martes, 11 de agosto de 2020

GRAND ULENA. "Gateway to dignity" (2003)

 


Abrupto total. La banda liderada por Daryn Gray que estuvo es los también burros Dazzling Killmen, solo sacaron dos disco, y con eso les bastó para remover la tierra del matchrock, del noise más enérgico, en una colosal muestra de soltura y de buen hacer, de unos músicos con un largo recorrido en las zonas más underground. 

Los casi 11 minutos del inicio con "Between tholozan and Oleatha", son una buena muestra de lo que te puedes encontrar en un disco crudo, de esos que hay que digerir con tranquilidad, porque el mensaje de Grand Ulena se llena de improvisación, de fracturas de jazz alocado que bebe de John Zorn, ("Total Joplin") y a los que nos gusta la brutalidad es de un goce sin igual. 

Y es que los chicos de St.Louis, aficionados a locales donde la luz es solo una imagen de algún pasado lejano, supieron desparramar su torrente eléctrico sin importarles ser conocidos, lo suyo era saber hasta donde se podía llegar expandiendo lo extremo con enorme soltura. 

"Gravois means rubble" es otro pelotazo que en poco más de 2 minutos desarrolla una base argumental que te aplasta y que en "Crowbar at crescent and criket" se convierte en una excusa para que el trio expanda una percutiva abrasión que necesita puntos de sutura. Vaya pasote. 

Y acaban a lo grande con los diez minutos de "Grand arsenal", el resumen esquematizado de lo que era una banda cuya rabiosa inquietud les llevo junto a otros tantos, a transitar por las partes menos cómodas de la música independiente. 



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