno decadente que grita desde el silencio, que se retuerce mientras Juamba se parece un rato a Nino Bravo, conduciendo por la senda de los guiños de la soledad.

Me entero que antes de Löbison fueron Falso Cabaret, donde sacaron también con Green Ufos, "Para muchas amigas mías". Salió la luna llena, dejaron los ropajes en el bosque y se convirtieron en Löbison, como el título de una de las canciones de ese primer disco. Y luego, la explosión. los 30 minutos de "Perro amor" te condenan a seguirles. "Un buen hombre" como todo el cd es una maravillosa concatenación de urgencias sentimentales. No me extraña que el gran Dominique A, se quedase prendados de ellos cuando fueron sus teloneros.

"Bala hedonista" es pavorosa, noctámbula, repicando tormentas eléctricas mientras el veneno llega a los besos y los besos se convierten en sedimento. Suena un piano, no pasa nada, es una mueca del otoño carnicero. A veces ocurre, escuchas una banda y sabes  que estás ante algo grande. "Soy un traidor", te desarma, conmoción siderúrgica que penetra y te eleva, mientras el grupo conspira para hacer de ti secta.

Y llega "No dejar de decirlo" y sigues metido en la vorágine de excesos sentimentales. Crudeza y abrir las alas para volar a sueños improbables, a susurros que vengan de acordes de secretos. El acordeón es un rubor y "Tu dolor perdonaba" es otro pedazo más de canción para aturdir tus sentidos en incomodas sesiones de recuerdos no gratos.

Löbison te secuestran, son una anomalía en el panorama independiente de este país, un sonido que te deja sin aire, de esas veces que la espera de la llegada de un disco, son momentos de ansia y nervios. Como en los 90, pero más viejos. La semana que viene, la segunda parte, con "Sólo".


lunes, 18 de abril de 2016

IGGY POP. "Post pop depression" (2016)


70 años tiene ya la iguana que con tanto veneno nos ha dulcificado la existencia musical a traves de los años. 70 tacos, hay queda eso. Todos dicen (veremos), que "Post pop depression" es su canto de cisne, su última producción, la forma más elegante que Iggy ha querido para decirnos au revoir.

Acompañado por Joshua Homme y Dean Fertita de Queens of the Stone Age, y del Artic Monkeys Matt Helders, el disco es una fruta madura en perfecto estado de sabotage. El jardin de las delicias está repleto de aromas y fragancias para saborear el rubor de uno de los grandes.

Se nos fueron Bowie, Lou, aun nos queda Iggy. El inicio con "Break into your heart" no puede ser más efectivo. Radiación sombría, piano a contraluz mientras las arrugas de los años ciernen sabiduría, la araña teje cuevas sombrias y el día empieza a morir.

Estoy seguro que su colega David estará bailando entre sueños púrpura y ácidas vesanías oyendo "Gardenia".Berlín que lejos, Berlín que cerca. El padre del punk sigue confiando los dados a la fortuna. El disco es un collage donde caben pócimas setenteras como "American Valhalla" o "Sunday", y donde la guitarra desértica Homme, cruje y aulla ("In the lobby").

Cactus y lluvia acida, fuegos fatuos y poses inmarchitas. Los jóvenes acunan al maese del exceso, le acompañan en el tour por la ciudad de los escorpiones galopantes. La vacilada de "Vulture", tejana, de western de fábula da paso a "German days" stoner lofi, cargamento de veneno  para sedar tu alma.

Acaba el cd con "Paraguay", otro cohete espacial para asaltar las cumbres de las nubes y prender un cartel para que su amigo desaparecido en una tormenta de negras estrellas sonría mientras se acercan los augurios de la caducidad. "Post pop depression", su último album, la rabia de un gladiador placentero.


sábado, 16 de abril de 2016

DINOSAUR JR. "Beyond" (2007)


Lo reconozco. Este disco no le tenía controlado, ha aparecido como un auténtico vendaval; uno que creía tener toda la discografía de una de las bandas gurus de los 90, el santo trial junto a Pixies y Sonic Youth. Joder lo que me estaba perdiendo.

Mascis, Barlow y Murph, volvieron a la carretera después de 10 años de inactividad (su último largo, 1997, "Hand it over", quedaba ya muy, pero muy lejano), y escuchándolo ahora,"Beyond", tengo que decir que es uno de los mejores trabajos de su dilatada carrera.

"Almost day" es un trallazo, un potento pepino de rabia y melodía, un hit para ponerte a saltar y romper cristales. Se nota la conexión, el grupo en perfecta armonía, la devastación del rock, y la voz de Mascis siempre como señuelo para explotar cielos. Los que nos rompieron los oidos con "Bug" y más tarde nos regalaron flores envenenadas con "Green mind", confeccionaron en "Beyond" todo un resumen de lo que bueno que nos ofreció los 90. Aquí hay juventud desbocada, rabia acumulada, potencia y pavor.

En "Crumble" soplan las velas de nuestra felicidad con la catarsis melódica que tanto nos impacto cuando los 20 años volaban libres entre las horas de nuestra vida.  Y claro Barlow y Murph no son un convidado de piedra, su papel es fundamental para comprender la fiereza esdrújula de una banda para enmarcar.

"Back to your heart" podria estar en cualquier disco de Sebadoh, el proyecto de Barlow que también nos regaló buenos dias de vinos y rosas. Una banda, Dinosaur jr, en estado de gracia, y que se nota que después de 10 años de parón tenían ganas de tirarnos los trastos a la cabeza.

Todo el disco está plagado de vitaminas para gozar. "This is all i came to do" es un reconfortante y adictivo tema que nos lleva de la mano hacia desfiladeros de feedbacks. Me encanta el inicio potente de "It's me", y el desarrollo ritmico de "We're not alone" es para subir el volumen hasta convertir los cristales en un montículo de añicos. Qué recuerdos.....

Tampoco faltan los susurros en "Beyond", la tranquilidad que duele, el suave frescor de la tristeza; "I got lost" es delicada, tierna, un parón entre andanadas de electricidad. Para terminar la dicha, "What if i knew", colofón cariñoso a un disco que me lleva acompañando toda la semana, serenata del ayer que vuelve con fuerza, de un grupo total nacido en una época que no se volverá a repetir.

jueves, 14 de abril de 2016

LOS PUNSETES. "LP2" (2010)


Me gustan Los Punsetes. Su actitud, su pop destartalado, la pose de su cantante,  su postureo de ir a su bola. Este segundo disco, desde el inicio con la eléctrica "Los cervatillos" y esa guitarra que es como una lija, con la voz de Ariadne confabulando bacterias, hasta "De moda" canción hit (como otras tantas), son muestras sobradas del savoir faire de una banda que nunca nos ha defraudado.

El clip de "Tus amigos" y su letra nihilista, es otro punto fuerte de un disco que el paso del tiempo le ha sentado de maravilla, ("que les den por culo a tus amigos"). "Por el vicio", un alegato al exceso en forma de una composición casi siniestra, puro ochenta, es otro de los puntos fuertes de un segundo disco que no desmerece al primero y que tuvo una buena continuación en el ya criticado en Discos Pensados, "Una montaña es una montaña" (2012).

Los Punsetes dicen verdades como puños y también saben ponerse serios como en "El artista", donde se muestran rocosos, con una buena dosis de ponzoña envasada en electricidad al vacío. Brutal. "Estilo" es punkpop, y "Yo creo que creo en Satanás" es otra vesanía perversa, que da paso a "Hospital Alchemilla" otra refriega de garage de andar por casa, retozar entre las sombras, beber hasta perder el descontrol del control.

Si, lo que han edificado Los Punsetes en estos años de producción discografíca es conseguir una personal manera de hacer las cosas, un tratado de sugerencias, una decálogo de urgencias personales para no perder de vista las diatribas y la rabia.

Acabamos el viaje con "La manera de acertar" y "Cien metros para el cementerio", dos certeros puñetazos de un grupo que no deja a nadie indiferente. Esperemos que su ultima producción "LPIV" (2014), tenga un hermanito en forma de 5. El grupo lo merece.


martes, 12 de abril de 2016

JESU & SUN KIL MOON. "Jesu & Sun Kil Moon" (2016)


Por un lado Justin Broadrick de Jesu, (también Goldflesh, Tecno Animal entre otros proyectos), un bestia del rock avanzado, del rock industrial con aristas, siempre en plena evolución, por otra, Mark Kozelek, el que nos engatusó el corazón y la tristeza en los 90 con Red House Painters, también en solitario, y ahora con Sun Kil Moon.

¿Qué se puede esperar de estos dos monstruos? Algo grande, singular, una mezcla de devastación y de calma chicha. Y la verdad es que en el mes de abril ya tengo a uno de mis discos del año. Escucho "Good morning my love" y "Carondelet", con ese ritmo lento, apaciguado, con esa guitarra que resquebraja cielos y con Mark recitando penas entre girasoles envenenados y pienso, ostia, esto es la síntesis, el resumen, la fusión de dos mundos que no colisionan, que se alimentan entre si entre sesgos y adrenalina, entre llamaradas y pasión.

"A song of shadows" es desde ya una de las canciones que recomiendo a diestro y siniestro. Ese inicio lento, esa melodía de dolor, la voz de Mark que se arrastra, la guitarra de Justin como amapola de opio esparciendo paz, sosiego, mientras ves el campo arder con tus deseos más íntimos plegados en una bandera de rocío, en un viento demoledor. Bestial es poco.

Escucho a Mark y se me olvida que es uno de los tipos mas malcarados y bordes que según dicen te pueden encontrar. Su voz coge las riendas, y la guitarra aspaviento te mecen en una calma siempre chicha. "Last night i rocked the room like Elvis..." es una pequeña entelequia electrónica, un galimatias para gozar con desenfreno, un rubor que te elige y no te suelta. Increible. La conjunción de ambos astros es total.

También hay canciones marcas de la casa de Sun Kil Moon, "Fragile", es folk de terciopelo, es una letanía suave, romance de primavera a destejo de abejas, rocas que subir y signos en el tiempo. Por este disco han dejado su poso Low, Will Oldham o Rachel Goswell de Slowdive. Todos concentrando fuerzas para esta explosión de lirios y bendita decadencia.

Los seis minutos de "Father's day" son otra reliquia de electrónica de baja intensidad, ambient retorcido, miradas que se pierden. Y como suena "Sally", metal convertido en una caricia, Justin disfrutando y Mark desbocado gritando como un poseso en una retadora y colosal grafía de intensidad. Sí, sin duda uno mis discos preferidos de este año, estoy seguro de ello.

En "Exodus" el piano da la bienvenida al día, resuenan carantoñas desde el timbre vocal de Kozelek, que sigue recicantando, sumergido en una oda, voluptuoso, inclemente, resonando amargura, tañendo sándalo, retador desde lo mínimo.

Para acabar, "Beautiful you", catorce minutos donde parece que Mark llama a gritos en la noche eterna a Cocteau Twins. La mejor forma de acabar este disco que deja marca, patinaje sobre el hielo de las emociones, de dos obreros del inconformismo unidos para crear belleza.


domingo, 10 de abril de 2016

JETS TO BRAZIL. "Four cornered night" (2000)


La verdad es que me esperaba bastante más de Jets to Brazil, en este primer encuentro que he tenido con el grupo. Hablaban de ellos maravillas, como uno de los baluartes del emocore, y bueno, escuchándoles y pensando en Sunny Day Real Estate, las distancias son siderales.

Y eso que la primera canción, "You're having the time of my life", promete. Pero es solo un espejismo, porque la mayoria de este segundo disco de la banda adolece de intensidad, y peca de acercarse peligrosamente a música para escuchar en las emisoras yankies de esas que se congratulan con el Aor y sus sucedáneos.

"Pale new dawn" es un pastiche, ni siquiera el arranque que quiere y no puede, les da credibilidad. Y luego ese piano troyano que no se que cojones pinta aquí. Después vienen las lentitas. "In the summer's when you really know", es un truño, una manera como otra cualquiera de hacer del emocore un estilo a vilipendiar.

Menos más que sólo se representan a ellos mismos. "Empty picture frame" es neocountry decadente y ruin y "Little night" es otra muestras más de la falta de invención y pegada de un grupo que los coge Cheap Trick y les da un repaso de muerte.

"Milk and apples" tampoco es para tirar cohetes, pero al menos mantiene un buen estribillo casi de power pop. Pero no hay que venirse arriba. Las cosas las pone en su sitio "Mid-day anonymous" y su pop tonto con guitarras que nunca se elevan.

Que nadie me recomiende a Jets to Brazil. Ya tuve bastante con ellos. "Four cornered night", es un desastre. Vaya domingo.....


jueves, 7 de abril de 2016

LEON BENAVENTE. "León Benavente" (2013)


Ahora que están a punto de sacar su segundo disco, el grupo de Abraham Boba y colegas, ha parado en esta cantina llamada Discos Pensados, para tomarse unos tequilas de palabras, un auditorio de dedos que describan lo que sin duda es un buen disco de una banda que promete.

Y es que aparte de Boba y Luis Rodriguez (correrías con Nacho Vegas), también están por aquí Edu Baos, de Tachenko y César Verdú de Swarchz. Con este bagaje, es difícil que falle este primer escalón en una carrera que espera su "2" para dar la continuidad a un buen inicio.

Desde que comienzan  con la brava "Ánimo, valiente", hit en toda regla, guitarrero y audaz, hasta la segunda "Las hienas", donde fabrican con un buen armazón eléctrico maneras siempre acompañadas de un toque fino de melodía, te das cuenta de que el grupo está lleno de tics que todos conocemos, pero que se te clavan como susurros en tus silbidos.

Después de escuchar el disco, la banda con la que les asocio es con Stranglers. No sólo por los teclados, sino por esa sensación de oscuridad clara, de melosidad y rebelión, ("Las Ruinas"), que hace que su propuesta dentro del panorama indie nacional tenga una identidad propia, una visión única de caminos que seguir, de fuentes que beber.

Y eso que han tenido que caminar con el sambenito de superbanda indie  desde que dieron sus primeros pasos. Todos sabemos que no siempre después de haber militado en muchos grupos, las carreras posterioris funcionan (no digo nombres...). Este no es el caso y el disco homónimo es una buena cruzada de feddback, ("La palabra"), rodeada de herramientas para trabajar a destajo la rabia, la lucha, el sentimiento ("Década").

Suenan fuertes, adictivos, sin recular, confeccionando su particular sonido para establecer campamento en algún punto perdido donde sonando a muchos, tengan su propia afición a los vientos fuertes, a los tejemanejes de la discordia.

Me emociona "La gran desilusión". Mañana cuando a las seis y media salga para coger el metro, me la pondré pensando en una sociedad más justa, espadas como claveles, espigas como cierzo agitador. También es un punto "El rey Ricardo" y la más soberbia del lote "Revolución", pura granizado devastador, tenebrosismo decadente.

Esperamos el "2", tenemos el "1", dejamos los oídos abiertos a la colmena de abejas que transitan zumbidos de alergia y primavera.....


martes, 5 de abril de 2016

LAURA MARLING. "Short movie" (2015)

Otra voz a seguir, otro pétalo femenino sobre el firmamento de voces que dicen algo, que te atrapan. "Short movie", es el quinto disco de esta cantautora que mira por su parabrisas a Joni Mitchell y a Neil Young. Así que con dos buenos reflejos sobre el cristal se puede empezar a caminar.

En "False hope", parece una PJ Harvey, eléctrica y contundente. Pero es una excepción, porque el álbum en general es una batidora de expresiones suaves, de folk de terciopelo que acaricia y algo duele, ("I feel your love").

La joven británica de tan solo 26 años, es una buena medicina para días con lluvia y caracoles bajo toldos de hojas. "Walk alone" es todo seducción, con su marchamo de balada soportadora de caricias. También "Strange" cumple su función de antídoto contra las desgracias, con su aire setentero, helado derretido a la sombra de cien cielos.

También tiene calambres "Don't let me bring your down", aguijones pendencieros que dan paso a esa dulce letanía llamada "Easy", un motín para los antojos. "Short movie" esta empapado de espiritualidad, de calidez y de solemnidad.

Si me tengo que quedar con una, elijo, "Divine", supurando rentas de amor, moneda de cambio de lágrimas que no se ven, cadalso del dolor. También cabe destacar "Howl", otro pedazo de tema reptante, húmedo, confeccionado con el mismo material con el que se construye los recuerdos.

Otra cantautora más a poner en la lista, otro espíritu libre y valiente. Veremos hacia que páramos dirigirá la británica su vuelo futuro.


domingo, 3 de abril de 2016

KRONOS QUARTET. "A thousand thoughts" (2014)


40 años llevaba Kronos Quartet en la carretera de las músicas del mundo, cuando sacaron este especial "A thousand thoughts". El cuarteto de cuerda, se lío la manta a la cabeza y nos regaló 15 temas, (10 de ellos propios), donde hacen un recorrido por paises, continentes, con sus chelos armados de incienso, seda y magia.

Y es que en "A thousand thoughts" cabe de todo. Desde el inicio con la juglar "Tusen Taken", pasando por el blues de "Dark was the night, cold was the  ground", de Blind Willie Johnson, o la reinvención total de un tema de Omar Souleyman, "La sidounak sayyada", puro misticismo donde los ruiseñores se posan en las cuerdas de los chelos radiantes.

14 paises visitados, 14 músicas para oler, saborear, sentir, escrutar con calma, gozar mientras la tormenta agrieta el cielo, o el horizonte convierte los días en esperanza. Como no flipar con "Luu  thuy truong", donde puedes viajar a China con todos los gastos pagados o "Eviç taksim", con su envolvente aire zíngaro.

Mi preferida, es "Cry of a lady", con el Misterio de las Voces Bulgaras, poniendo voz a una composición de Terry Riley. Embaucadora, enigmática, colosal, retadora. Y mientras, los chelos sonando serpientes, coagulados mientras las voces confeccionan espiritualidad salvadora.

La fiesta de los sentidos continua con "Sim sholom", hebrea, violines en suspenso, que da paso a la oriental "Mera  Kuchh Saaman", puro desborde de sándalo e incienso. Otro de los momentos álgidos de esta aventura es "Asleep from five tango sensations" con el bandoleón de Astor Piazzolla llevándonos hacia arrabales de amores rotos. La leche.

"A thousand thoughts", todo un suculenta manjar que te deja repleto de suspiros y tranquilidad, ropajes variopintos para tu máximo disfrute de un grupo que lleva muchos años regalándonos energías.