viernes, 27 de diciembre de 2013

VIC CHESNUTT. "At the cut" (2009)


Vic Chesnutt ya no está entre nosotros. Se fue en el mismo año que editó este "At the cut". Nos dejó  y nosotros tomamos como legado este pedazo de álbum, cronología de ardores íntimos, de guitarras acústicas que se mecen entre pena, de notas que el viento toca para hacerlas bailar martes y trece.

Las fotos en blanco y negro, o en marrón de hojas de otoño sesgadas por la lluvia que desluce el día y la alegría que no lo es. Suena "Coward" y te estremeces con un himno marcado por devastación, la batería, la guitarra que se eriza diabla, electricidad del demonio que se va y viene.

"When the bottom fell out" juega con la pasividad, con los rumores siderales del corazón. Acompañaron a Vic en este disco, Guy Piccioto (Fugazi) y los componentes de los canadienses Silver Mt. Zion. Se nota la devastación cuando pones "Chinaberry tree" y te inunda un pesadumbre eléctrica. La banda hace del cantautor un forajido que no se casa ni con su voz febril y dolorosa.

Y "Chain" parece hecha para su funeral. El piano indulgente, las volutas del viento que se enroscan en el pelo del destino, todo miradas ausentes, todo adiós. Una navidad de hace cuatro años se suicidó, puso fin a la vida con un villancico negro, con un árbol de colores funestos. "At the cut" es su firmamento.

Por eso me acuerdo de él cuando llegan estas fechas. Como del malogrado German Coppini fallecido en el hospital de mi barrio la noche de nochebuena de este año que se nos va. Comidas, agasajos, alcohol y ebriedad. En la cera de enfrente: tubos en el hospital, la línea recta de la maquina que dice que no hay vida, el fin, el fin, el puto fin.

"We hovered with short wings" suena a jazz en coma y "Phillip Guston" es una demencial y electrocutada sensación de bilis sin curar, de llagas frescas en las pescadería del vivir. Vic se fue, au revoir tout le monde. "Concord country jubilee" parece ser un country de traumas de muñecas rotas, un slogans para fracasados.

Feliz Navidad, feliz Navidad para todos los que en la negra noche sin estrellas buscan en sus bolsillos aquellas palabras que un día prometieron que la vida iba a ser un colosal sueño de dimensiones estelares.


martes, 24 de diciembre de 2013

THE KINGSBURY MANX. "Bronze age" (2013)


Nada más lejano al sonido de The Kingsbury Manx que la portada helada del disco. Oyéndolos parece que estamos ante una reconversión original de Yo la tengo, contando con una predisposición ideal para la melodía, irradiando alegría, sonidos de otras épocas, amalgama de rock hecho con cariño.

Estos yankies, con una dilatada carrera sobre sus espaldas, nos sorprendieron este año con este "Bronze age", donde dejan especulaciones de sus anteriores trabajos ("Let your down"-2001), para sobre lo sencillo ("Weird bear & Black wolf") edificar un conjunto de canciones donde caben desde el folk, los pequeños disparos de rock acelerado sin pasarse ("Future hunters") o imposibles hits que nos recuerda a The Feelies.

13 años de existencia del grupo da para mucho. Ahora priman los tiempos soleados, sombras que se dispersan en una explanada de gráciles maravillas impactantes. "Glass eyes" es puro 70 sound y "Lyon" es una estrangulada balada para nuestros días largos, inalcanzables para la sobriedad de los sentiemientos.

Cuando más disfruto de ellos en cuando se ponen traviesos y se atreven a merodearnos con sus zigzags sonoros: "Solely bavary". Sonidos pues para acabar el año, desde Discos Pensados. Un poco de leña al fuego, una guitarra sin cuerdas, un adios que te quiero. Tranquilidad fuera del ruido de allí afuera.


domingo, 22 de diciembre de 2013

NAKED CITY. "Torture garden" (1990)


Sólo John Zorn (bueno, también Napalm Death),es capaz de en media hora meternos por los tuétanos 42 canciones, así, como el que no quiera la cosa. Y digo canciones por llamarlas de algún modo a estos fragmentos infernales que escuecen y nos moldean los sesos, intervalos de estilos que ahogan cualquier postura de "música normal", introducción a la depravación como un fenómeno que el oyente tiene que aceptar para disfrutar de Naked City, una de las muchas caras de John Zorn.

En "Torture garden", segundo disco como Naked City, el saxofonista del averno le dio la batuta vocal al japonés Yamatsuka Eye (Boredoms) que se encarga de ejecutar la enfermedad larga que son estas 42 piezas que navegan entre el grindcore, el jazz, el punk-chaos, o una floresta de espinas con cianuro.

No voy a mencionar en el artículo el titulo de ninguna track, oír "Torture garden" es penetrar en el jardín de las delicias del terror, y no hace falta definir con palabras un todo compuesto por un exceso que galvaniza cualquier propuesta de las que se dicen innovadoras.

Zorn es un enfant terrible del jazz, del rock, del punk, un sirviente de la parte oscura de la oscuridad, un músico capaz de sacar dos o tres discos por mes y seguir intacta su voluntad transgresora. Sólo viendo la portada del cd te puedes hacer una idea de que va "Torture garden".

En casa para oirlo he conseguido exiliarme en la cocina, encerrado tras dos puertas, para que las ondas no contaminen el aire de la vivienda. Naked City es un paso más hacia la post-evolución de los estílos musicales hacia un terreno abisal donde perderse en sinónimo de encuentro con entidades incorpóreas de dolor.

Bueno, paro de enrollarme más. Nada como un villancico de Naked City para empezar bien la Navidad.



jueves, 19 de diciembre de 2013

SLOAN. "The double cross" (2011)


En el año 2011, esta banda mítica de power pop nos regaló este "The Double cross", para todos los seguidores de The Posies, Teenage Fanclub (primera época) y demás paladines de la melodia dulcemente tratada con arsénico de guitarras.

Es un delito que estos canadienses no hayan tenido un poco más de repercusión entre los que nos fajamos día a dia por encontrar más motivos para seguir creyendo que sí, que aun podemos encontrar mágia dentro de un cd.

Si te pones las dos primeras canciones, "Follow the leader" y "The answer was you", disfrutarás como un mocoso con ese pop vitaminado, por esa corriente dulce de alegría en un paseo donde el power pop vuelve a revivir entre las manos de estos tahures de las cosas bien hechas.

Le levedad de "Shadow of love" te hace retroceder un mogollón de años, quizás al lugar donde el rock no queria despojarse del aliento pop. Ahora que todos buscan la dificultad, el rizar el rizo con propuestas que la mayoría de las veces no llegan a nada, oír el piano de "She's slowin down again" y su posterior evolución en un festival de fuegos artificales de pop te dejará boquiaberto.

También los ritmos sonajeros-soul de "Your daddy will do" rompen el estado actual de estos tiempos tan lineales. Pero la que más me alucina es la casi punk, "I ve gotta know" un ostiazo repleto de rock y distorsión, un caramelo podrido en el pop, unos coros perfectos, la esencia máxima del power pop.

A recuperar ya pues a esta vieja banda que volvió con nosotros para que nos enteremos que The Posies y compañia no inventaron nada. La leche.


martes, 17 de diciembre de 2013

SAVAGES. "Silent yourself" (2013)


Aquí tenemos una banda que pueda dar mucho que hablar. Lo suyo es restregarse con espinas el legado de Joy División con manchas afrodisiacas de Siouxie, pero siempre con un poco más de dureza en su entramado musical, músculo oscuro, almejas podridas o un hábito que no hace al monje.

"Shut up" es la primera pieza de este molde compuesto por 11 trozos de oscuridades de lo más diverso. Lo que más me gusta a parte del aporte vocal de Jenny Beth, es todo las posibilidades que puede dar el post-punk cuando se vuelve asfixiante y deforme. "I am here" es un bizarro emponzoñamiento que se acelera en un torbellino crudo y colosal.

Luego viene "City's full", otro dardo más envenenado en una noche que acucia y demole, que perfora la paz con loas envenenadas de tremendismo. Me gusta los parones rítmicos que aparecen en "Waiting for a sing" y oyendo "She wil" me parece estar reviviendo mis años dorados de ojos oscuros y rabia en el existir.

Savages no te lo pone fácil. Lo suyo es un sabio engranaje de guitarras y filamentos áridos como "No face" para que te lo pases bomba en el lado más oscuro de la vida. Oyendo a Savages uno siento que el post punk esta vivo, más vivo que nunca. Sin aditivos, ni mesura, solo imprudencia y colosales derrames brumas que acongojan.

Voto por ellos pues tras oír "Hit me", como uno de los fundamentos más serios para olvidar a los ya aburridos Interpol. Que la oscuridad nos acompañe, que las tinieblas nos hagan putamente libres.


domingo, 15 de diciembre de 2013

GRINDERMAN. "Grinderman" (2007)


¿Qué se puede esperar de un grupo en el que sus componentes se encuentre Nick Cave y gente de The Triffids o Dirty Three? En año 2007, el australiano errante se juntó con sus socios de los sonidos sucios, y firmó este primer largo como Grinderman, recuperando toda la mala baba del blues, frenéticos enjambres donde poder asistir de nuevo a la danza bestial de Cave.

Y es que es necesario volver de nuevo a las cavernas. Cuando he puesto "Get it on", me parecia estar viajando en el tiempo, cuando los Gallon Drunk nos sumergían con sus maracas de cianuro y su gospel del infierno en una ruleta donde el 13 como siempre es el número ganador. "No pussy blues" empieza con incertidumbre para el poco provocarnos un colapso, con un arrebatador feedback punk. La reostia el predicador.

El disco es como el simio de la portada. Volvemos a estados primitivos. El blues se muta verde marciano, verde ponzoñoso. También cuando se ponen medio psicodélicos en "Electric alice" nos contagian con su aire de salitre y demolición.

Pero no todo va ser explosión incontrolada. Cuando Cave se pone tierno no hay quien lo pare. La que titula el cd es una muestra de que esta prolongación actualizada de The Birthday Party, también sabe bajar al estanque para tirar pétalos de flores gastadas.

"Go tell the women" es un medio soul para almas candidas de amor imperfecto y "(I'dont need you to) set me free" es un torrente de electricidad compuesta por átomos desquiciados. Y cuando el órgano toma el mando en "Honey bee (let's fly to mars)" con al aguijón de la abeja plagado de vitaminas para la desmemoria, no te queda otra que volver a ponerlo otra vez para brincar detonación.

Un disco pues para poner junto a toda la obra de Cave. Un hermano mayor en la familia de este sacerdote de malas semillas.



jueves, 12 de diciembre de 2013

SCOUT NIBLETT. "Sweet heart fever" (2001)


Con "Sweer heart fever" dió Scout Niblett pistoletazo a su carrera como electrificada dama que sigue la corriente necesaria de PJ Harvey, Patti Smith y otras malabaristas de esencias roqueras. Este primer largo navega entre los ritmos lofi, con las guitarras enlatadas en un paz fictia, y sacudidas de feedback hábilmente controladas para no salirse del mapa sonoro que la inglesa dibuja en cada track.

"Into" es pura catarsis, con la batería detrás ejerciendo de barítono del peligro. "Dance of Sulphur" es una reliquia que te seduce con sus constantes parones que perfilan una tormenta que nunca aparece, que sólo se presiente.

Kistian Goddard a las baquetas se les apaña de maravilla para festejar la luz infinita que destila todo este disco, su aportación calibra a la perfección los humores tristes de esta actriz de los infiernos eléctricos ("Wet road").

"Advice", clónica de  PJ Harvey, cadencias incluidas, calaveras en un estomago preparado para ácidas glotonerías de gas pétreo. Las canciones de Scout Nibblet cabalgan a lomos de una fiebre que no llega a la devastación pero si  a la exploración de lado salvaje de los sentimientos. 

Tan sólo con su voz en "Ground breaking service" consigue cauterizar las heridas y con "The Sun and I" te noquea por una oscuridad  donde se pasea el peligro, donde se atisva la imperiosa necesidad de huir de todo.

Ahora que nacen nuevas herederas de PJ Harvey (Anna Calvi), no está de mal que recordemos a esta artista, otra más en la lista de perfora corazones.


martes, 10 de diciembre de 2013

ÓLÖF ARNALDS. "Sudden elevation" (2013)


La prima de Ólafur Arnalds merece todos los parabienes que disfruta Ólafur. "Sudden elevation" es su tercer trabajo, y la verdad es que es todo un entramado mágico, invernal, de canciones para poner junto a la hoguera ahora que los renos están fabricando una via estelar donde dejar sus boñigas navideñas.

Como la portada que ves, asi una imagen frente a otra, asi es este disco encantador de puzzles infantiles, de hadas que se pintan las uñas con auroras boreales trasnochadas. La islandesa empieza con "German fields", pieza  diminuta donde esparce su voz de chiquilla en un barrunto de fiesta de neones de abetos electrificados por los sueños.

"Bright and still" es folk de terciopelo, melodía de seda, glaciares de quejidos; una rosa en medio del polo norte para que los marineros pierdan la vida por el rojo violento de la pasión. "Sudden elevation" es una sucesión sin final de canciones para acariciar las tardes, para una vez que has tomado tu copilla del fin de semana tras la comida, quedarte con un buen libro y con los arrullos de Ólöf ("Return again").

Y la hipnótica y élfica "Treat her kindly" es otra vuelta de tuerca más, otro sideral paseo por las nubes del sentir que en "Call  it what  you want" descarga con parsimonia un diminuto aguacero de purpurina ácida y estremecedora.

De cuentos es "A little Grim" con una mínima intervención instrumental, Ólöf se las apaña para tejer telarañas de seda, cartas sin remitente para que jamás olvidemos de que material están hecho nuestros deseos. El resto del álbum hasta el epitafio de "Perfect" es una concatenación de maravillas solemnes que brillarán con ahinco cuando la noche quiera invadir tu íntima luz.


domingo, 8 de diciembre de 2013

VARIOS. "Avec Léo" (2003)


En el año 2003, se reunieron lo más granado de la música independiente gala para rendir un homenaje al para mí mejor chanteur francés de todos los tiempos. Desde que hace unos años escuché la tristísima "Avec le temps" no he dejado de adquirir de una u otra forma la discografía de este león anarquista que ha dejado a la posteridad verdaderas cumbres compositivas a la vez que ha sido influencia para toda una generación de grupos y músicos que le han hecho suyo.

Empezar el cd con  "Mon camarade" de mano de Dominique A (mi primer descubrimiento serio hace ya muchos años de la música francesa) la mejor forma de que la lirica estrangulada del heterodoxo Ferré siga viva. Zebda y su agitación por la mixtura es un punto cuando escuchas "Vingt ans".

La que más me alucina es "Thank you Satan" de Dyonisos, puro punk épico con violines cabreados que agradecería al amo de las sombras. Bernand Lavilliers con "La memoire et la mer" se apropia con destreza de los ecos vocales del original, sumiéndonos en una melancolía necesitada de canciones como ésta.

Katerine, con su "L'ete 68" da el toque chic a la recopilacción, y  Brigitte Fontaine y su vacilón "Ame, te souvient-il" con cuerdas a todo gas y la ponzoñosa garganta de la Fontaine haciendo de las suyas da paso a una violenta reinterpretación de "La solitude" por parte Tue-Loop de lo mejor del lote.

El ex-reo Bertrand Cantat con sus Noir Desir, hace una emotiva versión de "Des armes" para indicarnos que toda la obra de Ferré sigue siendo actual, necesaria, para corazones revolucionarios, para sentimentales de la pena.


sábado, 7 de diciembre de 2013

MENDELSON. "Personne ne le fera pour nous" (2007)


Je les ai connus quand la maison de disque Green Ufos a sorti leurs premières créations pour les mettre à la disposition des amateurs de sensations fortes. "Quelque part" (2000), (aujourd´hui introuvable), est un essaim de bruits incontrôlés avec en toile de fond le saxo sécrétant des cadences vénéneuses dans chaque chanson. Avant cela, "L'avenir est devant", (1998), les a vus naître.

Et derrière Mendelson se trouve un artiste en majuscule, Pascal Bouaziz, dont la façon de chanter charrie des volcans, où la lassitude rencontre la douleur, où l´émotion vous empoigne fébrilement. Le double cd "Personne ne le fera pour nous", a placé Mendelson sur cet autel indéfinissable de la chanson française avec force et luxure (juste à côté de Michel Cloup, ex-Expérience dont le nouvel album sortira au début de l´année prochaine).Il a aussi jeté les bases de ce qui est paru cette année, l´œuvre grâce à laquelle Mendelson restera dans nos mémoires, un triple disque homonyme qui sera aussi commenté dans ce blog, et où Pascal, par ses excès de composition, partage les mêmes obsessions  que Scott Walker.

Mendelson est un formidable mélange de rudesse et lyrisme, c´est un miroir où se reflètent les ténèbres secrètes de chacun. Hier, j´ai consacré mon après-midi à écouter la première chanson de cet album, « Scanner »,  sa complainte interminable, ses radiations sentimentales. "Crétin" est une recréation très personnelle de l´univers des Sonic Youth, incluant leurs décharges électriques.

On ne sort pas indemne quand on écoute «  Personne ne le fera pour nous ». La voix de Bouaziz et le déferlement dans lequel il entraine le groupe nous fascine, nous captive, nous séduit. La chanson qui donne son nom au double album est un voilier chargé de grisou de Nick Cave. Une pure fête. Et quand ils donnent libre cours à leur spontanéité, tressant des volutes irrités de sentiments à fleur de peau (« Une chambre d´hôtel »), ils nous bercent avec leurs caresses portées par leur souffle débordant d´étoiles tombées.

Mendelson est un pari sûr. Les récitations de Pascal sont comme un mantra qui vous submerge dans une mer lente, où les instruments chargent leurs munitions pour répandre de succulents plats de malaise («Le sens commun »). J´ai l´intention de me faire faire un T-shirt avec le refrain de « J´aime pas les gens », exténuante, nihiliste, crue, infernale.

Ce groupe sait nager dans des lacs de calme rayonnant et primitif (“Sans moi”,  ou les onze minutes de “1983 (Barbara)”), ils se délectent aussi de spectres électroniques («Micro-coupures") tout en nous taraudant avec des attaques à main armée rythmiques comme « Dans tes rêves » ou « Joyeux Noël Jackie », catharsis sans possibilité de rafraîchir les cœurs.

Seize chansons pour ne pas se perdre dans du vague, pour montrer le chemin, pour savourer les mystères abyssaux de l´âme.
Mendelson, un pari sûr. Et si, comme moi,  vous vous sentez grisés par ce cd, préparez-vous pour écouter le dernier triple cd qui atterrira bientôt ici tel une ombre asservissante. Tout simplement remarquable.


jueves, 5 de diciembre de 2013

RODRIGO LEAO & CINEMA ENSEMBLE. "A Mäe" (2009)


Elegante, lírica, emotiva, sensual, cartografía de sentimientos musicados para el gozo de los sentidos... Se me agolpan las palabras de dicha cuando escucho este disco, séptimo de su carrera, donde el ex-Madredeus
se deja llevar por la temática cinéfila para componer una banda sonora de esas que se quedan durante meses y meses junto a ti.

Empieza la carrera con la sinfónica y eterna "Historias", para seguir con el fado, con las saudades nunca vencidas que nos encontramos en "Vida tao estrahna" y "A corda", con Ana Vieria como tenor de sueños, catapulta de abrazos, sollozos en un jarrón de lunas, rocío atemporal.

La colaboración con Cinema Ensemble ya dio sus frutos en un primer largo en 2004, "Cinema". Este "A Mäe" es para temblar acunado por los labios sensuales de la dicha. Hacia años que no escuchaba una canción como "This lights holds so many colours", con Stuart Staples de Tindersticks ejerciendo de trovador infinito, cavilando pulsiones de generosas palpitaciones. Se estremecen hasta las heridas de la alegría, hasta el bocado de la felicidad usurpado por el miedo a perder todo. Sin palabras. Sin palabras.

Ya sabía de como se las gastaba Leäo en solitario. Pero este disco supera todas las espectativas. No para de sonar en casa cuando la tarde se echa al cuello la oscuridad, cuando el invierno que trae la Navidad nos dice todo está bien, para que vivamos en una mentira hipócrita y sibilina.

La que titula el disco, es otra manera que tiene de lucimiento una banda tocada por el aliento de las deidades, donde el termino new age se queda obsoleto. "O Relogio" y su lentitud inspiradora de escenas tristes, es una bocanada de rimel de angel; los violines soportan el cielo, se expanden en tempestades silenciosas mientras el niño duerme mientras de despierta la vida.

Otro punto cumbre de "A Mäe" es "Cathy" con Neil Hannon de The Divine Comedy ejerciendo de crooner de penas pasadas por agua. Videoclip seguro para recuperar los momentos estelares de tus romances secretos.

Daniel Melingo también aparece por aqui en "No sé nada" para subir más aun el nivel de una producción de esas que dejan huellas. "A Mäe" pues es un regalo para poner día tras día, un bocado de dicha, una alucinación de tranquilidad. Un creador siempre en racha que te hará seguro feliz.


martes, 3 de diciembre de 2013

MANEL. "Atletes, baixin de l'escenari" (2013)


Flipado que me he quedado con la escucha de este "Atletes, baixin de l'escenari", tercer largo del grupo catalán que tiene mucho para estar entre lo mejor hecho por aki en esas listas que se hacen cuando va a fallecer el año.

"Atletes, baixin de l'escenari" es una concatenación de canciones para no olvidar, para silbar, para comprarte y después llevarlas a cuesta de tus oídos para que frecuenten tu vida la alegria, el pop melancólico y la arcilla del corazón.

Desde que suenan los primeros acordes de "Ay Yoko",  no puedes más que esperar embobado la llegada del segundo track, "Vés bruixot!" donde la melodía y la minirudeza en sus guitarras te contagían en un embebido pulso delicioso y para soñar.

"Ja era fort" es pop contador de cuentos tiernos y "Banda de rock" es una criatura que avanza despacio por el entramado delicioso de un disco que se hace querer, que está lleno de gemas para pegar en la pared de tu casa de audio, donde ansiar que este "Atletes.." no se acabe jamás.

Y si no te quedas pasmado cuando suena "Mort d'un heroi romàntic" es que tu corazón se encuentra hibernando, cavilante organo que esparce sus mitos en siderales arrumacos de necesidad de afecto.A veces Manel suenan folk distorsionado, "Imagina't un nen", y otras como "Quin,dia feia amics"  son un torrente de sensaciones pop para festejar que sí joder, que a pesar de toda la mierda que nos acosa, vivir tiene su punto.

Manel pues, un seguro para el oyente, una garantia para el pop, una mayuscula sorpresa que pienso seguir escrutando.



domingo, 1 de diciembre de 2013

RAIME. "Quarter turns over a living line"


La oscuridad es esto. Lo tenebroso es una caída sin fin hacia el abismo donde se deciden que va pasar contigo sin contar contigo. La música de Raime es como adentrarte en una depresión compuesta de abono orgánico electrónico, de pomadas para reventar sueños.

Sólo con media hora de duración, Joe Andrews y Tom Halstead han conseguido poner una banda sonora perfecta a las pesadillas, a los días negros que con un cuervo pegado al calendario pasean por el intricado mundo de las sombras.

"Passed over trail" es el inicio donde todo empieza o todo acaba, según como se mire. "The last foundry" es una apuesta galvánica de baja intensidad por el orbe de las pasiones carcomidas, de los venenos ácidos. Minimal, fría, valdría para poner en una morgue o para dejar al lado de la pistola.

La sociedad se pudre, es una infamia que llena de asko las voluntades, el progreso es para unos pocos, y las calles están llenas de cartones sabanas. "Soil and colts" clama en un pasadizo de espasmos como huracán salvaje de baja intensidad.

Cuando suena "Exist in the repeat of practique" con ese inicio tan maquinal, tan de futuro siglo XXV, puedes imaginar un mundo de robots cargados de razones para aniquilar todo lo viviente. Raime es antitecno, es una capsula de Pansonic repleta de cianuro y depresión. Silencio, se rueda. Una guillotina y una canastilla que debemos de llenar para conseguir algo de purificación. Ponemos "You cast will tire" y que empiece la fiesta. Que todos los villanos de guante blanco que nos hacen la vida imposible cojan el ticket en taquilla para este dulce viaje.

Para postre "The dimming of road and rights", una celebración más para el avance de la post-electrónica, del aislacionismo más nebuloso y catártico. Estamos de enhorabuena, los canes justicieros pululan por las calles buscando presas.