Tengo que reconocer que aunque en un principio esperaba algo más de este "La vida inteligente", tras 15 años ausencia, no me ha quedado más remedio que apreciar el desparpajo de Josele y compañía, leñadores de palabras y rock, rock lleno de militancia de versos prendidos en servilletas de bar de esas que ni siquiera los restos derramados de birra pueden acallar.
"La vida inteligente" no supera ninguna producción anterior de la banda, pero joder, estamos en el 2015, y en general las canciones tienen esa patina reconocible que les hizo tan queridos por todo tipo de huestes. La que titula el disco, single inicial, es potente y rocosa, y "Gurú" confia en la garganta de Josele para continuar con ese costumbrismo al que no tenían acostumbrados.
Vale, "La vida inteligente" no tiene nada que ver con "Nada", o "Gas", pero cuando se ponen se ponen: "Firme aquí", sobre el crimen de las preferentes, donde la crítica social es un puñal contra los desmanes de los poderosos. Vuelven a roquear en "Santos inocentes" y en "Estrella fugaz" vagan por una especulación de notas que suben y bajan, poderosos en la tranquilidad.
Fino, Josele, Chema y Manolo forman parte con meritos propios de la historia viva de las cosas bien hechas, representan lo logros de una banda que forma parte de nuestro crecimiento musical, con hits inolvidables. "La vida inteligente" como regreso, se le puede achacar la falta de la garra de antaño, pero no la actitud de la banda en continuar en unas coordenadas por todas conocidas, rimbombantes agitadores de nuestros recuerdos.
"Aflicción" tiene un toque de arrebato trotón, con la guitarra elevando la voz, con Josele de chulapo pergeñando ritmos y sol. Una de mis preferidas del disco, "Hombre que calla" mantiene la cara en cada momento, se mueve con desparpajo entre la insolencia y el vaho tranquilo de una madrugada de pensamientos que van y vienen en busca de un recorrido casual donde perder el contacto con los males que nos acechan.
También tiene un punto, esta vez con la voz de Fino, "Ciudad satélite", que casi me recuerda a Surfin Bichos. Se nota que a Fino le tira el indie. "Cuatro cuentos" ahonda en la vena en solitario de Josele, y el fin con "No es igual" nos da el adios de un disco que quizás no es lo que esperabamos de Los Enemigos, pero que tampoco es una decepción.