domingo, 22 de junio de 2025

ALAN SPARHAWK. "With Trampled with Turtles" (2025)

 


Hacia falta un disco como este para poner de nuevo a Low en nuestros corazones. Tras la perdida de Mimi Parker, Alan, rendido ante la evidencia del adios, le ha costado unos años volver a recuperar todo lo que significó Low. Su anterior disco, "White roses, with god", la verdad es que no me gusto mucho. Pero esto es otra cosa. 

Acompañado por Trampled with Turtles, aquí hay melancolía fina como "Heaven" y ese pedazo de tristeza envasada el vacío llamada "Too high". Alan ha querido rendir un sentido homenaje a Mimi, y han nacido canciones como puñales de melancolía, como "Not broken", donde aparece Hollis Sparhawk, la hija de Alan y Mimi. Vaya delicadeza, vaya emoción. 

Mi favorita sin embargo es "Screaming song" donde parece que el violín este llorando desconsolado, en un mar de tormentas repletas de rayos que se parten la cara entre sí por tanta pena. "Get still" es marca de la casa de Low, podría haber estado en cualquier de sus trabajos y "Princess road surgery" es otro abanico de ritmos que te gritan al oído, de suspiros de amor. 

"Don't take your light" y "Torn & in ashes", son el punto final de un disfrutable disco, precioso en sus formas, sentido y repleto de ecos de la que se fue, y que dejó un montón de lugares comunes para jamás perdernos. Bello. 


sábado, 21 de junio de 2025

CORCOBADO. "Fotografiando al corazón" (2003)

 


Reconozco que he tenido mis tiras y aflojas con Corcobado. En los 90 con sus chatarreros caí rendido ante la expresión más cercana que se hizo por aquí del universo del primero Cave. Por no olvidar su pasado con Demonio tus Ojos y Mar otra vez,  Javier Corcobado siempre pasará a la historia como el representante de aquí de la No Wave más activo y peligroso. Tanto en lo musical, como con sus letras, por su actitud ante la vida. 

Luego llegaron sus discos de boleros, sus incursiones en la música de baile.... Vamos que donde antes había apego luego se convirtió en una manía militante. Que le vamos hacer. Uno es como es. Ha sido en la escucha de este "Fotografiando al corazón" cuando he recuperado a este autor provocador ("Ciudad erótica"), crooner que te lleva de la mano a mil infiernos ("Secuestraré el amor"), y canciones de esas de toda la vida, de las que nos enganchamos cuando formábamos parte de sus seguidores. 

La que titula el disco es abrasiva, retadora, y "Vivir en tus ojos" escorada más a un funk que te disloca, y que da paso a uno de los mejores temas de su carrera "Temblando", delicada, suave, tierna, devastadora.  Si, me parece que todas esas fobias se disuelven cuando te topas con "Desnuda en el Pacífico".

"Todo se rompe" es la más radical, y en "Yo no quiero saber más" y "Amor anórexico" nos encontramos al Corcobado de toda la vida, con sus diatribas y sus volcanes internos, y esos gritos que parecen salir del apocalipsis de un espasmo. 

Para terminar, "Poupée de cire, poupée de son", versión de France Gall, perfecto final para un reencuentro personal con un artista que al fin y al cabo, forma parte de esos actores de nuestro underground más incomodo. 



viernes, 20 de junio de 2025

COSSE. "It turns pale" (2023)

 


Si aún el término post rock tiene algo de sentido, es por bandas como la francesa Cosse, que sabe emanciparse de los viejos modismos del género, para de una manera equilibrada y eficaz construir a base de arrreones de guitarra, un complejo clima donde es fácil disfrutar de estos disturbios sónicos. 

"Tangerine" y "Crazy horse", son una buena muestra de este abanico que no juega al despiste, que es un frenesí para escabullirte, un oasis de sonidos que suben y bajan, de un viento que recorre como amenaza cada rincón de un fértil viaje hace muchas partes. 

"Evening" es un bello disparate, una especie de single feroz repleto de furia, sin domesticar, caligrafía electrocutada que mora en un frenesí brutal.  También "Easy things" participa de esa rabia escrita esta vez con ritmos pausados repletos de una amenaza siempre latente. 

"Braindow" usa las mismas artimañas que las que vimos en su anterior trabajo, el interesante "Nothing belongs to anyting" , para que la música de Cosse se te adose  a los sentidos. La que titula el disco es la más florida de un trabajo repleto de lirismo, acogedora, como un himno que te apacigua el ánimo si lo tienes en temporada baja de ilusiones. 

Cosse de intensidad andan sobrados. Te pones "Sinner god" y empiezan a caer claveles del cielo. El fin con "Slow divers" deja el listón bien alto, de una banda que ha conseguido, revivir un género totalmente momificado. 



martes, 17 de junio de 2025

GLARE. "Sunset funeral" (2025)

 


Vaya pedazo de disco de debut que se han marcado esta banda norteamericana, un auténtico artefacto de shoegazing en toda regla, con bellezas tan geniales como "Mourning haze", la que da comienzo a un trabajo caracterizado por un afán de envolverte en burbujas de distorsión. 

Les salen como churros los temas con una patina emocional que te envuelve y de deja pertrechado en un abanico de secuencias sensoriales ("Kiss the sun"), y desvaríos eléctricos que a todos los que seguimos con pasión a MBV nos harán pasar unos ratos de esos memorables ("Saudade"). 

Uno de los puntos más potentes del disco es "2 soon 2 tell" un bello galimatías de melodía en un intrincado juego de voces, donde el grupo desarrolla ampliamente sus dotes para subir el volumen hacia cielos por descubrir. 

"Nu burn" es otro de los pelotazos, la más agresiva de un disco que se consume de un trago, que no tiene altibajos, que te deja perderte en sus laberintos sónicos como "Turquoise dreams" o "Sun grave" y su hemorragia de feedback demoledor. 

Glare, otra banda a tener muy en cuenta, un viento fresco de shoegazing para nostálgicos. Enorme disco el suyo. 


viernes, 13 de junio de 2025

BUFFALO TOM. "Asides from 1988-1999" (2000)

 


Nada mejor  para activar nuestra melancolía musical de los 90, adentrarnos en esta recopilación con las mejores canciones de esta poderosa banda de Indie rock, que nos acompañó con su ternura guitarrera ("Tailights fade"), en esa explosión colosal que tanto bien nos hizo a todos. 

Volver a escuchar la voz de Bill Janovitz, a sus chicos repartir melodías a raudales ("Mineral"), desempolvar de nuestra memoria tantas buenas canciones para el disfrute de nosotros, participantes activos de tanto escalofrío musical. 

Repasando su discografía con trabajos tan necesarios como "Let me come over" o ese estruendo llamado "Birdbrain", vuelves a escuchar temazos del calibre de esa desgarradora "Enemy", y se te caen años de encima como soplidos de un vendaval. 

"Sunflower suit" es otro de los aullidos de distorsión que marcaron la biografía de un grupo (que nos visitará en septiembre con todas las entradas agotadas hace tiempo), reconocible por sus hits emocionales ("Treehouse"), y sobre todo por cosas como "Larry", de estas joyas que acompañó nuestros momentos de bajón con tristura efectiva brutal. Y cuando se atreven con esa pedazo versión de Jam, "Going underground" esta todo dicho: que grandes que eran. 

Movidos aspavientos como "Rachael", juegos de urgencias íntimas ("I'm allowed"), se dan la mano con pelotazos brutales como "Birdbrain" la canción más visceral de una carrera digna, de un grupo solvente siempre, al que siempre tendremos en nuestros pensares de recuerdos.



miércoles, 11 de junio de 2025

COBOLT. "Eleven storey soul departure" (1997)


Siempre me gusto el slowcore de los suecos Cobolt, un slowcore que rinde pleitesía a Codeine y Red House Painters ("Symbols and sings"), pero que también sabe buscarse un hueco con sus trazas de sonidos que suenan aguerridos en cámara lenta ("Thousand miracles"). 

Liderados por el que fuera bajista de Refused, Cobolt dejó como recuerdo unos buenos discos repletos de canciones para solazarnos en medios tiempos otoñales, resistentes a octubres demasiados soleados como nos encontramos en la impactante "Backwards through". 

Se atreven con una versión de Eurysmiths, "Here comes the rain again", placido convite de susurros y calidez, que da paso a otra reliquia de porcelana, "Words into nothing",  o "I believe" donde Cobolt ponen todo lo que tienen para mantener viva la llama del slowcore. 

Los conocí con su mejor disco, "Passoa" (2002). Luego sacaron dos más y un epe. En todos sus trabajos se puede percibir la misma dedicación a los arcenes emocionales, a los lugares de poco tránsito, donde alojarse sin miedo a miradas perdidas.

A veces Cobolt dejaba sus reflexiones silenciosas y llenaban la casa de ruido y detonaciones ("Spring break" y "Medicine"), pero lo suyo siempre fue la mesura como vemos en el tema con el que acaban el disco, "My way out".  Buena banda Cobolt. 


lunes, 9 de junio de 2025

CHRISTIAN KJELLVANDER. "Wild hxmans" (2018)


 Desde que escuche ese portento de disco que fue "About love and loving again", uno anda sobrecogido cada vez que llega a mis manos algún trabajo de este cantante sueco que te perfora el alma con su voz apagada y grave, con sus maneras para hacer de la lírica musical una expresión para romperte el corazón en mil pedazos. 

"Wild hxmans" no iba a ser menos dentro de su necesaria producción tan repleta de islotes para soñar despierto. El inicio de disco con "Strangers in northeim" no puede ser más arrebatador, con esos susurros que nos acercan a David Sylvian. Y cuando empieza a sonar la tremenda "Curtain maker" tan triste y tan llena de dolor, de evocaciones a tus ratos de soledad donde el mínimo ruido es una grosería, ya no puedes más que sentarte, dejarte llevar, que la música todo lo venza. Sin palabras. 

Canción de autor con la cara arrebatada de lágrimas, baja tensión en las pupilas que extraviadas buscan un punto de luz donde hallar islas para buscar exilios interiores donde sólo la calma pueda tender redes de silencio ("Stiegga"), slowcore tomando el sol cuando se pierde en el horizonte, casi como una aullido devastador donde el sonido de la guitarra nos remite al Neil Young más abrasador ("The thing is").

Lo que más me alucina de Kjellvander es su tremenda osadía cuando aparca la penumbra de su sonido, y se atreve en "Halle lay lu jah" con un arrebato sónico que en su parte de distorsión recuerda a Sonic Youth. "Love xomes" es otro de los puntos fuertes de un pedazo de disco que no puedes parar de escuchar, que te reclama al oído para que te despereces con él mientras sueñas abrazos. 

Mi favorita, al final, "Faux Gernica", la más triste de todo el disco, la que más te lleva hacia confusos desiertos poblados de ventanas hacia la salud interior. Después de escuchar este trabajo necesitas repararte, respirar hondo, dejarte llevar por ese eco que se te ha clavado en tu ser. Lo de Christian Kjellvander es arte a unos niveles superlativos. 


viernes, 6 de junio de 2025

DANCER. "10 songs i hate about you" (2024)

Qué gozada este primer disco de esta banda escocesa, que en apenas media hora te deja rendido con un sonido que recuerda a los añorados Elástica o a unos Cardigans en versión punk. Nada más abrir el cd, la mejor de todas, "Bluetooth hell", adictiva, casi post punk, melódica.  

Y luego la cosa continua, con el divertimento llamado "Change", repleta de luces que se apagan y se encienden, de lluvia que moja los corazones, dulces y traviesos a partes iguales. Divertidos y originales, presentan cada canción en los inicios de cada tema. Para que no nos perdamos, nos convierten en agitadores de sus sonidos tan sugerentes ("Troi"). 

Cuando se quieren poner más serios nos ofrecen perdigonazos del calibre de "Rein it in", o exquisiteces como "A diagnosis" donde la distorsión les encumbra en una agitada coctelera de ritmos. Miran de reojo a la new wave en "When i was a teenage horse", y nos sacan los colores con la más punk de todo este trabajo, la electrizante "Make a decision". 

"Turns out", casi acabando, es otro potente ejemplo de las bondades de este grupo meritorio que nos hace disfrutar al máximo con sus continuos frenesís sonoro. Apabullantes.


miércoles, 4 de junio de 2025

BUILT TO SPILL. "Keep it like a secret" (1999)

 


En la misma liga que Guided by Voices o Pavement. Bueno, en la misma no,  más abajo. Pero eso no quita que sobre todo los primeros trabajos de Built to Spill (para mi justo a este su cuarta producción), fueron dignos pelotazos de indie rock. 

 "Carry the zero", ejemplifica a las claras los modos de Built To Spill como cuando se ponían nos regalaban himnos de esos de andar por casa, llenos de épicas y melodías resultonas. Liderados por el guitarrista y cantante, Doug Martsch, se sacaban de la chistera temas tan potentes como "Sidewalk" o "The plan", donde es imposible que te aburras con ellos. 

Luego su carrera fue de más a menos, pero hay que decir que tenían todos los componentes posibles para dejar huella en el panorama independiente ("Bad light"). También tienen golosinas que se acercan más al pop como "Else", que resiste la prueba del algodón de los años que han pasado. 

Ya al final, algo más desinflados de tanta emoción indie, se despiden con "Broken chairs" y "Temporalily blind". Buena banda estos Built to Spill,  siempre lejos de los mejores puestos de los  grandes nombres de la época, pero siempre con buenas canciones que recuperar. 



domingo, 1 de junio de 2025

BENJAMIN BOOKER. "Lower" (2025)

 


Vaya discazo el que ha sacado Benjamin Booker. Ya no queda nada de ese fogonazo de blues punk que fue su primer trabajo homónimo en el ya lejano 2014. Esto es otra cosa. Y se nota desde las primeras notas de "Black Opps", con ese enganche rítmico de frenesí y dardos electrónicos que te dejan de primeras con ganas de más. 

Y la cosa se perpetúa con ese bálsamo rítmico llamado "Lwa in the trailer park" como una nana industrial que te adormece y a la vez te llama a la rebelión del movimiento. Vaya puntazo. Te pones "PompeII Statues" y parece que nos topemos con una versión muy particular de los locuras de Ween. 

"Slow dance in a gay bar" es dulcemente decadente, algo comatosa, reflexiva, para volar pero sin alejarse demasiado de tierra. En "Speaking with the dead" juegan la baza de las rugosidades sonoras,  vaivenes rítmicos que van y vienen. 

Luego nos topamos de golpe con "New world", el verdadero hit de un disco, embadurnado de soul, con la batería marcando el camino, con Booker en perfecto estado de gracia. Colosal. Como la guitarrera "Same kind of lonely" con esa soberbia melodía para levantar días aciagos, o para anunciar alguna película con final feliz. 

"Heavy on my mind", en clave más folk y "Hope for the night time" , firman el ocaso de un disfrutable disco repleto de buenos suspiros musicales. 


miércoles, 28 de mayo de 2025

CALIFONE. "Roomsound" (2001)


 Deconstruyendo el rock. A eso se ha dedicado desde su aparición como banda Califone. De la mano de Tim Rutili (antes en Red Red Meat),  nos han regalado una buena colección de canciones para disfrutar de esta maquinaria de belleza idílica, donde el rock es pasado por la batidora de la descomprensión ("Trout silk"). 

"Roomsound" tiene una de las mejores canciones de su carrera, "Bottles and bones (shades and sympathy)", lírica, melódica, himno de un blues de terciopelo. Las composiciones de Califone militan en una languidez que se alarga como un lamento intenso ("Fisherman's wife"),  como si nos encontrásemos a unos Wilco aquejados de una eterna melancolía. 

Folk, rock, blues.....  Aparecen los estilos vestidos con ropajes excéntricos ("Porno Starlet Vs Rodeo Clown") , pianos tirados al azar en un paisaje desértico ("Tayzee nub"),  o maravillosos aullidos como "Slow Rt. hand", marca de la casa de Rutili.

"St. Augustine (a belly full of Swans)", es quizás la más experimental de un trabajo puro hipnotismo, delicado y voraz. La escucha de "Roomsound (como el resto de su discografía), es un envolvente paseo por lugares que llaman al goce, al abrazo con  músicas de ayer reconvertidas en fulgurantes fuegos de artificios deliciosos y fugaces. 

Según va pasando el tiempo, cuando te reencuentras con ellos, más disfrutas del entramado laberíntico de un grupo con unas señas de identidad tan definidas, que cuando suenan los primeros acordes de cualquier tema suya, sepas que te vas a introducir en un mundo apasionante de guitarras rotas y ritmos dúlcemente desaliñados. 


domingo, 25 de mayo de 2025

CALA VENTO. "Cala Vento" (2016)

 


Joan y Aleix, Aleix y Joan.  Ellos se lo guisan y se lo comen, para grabar uno de los discos de guitarras y melodías más vibrantes que se han editado por aquí en años. Diez temas en apenas media hora que no puedes dejar de escuchar una y otra vez. Sus discos posteriores no alcanzaron la intensidad, la fiereza, la sensibilidad de un disco de esos que sienta cátedra desde una sencillez que apabulla ("Abril").

Mucha culpa de este sonido tan brutal se debe a Eric Fuentes, que sabe conjugar a la perfección los matices de guerrilla sonora como de lirismo avasallador como ese portentoso hit llamado "Isabella Cantó", que te fulmina y te atrapa. 

"La estrella de Ballet" es otra de las gemas que atesora este disco homónimo que te deja boquiabierto desde la primera escucha. La piel de gallina, henchida de emoción cuando le das al play y suena como un volcán sentimental, "Tus cosas". Una brutalidad hermosa, bella, maravillosa. 

"Puertas traseras" es otra agitada persecución de guitarras inflamadas con coros de esos que te engullen y te atrapan. Como "Febrero" y ese punk melódico que te quita años de un sopapo acariciador. Llevo toda la semana escuchando este disco y el festín que se llevan tus sentidos es de los que dejan huella ("Estoy enamorado de ti"). 

"Espejímero" y "Hoy es un gran día" son otros de los aciertos en un trabajo del cual no puedes despegarte así como así. Una fábula, un tobogán de espasmos que acaba con la portentosa "Rossija". Discazo, sin duda de un grupo que nos hizo pasar con este trabajo grandes momentos de un monumental placer. 



THURSTON MOORE. "Flow critical lucidity" (2024)

 


Thurston lo volvió hacer. Nos quedó sin palabras. En el que fuera séptimo trabajo en solitario, nos has dejado con una sensación de placidez musical de esas que son tan necesarias, cuando a nuestro alrededor existe tanta vulgaridad aupada a lo más alto. 

Y es que la cosa empieza por todo lo grande con una de las mejores canciones que ha hecho en su carrera en solitario, la tranquila y sugerente "New in town", enigmática y frugal, impactante, colosal. Vaya inicio. Con una carrera como la suya, sigue fabricando trabajos repletos de lugares donde podemos vislumbras ecos de Sonic Youth, pero también muchas otras cosas. 

Qué decir de "Sans limites" con la participación de la Stereolab Laetitia Sadier, hit inmediato, que tras una pequeña especulación instrumental, nos seduce con su clímax hipnótico. "Shadow" podía estar perfectamente en cualquier trabajo de la juventud sónica, y en "Hypnogram" hacen de la melodía un ente que te envuelve y te sumerge en un vaho encantador. 

"We get high" es la más experimental de un lote que se degusta con el aprecio que se disfruta los manjares que son lisonja para los oídos. Los ocho minutos de "The diver" son el punto final perfecto para un trabajo que quizás sea de lo mejor de Moore en años. Altamente disfrutable. 



viernes, 23 de mayo de 2025

CINERAMA. "John Peel Sessions: Season 2" (2003)

 


Cinerama fue la otra banda de David Gedge, el líder de la mejor banda (para mi) de todos los tiempos, The Wedding Present. Con Cinerama  David se dejó llevar por su querencia por los sonidos de viento y cuerda sin dejar de sonar algún estruendo, pero siempre aliado al barroquismo, y acompañado por la dulzura vocal de Sally Murrell. 

Sacaron más recopilaciones y trabajos bajo el paraguas de John Peel que discos como tal (sólo tres discos en estudio), y este "John Peel Sessions: Season 2", continuación de una primera parte, nos encontraremos las delicias de sus discos, aquí grabadas en directo (volver a escuchar "Your charms" y "Après sky" es todo un goce para los sentidos). 

La verdad es que siendo para mi los Wedding mi mayor debilidad, no tengo más que afirmar tras la escucha de canciones tan hermosas y decadentes como "Superman", el atino que tuvo Gedge en sonar distinto pero siendo siempre él. 

"Because i'm beautiful" otros de sus grandes clásicos, con la orquesta sonando a toda gas, es de lo mejor que grabaron, y hasta cuando se atreve con el francés triunfa como vemos en "Lollobrigida". La versión que hacen de los Carpenters, "Yestarday once more" es un puntazo total, para ponerla en navidad mientras apedreas las bolas del árbol. 

"Careless" podría estar en la discografía de última época de los Wedding. Como "Quick, before it melts" y esas distorsiones en medio de violines. Un gusto la escucha de Cinerama. Un placer como siempre cualquier cosa que David Gedge haga. 


miércoles, 21 de mayo de 2025

CAR SEAT HEADREST. "The scholars" (2025)

 


Este disco no hay por donde cogerlo. Y la verdad es que es una pena, sobre todo porque volviendo a escuchar el que fuera primer disco la banda de Will Toledo, "Teens of style" (2015), te preguntas donde carajo han dejado esa incorreción de indie rock de guitarras que les granjeo tantos parabienes cuando salieron. 

Ya lo pueden vestir como opera rock, lo que nos encontramos en "The scholars" (todo gira alrededor de la imaginaria Parnassus University, donde van apareciendo personajes que van definiendo la historia) es un batiburrillo de canciones insípidas, sin gracia, donde se puede atisbar ramalazos de guitarras de los que nos tenían acostumbrados, pero que apenas sirve para desear que se acabe pronto el suplicio de la escucha del disco. 

Vaya decepción. 70 minutos que se hacen largos desde que empieza a sonar el "CCF (I'm gonna stay with you)",  con su sonido casi cercano al rock americano de las radios, bobo e insustancial. Luego la aburrida "Devereaux", el desastre de "Lady gay approximately".....

"The Catastrophe (good luck whit that, man", recuerda algo a lo que hacían cuando eran buenos, pero luego nos plantan los 13 minutos de "Gethsemane" y te preguntas por la razón de haber dedicado tu dinero en comprar este disco que se hace infumable a cada escucha. 

¿Alguien encuentra divertido "Reality"? ¿Es necesario la construcción de un disco con temas como "True/False lover"? Este trabajo solo hará gracia a los acólitos de Toledo y a una banda que la verdad para hacer esto mejor dejarles en el baúl de los necesarios olvidos. Vaya tarea aguantar hasta el minuto 70. Y hacer la crítica de algo tan insalvable. 


lunes, 19 de mayo de 2025

BRAINIAC. "Bonsai superstar" (1994)


 El grupo de Ohio, en pleno época noventera, nos regalaron tres discos de esos de disfrute inmediato, donde deconstruyen el indie rock a base de mamporros, de distorsiones siempre efectivas, de voces rotas que van y vienen. 

"Bonsai supertar" fue su segundo trabajo, y nos encontramos perlas tan maravillosas como "Hot metal doberman's" o esa tormenta intempestiva llamada "Hands of the genius". Al grupo comandado por Tim Taylor no le importaba perderse por toboganes de de experimentación como "F**king with the altimitir", o jugar con sus guitarras escacharradas como comprobamos en "Radio apeshot". 

A veces se les iba la mano las imperfecciones sonoras ("Transmission after zero"), haciendo que pierda fuerza el mensaje audaz que nos encontramos en temas como "Juicy (on a cadillac)". "Flypaper", más tranquila, recuerda a Pavement, y en "Sexual transmision" lo que nos encontramos son huella de Buthole Surfers.

La más punk del lote es la alocada "To the baby-counter", y "You wrecked my hair" resume a la perfección la idiosincracia de un grupo que paso de puntillas en los 90, y que dejo a su manera su huella para que sigamos mirando por el retrovisor. 


viernes, 16 de mayo de 2025

CLINIC. "Winchester cathedral" (2004)

 


Un grupo de Liverpool que suena como una banda alemana. La verdad es que esa bien pudiera ser la presentación de este combo, que lleva ya 25 años encapsulados en su forma tan particular de hacer música, desde parámetros que acercan el krautrock al post punk y al indie rock menos acomodaticio. 

Escuchas un tema de Clinic ("Country mile"), y sabes que son ellos.  Ya pueden poner orlas y pigmentos distintos a sus canciones como en "Circle of fiths", pero el sonido es el de siempre. Por eso quizás hay veces que suenen algo reiterativos (sobre todo si tienes 10 discos a sus espaldas),  como vemos en "Anne", pero consiguen engatusarnos con su propuesta que si bien no es novedosa, si está repleta de motivos para la ensoñación ("The magician"). 

"Home" juega en la liga de la psicodelia más relajada y "WDYYB" es otro muestrario de la efectividad musical de un grupo que siempre fue a su aire, que no les gustó nunca transitar por lugares comunes, que siempre andó enredado en su mundo de susurros brumosos. 

"The majestic=2", rebusca en el kraut, con su sonido lineal, entre rumores robóticos y bálsamos de andar por casa. No esta mal, pero prefiero cuando se sacan de la chistera sus lentas insinuaciones de rock adormecedor como "Falstaff" o latidos demoledores del calibre de "Fingers". 

En resumen, buena banda Clinic, a la que cual se la pueda penalizar por los sonidos tan similares que emplean en su trabajo que con el paso del tiempo hace que no puedas comparar unos con otros. 


miércoles, 14 de mayo de 2025

CHUCHO. "Prehistoria, demos y demonios" (2025)

 


Fernando Alfaro, (el mejor músico para el que escribe del panorama indie de aki) nos regala del baúl de los tesoros escondidos, este pedazo de disco de rarezas, de canciones de Chucho que por una u otra razón no aparecieron en ninguno de sus discos. Versiones de canciones conocidas, otras que te hinchan el alma a la primera escucha, todas conforman este almanaque de temas para gozar.

"Piedras de palestina", que apareció en uno de los cds que regalaban la revista RDL, es quizás mi favorita, por su ternura, por su contundencia salvaje, por las letras que tan habituados estamos de escuchar del amigo Alfaro. "Huracanes con nombre" con su sonido sucio y corrosivo bien pudiera haber estado en los primeros trabajos de Surfin Bichos. Porque la cuestión es que los proyectos de Fernando Alfaro tanto con su nombre, como con Chucho o como Surfin Bichos, mantiene esa poética que es seña de identidad de un músico indomable. 

"Jaime y el malestar de sus células" es salvaje, estridente, machacona, gritando Alfaro desde una de esas cuevas donde retumba en sonido de su cháchara inaudita. "Cabeza de lobo, pies de serpiente", la más punk de todo este lote, con ese inicio tranquilo y meditabundo que al poco se convierte en un desbocado viaje psicótico y diabólico repleto de la esencia malsana de este orate creador de tantas historias eternamente perdurables. 

La versión que hacen de la clásica "Perruzo" es de notable alto, como "Magic" (demo), la incursión de Alfaro curiosa que hizo en la música electrónica. "En el rascacielos" versión de Family, es otro torpedo en la línea de flotación de la música independiente. Una gozada, lírica, expansiva, repleta de suspiros, llagas amables, sinuosa y brutal. La más floja quizás "Sin piel" (remix), pero en nada nos quita la dicha de haber degustado una buena ración del veneno que solo Alfaro sabe producir. 



lunes, 12 de mayo de 2025

BODYCHOKE. "Cold river songs" (1998)

 

Bodychoke son después de Swans mi banda favorita de noise rock. Por el peligro que atesoran sus canciones, por las crudezas de sus mensajes, por el inmenso ladrillo sonoro al que te enfrentas cuando te topas de repente con canciones como "Control" o la que titula el disco. 

Lo de Bodychoke va en serio. Si llegas vivo a "Victim", ya te puedes denominar adicto a estos mensajes de ultratumba que se regodean con el punk, con la música industrial mas accesible, con el mundo gótico, con señuelos para adentrarte en mil infiernos demoledores. 

Solo sacaron 5 discos, todos ellos de necesaria escucha, todos ellos de una furia de esa que te quita el hipo. Este lp contiene mi mejor canción favorita de ellos, la letanía triste y seguidora de Swans, "Ideal home". Para ponerte a llorar. Simplemente maravillosa, cercana a la catarsis. 

Albini se fijó en ellos, y el batería de Cranes también hizo de la suya para que la banda comandada por Kevin Tomkins, nos hiciera arder en cada escucha. "Aftermath" es la más experimental del disco, con esa introducción instrumental, donde ser percibe la amenaza que está por venir. 

"White light killer" es otro soberano sopapo en los morros, poco a poco creciendo en intensidad y distorsión, un abracada que continua con "Woman unkind" donde ponen de relieve la capacidad que tenían de abrasarnos con su poderoso noise rock. Gran banda Bodychoke. Algo para recordar. 


viernes, 9 de mayo de 2025

BLACK TAUMBORINE. "Black taumborine" (2009)

 


Durante su existencia a principio de los años 90, solo sacaron dos eps. En 1999 vio la luz una recopilación de sus primeras canciones, y en 2009 completaron su discografía con los temas de ésta y 7 tracks de regalo. 

El indie pop de esta banda norteamericana, vinculado al shoegazing por su manera natural de inclinarse a la distorsión, es todo un paseo por el sonido estrellado con guitarras ("For ex-lovers only"), con pegada suficiente para incendiar escenarios ("Pack you up"). 

Ráfagas de sonidos de los sesenta debidamente maltratado con bendito ruido ("Can't explain") comparten habitación con singles inmediatos como "I was wrong". Hasta casi parecen una versión naif de The Wedding Present, en "Throw aggi off the bridge". 

Americanos sonando ingleses, grupo que aparece en las selecciones de grupos de los 90 de shoegazing, Black Taumborine no oculta su amor por Phil Spector ("Drown"), y las deudas contraídas con los Jesus and the Mary Chain. No nos importa. Atinan siempre. 

"By tomorrow" es la más serie y contundente de un trabajo, que nos viene a decir el pozo insondable de los 90, donde salen y salen del olvido bandas y más bandas para los que abrazamos con melancolía esa dorada época. 


miércoles, 7 de mayo de 2025

ORCHESTRE TOUT PUISSANT MARCEL DUCHAMP. "Ventre unique" (2024)

 


Este imponente banda suiza lo ha vuelto hacer. En su prodigioso "Ventre unique" dan un paso más en su constante evolución, en esa carrera de fondo donde puedes encontrar ecos de The Ex o de la Penguin Cafe Orchestra ("Tout cassé" lo dice todo). 

Y es que esta big band de vientos, guitarras, voces brutales, art punk a raudales ("Breath") escenificó en este "Ventre unique" una apuesta colosal por traspasar todas las barreras, por edificar un monumento a las mil músicas del mundo, donde se trasladan de tema en tema, recogiendo fragancias de una chanson que mira de reojo a Africa ("Coagule"), o sin miramiento alguno, erigirse en una forajidos punks con trombones que suenan a tormenta que jamás cesará ("Dehors"). 

"Ils disent" es una vacilada para bailar entre vinos y alcoholes en noches de veranos con fragancias devastadoras, y "Tout haut" se recrean en ese mundo tan maravilloso de la Penguin Cafe Orchestra. Una delicia que se vuelve a parar en sonidos africanos en "Color", para seguir por la senda de los sonidos experimentales pero siempre con el concepto de canción como eje fundamental de este juego ("Les boeufs"). 

Vuelven con la distorsión bien preparada, casi post hardcore en "Petits bouts" donde te piden pogo y revolución, para terminar el disco con la bella e inclemente "Smile like a flower". Una gozada la escucha de esta banda, que disco a disco se van superando más y más. De obligada escucha. 



lunes, 5 de mayo de 2025

BROADCAST. "The noise made by people" (2000)


 Con este disco empezaron su andadura esta banda de Birmingham, sobresalientes en lo suyo, con ese hipnótico sonido tan emparentado con Stereolab, jugando a las cartas con el pop de los 60, la música electrónica y el krautrock. 

Para muestras y como aperitivo, "Long was the year" y su sonido envolvente que te llama a vuelos de insurgencia interior. La voz de Trish Keenan sobresale con su sensual tono que evoca tiempos pasados ("Unchanging window").  Para ser un primer disco (quitando una recopilación anterior de singles), "The noise made by people", contiene suficientes alicientes como para quien no haya caído en las redes discográficas de Broadcast, se deje llevar con temas tan misteriosos e impactantes como "Come on let's go".

Todo Broadcast es un bocado de fantasía,  un paseo por un mundo donde es fácil soñar androides amorosos ("Echo's answer"), zambullirte en un paseo entre circos ambulantes de post rock minimal ("Tower of our tuning" y "Papercuts"), y catarsis de terciopelo como escuchamos en "You can fall". 

"The noise made by people" no llega la profundidad brutal del que para mi fue su mejor disco, "Haha sound" (2003), pero no cabe duda que tiene suficientes buenas canciones para un disfrute inmediato. "Look outside" es otra de las gemas que te encuentras en un disco que llega su fin con "Dead the long year", perfecto final para el que fuera la primera sacudida sónica de esta buena banda. 



martes, 29 de abril de 2025

BILL CALLAHAN. "Gold record" (2020)

 


No me canso de escuchar a Bill Callahan, no me canso de caer rendido ante su voz colosal,  barítono de una calma que te seduce y te lleva a un confort anímico de esos que no se olvidan. "Gold record" fue su séptimo trabajo, y el comienzo con "Pigeons" no puede ser más efectivo, triste, emocionante, como abrir las ventanas para que entre de golpe la primavera. 

La guitarra acústica y su voz, y sus palabras como volutas de caricia ("Another song"), desiertos en los corazones que se ven vencidos por esa sensación de una melancolía que se extravía siempre en tu ser ("35"), la música de Callahan suena como un sonajero para calmarnos en días de furia y discordia. 

No tiene disco malo. Desde Smog su carrera ha ido de progresión en progresión, siempre con los mismos ingredientes, mezclados siempre con una efectividad brutal, donde es imposible que no se te erice el sentir. "Protest song" es casi blues y cuando llegas a "The Mackenzies" te ves de lleno envuelto en un tiovivo de grandeza sentimental. 

Mi favorita, "Lets move to the country" deja bien a las claras quien es el mejor cantautor cuando hablamos de ruiseñores. Simplemente para quitarse mil y una vez el sombrero ante tan grande artista. En "Breakfast"  el sonido de las cuerdas suena a una telaraña que te atrapa sin posibilidad de escapar. Así se las gasta el bueno de Bill, cada canción es un tratado de delicadeza, un aroma que perfuma la estancia más desangelada. Puro arte. 


jueves, 24 de abril de 2025

BAUHAUS. "In the flat field" (1980)

 


Puede que sea "In the flat field" uno de los discos fundacionales de la música gótica, tambien es otro de esos discos que hacen que el post punk sea lo que es en la actualidad. Para mi, es quizás el disco más punk del post punk, el que más airea la contundencia y la excentricidad, comandado por Peter Murphy y acompañado por unos músicos que luego darían mucho que hablar (Daniel Ash, Kevin Haskins y David J). 

Y cuando me refiero a esa componente punk, es cuando te escuchas "Dark entries" y te das cuenta que Bauhaus estaban empezando a forjar algo grande. Ese clásico atemporal llamado "Double dare" por el que no ha pasado el tiempo, una criatura que nada casi en la música industrial, con acoples, distorsiones y rasgaduras sónicas de todo tipo. Vaya inicio. 

La que titula el disco es opresiva, marcial, repleta de sustos, ejerciendo Murphy de vampiro para corromper voluntades y sueños. Parece mentira el tiempo que ha pasado y lo actual que suena un sonido que vive por y para el estruendo. "A god in a alcove" es otro de esos hits que ha pasado por los años como banderín de enganche para los que nos gusta el gusto de las noches perpetuas. Banda sonora perfecta para que vampiros y demás huestes salga a convertirnos a todos. 

"Dive" es puro caos y cuando llega "The Spy in the cab" ya te ves de lleno sumergido en ese ambiente infernal que también creo Bauhaus tanto con su estética, como con una música completamente disidente. 

"Small talk stinks" es quizás la más extravagante de este grandioso primer disco, para en "St. Vitus dance" desquiciarnos con grandes dosis de pavor. Luego para cerrar este soberbio primer trabajo tan fundamental, "Stigmata Martyr" y "Nerves", otras dos píldoras envenenadas que han resistido toda la acción de desgaste del tiempo. Enormes Bauhaus y su legado. Discos como este perdurarán y perdurarán hasta el fin de los tiempos. 



martes, 22 de abril de 2025

LOUSE. "Passions like tar" (2024)

 



Vienen de Ohio y suenan como The Chameleons. Así podemos resumir de entrada, lo que vas a oír en "Passions like tar". Y si The Chameleons se quedan cortos como referencia, cogen a The Cure, y lo fusilan, como ocurre en el tema que da inicio al disco, "Thieves". 

El caso es que tras un buen montón de escuchas, no sabes si aplaudirles por su gesto reverencial o decir que para escuchar a Louse, me quedo con los originales. Va por momentos y situaciones. "Joy in pain" es eléctrica y efectiva, épica y como todo el disco, mirando por el túnel del tiempo a los 80, pero en "A potter's field" no les vale las buenas influencias de los maestros para sonar algo a refrito. 

Luego sin embargo, hay canciones que activan el modo nostalgia de nuestra escucha, como "Bed of knives", donde el post punk parece vestirse con nuevos ropajes pero siempre con un respeto pulcro de los originales. 

La que da nombre al disco peca de monótona,  y en "Human remains" se revisten de un ropaje oscuro que les funciona en la medida de no acordarte demasiado de The Chameleons. Al final según se va sucediendo las escuchas, te das cuenta, que aunque no estamos ante un mal disco, el pecar  demasiado en la similitud ("Bernadette"), les resta pegada y brillo. Y es que para que queremos copias cuando tenemos los insuperables originales. 


domingo, 20 de abril de 2025

BENJAMIN CLEMENTINE. "And i have been" (2022)

 


Qué grande Clementine, Y que pedazo de voz que tiene. Y que artista que es. Nadie con un mínimo de sensibilidad tras escuchar el inicio de este rutilante trabajo con "Residue", se  puede resistir a este embrujo de este músico que empezó a tocar en el metro de Londres con un piano de juguete, y ahora toca los cielos de los corazones que le adoran. 

En este su tercer trabajo, sigue la evolución de sus dos primeros discos, dejando que el piano y las historias que nos cuenta nos embriaguen hasta el cofín de los sueños ("Delighted"). "Difference" son casi dos minutos de alegría envasada al vacío en una especie de hit de buen rollo y en "Genesis" sigue la senda que ya fue escrita en sus anteriores trabajos. 

"Atonement" es de una sensibilidad de esa que quita el hipo, con los vientos sonando a nostalgia, con Benjamin en pleno estado de explosión. Una brutalidad. Y si queremos caer en la melancolía más profunda, nos ponemos "Last movement of hope" y empezamos a volar para caer rendidos después con esa miniatura llamada "Copening". 

Vaya disco este "And i have been". Imposible no conmoverse con "Weakend", o con ese lírico estruendo que es "Auxiliary". Para terminar, "Recommence", una manera efectiva, de comenzar de nuevo a escuchar este portentoso trabajo que no dejará impasible a los degustadores de la buena música. 



viernes, 18 de abril de 2025

THE CHILLS. "Spring board: the early unrecorded songs" (2025)

 


Con la muerte hace casi un año de Martin Phillipps, el mago de The Chills, se fue uno de los arquitectos de la artesanía pop con más renombre. La banda de New Zeland, nos regaló una buena cantidad de discos de esos inolvidables. 

Quizás para no olvidarnos de lo que fueron, este extenso disco (de 20 temas), nos trae recuperaciones de canciones de los 80 hasta la muerte de Martin. Un disco para llenarnos de melancolía y de recuerdos. "Dolphins" y "Learn to try again" son una buena muestra de ello. Aunque es cuando suenan temas como "If this world was made for me", donde se percibe la maestría pop de la banda.

Delicados, expresivos, con ganas de llenarnos de hits vitalistas ("Juicy creaming soda"), te sientes irresistiblemente atados a ellos cuando suenan cosas como "I'll protect you". "Declaration" es puro años 80, casi como para ir de gira con The Church. 

"Stay loger" es enigmática y para silbar caracoles, y "Slime" es todo un portento de expresión musical, donde se ve la capacidad de la banda para sumergirnos con su submarino en arenas profundas de buen pop. 

Quizás el disco se haga algo largo, 20 temas de golpe, son muchos temas. Es preferible tomarlo a dosis, a ratos, ponerte "Since you left me" y dejarte llevar por ellos. Luego apagar tu equipo y salir buscando un  jardín con el tarareo en tu cabeza. Un buen recuerdo para el inolvidable Martin Phillipps. 


martes, 15 de abril de 2025

BECK. "Odelay" (1996)


 La verdad es que nunca he sido seguidor de Beck. Cuando salió había tanto que escuchar que no me llamó la atención su propuesta. He de reconocer con el paso del tiempo, la validez de un artista que ha tenido en la mixtura de estilos,( gravitando siempre sobre el eje de su personalidad tan singular), su bastión principal, su fuerza motriz. 

"Odelay", su quinto trabajo, uno de mis favoritos, no le va a la zaga de toda la producción anterior, empezando por ese pelotazo rítmico llamado "Devils haircut",  y siguiendo por esa mezcla de raíces negras y hip hop que es "Hotwax".

Se sube al tiovivo de su singular country en "Lord only knows", para a continuación regalarnos uno de sus hits más reconocidos, "The new pollution". "Derelict" es oscura y "Novacane" con ese ímpetu guitarrero en medio de un volcán de rap, van dibujando el perfil de un trabajo abrasador, repleto de sarcasmos sonoros, de vientos de todo tipo. 

Estoy seguro que "Where it's at", la escuchaste en alguna película de esas de robos a gran escala, con pillos de baja estofa. La potencia casi grunge llega con "Minus" para volver al despelote total con "Sissyneck". 

Otra de las grandes, "Readymade", más indie que nunca, viene como perfecta tonada, para casi al final del disco, con "Ramshackle", elevarnos con su sencillez apabullante. "Odelay", de lo mejor de Beck. Un álbum perfecto. 



domingo, 13 de abril de 2025

BEACHBUGGY. "Sport fury" (2001)

 

¿Dónde estabais Beachbuggy? ¿Cómo es posible que esta joya de grupo halla estado escondida tantos años? Es el primer disco que escucho de ellos (sacaron tres), y me han dejado rendido, sin palabras, por esa pegada repleta de distorsión, de guiños a The Fall, a todo el indie de los 90, con hits inmediatos para no parar de danzar como un puto loco ("Kickin' back"). 

Grabado en los estudios de Steve Albini (ahora entiendo todo), el grupo cuyo guitarrista militó en The Wedding Present (Jack Straker), es una bomba de relojería, un misterio que hay que destapar del tarro del olvido, un grupo de esos que como tantos otros, no tuvieron la suerte que merecieron por lo que se escucha en este álbum. 

Me alucina como se apropian del discurso de Mark E. Smith en temas como "Bas guys bear black", o como se las apañan en "Touch my stuff (you can die)" para ejercer con solvencia sus buenas dosis de referencias a los Pixies que tanto amamos. "From the south" es otro single que esta vez se acerca a Pavement, para en "Science fiction" continuar con esa soberbio sonido donde la batería es un eje catalizador de una distorsión que te abruma y te deja rendido. 

Esto no para. La nota de cada canción no baja del 8 alto. Cuando llegas a la lenta y catártica "Godspeed my friend" ya te tienen ganado. Con una temática sus discos siempre alrededor de los coches, de las carreras, Beachbuggy dejaron una de esas huellas imborrables que es necesario sacar del océano de las bandas olvidadas. 

"It might be the jets" es la más bestia de este pelotazo llamado "Sport fury", con la guitarra chillando como poseída por un mal devorador de calmas. Vaya tema!!!!!.  Se acercan curvas, viene "The fastest time" con coros para matar la tranquilidad, con la sedición como proclama. 

"Cuba" y "Tom's dead", ponen las velas a esta tarta de cumpleaños para todos nosotros que disfrutamos tanto en los 90. No hay que perdérselos. Es pura nitroglicerina. 



jueves, 10 de abril de 2025

BEEP BEEP. "Enchanted islands" (2009)

 


Qué pedazo de banda eran Beep Beep. Y que poco duraron. Tan solo dos discos los de este grupo de Nebraska, donde lo más reseñable tras su escucha es lo variopinto de su propuesta, repleta de estilos, de modismos musicales dispares como vemos en las dos primeras canciones del disco, "I see you!" y "Mermaid struggle". 

Retazos de mathrock infantil, con melodías atrapadoras y envolventes, que juegan con el art rock ("Secrets for the well"), como principal eje engrasador de juego de sombras sónicas que la verdad es que te deja un buen cuerpo de principio al final. 

"Return to me" me recuerda a Karate pero sin pretensiones instrumentales y "The whispering waves", la más arrebatadora de todo "Enchanted islands" es una perorata de electricidad siempre bien matizada, con las guitarras desafiando, con requiebros de grandeza y épica. 

Hay también espacios para temas casi de soul como "The lion's mouth!", y pequeños escarceos por una levedad que promete grandes emociones como esa preciosidad llamada "Wooden nickels". La rabia aparece en la brutal "Seppuku", donde la distorsión manda. 

Otras de las gozadas del disco es "Mortal warrior" y sus inclementes sonoridades, para en "Two-spirit" nadar en un már sónico. Beep Beep una rareza a descubrir, envolventes y repletos de lugares para soñar. 


martes, 8 de abril de 2025

BOB MOULD. "Here we go crazy" (2025)

 


Incombustible. Bob Mould es incombustible. Buena muestra es este trabajo, el que hace el número 15 en su carrera sin Husker Du, sin Sugar. Un portento. En poco mas de media hora nos deja exhaustos con sus melodías y sus rabia que con tanto ahínco nos lleva meciendo tantos años. 

La que titula el disco es toda una soflama de intenciones de por donde van a tirar los guitarrazos en este buen disco. "Neanderthal" es aguerrida y combativa, y en "Breathing room" nos encontramos aquel compositor que tantos buenos recuerdos tenemos de él sobre todo en su carrera con Sugar (siempre me gustaron más que Husker Du). 

El caso es que si bien ya no sorprende como antaño, la fórmula que aparece en temas como "Hard to get" sigue estando totalmente viva, repleta de mecanismos para que tus pies no paren de moverse. Melodía que busca el himno ("When your heart is broken"), vitaminas de indie rock para días de decepción anímica ("Fur mink augurs"), o letanías acústicas como "Lost or stolen", todo esta en su sitio, todo funciona, todo nos da dicha. 

"Sharp little pieces" es mi preferida. La distorsión atruena, la apisonadora de Mould está en pleno rendimiento, podemos estar todos contentos. Ya en la parte final de "Here we go crazy", "Thread so thin", marca de la casa, (casi parece que estuviésemos escuchando a Sugar), y "Your side", ponen el epílogo a un trabajo redondo para que no nos olvidemos de uno de los artistas que tanto bien hizo al indie rock de los 90. Eterno Mould. 



domingo, 6 de abril de 2025

BILL CALLAHAN. "Sometimes i wish we were an eagle" (2009)

 


"Sometimes i wish we were an eagle" fue el segundo disco en solitario del que fuera el líder de Smog. Para que el escribe, el mejor de sus trabajos. El disco que define a un artista, la sensibilidad que destila desde el inicio con "Jim Cain", es el punto principal de un trabajo repleto de ternura, de sencillez, de corazones siempre palpitantes. 

Acompañado por una superbanda, con su escudero Brian Beattie a la guitarra, aquí las canciones son uvas de un gran racimo de creatividad ("Eid ma clack shaw"). Folk que nos mira al centro de nuestro alma como "The wind and the dove", y baladas de esas que puedan ablandar al más duro, como "Rococo zephyr", todo "Sometimes i wish...." se antoja como inolvidable, como una ración de lírica por venas para malos días. 

"Too many birds", mi favorita, es extrema y repleta de arterias interiores de sentimiento, con la gran voz de Bill como barítono de su sentir brutal. Como "My friend", un canto a la amistad que perdura a través de los alambres del tiempo. 

Luego nos topamos sin esperarlo con "All throughts are prey to some beast" y casi nos echamos a llorar. Para terminar esta bendición de trabajo, "Faith/void", y sus casi diez minutos de luces y sombras, de nubes y tormentas, de labios rotos y deseos cumplidos. Bill Callahan, directo al corazón. 


jueves, 3 de abril de 2025

BAR ITALIA. "Tracey denim" (2023)


"The twist", el último disco que sacaron, fue lo mejor de 2024 (el disco nació a finales de 2023 pero su impacto fue total en el año siguiente). El trio londinense nos encandiló con su propuesta de shoegazing, de post punk, de indie rock con ínfulas bohemias. 

Este "Tracey denim", su anterior producción, ya contenía todas las bases de lo que luego significó "The twist". Canciones elegiacas, casi himnos, como "Nurse!" o la inicial "Guard", siempre con la voz de Nina Cristante como eje cautivador, que en "Punkt" nos parece adivinar como una especie de Sonic Youth en pleno estado comatoso. 

Temas que raspan y reptan entre sinuosos suspiros como "F.O.B.", reflexiones más tranquilas pero con el mismo poder embaucador como "Missus morality", de esos singles asegurados para tus silencios necesarios, bella y atrapadora. Que buenos que son Bar Italia. Te pones "Yes i have....." y parece que estuviésemos en un garito en los 90. 

"NOCD" es otro de los puntos álgidos de "Tracey denim", envuelto en una bruma que resiste soles y veranos, y que da voz a "Best in show", otra película en cámara lenta de proporciones descomunales. La más explosiva de todo el lote es "Friends" donde conjugan a la perfección toda la fragilidad que poseen con pulsiones más desgarradoras. 

"Maddington" pone el cierre a una obra que nos señaló el camino a seguir de un grupo que ojalá no se demoren mucho en sacar nuevo trabajo. Impresionantes. 



 

martes, 1 de abril de 2025

GUIDED BY VOICES. "Universe room" (2025)

 


Disco número 41 de Guided By Voices. El segundo traabajo que sale este año en Discos Pensados. Está todo dicho. Un grupo que lleva desde los 80 (también hay que decirlo, con sus imperfecciones), con un músico como Robert Pollard, comandando esta guerrilla de indie rock, se merece todo todo tipo de atenciones. 

La idea de Guided By Voices sigue intacta, es imposible moverlos. 17 temas que no superan los tres minutos. Disco donde cabe indie de "I couldn't see the light", los medios tiempos de "Driving time", y también como suele pasar en una producción tan excesiva, canciones a medio hacer como "I will be a monk".

Así son Guided By Voices. Nadie puede cambiarles. Lo suyo siempre se mueve bajo los mismos parámetros sónicos. Lentos aspavientos para llenarte el corazón de flores ("Dawn believes"), distorsiones a mansalva para llenar el cielo de cohetes de indie rock ("Fly religion"). 

No se puede pedir más a Pollard que continué como está, que no pare su producción, que el legado que está dejando no tiene parangón. Te lo pasas bien con cosas tan leves como "Hers purple", para seguir afilando la melodía como si estuviéramos en los 90 con "Independent animal" y "19th man to fly an airplane".

Vaciladas del tipo de "FranCisco", o enjambres guitarreros como "Aluminum stingray girl", todo vale para que se perpetué la enorme dicha de un grupo que haga lo que haga, nos provoca un gran arrebato de nostalgia. Que sigan, que sigan, que no paren. 


domingo, 30 de marzo de 2025

BAILTER SPACE. "Robot world" (1993)

 

"Robot world" fue el cuarto disco de esta banda de Nueva Zelanda, acogidos en el célebre label Flying Nun. Enorme banda que desarrolló en su larga carrera (estuvieron sacando discos hasta 2021, con el interesante "Concrete") un noise rock con guiños siempre a Sonic Youth ("Begin" y la que titula el disco es una buena muestra de ello), con pinceladas de psicodelia, y shoegazing. Vamos, que no se andaban con chiquitas. 

Mis discos favoritos son todos los que sacaron en los 90, donde navegaban a favor de viento, con esa tormenta que inundaba todo en la música independiente. "Morning" es otro himno en toda regla, un pedazo de hit de esos para que no pares de mover los pies, con una melodía que atrapa, con una delicadeza brutal. 

Cuando se dejan de llevar por el caos más imperfecto pierden algo de gracia como nos muestran en "Be on time" o en "Fascination". En "Ore" y "EIP" siguen los influjos de Sonic Youth, con su noise rock aplastante, sin refugio para subterfugios.

"Orbit" vuelve a la senda de los zarpazos de distorsión febril, rematan esta aventura bajo el paraguas de "Robot world" con "Remain", de lo mejor del disco. Bailter Space, otro grupo que subrayamos los nostálgicos de los 90.


jueves, 27 de marzo de 2025

COLD GAWD. "I'll drown on this earth" (2024)

 


Con un grito brutal empieza el que es el segundo disco de este grupo de California, comandado por Matthew Wainwright, donde el shoegazing más ensoñador, se abraza con el post hardcore, siempre con delicadeza, y con múltiples burbujas de distorsión ("Gorgeous").

En "Portland" se muestran también contundentes, pero siempre con ese poso embriagador que tiene el shoegazing para convencernos de vuelos panorámicos a cielos tutelados por la hipnosis del corazón. En "All my life...."  se acercan más al espíritu de Envy, post metal con armamento de sublimes espasmos corrosivos que en "Dunchamp is my lawyer" se fortalecen por su caligrafía de estruendo. 

Estamos antes un disco que asume el riesgo, que sale de zonas de confort del shoegazing, para experimental sonoridades como en "Malibu beach house", que reflejan la contundencia explosiva de un grupo que parece que no se quiere acomodar. 

"Tappan" es una ración de dreampop, dejando de lado la rudeza y la agitación, y el final con "Bird in space" viene a confirmar que si, que Cold Gawd son fiables cuando nos referimos a un grupo de Shoegazing con apuntes diferenciadores. 



martes, 25 de marzo de 2025

BOHREN & DER CLUB OF GORE. "Black earth" (2002)

 


Toda la discografía de los alemanes Bohren & der club of Gore, está jalonada, como vemos en el que fuera su quinto álbum de descripciones oníricas y oscuras de noches en la ciudad, en los bajos fondos del alma, donde es fácil convertir las palabras en peligro, donde perderse es sinónimo de no volver. 

Siempre me encantaron, con su noir jazz, con sus tristeza así de lleno a tu corazón. El disco empieza fuerte con "Midnight black earth", para seguir con la lenta y comatosa "Crimson ways" donde te puedes imaginar escenas de una película de policías sin escrúpulos, con jeringuillas en el corazón, heridas que no cicatrizan que siempre se recordarán con daño. 

Música para escuchar cuando las tormentas no se van, cuando la noche es eterna ("Maximum black"), música que David Lynch bien pudiera haberla echo suya, con el enigma como telón de fondo de una banda sonora de percances y réquiems ("Vigilante crusade"). 

No te pongas "Destroying angels" un día que tu ánimo no sea huerta, mejor esperar que salga el sol, que las sombras desaparezcan. Cuánta belleza. Cuánto enigma. "Grave wisdow" redunda en la misma agitación oscura, pero para nada nos sentimos aburridos de esta proclama de noctambulismo abúlico, de esta serenata cargada de suspiros y risas cortadas. 

"Constant fear" y "Skeletal remains" son dos gemas más de este viaje colosal de pasadizos intrincados, de luces anegan cielos ocultos. Una pasada. 


domingo, 23 de marzo de 2025

FACS. "Wish defense" (2025)

 

De momento para el que escribe, el disco del año. Lo del trio de Chicago es para nota alta. Su sexto trabajo supera a los anteriores, que también eran buenos. Grabado por John Congleton bajo las notas que dejó Steve Albini antes de marcharse, "Wish defense" es un disco oscuro, anguloso, que crepita como llamas siempre sin domesticar. 

El mejor tema, nada más empezar, "Talking haunted",  post punk, con un toque que parece que quiere ser lírico y melódico pero se queda en un himno tenebroso, donde el bajo del recuperado Jonathan Van Herik, marca los tiempos, reflejando el espíritu de un grupo que se ha forjado un estilo y un hueco en la escena independiente. 

"Ordinary voices" es minimal, casi parece nacida a finales de los 70 con ese ritmo de punk funk desangelado que refleja la capacidad de Facs para dejarte sin palabras. El bajo es el estandarte máximo en temazos como el que titula el álbum o "A room", donde la crispación sónica, la angustia que sobrevuela su música no deja prisioneros. 

La producción se nota que se grabó en los estudios de Albini. Suenan como una cuchilla en constante fase de afilado, y todo lo que escuchamos en sus anteriores trabajos aquí sube otro escalafón, en su continuo avance del noise al post punk, sin contemplaciones ni aflojamientos ("Desire path"). 

Me imagino "You future" en directo y solo tengo deseos de que algún día los de Chicago se dejen de caer por aquí, para que gocemos de todo lo que se percibe en este monumental disco. Discazo altamente disfrutable. 


viernes, 21 de marzo de 2025

THE BOO RADLEYS. "Giant steps" (1993)

 


Siempre pensé que el mejor disco de The Boo Radleys fue "Everything's alright forever" (1992), una desmesura brutal. Con el paso del tiempo no tengo más que afirmar que me quedo con "Giant steps", un templo, un puente que une el shoegazing con el britpop, una agenda de muy buenas canciones. 

Martin Carr antes de caer en el descredito con una carrera que fue de mas a menos, ideo desde el comienzo de este disco con la nerviosa "I hang suspended", todo un muestrario donde las guitarras eran protagonistas ("Upon 9th and fairchild"), pero también existían un montón de matices, unas melodías que te envolvían, incursiones de vientos que quedaban genial. 

¿Se puede ser más britpop que "Wish i was skinny"?  Una canción de pegada automática con una melodía que es como un chicle. Pero The Boo Radleys querían más, no se contentaban con seguir la estela del genial "Everything alright forever". Torrente de shoegazing como esa maravillosa "Leaves and sand" con gotas de calma que son de mentira, dan paso a psicodélicos pasajes de un entrañable bucolismo ("Butterfly McQueen"), con trompeta incluida donde casi se parecen a los primeros Mercury Rev. 

En "Roodney King (song for Lenny Bruce)", el grupo que te viene a la cabeza es Lush. Y es que lo bueno de "Giant steps" es esa sensación de aventura y riesgo, con una grabación superlativa que hace que todo atruene ("Thinking of ways").

Que bien les queda la flauta en "Barney (...and me)", con ese punch lírico que apabulla. Otro hit en toda regla en un trabajo que oído hoy suena más actual que nunca. Y si no me crees ponte "Spun around", otra genialidad que entronca con el aire más britpop de "If you want it, take it ". Soberbios. 

"Take the time around" es otro de los puntos fuertes de un discazo en toda regla con radiaciones tan potentes como "Lazarus" y para terminar "I've lost the reason" como diciendo, aquí estamos nosotros. Lo dicho, el mejor disco de The Boo Radleys, una burrada en toda regla. 


miércoles, 19 de marzo de 2025

ANTONIO ARIAS. "Hola tierra de Alfred Worten. Multiverso IV" (2021)

 


Multiverso IV sigue la senda que Arias marcó en sus tres anteriores proyectos. Antonio sigue perdido en el espacio, buscando señales, atisbando luces de infinitos que se intuyen, elaborando canciones como odas espaciales en busca de algún rincón donde naufragar a gusto. 

Para esta ocasión se ha servido de los poemas y escritos de Alfred Worten, astronauta que en 1971 orbitó sobre la Luna y que dejó huella de su experiencia cuando llegó a la tierra. Así que nos encontramos con un disco libro donde nos hallamos temas de lo mejor que ha sacado Arias, como "Océanos", hit inmediato que te deja impresionado desde la primera escucha. 

"Lanzamiento Julio"  sigue la onda general que se vislumbra en el disco, donde la psicodelia es el eje musical principal del que se sirve Arias para este colapso estelar. Redondo también le sale cuando como en "En órbita" se desliza a sonoridades más arrebatadoras desde su colina de oteador de los grandes secretos del universo.

Rara avis en nuestro mundo indie, Arias siempre inquieto y con necesidad de no quedarse parado, cierra quizás con con este "Multiverso IV" un circulo donde la ciencia y la poesía eran muestras para la experiencia de Arias. "240.000 millas atrás (Qué son los héroes parte 1)", sigue en su contienda de búsqueda total, que da paso a "Pasaje lunar" y su deseo de volar sin alas. 

La que titula el disco con Anni B. Sweet es otro de los puntos álgidos de un trabajo que es de digestión altamente disfrutable. Como "Paseo espacial (sigilosamente como un pájaro nocturno)" quizás la más desbocada de un lp repleto de música para soñar. 

En resumen, otro eslabón más en la cadena de creaciones de Arias, que no hay que perderse si como el que escribe, sigue lo pasos de este artista tan polifacético. 


lunes, 17 de marzo de 2025

THE MEN. "Buyer beware" (2025)

 


La discografía de The Men siempre fue algo irregular. Compaginaban petardazos repleto de himnos y voraces ("New moon"), con otros bastantes infumables ("The Drift"). La diosa fortuna ha querido que tocase el plan bueno, el punk efectivo, los hits para incendiar el mundo. 

En a penas media hora te poner cardiaco desde el primer instante. La primera canción es puro indie rock con guitarrero cercano al punk, ("Pony"), y en "At the movies" se escoran hacia el mundo sónico de The Stooges. Con este comienzo nada puede ir mal. 

Los vientos de tema que titula el álbum y su aire garajero, se juntan con otras expresiones donde dejan galopar su lado más salvaje como esa violenta "Fire sermon", que parece sacada de un arcón de finales de los 70. Vaya brutalidad. 

Y sin posibilidad de recuperación, "PO Box 96" es otra andanada de crudeza en vena para festejar el buen estado de forma de una banda que lleva más de 15 años dando guerra. Luego cuando se les ocurre bajar el pistón les salen cosas tan maravillosas como "Charm" con ese aire casi de post punk decadente. 

En "Black heart blue" vuelven a las cavernas para en "Nothing wrong" danzar como uno herejes en una torbellino guitarras que te aplastan y te sacuden. "Control" es la más rápida y punk del lote, y el final con "Tombstone" y "Get my soul" nos hace desear desde ya que a ver si se enrollan y vienen a visitarnos por estos lares. Grandes. 


viernes, 14 de marzo de 2025

AMERICAN MUSIC CLUB. "Engine" (1987)

 


Ya en este su segundo disco, tras el inicial "The restless stranger" (1985) todavía aún balbuceantes, se empezó a nota el poder que tiene la voz de Mark Eitzel para erizarnos el alma y el corazón. Y no hay que tardar mucho. Con la serena "Big night" ya empiezas a sentirte bien. 

Siempre adoré a American Music Club. Desde que caí rendido con "Everclaer" en los 90, no he parado de seguirle la pista al bueno de Mark, y nunca me defraudó. Aquí, aun en pañales, el impacto sigue siendo inmediato. Sacándose de la manga temas donde la distorsión y el sentimiento manda ("Outside the bar"), aun me pregunto como en su momento no tuvieron más éxito, el que realmente se merecían. Podían haber girado perfectamente con REM sin despeinarse. 

"At my mercy" himno que supera mil veces a toda la disgrafía de Lemonheads con una intensidad y pegada que te reconforta, o gemas del calibre de "Nightwatchman", repleta de calma y mesura que te mece. 

"Electric light" es una de las canción mas fogosas y rabiosas de una carrera donde lo que predomina son los medios tiempos y los susurros al oído. Rock con estrías que conmociona. "Mom's tv" es quizás mi favorita, elegiaca, himno triste, arreón de guitarras, y siempre la voz de Mark tan desgarradora y particular. 

Indie rock con alto poder devastador es "Art of love", retadora, con distorsiones que asustan, pedazo de temazo. Y ya casi al final el grito desaforado de "Asleep", la mejor manera de volver a recordar a American Music Club, los contendientes del corazón. 


martes, 11 de marzo de 2025

BARRY ADAMSON. "Oedipus schmoedipus" (1996)

 

Como la mayoría de discos del ex-Magazine, Barry Adamson, el concepto de banda sonora imaginaria parece creado para él, donde abundan en su discografía, como en este "Oedipus schmoedipus" canciones nacidas para poner música a películas que nunca existirán. Y vaya nivelazo el que se gasta Barry. 

En "Set the controls for the heart of the pelvis" cuenta con Jarvis Cocker, para dar al tema ese toque de sensualidad y glamour que la ocasión merece. ¿Quién no ha escuchado alguna vez ese himno casi de cine negro que es "Something wiked this way comes"? Se te pone la piel de gallina. Hasta David Lynch la acogió y la hizo sonar en "Lost highway". 

"The vibes ain't nothin' but the vibes", es triste y radiante, música para poner después de una de esas resaca que hacen historia, con el vozarrón de Adamson narrando entre la bruma volcánica. En "It's business as usual", Carla Bozulich presta su voz a un barullo caótico, donde la tensión va creciendo a cada instante. 

En "Miles" recupera como no al gran Davis es un homenaje de esos de nota alta. "Dirty Barry" es oscura y retadora. Me encanta el jazz suave e hipnótico de "In a moment of clarity", un paseo de calmas entre el baile de un saxo que te deja sin aire. Brutal. En "Achieved in the valley in the dolls" es Billy Mackenzie la que lleva el mando en la más digamos soul electrónica de este lote tan disfrutable. 

Que delicadeza tiene "State of contraction", parece una pieza neoclásica repleta de susurros y lamentos, para rematar con su amigo Cave en la romántica "The sweetest embrace". Qué placer escuchar a Adamson y sus peculiares juegos sónicos. A disfrutar toca pues.