El grupo canadiense Frog Eyes, de la mano de Carey Mercer, lleva desde el año 2002 sacando discos, (su último trabajo "The open up" es de este mismo año), rellenando nuestro oídos de buen indie rock, con un dramatismo para nada impostado, y con este disco, como quizás el mejor baluarte para seguirles la pista.
Y es que comienzan desbocados con la brutal "A flower in a glove", con sus casi diez minutos de tensión y lirica extenuada, principio de un torrente de energía que muchos comparan con sus paisanos Destroyer, pero vamos, que los superan con creces por su actitud, y su pegada envolvente ("The sensitive girls").
Temas que corren y se expresan con una mayúscula electricidad que te hace saltar de bote en bote, ("Odetta's war"), junto con locuras que nos hacen pensar en los mejores tiempos de Pere Ubu ("Rebel horns").
Hasta nos regalan un emocionante viaje de casi punk en "Styled by Dr. Roberts" donde colapsan entre ritmos destartalados y pulsiones de distorsión de esas que se te quedan grabadas. Otra de las joyas es "Lear in love" una pasada repleta de suspiros eléctricos, ruidos, melodía perfecta, coros que son espejos, torrente de indie en un volcán.
En "Violent Psalms" se vuelven más especulativos para terminar a lo grande con el tema que titula el disco. Frog Eyes, una enorme anomalía de indie rock.

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