domingo, 30 de octubre de 2022

DEATH BELLS. "Between here & everywhere" (2022)

 


Tan sólo hace falta la escucha de las dos primeras canciones de este tercer disco de Death Bells, "Passerby" y "Hysteria", para comprobar de que material están hechos los sueños musicales de grupo australiano que concretizan con su drama post punk la querencia a unos años, los 80, donde todo era posible. 

"Between here & everywhere" funciona porque suena a todos esos grupos que amamos de esa grandiosa época. Teclados de esos que se retuercen en tecnológicos dramas de andar por casa ("Lifespring"), o miradas de refilón a The Chameleons, como encontramos en "Intruder". 

"A better resolution" es un himno decadente que reparte suspiros mientras te dejas impresionar Will Canning y Remy Veselis, pura vitamina oscura para tiempos donde la luz que nos intentan vender es una calcamonía barata, puro artificio. 

El post punk, en combos como Death Bells, tiene la posibilidad de perpetuarse con la dosis de tragedia suficiente como para que te dejes enganchar a la primera de cambio ("Last days"). No hay nada como esta música para los nostálgicos que vibramos cuando pasamos nuestros dedos por nuestros viejos vinilos. Interpol está ya en barbecho, demos la bienvenida a bandas como Death Bells y su corriente frenética de oscuridad. 

Para el final del disco, la traca final con dos pedazos de épicos zarpazos, "Eternity street" y "Here & everywhere", dos puñaladas en rojo, dos paseos por un otoño que parece tiene miedo a venir. Death Bells, una sonrisa sarcástica, el ruido de la tristeza electrificado. 


viernes, 28 de octubre de 2022

DOMINIQUE A. "Sur nos forces motrices" (2007)

 


Con un trabajo recién salido del horno (bello, sublime y genial "Le monde réel"), es momento de volver a este poderoso directo que el maestro de Nantes nos regaló en el lejano 2007. 15 temas  donde desde que iniciamos la andadura auditiva con esas dos gemas tituladas "L'amour" y "La reléve", no paramos de deleitarnos con la magia de este chanteur indie tan necesario para las costuras del corazón. 

Temas escogidos de 4 días de gira, donde la columna vertebral la componen cancionero de "Auguri", "Tout sera comme avant" y "L'Horizon".  Desmesura del corazón, versos que vienen y van, epopeya de trompetas que se enganchan en un sueño ("Bowling"), o experimentos más o menos ruidosos ("Le courage des oiseaux"). 

Música para los que no nos hemos perdido ningún trabajo de Dominique A, y para los que aun no han caído en sus redes de pescar suspiros ("Pour la peu"). Se te rompen los esquemas con fragilidades del tipo de "Exit",  o odas de tamaño kilométrico como nos muestra en "Marina Tsvétaeva". 

Para que el escribe, he de reconocer mi debilidad por Mr. A. Fue uno de mis primeros enganches hacia la música de nuestro país vecino que más tarde he ido profundizado con emoción. Y es que me pongo "La mémoire neuve" o ese pedazo de hit que fue "Antonia" y queda todo dicho. 

"Music hall" es dramática hasta en los arpegios de su voz y en "Revoir les choses" si aun no te has rendido ante su música es porque tienes un mal día. Y para despedir este monumento a los sentimientos, un blues rasgado y emocional, "Empty white blues". Hay queda eso. Grande, muy grande, Dominique A. 


martes, 25 de octubre de 2022

CAMELLOS. "Embajadores" (2017)

 


Con este disco comenzaron su andadura estos lacayos de la gracia, de la risa sin fondo, de las letras estropeadas, todo pintando con un post punk de tensiones de chiste, de garaje asido a ritmos repletos de frases que se rompen y te hacen reír. 

El cuarteto se inició en esto del punk con humor negro con este "Embajadores", donde "Becaria" y "Gilipollas", las dos iniciales canciones del disco, ponen en alerta a los que no les conocíamos y que nos quedamos flipado con ellos. Porque sobre todo hay un buen rollo de esos que espanta la apatía y el desarraigo de las sonrisas en tu cara ("Ejecutivo estresado"). 

Para empezar una carrera en los márgenes de los márgenes, no está nada mal, como comprobamos en "Siempre saludaba", certera y eficaz dentro de un cancionero que se lame sus heridas con insistencia en bucles sónicos de esos que valen como proeza para quitarnos un rato la seriedad que inunda todo ("Ernesto"). 

Luego de "Embajadores" vendrían ese festival de cohetes de artificio llamado "Calle para siempre" (2019), y su reciente "Manual de estilo". Pero nunca es tarde para volver al inicio de la carrera, al tremendismo divertido de una genialidad que tiene como fin abocar al aburrimiento a ser una mera reseña que define a la gente gris. 

Hay veces que me recuerdan a Siniestro Total ("Caja de pino"), otras como "Trés bien" se arrancan en una especie de catarsis imparable. Y sobre todo hay la sensación que hasta que llegan al final con "Telmo y Luis" te han hecho pasar una tarde de todo menos tranquila. 

Camellos. Una buena jauría de chicos indómitos, un buen conjunto de temas para sorber con desmesura. Un placido divertimento. 


domingo, 23 de octubre de 2022

ONEIDA. "Success" (2022)

 


Flipado anda el que escribe tras la escucha de este petardazo llamado "Success". Y  es que no me esperaba algo así de Oneida. Acostumbrado a sus inclinaciones psicodélicas (a veces se pasaban de tuerca), van y hacen el mejor trabajo de su carrera, un compendio de distorsión y ruido a borbotones, indie rock y garaje en plena ebullición. 

Así es el primer tema, "Beat me to the punch", donde se parecen a Yo la Tengo pero en plan casi punk. Un torbellino de esos que se lleva todo cuando pasa.  Y es que los de Brooklyn llevan desde el 1997 metiendo espanto y alzando el sonido hasta niveles de esos que asustan. Ahora, para nada calmados, pero sin más interesados en diversificar su propuesta, pueden llegar hasta a hits del calibre de "Opportunities" y sus dos minutos de total inspiración. 

Pero Oneida no se olvida de donde vienen. Si quieres un volantazo de psicodelia y gotas de kraut, te regalan los ocho minutos de "Low tide" antesala de la mejor de todo el lote, "I wanna hold your electric hand", una de la mejores canciones del año, sin duda. Melódica, casi power pop, energética, toda una soflama de espasmos sonoros. 

Vuelven a dejarse llevar por la psicodelia en "Paralyzed", para llegar al final del disco por todo lo alto con dos disparos certeros, "Rotten" y "Solid", filigranas de esas para vocear sin miramientos. Oneida, en su mejor elaboración musical hasta la fecha, ha construido un festín de guitarras saturadas y melodías que te envuelven. Estamos de enhorabuena. 


jueves, 20 de octubre de 2022

AT THE DRIVE-IN. "Relationship of command" (2000)

 


No me extraña que este disco esté en mil y una lista, y que para el posthardcore (se queda pequeño el estilo con ellos) sea todo un baluarte por todo lo que representa, por los matices y las explosiones que vivimos en su escucha, por la energía inusitada de sus canciones. 

Porque el inicio con "Arcarsenal" y "Pattern against user", son la mejor manera de iniciar el que fuera el tercer disco de un supergrupo con dos músicos, Omar-Rodríguez Lopez y Cedric Bixler-Zavala en un estado constante y perpetuo de gracia ("One armed scissor"). 

Y es que la relevancia de este disco es de tal magnitud, que la posterior evolución compositiva de Omar-Rodríguez en solitario y con The Mars Volta, no se puede entender sin el conjunto de estas canciones que reptan y se te clavan, que vociferan y amenazan. "Sleepwalk capsules" contiene toda la rabia del punk y en "Invalid litter dept." claman contra el genocidio que están sufriendo las mujeres en México. 

La voz de Cedric es poderosa y brutal, y el grupo, en temas como "Mannequin republic" abre la puertas a disgresiones de funk agitador. Hasta el mismísimo Iggy Pop se pasa por aquí para colaborar en "Enfilade" y "Rolodex propaganda".

At The Drivin-In siempre supieron que lo suyo era la transgresión, el huir de la inmovilidad, abarcar otros terrenos, sacudirnos con constantes giros de guion ("Quarantined"),  confabulándose para hacerse un hueco en la historia ("Cosmonaut"). 

Rock con mayúscula, estridencia que baja y sube, cartografía de géneros musicales donde es fácil un gozo de esos infinitos, deslumbrando al que escucha con toda una capacidad expresiva que desarma los estrictos lugares comunes a los que está acostumbrada la música actual. 

"Relationsship of command",  (y todos los proyectos que vendrían después (The Mars Volta como baluarte más reseñable) nacidos de una hiperactividad extenuante nacida de estos dos grandes músicos), fue un hito, un nuevo amanecer,  que oído a día de hoy sigue dignificando la capacidad de la música como elemento señero de creación.



martes, 18 de octubre de 2022

BUTTERGLORY. "Crumble" (1994)


 Coetáneos de Pavement y Archers Of Loaf, el duo formado por Matt Suggs y Debby Vander Wall, no solo comparten con las dos bandas citadas cohabitación, también sonido. Y es que si te pones "Forty-four" y te dicen que son Pavement te lo crees a pies puntillas. 

El caso es que la pregunta es para que queremos unos Pavement II. Y oyendo los tres discos de Butterglory y dándoles el valor que merecen, se comprende que no pasaran de las tercera división en una época que vivía un terremoto diario en lo referente a grupos y estilos. 

La banda de Kansas, grabó en el mítico sello Merge (hogar de los grandiosos Superchunk) sus tres discos, y su sonido aunque agradable, ("Cactus"), adolece de una personalidad que los defina, que los saque de la casilla de repetidores de lo que tan bien hizo Pavement. 

A Archers of Loaf en temas como "Jinxed" se les puede encontrar huellas, aunque el sonido que más se puede reconocer es el de Stephen Malkmus y sus compinches en ramalazos de distorsión indie como "Peasent, Kings".

Sigue chirriando después de tantos años el morro que le echaban al asunto cuando compusieron temas como "Thimble" o "He left us nothing". No pasaron a la historia, y queda su huella como un eco demasiado oído muchas veces. 



domingo, 16 de octubre de 2022

THE DREAM SYNDICATE. "Ultraviolet battle hymns and true confessions" (2022)

 


40 años hace ya que The Dream Syndicate sacó ese monumental e histórico disco titulado "The Days of wine of roses". 40 años, hay queda eso. Steve Wynn y sus chicos, para celebrarlo, han estado girando por aquí. Tuve la enorme fortuna de ser uno de los asistentes a uno de sus bolos, en Madrid, y la verdad es que me faltan adjetivos para definir lo que lo que vimos en la sala El Sol. 

Rock. La esencia de un género, la maestría de unos músicos que tienen entre sus manos un pedazo de la historia, que han compuesto parte de nuestros recuerdos, y que 40 años después vienen para presentar este defendible "Ultraviolet..." y tocar en los bises parte de uno de los discos más importantes de la historia moderna. Un festival de sensaciones, una alegría indómita, un fulgor de ebriedad que compartimos en dos horas mágicas que nos hicieron viajar en el tiempo, que nos ensimismaron en un goce de esos que ya forman parte de la memoria personal de cada uno. 

En cuanto a "Ultraviolet battle hymns and true confessions", nos encontramos antes un discazo de esos donde se resume a la perfección todos los años de bagaje musical de unos músicos que siguen en estado de gracia, que siguen la corriente de un río que no cesa, con Steve Wynn como maestro de ceremonias desde que suena la espectacular "Where i'll stand" que da el pistoletazo a un trabajo altamente disfrutable. 

Y que decir de "Damian" y esos modos melódicos estrangulados en ese maremoto instrumental de un grupo que se sale. O "Beyond control" y ese inicio con teclados que da paso a todo un torrente de épica guitarrera. En "The Chronicles of you" son los The Dream Syndicate de toda la vida, como si no hubieran pasado tantos, para en "Hard to say goodbye" bogar en medios tiempos de calima doctoral.

Así son los The Dream Syndicate del 2022. Después de 40 años tienen los suficientes reaños para seguir en primera fila sin despeinarse, para confeccionar tonadas como "Every time you come around", o agitadas píldoras que te dejan extasiado  ("Trying to get over"). Mi preferida, "Lesson number one" y ese torrente épico que todo lo inunda, secundada por "My lazy mind", otra proeza compositiva que te deja con la boca abierta. 

The Dream Syndicate. El sueño sigue vigente, la naturaleza de un grupo que marcó época continua siendo como un eco que no cesa, como un grito en la noche para los que desde el silencio nos abrimos camino escuchando necesidades musicales como las que producen The Dream Syndicate. 


viernes, 14 de octubre de 2022

TAPES 'N TAPES. "The loon" (2005)

 


Tan sólo tres discos editaron esta interesante banda de Minneapolis, acaparadora de comparaciones con Pavement y Pixies. Palabras mayores. El caso es que aunque les quede bastante lejos parecerse a esos dos dinosaurios, la escucha de Tapes'n Tapes, provoca un gozo inmediato en el oyente. 

Sobre todo en este "The Loon", donde desde que empieza a sonar "Just drums", notas esas sacudidas de indie rock de los 90, emulsionado con gotas de un vacile perpetuo ("The Iliad"), junto a arreones de esos que tan bien sientan al espíritu como demuestran en la gran "Insistor", donde se hacen evidentes la influencias de Pixies desde el segundo uno del tema hasta su potente final. 

Píldoras como "Crazy eights", destartalada y repleta de humor, o bizarras elucubraciones de tensión melódica como "In Houston", dicen mucho de una banda que no descubrió nada nuevo, pero que supo conjugar sus influencias, consiguiendo que hasta nos acordemos de Talking Heads ("Manitoba"). 

"Cowbell" es una bomba de nitroglicerina rítmica y "10 gallon ascots" es un torrente de solvencia eléctrica que da paso a "Omaha" y su delirio apaciguado. Terminan la fiesta con "Buckle"  y "Jakoc's suite", dos delirios más para que no nos olvidemos de una formación que nos hizo pasar muy buenos momentos. 


miércoles, 12 de octubre de 2022

BROADCAST. "Work and non work (1997)


 Para el que escribe, escuchar a Broadcast irremediablemente me lleva a esa otra banda llamada Stereolab. Ambas formaciones comparten su visión del pop como un viaje a través del tiempo, diseccionando estructuras de música de los 60, 70, con una elaborada ración de música electrónica. 

"Work and non work" fue una recopilación de singles juntos al EP, "The Book lovers", y todo destila ese aroma repleto de sugerencias barrocas como "Accidentals", o experimentos desde un planeta lejano, cargados de sustos tecnológicos ("Phantom"). 

Así eran Broadcast, una formación repleta de suspiros de pop prensado en maquinaria al por mayor de teclados construidos para el goce en un mundo de esencias programadas ("We 've got time"), o dignos trabajadores de un fábrica de metalurgia de emociones ("Living room"). 

La voz de Trish Keenan suena como un apetecible bombón ("According to not plan"), un señuelo placido para volcarnos con esa magia infantil de unas canciones que parecen sacadas de un cuento ("The world backwards"). 

Broadcast, una delicia que se aprovecha siempre, música otoñal cargada de suspiros electrónicos, balneario de rubores para no olvidar.


lunes, 10 de octubre de 2022

PROTOMARTYR. "Under color of official right" (2014)

 


Hacía mucho, mucho que no me pasaba. Y cuando digo mucho, digo mucho, los años que han pasado sin que un concierto me perturbara tanto como Protomartyr. Quizás la última gira de Swans por Madrid, pero por la cantidad de sensaciones que sentí cuando vi hace poco a este banda de Detroit, no puedo más que afirmar sin posibilidad de equivocarme, que para que el que escribe, es mi banda del año, y el concierto, uno de los acontecimientos que ya jamás podré olvidar. 

Podría dedicar todo el artículo a lo que viví ese día. El grupo de Joe Casey en su plenitud, el espectro de The Fall,  Chameleons y Pere Ubu haciéndose un hueco en una noche de esas inolvidables. Hora y media de tensión donde pasaban revista a sus discos, y donde todos caímos sin remisión para el influjo de este artista descomunal que no paró de pribar todo el concierto. 

He de decir que hace dos semanas del evento y tengo sus cinco discos cerca de la cadena acompañando mis días como recuerdo de una jornada que tengo marcada en la agenda de los sentidos exaltados. 

"Under color of official right" fue su segundo cd tras su aparición en escena con el brutal "No passion all tecnnique", donde todavía no estaba su sonido tan depurado, y es en este conjunto de canciones donde ya se ve lo que nos dejó caer en este trio de albumes señeros para cualquier amante del post punk ("Relatives in descent", "The Agent intellect",  y "Ultimate success today"). 

Algo así como unos The Smith haciendo punk. Así suenan atronadores en "Maidenhead", un volcán en erupción, unos punteos sagrados, y la voz de Joe llevando el mando de todo. Que manera tan eficaz de enganchar, de agarrarte.  Siendo americanos suelan ingleses hasta en el tono vociferante y bronca de canciones como "Ain't to simple" o en esa invitación al pogo llamada "Want remover".

Protomartyr como banda hacedora de posos de post punk imposible de olvidar ("Trust me Billy"), de dramas de una intensidad que llama a la insurrección del espíritu ("Pagans"), o sombrías luces que te penetran hasta lo más profundo ("What the wall said"). 

"Bad advice" es un festival de rumores intensos, antesala a uno de los momentos álgido de un gran disco, "Scum, rise!". Cuando la tocaron se venía abajo el local. Ese punteo que provoca catarsis, ese pulso para la agitación constante.

Y como suele ocurrir en todos los discos de Protomartyr, dejan para el final la traca definitiva, la explosión total. Empezando con esa épica de las tristeza que te arrastra que se llama "I stare at floors", pasando por ese viaje ochentero llamado "Come & see", para con "Violent" dejarte sin palabras, abocado a aplaudir mientras la lluvia deja un reguero de colillas de besos a través de la bruma que todo lo inunda. 

Protomartyr, sin duda, mi banda 2022. Uno de los conciertos más emocionales de mi vida. Un grupo que deja huella, unos discos que nadie debe perderse. Colosales es poco. 


viernes, 7 de octubre de 2022

BRAINIAC. "Smack bunny baby" (1993)


 Sólo sacaron tres discos y duraron hasta el triste fallecimiento de su cantante Tim Singer en 1997. Eso si, dejaron huella de su indie rock juguetón, de su querencia para hacer hits como quien se levanta por la mañana silbando alegría imperecedera ("I, fuzzbot). 

Los chicos de Dayton, en plenos años de efervescencia musical, donde el maná creativo parecía como una lava inexpugnable, se buscaron  hueco con sus guitarras bizarras como vemos en "Ride", y con una capacidad demoledora para hacernos gozar ("Martian dance invasion"). 

La que titula el cd es todo una vacilada rozando el punk y "Cultural zero", un zarpazo en toda regla de saturadas guitarras que suenan como misiles en un cielo poblado de suculentas tensiones que amedrentan. Kim Deal de Pixies les grabó un single y el sello señero de la época Touch and Go, les acogió más tarde, cuando grabaron su último trabajo, "Hising prigs in static couture" (1997). Hay queda eso. 

Y es que un grupo que podía hacer tonadas como "Brat girls", se merecía la atención de los que estaban en aquella época en todos los fregaos. Hasta se atrevían con algún escarceo con el grunge en "Hurting me", aunque cuando mejor salían airosos en cuando fabricaban hits instantáneos como ""I could own you". 

Nos quedamos pues con Brainiac y su nervioso  indie, con sus tres divertidos lps musicales reflejo de una época que seguimos sin olvidar. 


martes, 4 de octubre de 2022

ANTÒNIA FONT. "Un minut estroboscòpica" (2022)

 


Qué largo se nos han hecho estos 10 años sin música para llevarnos a la boca, de estos mallorquines, hacedores de una capacidad ilimitada de hacer canciones que nos hacen emocionar, como churros nacidos de una máquina para festejar la alegría y la felicidad (no podía empezar mejor un disco con un tema como el titula este viaje). 

Joan Miquel Oliver y sus compinches, continúan como lo dejaron en "Vostè és aquí",  con sus melodías adictivas desde el minuto 1 ("Oh la la"), y esa ternura en su sonido que acompaña todas sus tonadas de principio a fin ("Miquel Riera"). 

Y es que si es cuestión de estremecerte con un deje de murmullo vocal, te pones "Amants perfects" y alucinas con su levedad que te sumerge en una ola infinita de calor y afabilidad.  Sones que te acarician en un bucle que no cesa de rubores internos ("Una daixona de pols"), o joyas de esas que escalan con rapidez por la prudencia de tu goce ("Invisible"), hace que la escucha de "Un minut estroboscòpica" sea un sedante que aúlla, una tormenta de esas que parecen un día de playa. 

Música para fisgonear los entresijos del pop ("Caramel-let"),  y que tiene a mi favorita, "Cançó de Llum" como faro donde dirigir la vista cuando la noche anegue la visión de lo que necesitamos para completar nuestro sino. 

Todo funciona, todo en su sitio. Estamos de enhorabuena con la vuelta de Antònia Font. Sólo nos queda esperar que no nos dejen otros diez años sin su música. 


domingo, 2 de octubre de 2022

TRUPA TRUPA. "B flat A" (2022)


 Desde que les conocí con su trabajo "Jolly new songs" (2017), no me he perdido ningún cd de esta interesante banda polaca que ejecuta un bello y destartalado ejercicio de estilo que va del art-rock al post punk 

Y es que no se puede empezar mejor un disco, como con la tralla que comanda la batería en el inicial tema ("Moving") que da pie a desgranar todo un almacén de disparos al aire, de tensión sin controlar, de rabia acreditada. O ese hit de la sombra que es "Kwetnik", puro post punk para corazones atribulados. 

Se masca la radiación de una distorsión que atrapa deudora del punk en "Twich", para bajar el tono, volverse lentos como en un coma provocado, en la sugerente "Lines" donde encuentras recuerdos de Ultra Vivid Scene. 

A veces suenan psicodélicos ("Uniforms"), pero lo suyo es el drama sin posibilidad de solución, los bajos que aúllan, los coros que atrapan ("Lit"). Se han ido superando con cada disco, y este "B flat A", es el más concreto de todos ellos, el que les da pie para dar otro salto más en su búsqueda de un hueco dentro de este orbe musical tan atropellado con tantas bandas por doquier. 

Me encanta la tranquilidad de "All and all" y el torrente de furia que despide "Uselessness". Se ve que van a lo suyo, siempre de frente, siempre con el feedback a todo tren. Para terminar la que titula el cd, un puerto asolado por la tormenta, un fin perfecto para este pasaje misterioso y repleto de humores negros. 



sábado, 1 de octubre de 2022

BODEGA. "Shiny new model" (2019)

 


7 temas. Tan solo temas les vale a Bodega en este ep para contagiarnos con sus guitarreo repleto de guiños a un post punk alegre, a una concatenación de melodías siempre amables, compendio de una forma de hacer las cosas repletas de mimo por la artesanía musical, como vemos en el tema que titula este trabajo. 

Los de New York, saben hacer hits de esos en miniatura como "Treasures of the ancient world" y ese olor a naftalina de otros tiempos apresurándose ellos a su manera de actualizar su mensaje con Nikki Belfiglio llevando la batuta en este corto pero intenso trabajo. 

"No vanguard revival" es puro olor a Wire, y "Knife on the platter", la más adictiva del lote, juega con nosotros este juego colosal de crudeza y de sabores de new wave que se degusta sin freno con la voz de Ben Hozie. 

En "Domesticated animal" tiran de electrónica radioactiva, para terminar con "Truth is not punishment" a lo grande, en plan festivo, y con buena cara. Luego nos deslumbrarían este año con la edición de "Broken equipment", pero eso ya otra historia. De momento, disfrutemos de este gran boceto que es "Shiny new model".