martes, 30 de noviembre de 2021

THE STROKES. "Is this it" (2001)

 

 

 
Para el que escribe sigue siendo algo que llega al bochorno el éxito que tuvieron una recua de bandas a principios del año 2000 comandadas por la bendición general que tuvieron de cara a la galería indie  The Strokes, el grupo de Julian Casablancas. 

Quizás porque uno vivió en persona los años 90 y esa explosión mundial de ideas, de inquietudes, de estilos, de parte de una generación irrepetible que nos hizo vibrar , banda sonora de esos tan lejanos 20 años que embadurnarmos con la fiebre de un ruido que nos hizo tan felices. 

Y es que cuando empiezo a escuchar este disco, pasando por el tema que titula el album y siguiendo por "The Modern age", solo veo un refrito sin ninguna gracia de The Fall, Television, o la Velvet, con más pena que gloria. 

Si alguien puede defender "Soma" sin caer en el sonrojo, es que quizás no se paró en lo que había antes, con más calidad y mejor en la forma y el método. O "Bafrely legal", copia fatua de The Fall desde el primer minuto hasta el final. Con el éxito en ventas de de este disco, se posibilitó que toda una manada de grupos insulsos del tipo de Franz Ferdinand, Artic Monkey, The Rapture demás torbellino vacuo tuvieran su minuto de gloria.

"Someday" dicen que era un hit de esos para radiar sin parar. Ja,ja,ja. O "Alone, together",lineal e insolvente. Asi transcurre uno de los trabajos más vendidos de la época, resultado de una mala asimilación de toda la música que amamos de los 80 y 90. El gran bluff de la música independiente, donde algunos creyeron que escuchando "Last nite" se encontraban con la gran panacea. 

Pixies, The Wedding Present, The Chameleons, Sonic Youth, Pavement, Dinosaur jr, Magazine, My Bloody Valentine, The Jesus and the Mary Chain, Ride, The Church, Magnapop, Mega City Four, The Sound...... Creo que sobran más palabras.....


domingo, 28 de noviembre de 2021

PART CHIMP. "Drool" (2021)

 


Tienen el honor de ser una de las bandas que tocan con el volumen más alto. Y es que los londinenses no se andan con chiquitas en este "Drool" donde la batidora que aúna sonidos de Mudhoney y de Sonic Youth funciona con una efectividad que asusta. 

Desde el comienzo con esos dos cañonazos llamados "Wallow" y "Back from the Dead", Part Chimp sintetizan con su algarabía sónica todo un argumentario musical que produce escozor  en cada minuto de escucha. 

Y es que el cuarteto es todo un referente actual si lo tuyo son el disfrute decibélico como ese laberinto guitarrero de "One in the eye".  Ruido que también convive con connatos de melodía como en ese pepinazo llamado "Clever", uno de los hits del año, ahora que ya va tocando hacer la selección de lo que más nos flipado. 

La que titula el cd es contundencia, energía que te descoloca, que te pide subir más el volumen, y "Up, with notes" la más punk de un lote que te deja sin aliento cuando acabas la acometida de sorber este ponzoñoso veneno llamado "Drool". 

"Dirty birdy" es lenta y agónica y "It's true man" es una sacudida nerviosa de agitación continua, pura adrenalina de una especie de grunge esquizoide. Ya casi acabando, "US is  A", otro certero mortero que arrasa y descoloca. Bestial. 

Part Chimp, para luchar sin duda contra los rigores del invierno. Una calefacción brutal necesaria y demoledora. 



jueves, 25 de noviembre de 2021

THE GET UP KIDS. "Something to write home about" (1998)

 


 Una de las bandas punteras del emo, nos regaló estos trallazos emocionales contenidos en este "Something to write home about", que empieza como un tiro con la veloz y contundente "Holiday", y no pierde el fuelle en ningún momento de la escucha. 

El curtido grupo de Kansas, no se han cansado desde sus inicios de atizarnos con sus melodías repletas de aristas ("Action & Action"),  y una ternura a prueba de bombazos en el corazón ("Valentine"), consiguiendo dejar atrás a unos que empezaron con mucho fuelle, como Weezer, y que han terminado siendo una triste parodia de lo que en su día fueron. 

Redondas composiciones donde retuercen sus guitarras con briznas de pop ("Red letter day"), o con sosegados oasis de calma ("Out of reach"), en medio de esas inclemencias de distorsión a las que no tienen acostumbrados, como ese hachazo llamado "Ten minutes". 

Con "The company dime" te meten en el bolsillo a los primeros acordes de canción y "I'm a loner  Dottie, a Rebel"  es todo un hit en toda regla del género. Así va transcurriendo un lp repleto de punzantes y vitaminadas disgresiones de emopop bien manufacturado, dotado de una agilidad juventud, conciso y a la vez hábilmente efectivo ("Close to home").

The Get Up Kids, sonidos desde la eterna juventud, que fliparás si en tu discografía existen cds de bandas como Mineral, Braid o Jimmy Eat World. 



martes, 23 de noviembre de 2021

THE CONNELLS. "Ring" (1993)

 

Este disco fue el que más éxito tuvo The Connells. Un compendio de lo que fue su carrera que empezó a principio de los 80 y que siempre estuvo jalonada de un tratramiento exquisito de la melodía, sonidos limpios que aterrizaban en los 90 con un trabajo que les dió bastante éxito. 

Los de Carolina de Norte, con los hermanos Connells como miembros fundadores y punto fuerte del grupo, sacaron punta sin mucho trabajo a composiciones sencillas ("Slackjawed" o "Carry y picture"), junto a pelotazos del tipo "'74'75", balada de reminiscencias celtas que escaló hasta en las listas comerciales a los puestos más altos. 

Tenemos que perdonarles que fueran teloneros en la época de los heavys Def Leppard (la verdad es que no se que pintaban con ellos), cuando suenan temas como la sensible "Doin you", o esa irresistible "Find out". 

A los que disfrutamos de los paisajes sonoros del tipo de Teenage Fanclub, The Connells es un buen acompañante. Aunque su sonido es tipicamente americano ("Eyes on the ground"), consiguen envolvernos con su hálito de sugerentes evocaciones "Hey You". 

Quizás, como punto debil, podriamos decir que hay ocasiones que su música se acerca de manera algo peligrosa a los standard de los que se escuchaba en las emisoras universitarias de la época más convencionales ("Burden" o "Any day now"), pero en conjunto su escucha es delicadamente agradable. 

Después de "Ring" fueron dando tumbos hasta el final con el soso "Old school dropuots" (2001). Queda "Ring" como recuerdo de sus buenos momentos. 


 

lunes, 22 de noviembre de 2021

BANTAM LYONS. "Mardell" (2021)

 

Vaya pedazo de disco se han sacado de la chistera los franceses de Brest. Si lo tuyo es la épica post punk, los himnos evocadores de otros tiempos, "Mardell", te hará disfrutar de principio a fin. Desde la inicial "Christopher Champagne" ya sabemos que este cd te acompañará en tus paseos por el lado íntimo de las cosas. 

Y si luego te pones "Wilhelmine" con esa sensación doliente que todo lo inunda, con esas guitarras que parpadean nubarrones, la cosa ya esta hecha;  los trallazos emocionales ya sabes que van a sacudir cada tramo de una escucha que se hace grata de principio a fin. 

En este su segundo disco tras el interesante "Melatonin spree", dan un paso más hacia esa corriente frenética donde la melodía marca las canciones, señala el camino a seguir, siempre orientada a recuperar el espiritu de bandas como Joy Division o Interpol. Porque "Philatélie frontale" podía sonar en cualquier disco de estos últimos, con su grandeza sónica, con su explosión contenida, 

La voz de Loïc Le Cam suena como una agujero de gusano por donde la tristeza se remienda sus costuras, llevando al quinteto a sonar solvente, sobre las ruinas en blanco y negro de cualquier recuerdo perdido ("Pintor"). El disco es adictivo. Pide escucha tras escucha. Te paras en "St Dô" y no te la quitas de la cabeza en todo el día, con esa tristeza que rezuma a cada segundo de canción y que secunda de una manera bestial "Ar stêr". 

Para terminar este paseo oscuro, "Branque" y "The lass of Brecon", dos maneras espectaculares de dar el colofón a un trabajo adictivo, de esos que marcan, a los que tenemos el post punk astillado en nuestros corazones siempre a la sombra. 

viernes, 19 de noviembre de 2021

FÜXA. "Supercharged" (2002)

 


La discografía de la banda del ex miembro de Windy & Carl Randall Nieman es para no perdérsela en ningún momento. Puro viaje psicodélico resumido en doce discos de donde destaca este "Supercharged" por su aire colindante con el mundo de la indietrónica y el postrock.

Y es que no hay cosa más fácil que generar burbujas sónicas del calibre de "Hide away" para meterte en un mundo repleto de una tranquilidad de esas que te murmulla silencios y ruidos blancos. Los de Detroit destilaban necesidad de generar corrientes de tecnología leve, posada en una especie de slowcore minimal como el tema que titula el cd. 

Hay tiempo para los experimentos sonoros del calibre de "420" y para meternos en una cápsula espacial cuando generan mecanismos sensoriales de atracción segura que te impelen a poner la música alta, para solaz de tus murmullos ("It was you"). 

Aquí las guitarras se conectan con los equipos electrónicos en una unión que produce bellezas del tipo de "The Formula", o irresistibles paseos por noches sin fin que vuelven y vuelven como el atrapamoscas llamado "We could be together". 

Para terminar este disco que apenas dura media hora, un pasote del estilo de "A little time alone", para ponerte sobre la pista si quieres completar una retahíla de trabajos que tienen mucho que ofrecer. Música para soñar. 


martes, 16 de noviembre de 2021

THE CAPE MAY. "Central city may rise again" (2005)

 


Este grupo canadiense solo sacó dos discos en su corta vida. Este fue el primero, y comandados por su cantante Clinton St. John, nos regalaron un puñado de canciones de esas que están repletas de tristeza y melancolía, postales a deshora que nadie espera ("Thing (summer in 6/4 time)", y odas que de repente te sobrecogen por un ímpetu que parece tormenta ("On sunprinted thumbs").

Slowcore que se frota las manos con el indie rock, suavidad que deshoja la margarita porque se resiente de vivir perenne en un mar de excesiva tranquilidad y que necesita el soporte fugaz de un grito que rompa montañas ("Hunting grounds"). 

Sin embargo, el estado natural de sus composiciones es el reposo campestre, la lírica entre tréboles y riachuelos que reflejan el sol y que este a la vez ilumina la sombra tardía de los recuerdos. "Central city may rise again" esta repleto de ecos que recuerdan a Red House Painters ("As a ghost"), de trastadas sentimentales que parecen brotar de corazones demasiados dañados como para convencerse de la salud de los sentimientos ("Address the royal we"). 

"Photographs of combinations" es sedosa y atrayente con su continuo flujo de sonido de guitarras siempre arrimado a la seda interior, como ese hit de la serenidad que se llama "Bullmarket frenzy", minimal y con detalles que nos recuerda al añorado Jeff Buckley. 

El segundo y ultimo disco del grupo, "Glass mountain roads" fue grabado por el mago de la producción Steve Albini, en los famosos estudios Electrical Audio, donde el frenesí eléctrico ganó la partida a la introversión sonora. Buen grupo estos The Cape May. 



domingo, 14 de noviembre de 2021

THE BEVIS FROND. "Little eden" (2021)

 


Atención todo el mundo,  atentos,  que estamos ante uno de los discos del año. Porque un disco que no puedes parar de ponerlo, donde sus canciones se te clavan cada vez que lo escuchas, merece estar en lo más alto del podio. Y es que pedazo de grabación nos ha regalado Nick Saloman y sus chicos.

Y no hay que esperar mucho en este doble disco para que se dispare la fiesta de melodía y distorsión. "Everyone rise" es como para que tus pelos de punta se mantengan firmes y uniformados tras esta hecatombe de melodía que remite a Dinosaur Jr pero a la manera de The Bevis Frond. 

Una banda que lleva en activo desde finales de los 80 y que no ha parado de producir temas para la historia. Y aquí hay una buena ristra de ellos. 35 años que llevan y parece que fueran chiquillos. Que sonido de guitarra en "And away we go", y que aires mods lleva "Brain fatigue" en su cabalgata. Pero cuidado con Saloman cuando se pone burro, porque te encuentras de bruces con ese mazacote indie que es "You owe me" y te echas a temblar. 

Y cuando se ponen tierno, suave como una seda sideral, hacen cosas como "They will return", para a continuación darle duro con "Find the mole". Que sonido de guitarra crujiente que suena en "Do without me" y que pedazo de himno es "The man in the garden". 

Aquí no hay desperdicio, aquí no hay canciones de relleno. El doble disco es ampliamente disfrutable de principio a fin con caramelos envenenados del tipo de "Cherry gardens", o pasotes que nos remiten a la mejor época de Teenage Fanclub, como "Numb in the head". 

Mi favorita es lenta y se llama "There's always love", pura sensualidad que escuece y duele a la vez que te penetra bien adentro a las primeras de cambio. Como la que titula el trabajo, con un estribillo de esos que puede romper el corazón mas duro. "Here come the flies" es otro cambio de registro con disparos de guitarra, como "Pasted all over" y su inocencia venenosa. 

Neil Young se asoma en bastantes ocasiones como en "My own Hollywood", y para el final, la traca definitiva esos diez minutos de "Dreams of flying", donde es la psicodelia la que se enmascara con un potente motor eléctrico. 

Lo dicho, no os perdáis este pedazo de lp, de lo mejor que ha salido en este año que se nos acaba. Nitroglicerina pura melódica, radiación de la buena, artesanía como la que antes se hacía. 



viernes, 12 de noviembre de 2021

LUNA. "Best of Luna" (2006)

 


Galaxie 500 siempre me enamoraron, siempre los tuve presentes en las escuchas de aquellos gloriosos años 90. Reconozco que la banda de su líder Dean Wareham, Luna, nunca me llegó a emocionar lo bastante. Ha tenido que pasar mucho tiempo para que me pueda reconciliar con su sonido, en este recopilatorio que repasa lo mejor de su carrera. 

Por que la verdad sea dicha, aunque el rollo que lleven dicta de ser similar a Galaxie 500, les cojo el punto de nuevo cuando empieza a sonar la vibrante "California (all the way)", o ese punto arrebatador que tiene "Anesthesia". 

Quizás eran prejuicios por haber dejado tan alto el listón del bueno de Dean, pero he de reconocer que estas 17 canciones son la mejor manera de volver a ellos. Como ese toque Velvet que tienen en "Friendly advice" o ese sonido que flipas de "Pup tent". 

Aquí están las mejores tomas de sus ocho disco anteriores (queda fuera claro está "A sentimental education" del 2017).  Y si cierras los ojos y piensas en los Galaxie, te puedes topar con "Slide" y podría figurar en su discografía. Rock lento y artesano ("Tiger Lily"), serenatas que se cruzan en tu camino ("Tracy i love you"), o exquisiteces del calibre de "Lovedust" o "Lost in space", nos dan una muestra más que representativa del valor de una banda que pardiez, no estaba nada mal. 

Yo llevo disfrutando esta semana con la voz de Dean en canciones como "Astronaut", considerando su nave espacial de sonidos acogedores un buen lugar donde poder marcharnos para alejarnos de este mugriento mundo que habitamos. Reconfortables. 


miércoles, 10 de noviembre de 2021

THE BLUE AEROPLANES. "Swagger" (1990)

 


Sin duda es el mejor disco de The Blue Aeroplanes. Y mucha culpa hay que echársela a Gil Norton (si, el mismo que produjo esas dos grandes obras de arte de Pixies que fueron "Doolittle" y "Bossanova"). Porque realmente es imposible no caer arrebatado con melodías del tipo de "World view blue", donde el grupo liderado por su cantante Gerard Langley subía enteros su cotización en la mejor época que ha habido en la música mundial. 

Ya antes habían realizados buenos intentos con "Tolerance" (1986) y "Spitting out miracles" (1987), pero es con este "Swagger", el disco que dejó huella, dejando una impronta importante en la época. "Weightless" suena melancólica y colosal, todo un himno triste que acaba en un maremoto de distorsión marca de la casa de Norton. 

"And stones", es puro sonido Manchester, bailar y bailar, perder el sentido, pero jamás el equilibrio. Pedazo de sonido, y pedazo de batería del hermano de Gerard, John. "Love come round" es todo un vacile que engancha y en "Your ages" les sale su vena más sentimental en otro de los puntos fuertes del cd. 

En "What it is" aparece a los coros Michael Stipe de Rem, y el saxo de Clare Hirst es el protagonista en la embriagadora "Anti-pretty" otro hits de esos atemporal, que perdurará y perdurará hasta el final de los tiempos. "Careful boy" me recuerda a Aztec Camara y "Car-scan hist'ry" pone la guinda, la más larga del álbum, extraña, casi post punk, todo un punto de final. 

En conclusión, recuperar a The Blue Aeroplanes es una necesidad a todos los que los 80 y 90 lo vivimos como ejes vertebradores del conocimiento musical que nos llenó (y llena y llenará) tanto. Todo un lujo. 



domingo, 7 de noviembre de 2021

PYRAMIDS. "Pyramids" (2008)

 


Un disco que cuenta con la colaboración de Jesu, el combo de Justin Broadick, es de esos que como minimo te llama la atención. Y si encima si das play para el inicio de la escucha  te encuentras con una brutalidad shoegazing del tipo de "Sleds", no tienes más que dejarte de llevar por este lava sonoro que fue el primer disco de Pyramids. 

Pero, no, Pyramids no son una banda de shoegazing. Lo suyo parte del black metal, pero lo hacen accesible, digerible, con sus ruidos imposibles ("Igloo"), con una corriente frenética de bestialidad que se hace amable porque tiene paradas en un mar de burbujas que te hacen volar en un mar etéreo de sueños imposibles ("The echo of something lovely"). 

Pero cuando se ponen iracundos no hay quien los pare. "End resolve" es puro noise galvanizado con esquejes de tecnología que da miedo y "Hellmonk", la más bizarra del disco, podía aparecer en alguna película de esas que nos tienen atados a la butaca con pavor. 

"This huse is like any other world" es hipnótica y bestial, como "Hillay", puro metal de ese que parece salir de una fundición de guitarras asesinas. En "Ghosts" continúan con el frenesí que no ceja para en "Monks" apabullarnos con el sonido de la batería que suena como si fuera a apagar el fuego del infierno. 

Un viaje difícil, un gran disco, que lo mismo se te atraganta, pero que hay que darle su tiempo. Suena a veneno y esa mezcla de estilos les hace que te atrapen sin pedir nada a cambio. La verdad es que pavor dan un rato. 


jueves, 4 de noviembre de 2021

THE BATS. "The deep set" (2017)

No hay que esperar mucho. Tan solo basta poner el dedo en el play y que empiece a sonar el disco con la maravillosa "Rooftops". Y es que el grupo neozelandés siempre supo agarrarnos bien nuestros corazones con esas melodías prodigiosas, con esas guitarras limpias y envolventes. 

Liderados por Robert Scott,  empezaron su andadura  a finales de los 80 y  en 2020 nos regalaron esa burrada llamada "Foothills", se nos muestran en "The deep set"  luminosos y radiantes, ya lejos de los fogonazos eléctricos de sus inicios, aquí los temas salen a tumba abierta a convertirte en fans suyos a la primera de cambio. Dime tu si puedes resistirte al poder embaucador de "Looking forSunshine" o a himnos del calibre de "Rock and pillars". 

Si tienes un mal dias escuchas "Walking man" y solución a tus problemas. No es de extrañar que Michael Stipe de Rem los citase como gran referencia y grupo a seguir. Alojados en el incombustible sello Flying Nun, el inconfundible sonido de neozelandés tiene a The Bats como uno de los mejores embajadores, con su caricia de cuerdas ("No trace"), con una ternura que explora sentires y te deja siempre con ganas de más ("Diamonds"). 

"Antlers" es uno de los puntos fuertes ( y aqui hay mucha tela) de un disco cargado de sitios donde detenerse, de musica con calidad extrema, artesania de orfebre, material para sonar a cualquier hora, en cualquier circunstancia. El preciosismo de "Steley gaze" te desborda cada vez que te lo pones y "Durkestan" es de esas canciones que seguro aparecería en esas recopilaciones personales que hacemos de vez en cuando para llenarnos de dicha. 

En la parte final (y apenado que llegamos al llegar a este ocaso), otras dos perlas tranquilas, lentas con movimiento, susurrando con una fogosidad siempre atenuada: "Shut your eyes" y "Not so good". ¿Qué más podemos decir de The Bats? No pierdas el tiempo si aun no los conoces. Tienen algo especial, imposible de refrenarse ante tal avalancha melódica. 

 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

GODSPEED YOU BLACK EMPEROR."G_D'S pee at state's end" (2021)

 

El séptimo disco de la banda-comuna canadiense GYBE continua como cuando empezaron. Su propuesta no ha variado ni un ápice desde ese incio arrollador que tuvieron con ese glorioso disco que sacaron en el año 2000, "Lift you skinny...". 

Aquí comienzan con una especulación instrumental marca de la casa, llamada "Military alphabet (five eyes at blind)", para seguir en "Job's lament" y "First of the last glaciers" por esa senda tan reconocible en el grupo, repletas de progresiones instrumentales, de una catarsis repleta de fiebre, de paisajes donde es facil mecerse mientras acontece la lucha.

Pasajes oníricos que rezuman calma, distorsiones que son agitados bucles de sonido que se expanden por cielos perforados, por llantos que son reclamaciones para un mundo mejor ("Fire at static valley"). Uno de los puntos fuertes del disco es "Government came" y sus once minutos de desarrollo minimal, con toda la banda en pleno apogeo, acogiéndose a un festival de sensaciones al límite, donde las cuerdas apabullan, donde los silencios se apostillan con una decadencia que inflama los sentidos. 

Quizás para muchos el discurso de GYBE sea después de tanto años algo cansino, siempre doblegados por la fuerza motriz de una sinergia que avasalla. Yo sigo disfrutando con sus largos lamentos tristes, con su post rock encallado en una colina de nutriente ferocidad, de hipnóticos escarceos por lugares donde es fácil perderse en lo volatil ("Cliffs gaze/cliffs gaze at empty water´s rise..."). 

El ocaso del lp con "Our side has to win" con ese aire que recuerda a Eno, nos muestra a un grupo que aun tiene la capacidad intacta de sorprendernos dentro de unas coordenadas que no se han movido de unos parámetros que para los amantes del género, siempre han sido eficaces para llenarnos de una emoción siempre incontenible. 


lunes, 1 de noviembre de 2021

BADBADNOTGOOD. "Talk memory" (2021)

 

Discazo. El sexto disco de esta rutilante banda canadiense, es un discazo desde que empieza el disco con ese jazz progresivo donde dan el pistoletazo al disco, llamado "Signal from the noise", donde empieza el enganche a unas canciones que cada vez que las escuchas te gustan más. 

Lo más reseñanable de "Talk memory" es que ya no hay nada de esas pinceladas de hip hop que jalonaban sus trabajos anteriores. Aquí el jazz es un motivo para la creación de pasajes sonoros donde achican sentimientos, donde venden al por menor notas que fluctuan en maremotos de intensidad interior. 

Disco plagado de colaboraciones, la maravillosa "Unfolding ( Momentum 73)" cuaenta con la colaboración del musica Laraaji con su cítara construyendo soidos de ensueño. En otras piezas Babbadnotgood, se dejan llevar por el romanticismo como la lírica "City of mirrors" donde es el piano que toma las riendas para dejar paso en "Beside april" a Karriem Riggins con sus riffs acariciadores. 

Pedazo de tema es "Love Proceeding",  con Arthur Verocai y su saxofón voluptuso soplando las velas de una tarta de cumpleaños donde el goce de la escucha va subiendo a cada paso de canción por los rincones de tu silencio. 

En la parte final del cd, "Timid, intimidating" y "Talk meaning", vienen a corroborar la maestría de unos músicos en perfecta sintonía que acerca el jazz a los que no somos muy seguidores de este estilo. Un gustazo de un disfrute máximo. Super recomendación para estos días de lluvia que se avecinan.