martes, 29 de abril de 2025

BILL CALLAHAN. "Gold record" (2020)

 


No me canso de escuchar a Bill Callahan, no me canso de caer rendido ante su voz colosal,  barítono de una calma que te seduce y te lleva a un confort anímico de esos que no se olvidan. "Gold record" fue su séptimo trabajo, y el comienzo con "Pigeons" no puede ser más efectivo, triste, emocionante, como abrir las ventanas para que entre de golpe la primavera. 

La guitarra acústica y su voz, y sus palabras como volutas de caricia ("Another song"), desiertos en los corazones que se ven vencidos por esa sensación de una melancolía que se extravía siempre en tu ser ("35"), la música de Callahan suena como un sonajero para calmarnos en días de furia y discordia. 

No tiene disco malo. Desde Smog su carrera ha ido de progresión en progresión, siempre con los mismos ingredientes, mezclados siempre con una efectividad brutal, donde es imposible que no se te erice el sentir. "Protest song" es casi blues y cuando llegas a "The Mackenzies" te ves de lleno envuelto en un tiovivo de grandeza sentimental. 

Mi favorita, "Lets move to the country" deja bien a las claras quien es el mejor cantautor cuando hablamos de ruiseñores. Simplemente para quitarse mil y una vez el sombrero ante tan grande artista. En "Breakfast"  el sonido de las cuerdas suena a una telaraña que te atrapa sin posibilidad de escapar. Así se las gasta el bueno de Bill, cada canción es un tratado de delicadeza, un aroma que perfuma la estancia más desangelada. Puro arte. 


jueves, 24 de abril de 2025

BAUHAUS. "In the flat field" (1980)

 


Puede que sea "In the flat field" uno de los discos fundacionales de la música gótica, tambien es otro de esos discos que hacen que el post punk sea lo que es en la actualidad. Para mi, es quizás el disco más punk del post punk, el que más airea la contundencia y la excentricidad, comandado por Peter Murphy y acompañado por unos músicos que luego darían mucho que hablar (Daniel Ash, Kevin Haskins y David J). 

Y cuando me refiero a esa componente punk, es cuando te escuchas "Dark entries" y te das cuenta que Bauhaus estaban empezando a forjar algo grande. Ese clásico atemporal llamado "Double dare" por el que no ha pasado el tiempo, una criatura que nada casi en la música industrial, con acoples, distorsiones y rasgaduras sónicas de todo tipo. Vaya inicio. 

La que titula el disco es opresiva, marcial, repleta de sustos, ejerciendo Murphy de vampiro para corromper voluntades y sueños. Parece mentira el tiempo que ha pasado y lo actual que suena un sonido que vive por y para el estruendo. "A god in a alcove" es otro de esos hits que ha pasado por los años como banderín de enganche para los que nos gusta el gusto de las noches perpetuas. Banda sonora perfecta para que vampiros y demás huestes salga a convertirnos a todos. 

"Dive" es puro caos y cuando llega "The Spy in the cab" ya te ves de lleno sumergido en ese ambiente infernal que también creo Bauhaus tanto con su estética, como con una música completamente disidente. 

"Small talk stinks" es quizás la más extravagante de este grandioso primer disco, para en "St. Vitus dance" desquiciarnos con grandes dosis de pavor. Luego para cerrar este soberbio primer trabajo tan fundamental, "Stigmata Martyr" y "Nerves", otras dos píldoras envenenadas que han resistido toda la acción de desgaste del tiempo. Enormes Bauhaus y su legado. Discos como este perdurarán y perdurarán hasta el fin de los tiempos. 



martes, 22 de abril de 2025

LOUSE. "Passions like tar" (2024)

 



Vienen de Ohio y suenan como The Chameleons. Así podemos resumir de entrada, lo que vas a oír en "Passions like tar". Y si The Chameleons se quedan cortos como referencia, cogen a The Cure, y lo fusilan, como ocurre en el tema que da inicio al disco, "Thieves". 

El caso es que tras un buen montón de escuchas, no sabes si aplaudirles por su gesto reverencial o decir que para escuchar a Louse, me quedo con los originales. Va por momentos y situaciones. "Joy in pain" es eléctrica y efectiva, épica y como todo el disco, mirando por el túnel del tiempo a los 80, pero en "A potter's field" no les vale las buenas influencias de los maestros para sonar algo a refrito. 

Luego sin embargo, hay canciones que activan el modo nostalgia de nuestra escucha, como "Bed of knives", donde el post punk parece vestirse con nuevos ropajes pero siempre con un respeto pulcro de los originales. 

La que da nombre al disco peca de monótona,  y en "Human remains" se revisten de un ropaje oscuro que les funciona en la medida de no acordarte demasiado de The Chameleons. Al final según se va sucediendo las escuchas, te das cuenta, que aunque no estamos ante un mal disco, el pecar  demasiado en la similitud ("Bernadette"), les resta pegada y brillo. Y es que para que queremos copias cuando tenemos los insuperables originales. 


domingo, 20 de abril de 2025

BENJAMIN CLEMENTINE. "And i have been" (2022)

 


Qué grande Clementine, Y que pedazo de voz que tiene. Y que artista que es. Nadie con un mínimo de sensibilidad tras escuchar el inicio de este rutilante trabajo con "Residue", se  puede resistir a este embrujo de este músico que empezó a tocar en el metro de Londres con un piano de juguete, y ahora toca los cielos de los corazones que le adoran. 

En este su tercer trabajo, sigue la evolución de sus dos primeros discos, dejando que el piano y las historias que nos cuenta nos embriaguen hasta el cofín de los sueños ("Delighted"). "Difference" son casi dos minutos de alegría envasada al vacío en una especie de hit de buen rollo y en "Genesis" sigue la senda que ya fue escrita en sus anteriores trabajos. 

"Atonement" es de una sensibilidad de esa que quita el hipo, con los vientos sonando a nostalgia, con Benjamin en pleno estado de explosión. Una brutalidad. Y si queremos caer en la melancolía más profunda, nos ponemos "Last movement of hope" y empezamos a volar para caer rendidos después con esa miniatura llamada "Copening". 

Vaya disco este "And i have been". Imposible no conmoverse con "Weakend", o con ese lírico estruendo que es "Auxiliary". Para terminar, "Recommence", una manera efectiva, de comenzar de nuevo a escuchar este portentoso trabajo que no dejará impasible a los degustadores de la buena música. 



viernes, 18 de abril de 2025

THE CHILLS. "Spring board: the early unrecorded songs" (2025)

 


Con la muerte hace casi un año de Martin Phillipps, el mago de The Chills, se fue uno de los arquitectos de la artesanía pop con más renombre. La banda de New Zeland, nos regaló una buena cantidad de discos de esos inolvidables. 

Quizás para no olvidarnos de lo que fueron, este extenso disco (de 20 temas), nos trae recuperaciones de canciones de los 80 hasta la muerte de Martin. Un disco para llenarnos de melancolía y de recuerdos. "Dolphins" y "Learn to try again" son una buena muestra de ello. Aunque es cuando suenan temas como "If this world was made for me", donde se percibe la maestría pop de la banda.

Delicados, expresivos, con ganas de llenarnos de hits vitalistas ("Juicy creaming soda"), te sientes irresistiblemente atados a ellos cuando suenan cosas como "I'll protect you". "Declaration" es puro años 80, casi como para ir de gira con The Church. 

"Stay loger" es enigmática y para silbar caracoles, y "Slime" es todo un portento de expresión musical, donde se ve la capacidad de la banda para sumergirnos con su submarino en arenas profundas de buen pop. 

Quizás el disco se haga algo largo, 20 temas de golpe, son muchos temas. Es preferible tomarlo a dosis, a ratos, ponerte "Since you left me" y dejarte llevar por ellos. Luego apagar tu equipo y salir buscando un  jardín con el tarareo en tu cabeza. Un buen recuerdo para el inolvidable Martin Phillipps. 


martes, 15 de abril de 2025

BECK. "Odelay" (1996)


 La verdad es que nunca he sido seguidor de Beck. Cuando salió había tanto que escuchar que no me llamó la atención su propuesta. He de reconocer con el paso del tiempo, la validez de un artista que ha tenido en la mixtura de estilos,( gravitando siempre sobre el eje de su personalidad tan singular), su bastión principal, su fuerza motriz. 

"Odelay", su quinto trabajo, uno de mis favoritos, no le va a la zaga de toda la producción anterior, empezando por ese pelotazo rítmico llamado "Devils haircut",  y siguiendo por esa mezcla de raíces negras y hip hop que es "Hotwax".

Se sube al tiovivo de su singular country en "Lord only knows", para a continuación regalarnos uno de sus hits más reconocidos, "The new pollution". "Derelict" es oscura y "Novacane" con ese ímpetu guitarrero en medio de un volcán de rap, van dibujando el perfil de un trabajo abrasador, repleto de sarcasmos sonoros, de vientos de todo tipo. 

Estoy seguro que "Where it's at", la escuchaste en alguna película de esas de robos a gran escala, con pillos de baja estofa. La potencia casi grunge llega con "Minus" para volver al despelote total con "Sissyneck". 

Otra de las grandes, "Readymade", más indie que nunca, viene como perfecta tonada, para casi al final del disco, con "Ramshackle", elevarnos con su sencillez apabullante. "Odelay", de lo mejor de Beck. Un álbum perfecto. 



domingo, 13 de abril de 2025

BEACHBUGGY. "Sport fury" (2001)

 

¿Dónde estabais Beachbuggy? ¿Cómo es posible que esta joya de grupo halla estado escondida tantos años? Es el primer disco que escucho de ellos (sacaron tres), y me han dejado rendido, sin palabras, por esa pegada repleta de distorsión, de guiños a The Fall, a todo el indie de los 90, con hits inmediatos para no parar de danzar como un puto loco ("Kickin' back"). 

Grabado en los estudios de Steve Albini (ahora entiendo todo), el grupo cuyo guitarrista militó en The Wedding Present (Jack Straker), es una bomba de relojería, un misterio que hay que destapar del tarro del olvido, un grupo de esos que como tantos otros, no tuvieron la suerte que merecieron por lo que se escucha en este álbum. 

Me alucina como se apropian del discurso de Mark E. Smith en temas como "Bas guys bear black", o como se las apañan en "Touch my stuff (you can die)" para ejercer con solvencia sus buenas dosis de referencias a los Pixies que tanto amamos. "From the south" es otro single que esta vez se acerca a Pavement, para en "Science fiction" continuar con esa soberbio sonido donde la batería es un eje catalizador de una distorsión que te abruma y te deja rendido. 

Esto no para. La nota de cada canción no baja del 8 alto. Cuando llegas a la lenta y catártica "Godspeed my friend" ya te tienen ganado. Con una temática sus discos siempre alrededor de los coches, de las carreras, Beachbuggy dejaron una de esas huellas imborrables que es necesario sacar del océano de las bandas olvidadas. 

"It might be the jets" es la más bestia de este pelotazo llamado "Sport fury", con la guitarra chillando como poseída por un mal devorador de calmas. Vaya tema!!!!!.  Se acercan curvas, viene "The fastest time" con coros para matar la tranquilidad, con la sedición como proclama. 

"Cuba" y "Tom's dead", ponen las velas a esta tarta de cumpleaños para todos nosotros que disfrutamos tanto en los 90. No hay que perdérselos. Es pura nitroglicerina. 



jueves, 10 de abril de 2025

BEEP BEEP. "Enchanted islands" (2009)

 


Qué pedazo de banda eran Beep Beep. Y que poco duraron. Tan solo dos discos los de este grupo de Nebraska, donde lo más reseñable tras su escucha es lo variopinto de su propuesta, repleta de estilos, de modismos musicales dispares como vemos en las dos primeras canciones del disco, "I see you!" y "Mermaid struggle". 

Retazos de mathrock infantil, con melodías atrapadoras y envolventes, que juegan con el art rock ("Secrets for the well"), como principal eje engrasador de juego de sombras sónicas que la verdad es que te deja un buen cuerpo de principio al final. 

"Return to me" me recuerda a Karate pero sin pretensiones instrumentales y "The whispering waves", la más arrebatadora de todo "Enchanted islands" es una perorata de electricidad siempre bien matizada, con las guitarras desafiando, con requiebros de grandeza y épica. 

Hay también espacios para temas casi de soul como "The lion's mouth!", y pequeños escarceos por una levedad que promete grandes emociones como esa preciosidad llamada "Wooden nickels". La rabia aparece en la brutal "Seppuku", donde la distorsión manda. 

Otras de las gozadas del disco es "Mortal warrior" y sus inclementes sonoridades, para en "Two-spirit" nadar en un már sónico. Beep Beep una rareza a descubrir, envolventes y repletos de lugares para soñar. 


martes, 8 de abril de 2025

BOB MOULD. "Here we go crazy" (2025)

 


Incombustible. Bob Mould es incombustible. Buena muestra es este trabajo, el que hace el número 15 en su carrera sin Husker Du, sin Sugar. Un portento. En poco mas de media hora nos deja exhaustos con sus melodías y sus rabia que con tanto ahínco nos lleva meciendo tantos años. 

La que titula el disco es toda una soflama de intenciones de por donde van a tirar los guitarrazos en este buen disco. "Neanderthal" es aguerrida y combativa, y en "Breathing room" nos encontramos aquel compositor que tantos buenos recuerdos tenemos de él sobre todo en su carrera con Sugar (siempre me gustaron más que Husker Du). 

El caso es que si bien ya no sorprende como antaño, la fórmula que aparece en temas como "Hard to get" sigue estando totalmente viva, repleta de mecanismos para que tus pies no paren de moverse. Melodía que busca el himno ("When your heart is broken"), vitaminas de indie rock para días de decepción anímica ("Fur mink augurs"), o letanías acústicas como "Lost or stolen", todo esta en su sitio, todo funciona, todo nos da dicha. 

"Sharp little pieces" es mi preferida. La distorsión atruena, la apisonadora de Mould está en pleno rendimiento, podemos estar todos contentos. Ya en la parte final de "Here we go crazy", "Thread so thin", marca de la casa, (casi parece que estuviésemos escuchando a Sugar), y "Your side", ponen el epílogo a un trabajo redondo para que no nos olvidemos de uno de los artistas que tanto bien hizo al indie rock de los 90. Eterno Mould. 



domingo, 6 de abril de 2025

BILL CALLAHAN. "Sometimes i wish we were an eagle" (2009)

 


"Sometimes i wish we were an eagle" fue el segundo disco en solitario del que fuera el líder de Smog. Para que el escribe, el mejor de sus trabajos. El disco que define a un artista, la sensibilidad que destila desde el inicio con "Jim Cain", es el punto principal de un trabajo repleto de ternura, de sencillez, de corazones siempre palpitantes. 

Acompañado por una superbanda, con su escudero Brian Beattie a la guitarra, aquí las canciones son uvas de un gran racimo de creatividad ("Eid ma clack shaw"). Folk que nos mira al centro de nuestro alma como "The wind and the dove", y baladas de esas que puedan ablandar al más duro, como "Rococo zephyr", todo "Sometimes i wish...." se antoja como inolvidable, como una ración de lírica por venas para malos días. 

"Too many birds", mi favorita, es extrema y repleta de arterias interiores de sentimiento, con la gran voz de Bill como barítono de su sentir brutal. Como "My friend", un canto a la amistad que perdura a través de los alambres del tiempo. 

Luego nos topamos sin esperarlo con "All throughts are prey to some beast" y casi nos echamos a llorar. Para terminar esta bendición de trabajo, "Faith/void", y sus casi diez minutos de luces y sombras, de nubes y tormentas, de labios rotos y deseos cumplidos. Bill Callahan, directo al corazón. 


jueves, 3 de abril de 2025

BAR ITALIA. "Tracey denim" (2023)


"The twist", el último disco que sacaron, fue lo mejor de 2024 (el disco nació a finales de 2023 pero su impacto fue total en el año siguiente). El trio londinense nos encandiló con su propuesta de shoegazing, de post punk, de indie rock con ínfulas bohemias. 

Este "Tracey denim", su anterior producción, ya contenía todas las bases de lo que luego significó "The twist". Canciones elegiacas, casi himnos, como "Nurse!" o la inicial "Guard", siempre con la voz de Nina Cristante como eje cautivador, que en "Punkt" nos parece adivinar como una especie de Sonic Youth en pleno estado comatoso. 

Temas que raspan y reptan entre sinuosos suspiros como "F.O.B.", reflexiones más tranquilas pero con el mismo poder embaucador como "Missus morality", de esos singles asegurados para tus silencios necesarios, bella y atrapadora. Que buenos que son Bar Italia. Te pones "Yes i have....." y parece que estuviésemos en un garito en los 90. 

"NOCD" es otro de los puntos álgidos de "Tracey denim", envuelto en una bruma que resiste soles y veranos, y que da voz a "Best in show", otra película en cámara lenta de proporciones descomunales. La más explosiva de todo el lote es "Friends" donde conjugan a la perfección toda la fragilidad que poseen con pulsiones más desgarradoras. 

"Maddington" pone el cierre a una obra que nos señaló el camino a seguir de un grupo que ojalá no se demoren mucho en sacar nuevo trabajo. Impresionantes. 



 

martes, 1 de abril de 2025

GUIDED BY VOICES. "Universe room" (2025)

 


Disco número 41 de Guided By Voices. El segundo traabajo que sale este año en Discos Pensados. Está todo dicho. Un grupo que lleva desde los 80 (también hay que decirlo, con sus imperfecciones), con un músico como Robert Pollard, comandando esta guerrilla de indie rock, se merece todo todo tipo de atenciones. 

La idea de Guided By Voices sigue intacta, es imposible moverlos. 17 temas que no superan los tres minutos. Disco donde cabe indie de "I couldn't see the light", los medios tiempos de "Driving time", y también como suele pasar en una producción tan excesiva, canciones a medio hacer como "I will be a monk".

Así son Guided By Voices. Nadie puede cambiarles. Lo suyo siempre se mueve bajo los mismos parámetros sónicos. Lentos aspavientos para llenarte el corazón de flores ("Dawn believes"), distorsiones a mansalva para llenar el cielo de cohetes de indie rock ("Fly religion"). 

No se puede pedir más a Pollard que continué como está, que no pare su producción, que el legado que está dejando no tiene parangón. Te lo pasas bien con cosas tan leves como "Hers purple", para seguir afilando la melodía como si estuviéramos en los 90 con "Independent animal" y "19th man to fly an airplane".

Vaciladas del tipo de "FranCisco", o enjambres guitarreros como "Aluminum stingray girl", todo vale para que se perpetué la enorme dicha de un grupo que haga lo que haga, nos provoca un gran arrebato de nostalgia. Que sigan, que sigan, que no paren.