viernes, 29 de abril de 2011

FROM MONUMENT TO MASSES. "The impossible leap in 100 simple steps" (2003)


Después del mal trago de la ultima aventura sónica de Mogwai, da gusto recuperar este lp de este trio norteamericano formado por Francisco Choung,Sergio Robledo, y
Mateo Solberg, y que en sus siete magistrales piezas hacen que nos olvidemos de los excesivos excesos extrafalarios de muchas bandas de postrock, mutadas en más de lo mismo.

From Monument to Masses, (con 3 largos en su haber), tienen una inspiración politica de denuncia en la base ideologica del grupo, y sus arañazos electricos casan a la perfección con gente como Bellini, June of 44, y los movimientos inquietos de Tortoise.

Este "Impossible leap..", empieza con toda una apuesta segura para los que amamos estos del post, el matchrock, y demas evoluciones interesantes. "Strapshooter", son ocho minutos de contiuos zigzag, instrumentaciones de esas que Don Caballero borda, pero aqui con más mimo y tiento en crear climax. Otra banda que rapido me viene a la cabeza cuando escucho a los From, son UI, otros grandes olvidados que pronto, porque no, apareceran en Discos Pensados.

De máximo disfrute, es "From the mountains to the prairies", con una introducción vocal discursiva,que rápido deja a la banda que se las arregle de maravilla con una emocionante y contundente conversación entre bateria, bajo y guitarra, conjugando a la perfección la calidez, con lo altamente emotivo. Buenos, muy buenos.

"The spice must flow" compite a la perfección con cualquier banda de matchrock, y con destreza se deja llevar tanto por los momentos declamatorios de distorsión, como por la especulación bien entendida. Y la que mas me llena, se llama "Comrades & friends", aqui con apuntes electrónicos que son todo un punto, mientras que nos mecen con su fogosidad controlada.

Aparece la lluvia y los helicopteros en "Old robes", para de nuevo dar un paso más en la senda de gente como Dianogah o Russian Circles. Todo un descubrimiento para mi estos monumentales tipos, que como decia al principio, han conseguido que olvide de un sopetón en varias escuchas a los escoceces que ya navegan en la autocomplaciencia. Hazte con ellos.

miércoles, 27 de abril de 2011

OREN AMBARCHI. "Intermission 2000-2008" (2009)


Si decimos que Oren Ambarchi, guitarrista y bateria australiano, es conocido sobre todo por sus colaboraciones con los oscuros amos del drone, Sunn O), más de uno estará esperando un tratado de ruido violento, de catarsis del caos.

Pues bien, "Intermission 2000-2008", que recoge temas elaborados en este periodo de tiempo, es un tratado conceptual sobre el ambient, expuesto este a una serie de cambios sonoros, tratándoles, violentándoles, respetando los canones, o produciendo un buen puñado de oxido delirante.

Vayamos por partes pues. "Intimador" son doce minutos de notas graves, de un martillo que produce un expansivo eco que se retuerce en una destripadora secuencia minimal de musica compuesta para ciertos estados de ánimo. Ondas cerebrales que se menean por estas sinfonias del cieno, paz interna o repelus en los sesos. Tu decides lo que te provoca.

"Iron waves" cuenta con la colaboración del compositor Paul Duncan que hace producir una sensación de estremecimiento que rompe la delicada monotonia que producen los singulares sonidos que salen delirantes de este volcan de ambient bien entendido. "Moving violation", es la que más me llena. Aqui se nota la opresión general que crea Ambarchi, la amenaza de los glitchs, el terror de silencio.

Luego viene "The strouhal number", grabada en directo en 2000, donde el sonido que imita a un piano, da paso veinteminutos de "A final kiss on poisoned cheeks", también registrada en directo, donde los ruidos de aviones y tormentas se convierten en un largo paseo por la inquietud, por la sedación de tu percepción normal a ciertos tipos de sonidos.

Asi es este "Intermission. Un dificil paseo por el lado menos amable del ambient, que requiere paciencia para adentrarse en este hormiguero de olas que tan bien ha sabido recopilar el label Touch, hogar de este cd. Musica arriesgada y dificil, pero altamente disfrutable.

lunes, 25 de abril de 2011

WIRE. "Red barked tree" (2011)


De lo que llevamos de año, posiblemente el mejor disco que he oido. Wire, 12 discos en 35 años de existencia. Nacidos en los años donde el punk se eregía como ente combativo y a la vez producto para vender una marca, Colin Newman, su lider, el de siempre, supo desde los albores, hacer de eso que se llamo art punk, toda una etiqueta con sentido.

Llevo largas escuchas de "Red barked tree", y cada saco algo nuevo de cada oida, quedándome prendado de la manera tan particular de hacer canciones de Newman, donde la melodias circulares se cruzan con andanadas de electricidad que me tienen endemoniado.

Me pongo "Adapt", y parece que me traslado a esos años donde caian en mis manos las ultimas producciones de The Fall o King Crimson. Cuando el cuerpo te pide repetir otras vez la escucha de un tema, cuando subes como insconciente el sonido de tu aparato, es que estamos ante una obra de esa que definen la grandeza de unos musicos, de una forma de establecerse entre nuestros corazones pergeñadores de momentos para nuestra gloria particular de oyentes.

El tratamiento que hace el trio del pop en "Please take", (y ya se que las diferencias son muchas, que estamos ante otra cosa), me recuerda a los tiempos tranquilos de los chicos de Fripp.

Me engatusan con sus guitarras, como consiguen hacernos creer que estamos a ultimos de los 70 actualizano su propuesta, haciéndola creible.El punk atomico de "Two minutes" te dejará sin aliento, sin posibilidad de decir nada más que parabienes para estos pedazos de instrumentistas que desde el lejano "Pink flag", no han dejado de embobarnos en sus espaciadas apariciones a traves de estos años.

Como disfruto de ese toque naif en "Clay", con las guitarras sumergidas en una calidez acida. Graham Lewis y Robert Grey, hacen de perfectos escuderos de Newman, para quebrarnos con cosas como "Bad worn thing", con un aire al grupo de Mark Smith, vacilándonos, haciendo que las cuerdas se conviertan en un festival de melodias, de salmos para el recuerdo.

Los pequeños apuntes electrónicos son borrados del mapa cuando se asoma la contundencia, que en "Moreover" obra su máximo esplendor, espartanos, furiosos, frios pero directos, rápidos y corrosivos. Que todas las huestes de niñatos con ansias de conocer de todo, tiren a la basura sus ultimas promesas indies, que se pongan esto a toda pastilla,y que valoren que lo que nos venden como lo más de lo más, es simplemente carroña para dar de comer a los consumidores de fruslerías.

El aire ochentero de "A flat tent", me descoloca los huesos, y la agitada "Smash" compone como el resto de "Red barked tree", otra perfecta excusa para no dejar de escuchar este monumental crisol de sonidos que no se casan con nadie, que navegan libres por las ondas cerebrales de un musico que no le importa la productividad y si la hecatombe emocional que produce.

Me he puesto "Red barked tree" en el salón, en la cocina, en la ducha, en los cascos. Siempre sonaba igual de pegajoso, boomerang que va y viene, música en estado puro para los que flipabamos con las ultimas creaciones de nuestros adorados grupos de los 90 (Dinosaur Jr, Pixies, Sonic Youth, Wedding Present y todos lo que tu quieras). Imprescindible su escucha para la buena salud de nuestras orejas.

viernes, 22 de abril de 2011

LEMON KITTENS. "We buy a hammer for daddy" (1980)


"Compramos un martillo para papa". Esa es la traducción del titulo de este disco de esta banda olvidada, que desde aqui traemos a la memoria, para recuperar la verdadera esencia del punk después de su óbito.

Formados por Danielle Dax y Karl Blake, Lemon Kittens, se sacaron de la manga un esquizoide compendio de canciones (por llamarlas de alguna manera) rotas, estrujadas por la sensación de caos, fragmentadas pero a la vez hipnóticas. Su propuesta, casa a la perfección con todo el mundo extraño de Current 93 (grupo donde colaboro Karl Brake).

La esencia del punk. Si, realmente, sobre las ascuas de los vomitos, crecieron pulcros saboteadores del ruido, (Nurse,queridos Nurse), que difamaron con su extremismo cualquier atisbo de complaciencia musical.

Ahora que a los chicos modernos les gusta tanto eso que dicen post-punk, que prueben con este arsénico que lobolotomiza todas las estructuras del punk para sumergirnos en la más profunda de las cavernas.

El primer golpe, "False Alarm (Malicious)", va directamente a la cara. Dos minutos de ritmos entrecortados y de gorgoritos malsanos que se recrean en el abismo. En "Small mercies" aparece el saxo, pergeñando un dialogo sordo y autista de Danielle entre una maraña de siluetas perdidas. Y la tenebrosa "Coasters", te llenará de pesadillas, con su piano reptante, con su dolor demencial. Para temblar.

"Up in arms", pudiera ser un antecedente a una especie hibrida de punk funk dislocado, demencial. Como veis, para todos los gustos, dentro de la provocación, de caminar por los margenes pocos transitados. Asi, la unión del saxo con las teclas minimales de "The American cousine", te provoca, te araña, te sumerge en los albores del abismo musical primigenio.

Luevo van y se descuelgan con un canto electronico llamado "Throat violence", y te dejan pávido, sin aliento. Asi, hasta 16 pistas donde demuestran con punteria hasta donde llegaron en una epoca en donde ya empezaba a despuntar otros terroristas sónicos como los Psychic TV.

Valga pues este articulo para la recuperación de unas maneras abruptas de componer, de una necesaria banda cuya importancia cabe resaltar para entender todo este mundo del punk despues del punk.

miércoles, 20 de abril de 2011

MUDHONEY. "The lucky ones" (2008)


Aun recuerdo allá en los lejanos 90, un concierto de los Mudhoney en plena ebullición del sonido grunge. Menudos burrazos la banda de Mark Arm y sus testarudos chicos listos para romperte los timpanos con su rock que bebía tanto del blues, del punk o del hard con tintes rokistas.

Pasado ya el acné que causo la aparición de los Nirvana y toda esa prole de estrafalarios imitadores, Mudhoney nos regaló este pedazo de bomba h de rock, para recordar que la fidelidad a unas maneras de hacer, trae consigo la aparición de discos como este, donde los que disfrutamos con este tipo de sonido nos lo pasamos pipa.

Y es que como no mover tus viejillos engranajes óseos cuando escuchas "I'm now". Es para quitar el polvo a todos tus vinilos de la época y empezar a degustar de nuevo esas antiguas maneras de crear ventosidades roqueras que ya los niños indies de hoy en dia han olvidado. Prefieren el onanismo de sus The Strokes para sentirse duretes.

A Mudhoney les va la marcha y se nota cuando tu equipo escupe "Inside out over you", donde parece que el tiempo no haya pasado, o se descuelgan con un blues que como la que titula el lp, repleto de espinas y ácido para tu mente.

Y es que ahora que todo el mundo se ha olvidado de Seattle, oir cosas como la chula "Next time", te pondrá las pilas en un minuto. Mudhoney nunca engañaron a nadie, nunca se pasaron al bando de los pelotas, nunca se afiliaron en el bando de las regeneraciones musicales. Lo suyo es rock, y del bueno.

Me alucinan cuando frenan y se sacan de la manga una exquisitez como "And the shimmering lights", tranqui y novedosa dentro del catalogo Mudhoney. Pero no hay que dejarse llevar por los valses de los orates. "The open minds", tiene mala leche punk, y "What's this thing" se deja llevar por la tradicción del rock sudoroso y urgente para desplomarnos con su mole vacilona y total.

Era en una sala de Madrid, donde les vi convertir a los altavoces en un coladero de llamas. Ahora, con el paso de los años, y la escucha de este "The lucky ones", queda claro quienes iban de farol, y quienes apostaban por usar el rock como un tonel de gasolina para esparcir su rabia hacia nuestros oidos puberes que ahora, con unos cuantos años de más, recogen con felicidad el recuerdo de unos rigurosos y fieles servidores del alto octonaje.

lunes, 18 de abril de 2011

MOGWAI. "Hardcore Will Never Die,but You Will" (2011)


Vuelven los escoceses Mogwai, con este titulo de album que nos hace pensar en algo duro, abrasivo. Pues no, este "Hardcore will never die, but you will", es el lp donde más complaciente se encuentran, donde no se andan por las ramas para popificar el post-rock, si esto es posible en el discurso de esta banda que nos suelen dejar sordos cuando escuchamos sus directos.

A mi modo de entender, siguen sin superar los increibles "Rock action", (2001) y sobre todo el bestial "Come on die young". Después de estos dos largos, han sacado buenos discos, pero no llegan al hechizo de los citados. Y eso que el inicio con "White noise", promete paseos por una melancolia estrangulada con sus caracteristicas guitarras tan monolíticas y a la vez tan tersas.

Más la cosa no va por ahi. No entiendo que tiene de bueno "Mexican gran prix", electrónica, con voces en medio, monotemática y algo aburrida. Mogwai me engatusaban con sus silencios, con sus combates electricos, con su hecatombe sónica. Aqui, por más que busco, solo encuentro indicios. "Rano Pano", es efectiva, te deja llevar con su balanceo continuo, con su claqué para postrokistas aficionados a las emociones fuertes.

No, "Hardcore..." no es un mal cd. Tan solo que ya ando cansado de estas explosiones que han dejado de parecerme lirica eyaculada, para convertirse en un mimetico discurso de algo ya escuchado mil veces. "Death rays", parece casi sinfónica. Y que me dices de la mainstrem "San Pedro", preparada para auparse en la listas de los sonidos duros.

"Letters to the metro", con su piano de inicio se convierte en una jaula ambiental recreándose hábilmente en la forma de trabajar que tienen los escoceses, provocándonos desde los primeros compases una catarsis siempre dirigida a nuestra psique mas perceptiva a este universo sonoro.

Y "How to be a werewolf" que quiere parecer estremecedora, se deja llevar por una alarmante simpleza. El vocoder excesivo de "George Square Thatcher Death Party" no deja de ser una muestra mas de esta involución de Mogwai.

No, tras casi 10 escuchas no tengo más remedio que decir que los Mogwai ya no me encandilan, que no me los creo, que prefiero ponerme a los postmetaleros Isis, o recordar a los Explosions in the Sky, para saborear de nuevo esa sensación atomica que producen las guitarras cuando nos quieren romper en pedazos con flores de guillotina.

viernes, 15 de abril de 2011

CRAIG AMSTRONG. "Piano works" (2004)


Uno de los discos que más me ha emocionado en esta larga historia de oyente investigador de nuevos sonidos, fue "The Space Between Us", trabajo de este compositor de bandas sonoras de peliculas, que utilizaba el clasicismo con pinceladas de electrónicas para rompernos el corazón. Inolvidable sus melodias, su creación de nubes liricas, su manera tan peculiar de componer.

Craig Amstrong, conocido por su participación musical en films como Moulin Rouge, Romeo and Juliette, o Love Actually, le valieron a parte de premios, un reconocimiento en el mundillo de los creadores de ambientes para cine. A parte de esto, su labor como músico, no le va a la zaga con su primera profesión.

A parte del citado "The Space between us", no tendriamos que olvidar el oscuro "As If to Nothing" (2002), y este "Piano works", donde recrea con su piano temas suyos, cambiando las programaciones tecnólogicas por el clasicismo más inspirado, más repleto de aromas de serenidad.

En las 18 piezas de este "Piano works", aparecen tanto recreaciones de su afición cinefila, como transmutadas e inspiradas versiones de los discos en solitario,dejandónos la impronta desde el principio de que estamos ante la obra de un gran creador, un afilador de palabras lirios, un orfrebre de melodias para la instrospección.

La minimal "Sunrise", da la mano a la melancolía suprema de "In my own words". Pocas palabras puedo decir. Dejarse llevar por la levedad del tocador de teclas, las sombras que vienen a llenarnos de espinas, el vaso con la huella de rimel de amor, guardado en el armario donde dejamos los traiciones y las esperanzas truncadas.

"Heatmiser 2", es un correcalles de poesía desbocada,que se transforma en "Hidden" en un surco donde plantar la belleza con las unicas armas posibles de la sensibilidad. Colosal y supremo Craig Amstrong."Weathers storm", que viene de "The Space between us", no pierde la fuerza de la original, y gana en recogimiento, en repartir seda a diestro y siniestro.

Y que me dices de "Leaving Paris", acercándonos al mundo de Nyman, sumergiendonos sin posibilidad de levantar el vuelo en una burbuja donde descansa nuestro animo, mecido por las notas que esparce los dedos de este majestuoso hombre que tanto bien hace para la música del corazón.

Me he puesto este cd en los cascos, en casa he puesto la cadena a tope, al ordenador le he dejado el trabajo de transmitir con delicadeza estos murmullos de rio sentimental. Es igual. Cualquier medio es bueno para caer rendido ante el hechizo de todo "Piano works". Para perderse en los brumosos bosques del yo mismo.

miércoles, 13 de abril de 2011

MARK HOLLIS. "Mark Hollis" (1998)


Quien le iba a decir al bueno de Mark Hollis, que pasaria de una estrella fulgurante del pop de los 80, con sus Talk Talk, a acabar la carrera con estos, con dos discos como "Spirit of Eden"(1988) y sobre todo "Laughing Stock" (1991), verdaderos puntales de un cambio de registo total, donde lo atmosférico se mezclaba con lo ambiental, en una suerte de postrock instrospectivo.

Si no los teneis, haceros, con esos dos largos, y con este disco que comentamos, y que bien pudiera ser uno más de los Talk Talk de su ultima etapa. Tras siete años sin publicar nada, Hollis nos regaló este pedazo de obra monumental, donde cabalgamos con su voz, con sus vientos, con su jazz relajado, ribetes animicos para el alma, dolores vencidos, tranquilidad musical.

Asi era Hollis. Su aliado, el silencio,se afiliaba con él para hipnotizarnos, para llevarnos de la mano por el valle de la melancolía, por lugares perdidos de la memoria, por el ayer hoy. Porque me pongo "The colour of spring", con las notas del piano volando entre el ruiseñor de Hollis, lenta letania triste y acariciadora, y me lleno de golpe de cataratas de paz. Para dejarse llevar.

La armónica aparece en "Wasterhed" para llenar los huecos, que dejan aqui un sonido más completo. La guitarra, las teclas livianas, la historias de siempre pero contadas con el corazón. Suena "Insine looking out", con su clasicismo barroco, con su pedales de piano rumiando hojas caidas sin parar, y ya me deja sin respuesta, sentado sobre la escucha, roto y feliz. Que gran compositor Mark Hollis. Como supo dejar atras los tiempos de las ventas y los estadios, para retirarse a una habitación desconocida para componer joyas imperecederas que resistirán los envites y contiendas de los años negros.

En "The gift" suena más orgánico, entrampado por un poso de jazz de luces apagadas, los instrumentos parece que suenan tenues, como si nadie les estuviera forzando, creando un climax envolvente, llenado por el tono vocal de Hollis, y acompañado aquí de una guitarra que se aventura por paisajes de ocres colores.

Y a vanguardia del alma suena "A life (1895-1915)" ocho minutos de purpuras recreaciones donde la introversión nos viene de la mano de un tour de force de postales de mares calmados. De nuevo el piano, un sonajero beduino, una carta en el olvido, la constatación de que los más grandes, aunque se sumergan en la no productividad, cuando aparecen, es como si hubieran estado siempre con nosotros.

"Mark Hollis", es un discazo, la trilogia que no se termino de Talk Talk, la manera más necesaria para recuperar a todo un titán, que convirtió a las sombras en orquestas de luz diafana para el disfrute de nuestra alma musical.

lunes, 11 de abril de 2011

JAMES BLAKE. "James Blake" (2011)


Me deberé estar haciendo viejo, o lo mismo es que no entiendo todos los parabienes que he leeido por todas las partes, de este musico ingles de 22 años que según todos, es lo no va más, y a mi, quitando algún tem,me ha dejado tan frio, como su música.

Ningua mala critica para este puber que ha cogido elementos del dubsteps para eleborar una especie de soul post moderno, que la verdad, después de más de siete escuchas, no sé realmente la razón por la que todos se han movido para vanagloriar a este jovenzuelo londinense.

Y eso que la cosa no empieza mal, con "Unluck", algo espectral, con las notas de un piano de fondo, mientras suenan glitch que se entremezclan a la voz tratada de Blake. Lenta, sinuosa, misteriosa, no esta mal. Lástima que la cosa no siga esta senda.

"I never leanrt to share", es un soul futurista, algo ruidoso, metálico, pero sin chispa, como falto de alma. Alma que tampoco encuentro en "Lindisfarne I", robotizada, secuenziada, preparada para mandarla en un cohete al espacio sideral. Quizás alli encuentren las arterias emocionales que no veo por ninguna parte.

En "The Wilhelm scream" levanta el vuelo. Balando tristeza me lo creo más que especulando con el exceso tecnológico que rodea todo este homónimo disco. Más clásico parece con "Limit to your love". Piano, su voz, y después algo de su abusica porción de voz tergirversada.

Lo siento, pero por más que lo intento, no noto que la piel se convierta en volcán, mis oidos siguen esperando un momento de crack, un subidón para cambiar la opinión de un cd que la verdad, con todo lo leido, me ha supuesto una gran decepción.

"To care (like you)" sigue por las directrices soul conjugado en un organillo sideral. Quizás estas canciones casen a la perfección en el ambiente de un club dedicado a muestreos futuristas de las emociones, o a una discoteca de disecados latidos vencidos por la programación del fin.

Lo dicho, será cuestión de los años, pero cada vez que escucho escesivos halagos a un artista nuevo, el recelo aparece junto a la cautela. Frio. Excesivo frio.

viernes, 8 de abril de 2011

THE SECRET SOCIETY. "I am becoming what i hate the most" (2008)


Lo primero que se me viene a la cabeza cuando escucho parte de este "I am becoming what i hate the most", es a Bedhead y su prolongación en The New Year. Los silencios, los apretones electricos, y la intensidad que crean, te dejan sin aire, y todo con una patina emocional que deslumbra y aturde.

Este fue el segundo largo de esta joya escondida del indie nacional, que dirige Pepo Martinez (ex-Grande Marlaska), y que desde el inicio brutal de "Lifetime compromise", deja bien claro que la distorsión casa perfectamente con esas historias tan particulares que se balancean en un motin de abrasivas guitarras, entre subidas y bajadas, teclas de por medio y mucha intensidad nada gratuita.

Las canciones, aunque sus titulos sean en ingles, se repartan mitad y mitad con el idioma de Cervantes.He leido que a muchos no les convence la voz de Pepe; bueno, los hay peores, y lo que más resaltaria es el conjunto, el todo instrumental, lo creible que suenan cuando te pones "Lights On Don'T Mean I'm Home", sucios, pero con un aire de melancolia que como decia al principio, me recuerda a los hermanos Kadane.

Pero tambien suene el folk en este disco. Se ralentiza la maquina de los excesos y les sale nanas como "To my mothers". Sonrie, sonrie y sigue a lo tuyo, mientras se preparan con "Live Vest Under Your Seat", con su ritmo lento, comedido, que se va convirtiendo en un festín de hardcore del corazón.

Se levanta la tormenta, y suenan las cuerdas gráciles en "The Beautiful Struggle Of All The Small Things", para con las mismas armas medio acusticas y en español, entonar su particular hit, "Did You Ever Feel Ridiculously Sad?". Bien hecho.

Pocos grupos de aqui suenan como ellos. Porque no se orientan a ser unos constantes fieros, ni tampoco estan a gusto como confesores de almas. Asi que derrochando un buen puñado de cualidades instrumentales, la media hora que dura este "I am becoming..", pasa volando, acicalando los trastes de la guitarras.

"We don´t have idols, yet" camina entre espinas en un reguero de sentimientos dolidos, mares de brumas eléctrica, fogatas a la luz de la pasión, el misterio que seguirá siendo incognita. Luego, viene la acústica, "At home with your daughter" y en "I see monsters" se muestran oscuros, densos, epitafio final para un disco que si te va esto de la tensión al limite, tendrás que hacerlo tuyo. Los seguiremos la pista pues.

miércoles, 6 de abril de 2011

JUNGLE BROTHERS. " Done By the Forces of Nature" (1989)


Estamos en 1989, y Jungle Brothers, con su segundo largo, compusieron una de los hechos más importantes de la historia del hip hop. Junto a De la Soul, y Public Enemy, Jungle Brothers, quizas sea la ultima parte de ese triángulo que formaron estas tres indispensables bandas.

"Done by the forces of nature", es todo un canto orgulloso que no decae en su hora de duración. Mire por donde se mire, tenemos una obra maestra del género, donde se atisban ecos desde Coltrane, Africa Bambaataa o Funkadelic, por citar solo algunos de las influencias más o menos reconocidas que recorren "Done by the forces of nature".

1989. Parece mentira que en el 2011 suenen tan frescos, tan naturales, tan impactantes en eso de acercanos la llama más primigenia del hip hop, mirando a Africa. Mira la portada y empápate de todos esos colores que recorren el album.

Con el primer trallazo, "Beyond the world", sientan las bases a todo eso que luego se llamó con el paso del tiempo indiehop, y toda la escuela de Anticon. Rimas, entrecortados tiempos, y graves que te dejan sordo. "Feelin'alright", es puro soul lobotomizado por estos negrazos que nos traen a James Brown convertido en una bombona de hip hop colosal.

Estos tres golfos, Africa, Mike G, y Sammmy B, te dejarán seguro a tono. Poco les hace falta en "Sunshine" para explosionar todo: la voz, una base, y los coros de los angeles del cuerno de Africa en Norteamerica.

"U make me sweet", es puro disco sin sonrojo, ni torpeza. Danzar, danzar, danzar y verter tu sudor en un monton de dislocados minutos para la sedicción. Colosales, repito. Y luego van y se montan una extraña y sideral "Acknowledge Your Own History" que te dejará sin aire.

En "Good Newz Comin" disfrutamos con su discurso africanista, con sus tambores traidos de la sabana más ignota, y los guerreros en pie de batalla con sus lanzas de hip hop surcando el cielo del ritmo. Y cuando se ponen marcianos que me dices. La que titula el cd, es su incursión particular en el jazz, desde su nave espacial de tribulaciones sónicas. Apabullantes.

"Done by the forces of nature" es todo un manual de hip hop, considerando el género un campo donde lo primitivo se va abriendo paso a traves de todo ese legado mencionado al principio del articulo. La transmutación que se consigue de todas esas miradas que perviven en el disco, hacen de el una obra a encuadrar, verdadero volcán de hip hop solo superado por algun trabajo de los guerrilleros Public Enemy.

¿Cómo te quedas tras la escucha de "Beeds on a string"? Percusiones,algún viento despistado,algún sólo electrico y la sensación de que en el peligro se vive bien.Tambien les sale bien cuando se ponen sentimentales,("Black woman") melosos, con voces de féminas de fondo, en una riada poderosa de lava negra.

Eso es "Done by the forces of Nature". La confirmación de que Jungle Brothers, generaron en el citado 1989, un artefacto visonario, crisol perfecto contrario a seguir el dictado de las normas del género. Un paso adelante valiente, adictivo, hermoso, caliente, global, especial...

lunes, 4 de abril de 2011

THE THERMALS. "Personal life" (2010)


Tras el pepinazo que se esconde tras la grandiosa "I'm gonna change your life", enorme canción que tiene todo para ser un hit referencial con el paso de los años, se encuentra una mayúscula banda que estan haciendo méritos para que se quede en lo más altisimo de los altares junto a grandes popes como Superchunk, Les Savy Fav o Magnapop. Estos chicos merecen de verdad la pena si aun no los conoces.

"Personal life", es su quinta obra, y lo han dedicado a eso de las relaciones personales. Todo un mundo complicado que ellos se lo han ventilado en una media hora endiablada, que se me ha pasado en un pis pas. "I don't believe" me tiene loco con su punk pop puntilloso, radiante, para bailar y gozar, para gritar y escupir.

De verdad y creo que no me paso, si me dicen que este disco es de los 90, me lo creo a pies puntilla. Y es que no falla nada en "Personal life". Los produce un miembro de los Death Cab for Cutie, y son solo tres. No importa, se las apañan la mar de bien para destripar melodias como "Never listen to me", otro clásico para los anales de los anales.

"Power lies" es fiel a sus principios, y te dejan con el oido seco tras poner tus auriculares al 100% de potencia. Se lo merecen. Y también se merecen que se les escuche un poco más, que se les conozca. Olvidaros de pelmas como The Stokes, The Thermals os harán felices, os alegrarán el dia, os invitan a su fiesta y encima os pondrán hasta arriba de copas.

Me pongo "Only for you" y sus ritmos pop encrespados sin intimidar; la voz y la melodia, el bajo radiante, canciones como ésta sirven para revitalizar a cualquiera, para sanar enfermedades de tedio musical, causada por los cadávares andantes que se dicen poseedores de mil razones para ser geniales.

Sus trabajos anteriores eran un poco más burrotes. Pero en este "Personal life", han sabido introducir el pop, siempre con miras a su pasado, más con la intención de avasallarnos con su distorsión bien sonante. "Your love is so strong", es una buena muestra de ello.

Y luego van y componen himnos como "A reflection", tranquilos, fuertes, medicinales, expansivos, soleados, brillantes. Escuchar a The Thermals es comprobar lo dificil que puede ser la busqueda de adjetivos para definir tan enorme bacanal de buen sonido. A por ellos pues, a explosionar nuestros equipos de alta fidelidad, que se rajen todos los mp3, que vivan The Thermals.

viernes, 1 de abril de 2011

PAN AMERICAN. "Quiet city" (2004)


Mark Nelson, fue el lider de una de las bandas que más provecho sacó a los orificios del post rock. Digamos que de la primera andanada de grupos de los 90, sus Labradford, nos llenaron de planeadores secuencias de ambient ensoñador, refugio y alivio para los que ansiamos de vez en cuando, un pequeño retiro sónico.

Como olvidar creaciones como "Prazision", (1993), o el ocaso de su carrera con "Fixed::Context" (2001), donde elementos leves electrónicos acompañaban a la guitarra de Mark, elaborando perfectas y silenciosas trampas para el ensueño.

"Quiet city" es un fenomenal engranaje donde sumergirnos en pos de la introversión fértil. Los inicios electrónicos de "Wing" se enredan en sus nueve minutos de especulación minimal programada, radiante y espacial. En "Shining book" aparece la voz de Nelson, rompiendo su ortodoxia instrumental, si bien sus palabras son como sombras que se mecen en intervalos de trompetas inválidas y de confeti sideral.

La novedad aparece en temas como "Inside elevation", donde la guitarra suena a desierto, haciendo algo parecido a ambient fronterizo para algún western surrealista. En este su cuarto largo como Pan American, se nos muestra hasta donde puede llegar un artista que cuaja perfectamente tanto en el club de los postrokeros, como en de los incendiarios del ambient.

Porque el ambient predomina en cada segundo de "Quiet city". Ambient que en "Lights on water" se refrenda con los acordes de la guitarra entre una invernal conspiración de guiños de burbujas espectrales. La que más me ha impactado la encontramos al final: "Lights of little towns". Pura lírica, donde cada sonido es una amalgama gracil de provocaciones para el ocaso. Flotadores al aire, y suavidad de terciopelo.

Bonito viaje el que hacemos tras escuchar "Quiet city". Sacamos las alas, nos olvidamos de la materia, y le pagamos a Nelson el ticked que usa como señuelos para conseguir adoradores del buen ambient.