Y es que estos chicos de Texas, tienen su punto de mira en Nueva York finales de los 70, donde el art-rock se pintaba las uñas en clubs siempre demasiado underground. "Black & White" es metralleta, puro disloque, las guitarras aceleradas, el punk inteligente o manda a la mierda las formas para que el rock sea otra cosa que lo manido.
En este tercer largo han matizado su sonido. Menos brutos, pero más detallistas. "Dear ramona" es un encanto, una balada de muérdago, un experimento para la lentitud. Pero lo que le gusta a Parquet Courts son los arreones y el minimalismo estructural. "What color is blood?" es una secuencia infinita de unos riffs que se corrigen a cada paso.
"Vienna II" es casi robótica, post-punk finales de los 70, y "Always back in town" es un torrente de energía, donde la versatilidad de los coros se une a un ritmo constante, trotón, especie de foxtrox del averno. Esto si que es una buena recuperación de la esencia de influencias del ayer.
La que más me flipa es "Up all night", puro punk-hardcore para patear cabezas de esos hijos de putas que nos hacen la vida imposible. Vaya subidón. Y como no reseñar "Ducking & dodging", una conjunción perfecta de instrumentos que velan sus armas con una melodía que te retuerce y te engancha.
Parquet Courts, adrenalina pura, revisión de nuestros gustos con inteligencia y fuerza, con apretones de electricidad y un buen sustrato de energía. Voto por ellos.