Una sombra de lo que fueron. Escucho este anodino "The other side of make-believe", me pongo después "Turn on the bright light" y me pregunto que rayos ha pasado para que se haya evaporado de una forma tan evidente la magia de una de las formaciones punteras de post punk de la última época.
Cada disco que sacan es peor que el anterior ("Marauder" ya empezaba a hastiar), y este último, desde que empieza a sonar la superficial "Toni", cuesta paciencia acabarle, encontrar algo positivo a una procesión de apatía tan enorme.
Y eso que la cosa parece empezar bien con "Fables", casi única canción salvable del lp, emotiva, nostálgica, como en los viejos tiempos. ¿Y luego? "Into the night" es una sucesión de ritmos sin gracias, sosa hasta la perpetuidad, y "Mr.Credit", parece que quería ir para himno pero se queda en un conato que no consigue que le prestemos atención.
Superados por goleada por muchas bandas que vinieron después que ellos (Protomartyr, Dry Cleaning, Horsegirl, Squid, por citar sólo algunas), la música actual de Interpol define el estado actual de un combo que ha perdido la magia ("Something changed"), que vaga perdido militando en una duda sonora continua ("Renegade hearts").
"Greenwich" es más de lo mismo. Así hasta el final con "Go easy (Palermo)". Ni guitarras afiladas, ni melodías que te hechicen, ni oscuridad que pueda aupar a una formación que visto lo visto, deberían plantearse si merece la pena sacar a la luz un conjunto tan vago de canciones. Lo dicho, para olvidar.