domingo, 30 de agosto de 2020

BUILT TO SPILL. ""There is no enemy" (2009)

 


"There is no enemy" fue el séptimo disco de una de las bandas indies que siempre estuvo en segundo fila, que se las apañó sin hacer mucho ruido en hacerse un hueco con sus melodías que tanto deben a Pavement ("Aisle 13") y a todo el indie rock que nos alumbró en nuestros lejanos y añorados 90. 

Y es que el quinteto de Idaho, después de sacar el potente "You in reverse", (2006), dejaron al personal con la miel en los labios y la verdad es que con un sonido más depurado ("Hindsight"), consiguieron elevar la emoción a cotas de esas que provocan un buen rollo general. 

"Nowhere lullaby" es lenta y preciosa y en "Good ol' boremdom" se destapan con un pasote de rock americano con ínfulas de alegría. Para mi gusto, siempre me quedaré con los trabajos de su primera época, (sobre todo "The Normal years" de 1996), pero hay que reconocerles que no han perdido gancho ("Life's a dream"). 

Cuando más me gustan es cuando arrean distorsión y se ponen serios, como en la entretenida "Oh yeah" y en ese misil que se llama "Pat". Luego, en los medios tiempos pierden un poco de fuelle ("Done"), para volver a remontar el vuelo al final con esa preciosidad que se llama "Tomorrow". 

Built To Spill. Un grupo a recuperar de los salones del olvido. Indie Rock, sin más aditivos que el recuerdo, la melancolía, las cosas bien hechas....


miércoles, 26 de agosto de 2020

HAZTE LAPÓN. "No son tu marido" (2015)

 


Vaya grupazo Hazte Lapón. Una de esas raras avis que son como un chicle al que no se le va el sabor aunque pasen las horas. Y es que las canciones del duo, Manuel González Molinier y Saray Botella, están repletas de rincones donde pararse y contemplar esas letras que te llenan de un extraño paroxismo. 

En "Odiar",  con esa frase que te se clava en la lengua, "odiar un poco...." o ese himno inicial que es "Hushpuppy", nos muestran a una beligerante banda que tomando usos y costumbres de estilos por todos conocidos, ellos lo ponen papel regalo y lo tiran por la ventana para que se pongan a volar. 

El indie con su ramalazo de distorsión de "Procrastinar", el costumbrismo de "El rey de la lluvia" que es un garabato de de agua que no cesa y te humedece la cara, o ese pedazo de hit que se llama "Mudanzas", son sólo una muestra de la versatilidad de Hazte Lapón, de lo divertido que son, y del buen rollo que provocan a cada paso que dan. 

Y cuando les da por levantar del suelo una balada de esas con cortina de humo de intuición, viene "Amor bomba" y te quedas como alelado, con la copa en la mano, mirando como cada día la noche llega antes, dejando al verano con la miel en los labios. Si, Hazte Lapón, molan. 

"Tanatorios" es folk orate y "Arte y ensayo", es una de las más bonitas de este "No son tu marido", un disco repleto de flores, de céfiros antojadizos, de palabras que van y vienen sin pedir permiso, pero que se cuelan en tu vocabulario provocando extrañas dicciones. 

En el final del disco, "Como funciona un corazón" y "El cielo protestó", otras dos gemas para repletar el juego que te dan Hazte Lapón. Las últimas noticias del grupo, fueron en el 2018, con otro prodigio llamado "Tú siempre ganas". Con la escucha de "No son tu marido", ganamos todos. Seguro. 


lunes, 24 de agosto de 2020

MODERN RITUALS. "This is the history" (2020)

 


No engaña la pegatina que aparece en la parte superior del disco. Aquí tenemos a una banda que tiene a Jesus Lizard y a Unsane, como sus dos primeras referencias. Pero eso no es todo, porque lo que más me está impactando de Modern Rituals, (su primer disco, "The light that leaks in" ya me dejó sin aliento), es el tratamiento que hace de la melodía. 

"Passageway", tiene algo innombrable, una oscuridad marchita, una lírica corrompida que se ve floreada por una buena tanda de distorsión. Modern Rituals es un grupo de himnos y de solvencia de sobra. Pedazo de hit que es "The bull never wins"; te agarra con sus silencios y su potencia que provoca infartos. Como suena. 

El cuarteto ingles tiene todo a su favor para girar con Idles. Desparraman una tensión atrapamoscas, una efectiva sucesión de energía siempre acompañada de una calidez incontestable. Canciones como cañones, como rumores de potencia brutal para sudar y sudar, para gozar y gozar. Ostias como vamos a terminar el mes de agosto 

Y es que lo tienen todo para seducirte. "Sithin flesches" tiene un inicio indie rock que tira para atrás. Las guitarras suenan a tormenta  y la voz de Harry Fanshawe es un torbellino de post punk que agita y agita tu cuerpo que no puede más que rendirse al impacto de unas canciones que enervan y enganchan. 

"Ultima thule" es un desgarro bestial, la que más se acerca al noise rock de Jesus Lizard, pero siempre con las características propia del grupo significada por esa melodía rectangular que convierte la bestialidad en una concreta oleada de truenos que arrecian batalla. 

"Scratcher in the mash", es una de mis favoritas (hay tantas donde elegir). Más ortodoxa, lineal, percutiva, una andanada de caos que levanta a un muerto. Vaya pasote de grupo Modern Rituals. "Them days is gone", el segundo single de "This is the history", si te dice que ha nacido en los 90, te lo crees a pies de puntilla. Recomiendo al personal que no se pierdan el vídeo que dejo al final del artículo. Se te ponen los pelos de punta. 

Luego, siguen a lo suyo, la vuelta al noise rock más vitaminado ("Gregor Knopp")  y la creación de nuevos hits para que pares de escuchar a Modern Rituals, en este puto verano condenado por el maldito bicho ("Moses"). 

Dejan para el final, la más larga, los casi 6 minutos de "Jutting chin", el perfecto postre, con sus vientos orates. para uno de los mejores trabajos del año. Y si no al tiempo. Que bien que lo paso con su escucha.....


sábado, 22 de agosto de 2020

GUMBALL. "Super tasty" (1993)

 


Pedazo de banda que formaron en los 90 el amigo Don Fleming, uno de los personajes más activos del indie de aquella época, junto con Jay Spiegel a la bateria, Eric Vermillion al bajo y Malcolm Rivera a la guitarra. No hace falta más que el inicio con ese himno que fue "Accelerator", para tomar el disco como un vermut de esos de digestión rápida y caliente. 

Las canciones te enganchan y te llegan en un pis pas, ("Hell of a message" es otro pedazo de canción para ponerte un millón de veces) y hasta J Mascis, de Dinosaur Jr., hace su aparición estelar en dos tracks, "Here it comes again" y "Upsetters theme song", poniendo su granito de arena en este supergrupo que tan buen rollo nos dió en aquellos añorados años. 

"Tumbling" son vitaminas de guitarras que te sanan en dos minutos y "Marilyn", lenta y pausada, se escora en pasajes donde la calma es una necesidad para abrevar tanta fiereza. Pero no hay tiempo para el descanso, viene "The damage done" con armónica incluida para que el ritmo no decaiga, y para meternos de lleno en "Real gone deal", otro de los puntos fuertes del disco. 

Mola cuando en "Thunder" se  vuelven de repente melosos, para volver con los arreones en "Blay payback". Y es que así eran Gumball. Una maquinaria perfectamente engrasada de rock independiente que formó parte de nuestros patrones musicales de aquella época. 

"Got the cure" en plan casi Mudhoney, nos muestra la cara mas furibunda de un grupo que nos dió en su corta carrera, 4 discos de esos que son todo una delicia escucharlos a día de hoy.  El retrovisor sigue funcionando a la maravilla.....



martes, 18 de agosto de 2020

COSSE. "Nothing belongs to anything" (2020)

 


Aunque sea solo un ep de cinco temas, la primera salida discográfica de este poderoso grupo francés estoy seguro que no quedará a nadie impávido. Basta el inicio con "Welcome newcomers", para ya no parar de sugestionarte con una andanada demoledora de post rock lírico que se escrespa con airados motines de electricidad.

En la segunda belleza del lote, "Pin skin", no puedo dejar de pensar en Slint y Codeine, Trágicos, lentos, también envolventes, sacando los colores a las tempestades interiores, vagando por mundos donde es fácil dormirse al albur de un arreón de guitarras, o de un manto de sugerentes cambios de ritmos para la buena alegría de la afición, que seguro disfrutará de estos pequeños misiles con estelas aseguradas en universos de inflamación. 

"Sun forget me" , es la tercera flor de este jardín donde es fácil pasear por sus caminos repletos de fuentes con destellos que llaman la atención. El cuarteto afincado en Paris, sabe romper los silencios, especular es un entramado de rugidos, enredarse en melodías penetrantes que salpican los minutos con gran gozo para el oyente. 

Si con 5 temas han hecho esto, la cosa promete cuando nos regalen el larga duración. "Seppuku" es la más exploratoria de todo el ep, un montón de ráfagas de feedback que se calla en la penumbra para volver como un canto meditabundo, en una inflamada sensación que nos hace retroceder a los 90, donde grupos como Shipping News, Rodan, o  New Wet Kojak entre otros, nos hicieron saltar por los aires. 

Y para terminar, "The ground", brillante colofón a esta media hora de tensiones y explosión. Apuntad el nombre Cosse. Ya estamos tachando los días para el lp que los hará aún mas imponentes. 


domingo, 16 de agosto de 2020

PROTOMARTYR. "Ultimate sucess today" (2020)

 


Cada paso discográfico que dan Protomartyr, más claro tenemos que se encuentran ya por derecho propio en la cumbre de los combos post punk. Impresiona el lirismo arrebatador de su cantante Joe Casey, (vaya inicio con "Day without end" con esa trompeta que se pasea por un mar de espinas), y el empaque de una banda que sigue dando de que hablar. 

La primera canción que oí presentando su nuevo largo fue "Processed by the boys", con clip magistral de acompañamiento, himno para este verano raro que parece un paseo sin fin por calles vacías y todo cerrado.

El chupinazo post punk de "I am you know" de lo mejor de este antológico trabajo, da paso a "The Aphorist", medio tiempo de esos a los que Promomartyr también saben poner la cinta de regalo, con sus consabidas cadencias melódicas, con su atrapamoscas de distorsión para espíritu nunca sosegados. 

En "21 june" colabora a la voz Nandi Rose, en una especie de dream rock envenenado que es todo un puntazo. Luego otro himno más, "Michigan hammers", acarreando una buena ristra de disparos de luminosa distorsión para en "Tranquilizer", la más burra del lote, llevarnos de la mano por clubs de peligro asegurado. 

"Modern business hymns" continua con la misma estrella pegada en la frente, con el mismo viento a su favor, que en "Worm in heaven" , la que cierra el cd, nos deja las notas a pie de página más tristes y melancólicas de su carrera. 

Todo una alegría escuchar a Protomartyr. No fallan. Lo suyo es revitalizar el post punk, lo suyo es llenarnos de emoción a borbotones, en el disco, quizás, del verano. De un verano muerto, pero verano al fin al cabo.....


sábado, 15 de agosto de 2020

PORTASTATIC. "Be still please" (2007)

 


Como me gusta este pasote de divertimento que se sacó de la chistera el jefe de Superchunk, Mac  McCaughan. Dejando de lado la estridencias y la electricidad, todos los discos de su segunda banda, son una vibrante colección de canciones bonitas, sosegadas, sin el caliz de la distorsión, pero con una buena borrachera de rocío melódico.  "Song for a clock", la primera de este trabajo es una buena muestra de ello. 

Y es que es encontrarse con todo el vigor de Superchunk pero en clave tranquila y la verdad es que es irresistible de principio a fin ("Sour shores"). En "Be still please" hay lugar para delicadas baladas de esas que rompen siempre el hielo ("Black buttons"), o pequeños himnos de esos que son todo un puntazo como "I'm in love (with Arthur Dove)".

"Getting saved" es otra pedazo de melodía que arrasca veranos, otro punto más a favor de uno de los artistas más importantes que dió la música independiente en los 90. Orfebrería, arcoiris que inundan los cielos con temperaturas bajas de sentir confuso ("You Blanks"), es casi al final del lp, cuando te topas con la acústica "Like a pearl" uno de los puntos más fulminantes de todo "Be still please". 

Para terminar, "Cheers and applause", otra corriente de buen rollo que te deja buen cuerpo. Mac McCaughan siempre es una apuesta segura. Donde él aparece, promete enormes emociones y un sincero viaje de buenas canciones. 



martes, 11 de agosto de 2020

GRAND ULENA. "Gateway to dignity" (2003)

 


Abrupto total. La banda liderada por Daryn Gray que estuvo es los también burros Dazzling Killmen, solo sacaron dos disco, y con eso les bastó para remover la tierra del matchrock, del noise más enérgico, en una colosal muestra de soltura y de buen hacer, de unos músicos con un largo recorrido en las zonas más underground. 

Los casi 11 minutos del inicio con "Between tholozan and Oleatha", son una buena muestra de lo que te puedes encontrar en un disco crudo, de esos que hay que digerir con tranquilidad, porque el mensaje de Grand Ulena se llena de improvisación, de fracturas de jazz alocado que bebe de John Zorn, ("Total Joplin") y a los que nos gusta la brutalidad es de un goce sin igual. 

Y es que los chicos de St.Louis, aficionados a locales donde la luz es solo una imagen de algún pasado lejano, supieron desparramar su torrente eléctrico sin importarles ser conocidos, lo suyo era saber hasta donde se podía llegar expandiendo lo extremo con enorme soltura. 

"Gravois means rubble" es otro pelotazo que en poco más de 2 minutos desarrolla una base argumental que te aplasta y que en "Crowbar at crescent and criket" se convierte en una excusa para que el trio expanda una percutiva abrasión que necesita puntos de sutura. Vaya pasote. 

Y acaban a lo grande con los diez minutos de "Grand arsenal", el resumen esquematizado de lo que era una banda cuya rabiosa inquietud les llevo junto a otros tantos, a transitar por las partes menos cómodas de la música independiente. 



domingo, 9 de agosto de 2020

SR.CHINARRO. "El bando bueno" (2020)


Piloto automático. Uno que ha seguido la carrera de Antonio Luque desde sus inicios con este impactante disco homónimo de sus inicios, me siento un poco defraudado ante la escucha de un trabajo que la verdad, no se como se puede defender. Los medios independientes de siempre lo han alzado a las cumbres máximas; según mi humilde parecer es el peor trabajo de su carrera. 

Ya en "Asunción" (2019) aparecían notas que nos iban diciendo que faltaba algo, que sus himnos de lirismo estrangulado se estaban agotando, que ya venía el cansancio, que costaba acabar un trabajo de Sr. Chinarro. Y eso es una putada para un artista que siempre ha estado en la cima. 

Y es que las dos primeras canciones del cd, "Una famiglia reale" y "Planeta B" ya van anunciando con su sonido lineal que aquí falta algo. Parece que "Escorpio" quiere remontar el vuelo. Es la típica canción que Luque sabe defender con melancolía y tristeza; esta si sería una buena baza para desde estos parámetros haber un construido un lp que es bastante monótono.

"Telaraña" también se puede disfrutar, pero en "Sábanas santas", en plan rumbero es cuando te das cuenta que este disco como comento al principio, peca de no tiene aviador que lo pilote. Se puso el botón automático y a dejarse llevar. 

"Depresión" no me dice nada y "Aplauso" aunque los críticos de siempre lo quieren emparentar con The Cure, no es más que una fábula que no lleva a ninguna parte. Llegado a esta parte de la escucha, es cuando más te acuerdas del Luque de "Presidente" o "Ronroneando".  "No recuerdo" no se puede disfrutar de ninguna forma, y cuando llegas al final con "La odisea", te das cuentas que lo que sentías al principio se ha cumplido.

 Decepción absoluta. Debería reinventarse el amigo Luque. Ya no emociona. Quizás a unos cuantos les convencerá. Pero esto no basta para alguien que ha tenido la capacidad de hacer de la poesía un argumento para llenar la música de extraños laberintos de goce y sorpresa. 



jueves, 6 de agosto de 2020

GIRLS AGAINST BOYS. "House of GVSB" (1996)

                                                                            

Que grandes que eran Girls Against Boys. La banda de Scott Mc Cloud, con ese experimento que tan bien les funcionó usando guitarras de bajos duales, eran todo un torbellino que en directo (tuve la suerte de verlos una vez), te hacían descarrilar los huesos. 

"House of GVSB", fue su cuarto trabajo, y como el resto de su discografía, un puro disfrute que agrede con su sonido abrasador (el principio con "Super-fire" y "Click click", es para correr a las tiendas y comprarte todos sus discos si aun no los tienes), que no deja respiro, que es una fuente inagotable de tensión y rabia. 

La tercera del lote es la que te hace subirte por las paredes. Vaya inicio que tiene "Crash 17 - X rated car", con ese bozarrón de las penumbras de Scott y con una superbanda donde destacan los dos bajos de Eli Janney y Johnny Temple. Qué difícil es encontrar al día de hoy grupos que te hacían volar la cabeza como estos Girls Against Boys. 

Por eso sale tan fructífera su recuperación. Hasta las veces que se acercan al post punk como esa oscura "Life in pink", suenan como una amenaza que es imposible combatir.  El post hardcore de Girls Against Boys no se parece a nadie, ellos trazaron su propio estilo, su propia manera de expandir el caos ("The kindamzkyoulike"). 

"Vera Cruz" es una vacilada con toques electrónicos para volver a la crudeza con "Anotherdroneinmy head". Te quedas sin respiración. Como esa machacona y efectista "Cash machine"y el final que nadie se esperaba con una especie de balada desde el infierno ("Zodiac love team"). 

Lo dicho, grupazo atemporal, al que tenemos que acudir para gozar de ese sonido de distorsión tan suyo, con esos bajos que parece que trabajan en una serrería. Grandes, muy grandes Girls Against Boys. 



martes, 4 de agosto de 2020

DAVID BOWIE. "Earthling" (1997)



Como te echamos de menos David. Desde que tu estrella se apagó nos quedamos en una penumbra eterna que de vez en cuando se ve sacudida por brillantes asteroides que como vienen se van.  Que gustazo da recuperar este pedazo disco. En plena época de ebullición del trip hop, el drum and bass y la música electrónica, nuestro Bowie se sacó de su sombrero un pedazo de cancionero que desde el inicio con la impactante "Little wonder", deja muy a las claras quien manda aquí. 

Primer disco autoproducido desde que sacará "Diamond dogs", en 1974, "Earthling" es una maravilla de disfrute instantáneo. Una de las múltiples máscaras del camaleón para seducirnos con su impactantes canciones que beben de los sonidos de su tiempo, superando a todos ellos ("Looking for satellites"). 

Reeves Gabrels (productor) y Bowie se las pergeñaron con una técnica que ya usaron en su anterior trabajo "1. Outside", grabando distorsiones de guitarras al teclado de un sampler. El resultado lo puedes oír tu mismo. "Battle for Britain (the letter)" es dúlcemente industrial y "Seven years in Tibet" la más calmada del disco, es sólo el anticipo de lo que nos vamos a encontrar en esa bailona rompepistas llamada "Dead man walking".

La varita mágica del maestro estaba en pleno funcionamiento. El artista más grande que ha habido en la historia de la música moderna, el que anticipo modas y músicas, el que rompió fronteras, nos entregó un corpus de tema para ponerlos a todo volumen ("Telling lies") y para gozar en noches de neones y amaneceres borrascosos ("The last thing you should do"). 

La mejor, "I'm afraid of Americans" se acerca a Nine Inch Nails, seguidores como tantos otros de las dádivas del gran maestro. Acaba el disco, con "Law", otro bombazo de drums and bass con guitarras saturadas y teclados que sueltan chispas. 

"Earthling", uno de los discos más infravalorados de Bowie, que en estos tiempos que corren debería hacer explotar más de una equipo de alta fidelidad. Sin palabras. 



domingo, 2 de agosto de 2020

GHOSTPOET. "I grow tired but dare not fall asleep" (2020)



De sus cinco discos hasta la fecha este quizás sea el mejor. Y es que sólo hace falta la escucha de la inicial "Breaking cover", para darte cuenta que Obaro Ejimiwe continua su constante evolución, en un trabajo donde el post punk se acerca al rap oscuro, para pasar a la electrónica, y siempre con una predilección por describir paisajes de esos que te entran muy de lleno. 

Todo "I grow tired..." es una amalgama de piezas urdidas para sacudirte, para llevarte a territorios donde la provocación ("Concrete pony") se da la mano con himnos de esos que seguro que se quedarán en tu cabeza largo tiempo ("Humana second hand"). 

Y es que si "Dark days+ canapés" (2017), era bueno, este último cd  está repleto de lugares donde detenerte y pensar, donde tomarte una copa mientras los cristales dibujan extrañas formas decadentes de lluvia sin caer ("Black dog got silver eyes"), o disfrutar como en "This train wreck of a life" de un cadencia tenebrosa casi cercana a un trip hop de negritud malsana. La reostia. 

Me quedo pasmado cuando suena "Nowhere to hide now", otro de los puntos fuertes de este pedazo de trabajo, donde el post punk dibuja estalacticas en noches donde es mejor no salir de casa. Suenan los pájaros en "When mouths collide", el tema más accesible que da paso a la que titula el lp, otra guantazo bien dado de sonidos para temblar y gozar. 

Terminar el maestro con "Social lacerations", punto final brillantes a uno de los discos del año sin duda. Una obra inclasificable y de necesaria escucha para los que disfrutamos de los que hacen música para sentirnos dulcemente incómodos.