Vaya grupazo Hazte Lapón. Una de esas raras avis que son como un chicle al que no se le va el sabor aunque pasen las horas. Y es que las canciones del duo, Manuel González Molinier y Saray Botella, están repletas de rincones donde pararse y contemplar esas letras que te llenan de un extraño paroxismo.
En "Odiar", con esa frase que te se clava en la lengua, "odiar un poco...." o ese himno inicial que es "Hushpuppy", nos muestran a una beligerante banda que tomando usos y costumbres de estilos por todos conocidos, ellos lo ponen papel regalo y lo tiran por la ventana para que se pongan a volar.
El indie con su ramalazo de distorsión de "Procrastinar", el costumbrismo de "El rey de la lluvia" que es un garabato de de agua que no cesa y te humedece la cara, o ese pedazo de hit que se llama "Mudanzas", son sólo una muestra de la versatilidad de Hazte Lapón, de lo divertido que son, y del buen rollo que provocan a cada paso que dan.
Y cuando les da por levantar del suelo una balada de esas con cortina de humo de intuición, viene "Amor bomba" y te quedas como alelado, con la copa en la mano, mirando como cada día la noche llega antes, dejando al verano con la miel en los labios. Si, Hazte Lapón, molan.
"Tanatorios" es folk orate y "Arte y ensayo", es una de las más bonitas de este "No son tu marido", un disco repleto de flores, de céfiros antojadizos, de palabras que van y vienen sin pedir permiso, pero que se cuelan en tu vocabulario provocando extrañas dicciones.
En el final del disco, "Como funciona un corazón" y "El cielo protestó", otras dos gemas para repletar el juego que te dan Hazte Lapón. Las últimas noticias del grupo, fueron en el 2018, con otro prodigio llamado "Tú siempre ganas". Con la escucha de "No son tu marido", ganamos todos. Seguro.
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