lunes, 10 de octubre de 2022

PROTOMARTYR. "Under color of official right" (2014)

 


Hacía mucho, mucho que no me pasaba. Y cuando digo mucho, digo mucho, los años que han pasado sin que un concierto me perturbara tanto como Protomartyr. Quizás la última gira de Swans por Madrid, pero por la cantidad de sensaciones que sentí cuando vi hace poco a este banda de Detroit, no puedo más que afirmar sin posibilidad de equivocarme, que para que el que escribe, es mi banda del año, y el concierto, uno de los acontecimientos que ya jamás podré olvidar. 

Podría dedicar todo el artículo a lo que viví ese día. El grupo de Joe Casey en su plenitud, el espectro de The Fall,  Chameleons y Pere Ubu haciéndose un hueco en una noche de esas inolvidables. Hora y media de tensión donde pasaban revista a sus discos, y donde todos caímos sin remisión para el influjo de este artista descomunal que no paró de pribar todo el concierto. 

He de decir que hace dos semanas del evento y tengo sus cinco discos cerca de la cadena acompañando mis días como recuerdo de una jornada que tengo marcada en la agenda de los sentidos exaltados. 

"Under color of official right" fue su segundo cd tras su aparición en escena con el brutal "No passion all tecnnique", donde todavía no estaba su sonido tan depurado, y es en este conjunto de canciones donde ya se ve lo que nos dejó caer en este trio de albumes señeros para cualquier amante del post punk ("Relatives in descent", "The Agent intellect",  y "Ultimate success today"). 

Algo así como unos The Smith haciendo punk. Así suenan atronadores en "Maidenhead", un volcán en erupción, unos punteos sagrados, y la voz de Joe llevando el mando de todo. Que manera tan eficaz de enganchar, de agarrarte.  Siendo americanos suelan ingleses hasta en el tono vociferante y bronca de canciones como "Ain't to simple" o en esa invitación al pogo llamada "Want remover".

Protomartyr como banda hacedora de posos de post punk imposible de olvidar ("Trust me Billy"), de dramas de una intensidad que llama a la insurrección del espíritu ("Pagans"), o sombrías luces que te penetran hasta lo más profundo ("What the wall said"). 

"Bad advice" es un festival de rumores intensos, antesala a uno de los momentos álgido de un gran disco, "Scum, rise!". Cuando la tocaron se venía abajo el local. Ese punteo que provoca catarsis, ese pulso para la agitación constante.

Y como suele ocurrir en todos los discos de Protomartyr, dejan para el final la traca definitiva, la explosión total. Empezando con esa épica de las tristeza que te arrastra que se llama "I stare at floors", pasando por ese viaje ochentero llamado "Come & see", para con "Violent" dejarte sin palabras, abocado a aplaudir mientras la lluvia deja un reguero de colillas de besos a través de la bruma que todo lo inunda. 

Protomartyr, sin duda, mi banda 2022. Uno de los conciertos más emocionales de mi vida. Un grupo que deja huella, unos discos que nadie debe perderse. Colosales es poco. 


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