lunes, 22 de diciembre de 2014

KEREN ANN. "La disparation" (2002)


Chanson, L'amour fou. La primavera que se cierne, el corte de mangas de la soledad, la placidez de una voz mientras "Les riviêres de janvier" suena descabalgando minutos sobre una suave alfombra de nubes.

Keren Ann, en este segundo disco, y avalada por los abrazos en la producción de Benjamin Biolay, nos regaló una buena oleada de susurros de baja intensidad, un mar que a veces corrompe voces, como en la sugerente "La corde et les chaussons" y otras como "Surannée (seventeen)" te acoge en la embajada de pianos y arpa que consigue que al levantar la persiana veas volar algún ángel embriagador sobre los tejados lascivos de la vieja ciudad.

"La disparation" habla de perdidas, de adioses, de manos asomadas por ventanas de trenes que se van para no volver. "La disparation" es frágil y también enternecedora. "Ailleurs" es bossa tranquila a vapor de Henry Salvador. Detalles de luz e invierno, vesanía por el cariño.

"L'illusionniste" tiene aires jazz, años 20 para bailar entre carmines y músicas de noches sin fin y "Me pas dans la neige (spanish song bird)" es otro pedazo de boomerang para embriagarnos sin perder de vista el control.

Buena pareja Benjamin y Keren. Juntos en pos de la liturgia de la chanson, juntos bailando a la luz de la sin luz.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

TRIFFIDS. "Calenture" (1987)


Mi primer encuentro musical con este banda mítica australiana no ha podido ser más gozoso. Mil veces nombrados, referencia de canguros y rock de la gran isla, me adentro en este estupendo"Calenture" con un cd extra, y me empapo de los 80, de hits épicos, de melodramas sin salvación.

Y es que el listón que ponen con la inicial "Bury me deep in love" con sus coros de soul, con las cuerdas agitando mares bravos, es como para ponerte a gritar juventud eterna. El cuarto disco de la banda que lideró  David McComb (fallecido en 1999 por excesos múltiples) es todo un compendio de ese dramatismo que tanto gusta al otro austaliano Cave, pero aquí empapado con guitarras menos áridas y con un mapa sonoro que sube y baja ("Kelly's blues) sin parar.

Gil Norton, el mismo que ayudó al triunfo de Pixies, es quien lleva la máquina de la producción. Soberbio de principio a fin. "Calenture" (fiebre tropical que ataca a los marineros después de largos periodos sin ver tierra) me tiene alucinado. "A trick of the light", es para ponerle a todo trapo, FM radio para corazones que han dejado el ancla en un universo de dolores y engaño.

David, que iba de predicador con sus triffidos, eleva desde el púlpito su garganta para condenarnos a un club de esencias peligrosas, donde es fácil perderse cuando suena "Hometown  farewell kiss". La rugosa "Unmade love" juega al engaño, al escondite con ecos siniestros, muñecas rotas, calles oscuras, teclados para pasar miedo adolescente mientras el telón cae guillotina de sueños.

En "Open for you" se acercan más al sonido de sus paisanos The Go-Between. Pop con mácula de himno, decorado de flores mientras el final se percibe como algo cercano, amenazante. Según la crítica "Calenture", fue el mejor disco de la banda del desafortunado McComb. La verdad es que el hechizo es instantaneo. Las campanas que percuten de la alegre "Holy water" guarda secretos inconfesables, marchitas legañas en escritos que dijeron adiós a la paz de corazón.

Cuando me puse "Blinder by the hour" el algo etilico y emocinante dia de mi aniversario no pude más que empezar a bailar con una sombra, con un fantasma de esos que pululan por la caverna de nuestro desarraigo, que acosan a nuestro ser montando un espectáculo solo para almas imprudentes. Triffids. Y yo que pensaba que Nick Cave era el Cesar de Australia. ¿Qué habría pasado si 1999 no se hubiera llevado a David McComb?

"Vagabond holes" suena a gospel de desiertos ajenos y en "Jerdacuttup man" me parece hallar el trasunto de los Bad Seeds cuando éstos se dejaban llevar por la somnolencia. "Love the fever" y "Everything you touch turns to time" son  otras dos gemas para que te queden ganas de acabar este primer cd y empezar con el segundo, donde te hallarás con primeras versiones de los temas del disco y probaturas de todo tipo.

Triffids, Para acabar el año, un enorme regalo que me hago. Lamentos y oración, salmos y bebida, vamos, como la vida misma.


lunes, 15 de diciembre de 2014

LA HABITACIÓN ROJA. "La moneda en el aire" (2014)

9 discos a sus espaldas. Los valencianos siguen impertérritos su camino en esa adolescencia eterna que nunca se les va, tomando sopas de acné, mirando las camas vacías, hablando sobre la nostalgia y lo que no volverá a pasar.

La verdad es que siempre me han gustado. Quizás porque parece que con ellos el tiempo no pasa. "Radio" (2001) y "4" (2003) fueron mis favoritos. Luego han ido perpetuándose en su ideario de power pop, (la que titula el cd es una muestra de ello)  a veces acompañado con pequeños apuntes de música electrónica como "De cine".

Lo suyo es el desamor, el abandono, las manos suplicantes de roce y las nubes siempre pintadas de grises tones ocres ("Tanto por hacer"). La Habitación Roja nunca ha jugado al despiste, ni quieren que les ubiques en sitios distintos a su campo natural de acción. Te ponen un piano para que silbes, "Si tu te vas (magnifica desolación)", o se las apañan en construir buenos hits de pop rock, como "No quiero ser como tú".

Me gustan menos cuando oigo "La casa en silencio" y quieren parecer lo que no son. Sobran las ínfulas modernas del tema. "Donde no exista el miedo", es la que más me gusta. Rock de alto octanaje, recordando las antigua colaboración de la banda con Steve Albini.

Apoyados en la barandilla, mirando los 80, los 90, los años que quedan por venir, Morrisey con leche de pantera, susurros y acicates ("Quedas tu").  Nostalgia por el tiempo perdido, por las magdalenas congeladas en un nicho de besos compungidos.

Acaban con "A dos metros bajo tierra". Síncope, abracadabras del amor, señuelo y seguir rectos hacia la cordura requerida. La Habitación Roja, nada nuevo bajo el sol, siguen igual de púberes, sus ritmos me los sé de memoria, pero no se porque me siguen gustando. Cuestión de seguir mirando atrás.


sábado, 13 de diciembre de 2014

THE GLOAMING. "Gloaming" (2014)"



Música irlandesa. "Song 44". Una leve guitarra y una voz que está dando martillazos en el agua para encontrar las huellas de una sirena, su aliento beatifico, su hedor a sardina. Cierro los ojos, sueña el violín. Es la hora de la siesta pero estoy clavado en  las teclas del ordenador.

Sábado, 13 de diciembre. Jouex anniversaire a mi mismo. Fuera esta oscuro. No sé si cuando vine al mundo hacia el mismo tiempo. Me lo imagino. El hombre que busca romper el hielo y yo que no paro de hablar palabras en el texto mullido de este blogger para seres que siempre buscan una excusa para reír llorando.

"Allistrum's March", y los celtas que no para de echar leña al fuego para que el cielo sea un reflejo de rojos quehaceres para disfrutar.  Iarla, Thomas, Caominh, Martin y compañía, me los imagino con una buena pinta de guiness sorbiendo a pedazos el invierno mientras fuman en una pipa señores de anillos traviesos.

Un disco donde se une la música contemporánea y la música de las islas. "Necklace of Wrens". Me tomo un café ,cruzo las piernas, oigo la voz en céltico idioma y me echo a gozar. Bueno, hoy estoy un poco emocionado. Los 45 y seguir tachando calendario. Mirar atrás y desear el futuro. Los surcos del agua, las gaviotas cazando danza, y yo mirando a mi hijo con la tableta que no es de surf sumergido en un juego de pelotas. Es sábado, Dejémenos llevar.

"The Girl who broke my heart", es para usar gaita y correr.Amaestrar a las fieras y contemplar el avance de las arrugas. Joder con el paso del tiempo. Bucear y bucear buscando un grial cualquier para topar con el zapato de Cenicienta......."Freedom". Libertad. Aupémonos, sigamos de frente, oigamos el rugir de nuestros corazones, Vivan las arterias del corazón!!!!!!!!!!!!!!!!!.

"The Sailor's bonnet" es pura tradicción irlandesa. Aqui no hay New York que valga, ni compostura de vanguardia.Hierba, verde, un pub, y adios.  "The Old bush", otra joya para acampar en un claro de bosque, para que los gnomos me toquen los pelos del anhelo, para degustar una sopa de setas de esas que te hacen volar.

The Gloaming. Juicio y locura. La dulce expiación. Jouex anniversaire a mi mismo. Un chivas en chupito, una entraña para comer, el sueño de las 4 de la tarde mientras "Openening set" repica con sus campanas de llamamiento universal.


miércoles, 10 de diciembre de 2014

PUBLIC ENEMY. "It takes a nation of millions to hold us back" (1988)


Ahora que este disco ha sido nombrado como el mejor disco por la revista de luxe, en sus 30 años de existencia, es buen momento para volver a ponerlo en tu reproductor, para agitar los altavoces con andanadas de rimas, de parte de estos terroristas del rap, con Chuck D y Flavor como voceras de un estilo que tuvo a Public Enemy como los principales valedores, valuartes de lucha y de brusquedades sónicas.

EL segundo largo del grupo es reverenciado y aclamado como uno de los hitos no sólo del rap, sino como un fenómeno que transciende ismos, que se posiciona como una de las creaciones más rutilantes e influyentes de la historia de la música moderna.

Desde la introducción con sirena incluida de "Countdown to Armageddon", te ves embestido por una máquina sin freno. Ya en la segunda del lote: "Bring the noise", con The Bomb Squad en la producción, y sus samples funk, te dan ganas de empezar a pegar tiros de gritos a diestro y siniestro.

"Don't believe the hype" con un rapeo que se te incrusta en el cerebro es de esas canciones que no tienen fecha de caducidad, para poner como banda sonora de la insurección, del black power, disparos y a correr contra las celdas del sistema. Rap para mover conciencia, chulería para quebrar la apatía musical de últimos de los 80. Public Enemy. Únicos e irrepetibles.

16 temas para corromperte a gusto, para gozar entre proclamas de sedicción. "Cold lampin' with flavor" es baile, scratch y tensión, películas mil veces vista, necesidad del grito como protección contra el racismo y la putridez de las masas gobernantes. Flash Gordon aparece en "Terminator  X to the edge of panic"; punzón y ardor, rimas y más rimas para gozo y disfrute del personal.

No me extraña que este disco esté tan ponderado, tan votado como un elemento indispensable para entender la evolución de la musica del siglo XX. "Louder than a bomb" es otro pedazo de hit, un bombazo para sabotear los relojes del orbe, sedicción y paroxismo.

Public Enemy samplean a su antojo:  "Caught, can we get a witness?" y el Shaft de Isaac Hayes lobotomizado en una revisión malsana de los cánones de la música negra. También el jazz, a su manera, tiene cabida en "It takes..". con "Show 'em whatcha got" y sus aires de Coleman. Y cuando quieren sonar pesados, casi metaleros, se sacan de la manga algo tan apabullante como "She watch channel zero!?", precursora canción de tanto crossover que vendría después.

¿Qué más se puede decir de "It takes a...? Faltan definiciones, palabras, adjetivos para ser justos con un cd que es es para romper voluntades, para arrinconar la mentirosa paz. "Prophetes of rages" es otro mazacote de metal-rap, pulso a 1000 y diatribas corriendo por el aire ponzoñoso.

Para empezar a disfrutar el rap, si aun no te ha picado el bicho, este es tu disco. Te pones "Rebel with a pause" y sabrás que nada será lo mismo. Disco cabecera, disco coartada para gritar, disco de milritmos, disco total. Black Power!


lunes, 8 de diciembre de 2014

BRAD MEHLDAU. "Largo" (2002)


"Largo" es mi disco favorito de Brad Mehldau. El pianista consiguió con este disco, que junto a The Bad Plus o EST, los que no tienen aun mucha afición por el jazz, convidarles con un buen amasijo de excusas musicales.

Las versiones que nos encontramos en "Largo" son de esas que no se olvidan. El clasicismo de Brad abrazado a una procesión de señas de identidad que acogen de todo un poco. Suena los primeros compases de "When it rains", (salio en la formidable peli "The Lake house"), con las teclas experimentando saudades, y no puedes más que esperar a la siguiente escala.

"You're viging me", xilofono en mano, swing y free, da el pie a "Dusty McNugget", vacilada con percusión envolvente, con las manos de Mehldau cada vez más libertinas y candentes. "Dropjes" parece una emocionada recreación del mundo de Duke Ellington. Soberbia de principio a fin.

¿Y las versiones? "Paranoid android" de Radiohead es para ponerla en un marco, capturando la esencia de la original, misteriosa y espectral, vaivenes ritmicos, tensión al limite. En "Frank avenue" baja el pistón para mediante la instrospección realizar una pieza repleta de islotes de tranquilidad.

Y se atreve casi con el rock industrial en "Sabbath", amenazante, colapso donde viven las guitarras y el piano como un ente peligroso, indolente, ejemplar. Puro rock en coma. Y la version de Beatles, "Dear prudence", es otra joya de esas para pulsar corazones.

"Largo" un buen jaraba de jazz para madrugadas largas o para combatir el frio del invierno. Jazz, buen jazz para no olvidar.


viernes, 5 de diciembre de 2014

KARATE. "595" (2007)


Este cuarteto de indie jazz siempre me encandiló. Comandado por Geoff Farina,  y nacidos a mediados de los 90, tuvieron el enorme acierto de presentarse con unas cualidades musicales muy personales dentro del orbe independiente.

Lo suyo era hilar estructuras jazz con fundamentos indie, tejer una red donde construían andamios de rock especulativo, emocionante. "The roots and the ruins", la que abre  este live, "595",con la guitarra de Farina, es todo un prodigio de elegancia y surcos luminosos.

"Airport" es otra de las piezas con tonos amables, disipando dudas, arpegios que se trenzan en andanadas, catarsis controlada. Donde más se aprecia el duende, en cuando Karate se propone alargar su visión del jazz, exponiendo juegos instrumentales que juegan a jam sessions de club sin prisa al cierre ("In hundreds").

"Original spies" es delicada, algodón, siempre con la voz de Farina como luminoso faro donde el feedback engancha tonalidades gráciles. Te pones "Number 6" y sientes como desde lo mínimo se trabaja rutilantes y calmosos paseos por valles gastados de hondura. Hasta les da por ponerse burrotes con "There are ghosts" para terminar el viaje con los diez minutos adictivos de "Caffeine or me".

Un buen golpe para los sentidos Karate. Jazz para la afición independiente, rumores de olas y buen quehacer artístico. Un directo que no la parece, un torrente de magia.


martes, 2 de diciembre de 2014

DOUGLAS DARE. "Whelm" (2014)

Un piano. Un londinense. 23 años insultantes y un ramillete de diez canciones que te pone los pelos de punta. Lirismo, melancolía, soñar con ruinas de flores que esperan un aullido de rocío para volver a sentir, teclas que hacen despertar al sol ("Clockwork").

Esto es una cuaderno de poemas cargado de cielos que descargan pasiones indomables. Douglas Dare tiene el resorte para contar con su intrumento, la voz y un armazón levemente electrónico que sirve para esparcir ésporas de amaneceres convulsos ("Nile").

Hay quien ve en Douglas Dare como una continuación a los sonidos de James Blake. Yo creo que Dare va más alla, que usa la electrónica como un marco para esparcir en el lienzo de su compustura clásica un buen torrente de emotividad. Oyendo "Repeat" me parece más que estoy oyendo una versión rompecorazones de Thom Yorke.

En "Whelm" no sobra nada. Lo liviano se junta con el misterio, la tristeza con la conmoción. Te sientas después de comer en el sillón, cojes un libro, pones el cd mientras ves en la calle militar a las gotas de lluvia en una procesión sin fin y cuando llegas a "Caroline" sientes que los nubarrones son irrisorios, frágiles, manchas sin fe.

El inicio de "Unrest" se deja llevar por una sombra tecnológica, bajo presión de mil llaves, mientras Douglas entona sueños, paseos por una cumbre de cierzo. Blanco y negro y colores fuertes. Todo junto en una colisión de caricias.

"Lungful" y "Swim" te dejan sin aliento, remando espuma, cartas sobre la mesa mientras meditas sobre el sonrojo del paso del tiempo. Uno de los discos más hermosos que se ha fabricado este año. Para gozar entre el frío, para darte calor sin rubor. 


domingo, 30 de noviembre de 2014

JOHNNY DOWD. "The pawnbroker's wife" (2002)


Menudo gamberro es éste texano llamado Johnny Dowd. Escuchando  "I love you", parece que estamos con una banda amante del folk rural, del country para listas de andar por casa. Nada de eso. Y si no, la siguiente del disco, "Rose tattoo"; blues marciano, extraño, para que te de el regusto de seguir escuchando este enorme disco.

Johhny Dowd lleva desde finales de los 90 escociendo el blues, sobornando las tradiciones musicales yankies para producir espectaculares fuegos de artificio como "Monkey run", guiño a Jon Spencer sin tanta brutalidad, pero con pasión y fuerza.

Las historias que nos cuenta Down saben a nicotina, a exceso, a rugidos de las calles, a rock desengrasado ( "On shakey ground we stand" ). Su música es noir, bebe de la misma copa de ponzoña que Waits, como en "Billy Blu", aunque a veces se ponen melosos y nos enternecen con crisálidas deslumbrantes ("Virginia Beach").

"La mujer del prestamista", sólo con el titulo del cd, le puedes poner cara a cada historia de un álbum que tiene rugosidades cavernícolas casi punk como "Judgement day" que parece una destilación de un tema de The Doors.

Nos desean feliz navidad, a su manera con "Separate beds ", ortodoxa a los canones, para rebelarnos los nervios con la punk "Sweeter than honey". Johnny Dowd, es pues de lo más recomendable si te gusta la reinvención de los clásicos, las cavernas eléctricas, el rock con espinas. Bailemos demolición.


jueves, 27 de noviembre de 2014

DÄLEK. "Gutter tactics" (2009)


Si hay un grupo del sello de Mr. Patton, Ipecac, que desde sus primeros trabajos me impresionó profundamente, esos son Dälek. El duo formado por MC Dälek y Oktopus siempre supieron jugar sus bazas de oscuridad apocalíptica y hiphop de batalla nuclear.

Hip Hop noise, es una buena forma de describir lo que nos encontramos en "Gutter tactics" desde que nos ponemos "No question". Rapean con crudeza en un mapa sonoro abrupto, donde lo industrial se da la mano con las rimas en una contienda de continua agresión.

"Armed with krylon" es quizás el punto más espectral de un disco que gusta por su aridez, por su tozudez necesaria, no dejando a nadie indiferente. Brutal también es "Who medgar ever was...", apisonadora de ruido, efectiva y nacida para poblar tus peores pesadillas.

Lo que hace Dälek es hip hop de ratas, lírica con veneno, cadencias que sobornan las estructuras que todos conocemos, para hacer del estilo una puesta en escena de golpes y rugidos. "Street diction" es otro pelotazo, otro arma cargada con voces de denuncia, flagelación de palabras, síntomas de lucha, peroratas para la contienda.

El punto del album lo pone "Los macheteros/Spear of a nation", con proclama guerrillera incluida. El armazón instrumental de Dälek es una fábrica de penitencia y de horror, las voces como condena, la radiación y el sol. "2012 (the pillage)" es otra manera de festejar que es necesario reconvertir el estado putrefacto de las cosas.

Dälek. Mala leche. Hip hop en coma, morfina y sierras electricas, musica para espantar a los cielos.


martes, 25 de noviembre de 2014

AMATORSKI. "From clay to figures" (2014)


La verdad es que me ha costado entrar en este "From clay to figures", de esta joven banda belga con chica al frente. Quizás porque perpetuar los sonidos de Cocteau Twins o Beach House no es cosa baladí, ni está al alcance de todos.

Quitándome el freno en los oídos, no he tenido más que doblegarme a los sonidos gráciles, atmosféricos, que desde "Hudson" no hacen más que traerte a la mente los sinuosos enjambres emocionales de Sigur Ros. "U-turn" es una nana para poner en otoño mientras las hojas tamizan los suelos, mientras la lluvia erosiona cristales.

Si, sabemos que no inventan nada, que su esquema musical es una recreación de aquí y allá, café con Portishead ("Fragment"),  o himnos suaves que pueden levantarse la moral sin necesidad de abruptas conmociones eléctricas ("Warszawa"). Nos da igual. La glaciar "Deer the wood" es tan cristalina que te lleva en volandas por aires frenéticos de suavidad incontestable.

Amatorski se emplean a fondo en la nostalgia de los tiempos lentos. "She became ballerine" es un estruendo grácil, navegación por mares de sirenas que acabarán varadas en remotos islotes de recuerdos fingidos. Grácil Amatorski, grácil son sus minutos que nos pueblan de susurros, de caricias que reconfortan y animan ("How are you?").

Los belgas pues cumplen con nota, se hacen de rogar pero al final cedemos, les dejamos un hueco en nuestras escuchas, sabedores que estamos ante una rutilante muestra de fría belleza. Dulce serenidad.


domingo, 23 de noviembre de 2014

JÓHANN JÓHANNSSON. "Prisoners" (2013)


El músico Jóhann Jóhannsson, que ya nos visitó en estas páginas con su estremecedor disco "Fordlandia", vuelve a este nido de sugerencias, con la banda sonora de unas de las películas más perturbadoras que he visto en estos últimos años.

El director canadiense Denis Villenueve, cuenta con Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal para hablarnos de lo que ocurre tras la desaparición de dos niñas en la vida de sus padres, en su búsqueda para encontrar a los culpables, destapándose a cada paso un volcán de violencia, donde el drama vive y conmociona con un final de esos que se recuerdan largamente.

Quien no Jóhannsson para musitar la tragedia, en este score repleto de tristeza y terror, desesperación al rojo vivo. "The lord's prayer", la que da el pistoletazo al álbum es una henchida composición de cuerdas que sirve de inicio para decorar  la hecatombe de sentimientos que irradia un film cautivador en el que Jóhannsson ha pulido su espátula sónica para dejarnos sin habla.

La orquesta funciona a la perfección. Si ya has visto el film podrás dibujar las imágenes cuando suena "I can't find them" o "The search party". Si no, cerrarás los ojos para caminar por ariscas calles donde el afán de respuestas es el motor de la desesperación. "Surveillance video" es otra frágil miniatura que te corrompe los oídos con su oscuridad espartana. Poidría ir en cualquier peli de Lynch.

La atmósfera de todo "Prisioners" es malsana, sabes que el mal habita en quien menos te lo esperas, la podredumbre se escuda en la falsa inocencia para ejercer una ordalía de oscuridad. La música de Jóhann es perfecta para conmocionar, circular, expresiva, lírica.

"The intruder", "The Snakes" o "Trans am", son otro de los combates que tienes que realizar para supurar frenesí y lucha.  Si aun no has visto "Prisioners", no te la pierdas, y si ya la miraste, oye el latido de la pena, la naftalina de la desgracia. Como siempre Jóhannson, poniéndote la piel de gallina.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

J. MASCIS. "Tied to a star"" (2014)


El Neil Young del mundo indie sigue estando en plena forma. Esta vez aparcando a los dinosaurios en su selva particular de feedback y conmociones de corazón. Mascis ha cogido su guitarra y se ha pirado a su mundo, donde extraños seres viven bajo árboles pirados esperando quizás a un Godot cualquiera, dejándose llevar por el mundo de lo imposible.

Escuchar "Tied to a star" es un buen medicamento para tus sentidos. La suave "Me again" es una forma estupenda de empezar este viaje, sendero de dulzura de un músico maduro que esta radiante. "Every morning podia ser una pieza de su grupo de toda la vida, pero sin el armazón eléctrico. Sus punteos característicos llevan la rienda de cuatro minutos repletos de calma y buen rollismo.

¿Cuántos grupos de ahora podrían firmar joyas como "Heal the star"? Su voz gastada, letanías al servicio de la naturaleza, hippismo y psicodelia de andar por casa,  lugar donde buscar lo que es imposible hallar en la masificada urbe que todo lo engulle.

Luego te pones "Wide awake" y te imaginas un enorme bosque con setas mágicas que hacen volar la imaginación, trasvases de realidades, voces desde agujeros de imposible salida. Otra delicia más. También la electricidad de baja intensidad aparece en tracks como "Stumble", radiografía onírica de un espacio donde te puedes regodear con salmos y luces rutilantes.

"And then" despega con alas de colibrí, parece que cuesta subir a la cima, pero lo consigue. Como no, él que nos regalo discos como "Bug" o "Green mind" sigue teniendo la capacidad innata para sorprendernos, para dejarnos sin aire.

Pedir el cd por correo, abrir la caja, quitar el plástico, darle al play y surcar inspiraciones ("Trailing off"). Una aventura pues adentrarse en este álbum, seguridad de que no hay decepción, de que las flores no se marchitan con el tiempo.


lunes, 17 de noviembre de 2014

GROUPER. "Dragging a dead deer up a hill" (2007)


Mi primer encuentro con Grouper no ha podido ser más satisfactorio. Liz Harris, es una especie de Elizabeth Frazer, un ángel que pone su voz al servicio de los ambientes de algodón, de los sonidos acariciadores; bruma, slowpop, cosquillas en el vientre.

"Disengaged" es el primer paso al frente, una pedazo de canción para ensimismarte. "Heavy water/I'd rather be sleeping" es pura nostalgia de sello 4ad. Las cuerdas suenan lentas, el cielo se nubla mientras la voz de Liz sale del agua seca y repleta de nenúfares.

Todo "Dragging..." suena como un sueño. "Struck" podia estar en cualquier album de Cocteau Twins. Siderales alforjas cargadas de pétalos de luces que envuelven, cartillas para aprender a escribir de nuevo mientras el deseo deja paso al peligro del querer.

"When we fall" es otra pluma al viento, un velero y una niña en él, sola, al refugio de la tormenta, repleta de luciérnagas que alfombran el viento. "Traveling trough a sea" es otra militante oda que repica en la orilla con levedad y ternura, con susurros que jamás rompen el silencio de vivir.

Que maravilla "Invisible" y sus toques lentos, apaciguadores, como una cortina de agua que tras de si esconde maravillas imposibles de tener. Low y su sombras se esconden tras sus lineas de melancolía. En "A cover over" tiran más hacia lo acústico, para rompernos el corazón cuando suena "Wind a snow", otra estupenda mirada a los vientos del norte que se posan en los ojos de las añoranzas.

Grouper, anoto su nombre. Me pongo como deberes seguir sus huellas, saber de ellos, perdemos en sus brumas, dormir con descanso total.


jueves, 13 de noviembre de 2014

JENIFEREVER. "Silesia" (2011)



Postrock sentido. Alumbrado bajo una montaña de distorsión, primo lejano de Explosion in the Sky. Si, es una buena manera de empezar el articulo del disco de este grupo sueco que gusta de sonoridades épicas en paisajes rallados por la amargura como el tema que titula el disco.

"Waifs & strays" es como tomarte un café con The Cure en expansión sonora continua. Deje vocal, armazón instrumental que vaguea por lo progresivo, siempre con un punto de desesperación, con dardos que te dejan el cuerpo para comida de alimañas.

En "The Beat of our own blood" hasta me recuerdan a los sobresalientes Rush. Electricidad y teclados, un mapa sonoro donde la nieve es la contienda, donde los corazones se sobresaltan con la tormenta. Los suecos se salen. La lentitud de "A drink to remember", desborda, y el huracán de "Deception pass" es un cóctel molotov de post rock rabioso y eléctrico.

"Cathedral peak" te sumerge en un tsunami de especulación instrumental, un maremoto de rugir post rock, pesadilla que gana enteros, cielos que se caen, lírica estrangulada que da paso a la mejor del lote: "When the hills fall towards the ocean", delicada, punzada en el corazón, hacerse joven por momentos y disfrutar de todos los venenos.

"Dover" y "Hearts" son las dos tracks que se encargan de poner el epílogo de un disco de raza, de estilo, donde las recreaciones sonoras especulativas dan paso a un panorama donde la desolación se hace fuerte en un sanatorio de tristeza perpetua.


martes, 11 de noviembre de 2014

UMBRA SUM. "Aun no has demostrado nada" (2014)


Todo el mundo que ha visitado Costa Rica se ha quedado sin palabras. Es uno de los lugares del mundo donde los bosques y el cuidado medioambiental sobrecoge a los viajeros. Abrupta vegetación, paroxismo verde en un terruño de tierra que está poblada de malabares de aves, de expresiones que quieren parar la incivilizacion con clorofila salvífica.

Umbra Sum son de allí y su música es como un paseo por el Bosque del Valle Central. Guacamayos, colibries, aves arcoiris.  "Año como flores" es un primero paso, un salpullido de letras imposibles de seguir pero de un pop que auna la distorsión con el cariño de Jara. Me es igual que no entienda que me dicen en "Que el verano nos perdone". Es como escuchar a los primeros Planetas. Inocencia puber, saturados sonidos y en medio, una cara que se escuda en un hombro para tapar las lágrimas.

Debemos como no a Jesus Llorente y su paleta Acuarela traernos a estos chicos que con sólo 7 canciones se han puesto las pilas para que podamos hallar eco de los Beach Boys y de My Bloody Valentine en esta valiente propuesta que nos deja un buen gusto de principio a fin.

"Nuestro imposible" es lirica, romanza, algo minimal pero sin pasarse, artesanía que es un puzzle grácil corrompido por un volcán de feedback que te deja sordo, que te mece con pinchos, que te retuercen mientras la nana se convierte en una gozosa excursión al campo. "¿Quién dijo miedo?" es más tranquila, suaves olas que se meten en tu casa sin pedir permiso, luces y lisergia, acústica y romances brutos.

La que titula el cd es otro pedazo de hit para recordar en tus oidos, pop atemporal, guitarras que se guiñan los ojos, coartada para la explosión y la rabia. Bonitos colores que se expanden, arcoiris de luces pertrechada. Umbra Sum, lindo nombre para un abanico de tucanes.

En "Hazmerreir" te seducen por su soltura y sus luciérnagas que encumbran pop terso y que da paso al final del cd con "Dulce reposo", otra majestuosa expresión de una banda que promete, que es gozo de principio a fin, que sabe reunir sus influencias para batir en su coctelera particular un vals de ponzoña y pop.

Que bellos son los bosque de Costa Rica y las aves que pueblan sus árboles en busca de un fotógrafo que pueda concentrar en un segundo la idea universal de la total belleza.....


viernes, 7 de noviembre de 2014

VARIOS. "The space project" (2014)


 
Hermoso. Sideral. Emocionante. Tras "The space project" encontramos un disco dedicado al espacio, a las radiaciones electromagnéticas halladas por los satélites Voyager que se lanzaron para investigar el Sistema Solar.

Esta antología es un muestreo de lo que se vislumbra en el mapa de los cielos lejanos por medio de unas bandas que han puesto sus cohetes a propulsión, que se han dejado llevar por los silenciones del orbe, por las dimensiones desconocidas que abren grietas en agujeros negros.

Y aquí hay para todos los gustos. Spiritualized nos regalan "Always together with propulsor you (The bridge song)" , con ecos a Lynch, ponzoña arrebatadora, sinergia luminosa.  Los desconocidos Holydrug Couple, con "Amphiritrites lost" se van de copas a una estación espacial donde el space rock milita en cada reflejo sonoro.

El pop extraño y melancólico de Youth Lagoon y su "Worms" es una amalgama rutilante de esporas que manchan ansiedades húmedas. Otra joya, Blues Control se las arreglan con su  "Blue danube" para hacer girar el reloj del rock más progresivo del lote.

La mejor canción nos la trae Beach House con "Saturno song", una nana satuniana para cohabitar en anillos planetarios. Luego Zomes y Jesús con "Moonlet" y "Song of earth" respectivamente nos ofrecen dos dádivas para cruzar mundos perdiendo la conciencia.

"The space project", una buena manera de volar, de perderte por el sino de un aullido sideral, de ser un astronauta a la deriva en busca de su santo grial.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

HOWE GELB & A BAND OF GYPSIES. "Alegrías" (2010)


Howe Gelb y Raimundo Amador juntos, mano a mano. Tucson y el flamenco, los gitanos y la arena del desierto que se mueve al compás de las guitarras que se unen para unir continentes, para decir que una vez más el ex-Giant Sand dió en el clavo con este pedazo de homenaje al flamenco desde una colina de cactus.

"4 door maverick" es el primer toque, la primera parada en un bar de cantaores donde Gelb se acompaña de guitarras flamencas para desayunar agitación y locura. La vesanía de "Uneven light of day", cruce entre electricidad y flamenco es puro gozo para tus sentidos.

Y en "The Ballad of Lole y Manuel", ésta ya con voces flamencas de por medio, aun no teniendo una letra muy brillante, te lleva de paseo a un burdel de rosas, rosas que esparce Amador en "Cowboys boots on cobble stone" para todo hijo de vecino que se quiera sacar de encima el hastio de las entrañas.

También hay temas donde predominan los sonidos desérticos de Gelb, como en "Notoriety" sobre la expansiva especulación flamenca que es el eje fundamental de un artesanal disco que seduce por su arte y desmesura. Luego, para no parar, "Blood orange", con la participación estelar de Paqui Heredia y Lonna Kelley, suaviza el ambiente con olas de rocio embelesador.

Howe también se atreve con el piano. Y en castellano. "Lost like a boat full or rice", otro salpullido de maestria que sigue con "Broken bird and the ghost river" y sus pedacitos de distorsión como sombra que convida la algarabia

"Alegrías" se define por su mismo nombre. El concepto está claro y la idea de Gelb también. Fusión integradora, puentes cautivadores. Alegria,pues que se instale en todos los gelidos inviernos de corazón. Arte.


lunes, 3 de noviembre de 2014

JOHN ZORN. "Filmworks XIX. The Rain horse" (2008)


Si estas esperando oír estruendos y tormentas cuando empieza a sonar "Filmworks XIX. The Raim horse",  olvídalo. Deja a un lado al  Zorn abrasivo que nos desquicia los oídos con su saxo diabólico, al danzarin del hardcore en coma que en sus multiples proyectos en su dilatada carrera, ha ido jalonando su biografía musical con pócimas venenosas.

Este disco es para tomarte un te y soñar caballos. "The Rain horse" fue el titulo de un cortometraje de animación realizado por el ruso Dmitry Geller y las canciones del disco son un bálsamo que se mueve entre carantoñas de new age como "The stallion", y fragilidades íntimas que te producen una dulce expresión de descanso, "Tree of life".

El piano toma la carrera de los desbocados jamelgos en "Wedding of wild horses", donde las teclas se parecen a trinos, y en "Forest in the mist" la música de cámara se une a los sonidos más apaciguadores de este para confeccionar una ración rutilante de notas para gozar.

La capacidad de Zorn para mediante su batuta reinventarse es un lujo en estos tiempos que corren. El trío que utilizada Zorn para este Filmworks sabe seducirnos cuando reparte octavillas de suavidad en tonalidades como "Dance exotique" o "Bird in the mist".

Sin haber visto el corto del autor ruso, me puedo hacer una idea de la historia del caballo viejo que fenece y que vuelve a la vida casi como un rocín infante. "Encounter" y hecho a volar la imaginación con este taumaturgo llamado Zorn culpable de que el concepto de música tenga aun razón de ser cuando lo que prima es ir siempre un paso más adelante que  los otros.



jueves, 30 de octubre de 2014

GUIDED BY VOICES. "Let's go eat the factory" (2012)


Los conocí cuando Pavement campaban a sus anchas por el orbe independiente. Un amigo me puso un vinilo (creo que fue "Bee thousand") y joder, aluciné con uno de los grupos que más ha jugado con el concepto fragmento para la elaboración de un disco.

La mayoria de sus trabajos superán las 20 canciones, y el espiritu lofi de la banda que lidera el capo Robert Pollard no les impide construir fogonazos de indie rock, como "Laundry and leasers". "Let's go eat the factory" es el primer largo de la banda tras ocho años. Pollard decidió el fin, Pollack decidió el reinicio. Tras una interesante carrera en solitario, volvió con las voces para seguir tejiendo canciones desde un minuto largo hasta 3.

Le basta para contagiarnos con el pop dulce de "Doughnut for a snowman", seducirnos con la psicodelia  de "Spiderfighter" con piano mecedor incluido, o llevarnos de la mano por un jardin de delicas electricificadas, "God love us".

Desde 1987, con parón incluido, llevan dando guerra, haciendo de lo reducido, del esbozo y de haiku musical una expresión para posicionarse en el mundo indie como una voz propia, libre, inteligente, autónoma y productiva.

"The unsinkable fats domino" es otro rayo de sol en este arcoiris sideral. A veces lo diminuto hace que sobre algo de especulación, ("The big hat and toy show"), pero cuando escuchas hitos pop como "Waves" caes sin duda en sus tentaculos creadores de toneladas de indie.

Canciones fogonazos, crepitar de cuerdas en la adormecida tarde ("Old bones"),miniaturas que se hacen grandes cada vez que los escuchas..... Guided by voices. Talento y mesura al servicio de la buena música independiente.



martes, 28 de octubre de 2014

FUCKED UP. "Glass boys" (2014)


Lo que han conseguido Mike Haliechuk (guitarra) y Pink Eyes (voz) con este "Glass boys" es encomiable. Fucked Up, grupo post hardcore con inclinaciones al grito y al desman, ha elaborado un discurso para las masas menos avezadas en esto del berreo emocional.

Desde que suenan los primeros acordes de "Echo boomer" nos queda claro que estos burrotes tienden puentes para que su potencia no acabe siendo un cóctel molotov en medio de la nada. Fucked  Up siguen siendo impactantes, abrasivos, pero lejos de quedarse en un maremoto circunstancial, se levantan crispados para abrir la puerta a nuevos aires, ventilando la casa por el tejado ("Touch stone").

"Sun glass" es como encontrarte las viejas deportivas de Husker Du. Te las pones, las sacas algo de brillo, y empiezas a correr. Abruma como siempre la voz, pero la melodia queda, como poso reñido con la fragilidad.  Si "David comes to life" (2011) fue un torrente sin freno, largo y extremo, este "Glass boys" con sus 10 temas, está repleto de himnos donde la voz y los coros ("The art of patrons") se retuercen en un avispero de guitarras.

"Warm of change" es más especulativa, psicodelia de punteos grangrenosos, mientras los teclados ponen el epílogo para que el single "Paper the house" suena como eficaz lubricante para tu salud auditiva. Fogones cargados de buenas viandas, vino a raudales, energia y buen punch.

Fucked Up han revitalizado el post hardcore para hacerlo accesible, pero sin perder en ningún momento explosión, ni  delirios. "Led by hand" es puro indie-punk, para el coche o para levantar dolor de cabeza a tu vecino. Fucked Up. Mala leche en estado vivo.



lunes, 27 de octubre de 2014

THE FALL. "Fall heads roll" (2005)


Mark E. Smith. Tan solo su nombre basta para quitarme el sombrero. Desde finales de los 70 lleva dando sentido a eso que alguien llamó post punk, desde finales de los 70 nos viene regalando discos donde su quebrantada voz juega con ritmos imposibles, entre teclados nerviosos y guitarras guerreras.

"Fall heads roll", quizás sea el disco más rock que The Fall halla producido en su carrera. Un auténtico bólido donde encuentras desde boutades de toda la vida de Smith como "Pacifying joint", a contundentes y endemoniados himnos de catarsis como "What about us?", donde parece  un chaval el bueno de Mark, contundente y abrasivo, con las teclas siempre de fondo y la rabia como arma de destrucción masiva.

"Fall heads roll" es otro disco más de The Fall para degustar con aplomo y fuerza. La bajada de temperatura de "Midnight in Aspen" es su parte más melódica, caricias faciles, torbellino de luces que te dejan sin voz. "I can hear the glass grow" es psicodelia de almibar, pop travieso para volver atras en el tiempo, cuando los vi en una sala ya cerrada de Madrid con nombre de pistola. Quedamos hipnotizados con este tipo estrafalario que no dejaba de sacar de su abrigo pastillas peligrosas.

No han perdido fuelle. Quizas con PIL han sido los que más han hecho (Joy Division siempre serán los papás) para que el post punk cogiera carrerilla a finales de los setenta. La mala baba de "Blindness" deberia de ser de escucha obligada para los puberes que se quieren hacer famosos imitando a sus ídolos con más intención que solvencia.

The Fall es el reinado de los grandes dinosaurios, es comprarte un disco que seguro sabes no te fallará, coleccionar emociones que te llevan a otros tiempos donde la energía gritaba dentro de tu cuerpo,donde todo era posible y encomiable.

"Fall heads roll", otra rueda en el camino, otro vendaval de sonidos para aseverar que The Fall siguen siendo grandes, continentales, salvajes, pendencieros. La cara más bruta del post punk. También la más chula y necesaria.

jueves, 23 de octubre de 2014

FROM MONUMENT TO MASSES. "On little known frequencies" (2009)


La propuesta de este trio de San Francisco es muy interesante. From Monument to Masses son unos artificieros que juegan con el post-rock, música instrumental que desde el inicio con "Checksum" esta repleta de coordenadas estilísticas y cargadas de ideario politico.

Porque la banda está por la labor de que su música sea un boomerang que clama por la libertad del indviduo, contra los desmanes de los poderes fácticos que nos anegan con sus políticas opresoras. Este cuarto disco, como sus precesores, son un precioso alijo de altos y bajos, de ruidos y silencios sincopados que participan para asaltar los cielos de la podredumbre.

"(Millions of) individual facto" es poliédrica, siempre con el altavoz bien alto, proclamas y guitarras en un maremoto de ritmo, sinfonismo para la parroquia post-rock, rubor en las mejillas de la revolución. Punteos y punteos, solfeo rojo.

Lirismo encuentras en "Beyond good & Elvis"; como escuchar a Explosions in the Sky y a otros soldadores del desenfreno. Catarsis a cuenta gotas, paisajes que dibujan con maestria mientras los cielos taponan tormentas redentoras, porque siempre hay explosiones para apagar a los cuchillos con baba de venganza.

Suena "A six trumpet" y estiras los brazos al sol, marcha hacia infinitos de aqui al lado, violín tierno mientras las guitarras cruzan avenidas donde se respira afecto y expectación. From Monument to Masses, el nombre les viene como anillo al dedo a los de San Francisco.

Evocan resistencia, construyen paseos donde te puedes topar hasta ecos de Don Caballero. "An ounce of prevention", con un intricado y organizado caos electrico juguetón y ladino. Asi funciona From Monument to Masses, reciclando postrock para gusto de los que cafeteamos con enjambres tan bien realizados como "The First five", o cuando el comandante Hugo Chavez aparece en "Let theme know it's christamati", fantasma desde el más alla envuelto en una túnica de rock de combate.

Este "On little known frequencies" cumple las espectativas con su armazon guerrero, rock instrumental bien elaborado para que el postrock siga siendo un estilo vigente.


martes, 21 de octubre de 2014

JACK WHITE. "Lazaretto" (2014)


Señoras y señores, con ustedes Su Satánica Majestad, Mr. Jack White. Viendo la portada del cd parece un vampiro que cansado de trabajar sangre se aposenta en medio de ángeles caídos, esperando una nueva noche para dar rienda suelta a su saciedad.

El segundo disco del ex-The White Stripes, es una gozada. Rock añejo, de caverna y cazalla, "Three woman", zarpazos eléctricos setenteros, como la que titula el disco, con vientos incluidos, caja de ritmo marciana, catarsis para que el rock siga creando monstruos a los que seguir.

También cabe la música de raíces que nacen de un árbol genealígico de esencias venenosas,( "Temporary ground", canción para tramperos abandonados en a su suerte). White ha sabido modular su carisma, para ofrecernos un compendio de lo mejor de su arte.

Aquí hay temas luciferinos como "Would you fight for my love", teclado incluido, himno de la noche lobrega, llamada a los lobos de los bosques siniestros. Esos gritos que aparecen en la canción bien pudiera haber aparecido en "La semilla del diablo".

¿Y el blues? "Lazaretto" derrocha blues por todos los costados. "High ball stepper" es una andanada para asolar cordura y voluntades. El riff me recuerda a los momentos más orates de Butthole Surfers. Adrenalina para el coco, peligro con el dulce y necesario infierno.

"Just one drink" es para bailar en un salón de un western y "Entitlement" es una pasada lenta y hermosa, ola en tránsito por los arcenes de un ferrocaril de tradicción rural. Exquisito. Como la vacilada de "That black bat licorice", rebelde, agitada, molinillo de ritmo.

Jack White, el diablo cojuelo de rock, dando pistas para que sobrevivamos con tragos de conmoción. "Lazaretto" te echa la cuerda y te atrapa. Festín para flipar.


lunes, 20 de octubre de 2014

FLYING SAUCER ATTACK "Mirror" (2000)


Dentro del Post-rock de primera generación, Flying Saucer Attack ocupa con todo derecho, uno de los lugares más altos, por una propuesta que desde el inicio de sus trabajos trabajaba con espacios sonoros donde la mente pudiera expandirse, donde los colores fabricaran emociones en un maremoto de impresiones.

Debemos a Dave Pearce, que Flying Saucer Attack hallan volado tan elevado, que escuchando esrte "Mirror", parece que nos encontramos con unos competidores de My Bloody Valentine en cuanto al feedback y las corrientes electricas que nos encontramos en el disco.

"Mirror", sea quizas el disco de la banda que más accesible suena. Un conjunto sonoro que desde el incio con "Space (1999)" nos da las clave de este conjunto enorme de canciones que son como cielos tapizados de orfebreria.

Acostumbrados a desparrames de folk lisérgico de sus antiguos producciones, "Mirror", con tracks como "Suncatcher" nos ofrece señales de humo de desparrame instrumental, minutos de gran levedad, de conspiración para fabricar un arsenal de ruidos leves.

"Islands" es una espiral minimal para drogadictos de los drones de mentira, una sacudida nerviosa que nos ofrece garantía de buen viaje. Como "Río" que se acerca al shoegazing con entrañas, partitura del caos para una contienda de tecnologia de corazón. Absorventes y totales, como la triposa portada del álbum.

"Dust" y "Rise", son dos gemas más para llevarte en tu mochila espacial. Tómate una cápsula de "Mirror" y verás desdoblarse el espejo, entrar en un mundo donde los límites de la percepción se abren hacia el más allá. Para volar.

jueves, 16 de octubre de 2014

JARVIS COCKER. "Futher complications" (2009)


Me podía esperar cualquier cosa menos esto en el segundo disco del Pulp, Jarvis Cocker. Alucinado me tiene por el voltaje del disco, por el predominio de los sonidos abruptos, lejos del romanticismo de la banda madre, alojado en la fiebre, en la sintaxis del ruido.

Desde el inicio con la que titula el cd, donde lo que mas se oyen son el crujir de las guitarras, esta bien claro que Cocker quiere alejarse de la sombra de Pulp. Y hace bien. Si se decide por una carrera en solitario, que nos ofrezca algo distinto es lo menos que se le puede pedir a este totem del indie británico.

Y es que eligió ni más ni menos que a Steve Albini para que llevara la batuta, el control del sonido, el desparrame del rock. "Pilchard" es una instrumental jugada a todo o nada. Amenazante y obsesivo, rechinan el bajo y la batería se hace polvo de ángel en una maraña abrumadora de notas que se disuelven en un confeti de dulce caos.

Y cuando Jarvis se pone en plan soul, se sale. "Leftlovers" es una caricia de terciopelo, una excusa para subir el volumen de tu equipo y bailar con la parienta mientras las velas se reproducen en el ocaso del techo. Joder con el bueno de Jarvis.

Tras un primer disco correcto, esta continuación es un petardazo de ritmo, una calcamonía de serpientes venenosas, un galimatías para resolver entre ruido y agitación. Y "I never sad i was deep" parar romper el glam molde que abunda en el trabajo, nos escuece con el contoneo vocal de Jarvis, sensualidad y afectación, mientras el sonido es cada vez más potente, y los vientos echan a correr por cada minuto de la canción.

Pero cuando más me apasiona Cocker es cuando le salen bombas del calibre de "Homewrecker!" con el saxo echando fuego mientras la banda reparte mamporros punksoul. "Hold still", con piano incluido, es otra vesanía encantadora.

Y "Fuckingsong",a lo Jon Spener que te deja loco, aturdido, dulce catatonía de rock enjambre. Joder Jarvis, repito, Joder. A la mierda todo el britpop de ahora, con sus banditas blandas e insípidas. Tomate un "Caucasian blues", y olvídate de todo. Mala leche es lo que hace falta y Albini sabe un huevo de eso.

De los discos que más he disfrutado en su escucha en este año que va remando hacia su ocaso. Y es que Jarvis,  es mucho Jarvis. Que no pare de sonar jamás la música. "Slush" y gasolina al por mayor.


martes, 14 de octubre de 2014

SR.CHINARRO. "Perspectiva caballera" (2014)


El sábado fue un buen día. Estuvimos comiendo mi compañera, mi hijo y yo en un uruguayo, comprando algún trapejo para renovar el vestuario y como colofón, me hice con el nuevo disco de Sr. Chinarro. La verdad es que era como cuando a los 20 tacos corríamos a la tienda para conseguir lo último de Pixies o Sonic Youth.

El ritual, los nervios de saber si ya estará a la venta, ahora que los 45 están a punto de tocar las campanas que retumban en el cielo particular de la edad. "Perspectiva caballera" es otro pedazo de disco de Antonio Luque. Cada lanzamiento suyo un boomerang, una bomba que estalla entre nubes de confetis y rayos que rompen palabras.

Me desarmé a la primera de cambio. No pude hacer nada. "Droguerías y farmacias" significa que el juglar provenzal de Andalucia sigue como si nada. Festividad de rimas y catarsis de palabras. "El Gato de S" es como constiparte con alegría, guiñar un ojo a la buena suerte, decir a mi hijo de seis años, que ya ha vuelto Chinarro, del que se aprendió casi al dedillo "Dinero, Dinero".

Dificil va tener mi pequeño tararear algún son de este "Perspectiva caballera". Aqui la cosa se pone tiernamente seria. También triste. "Nod" es una de las canciones más redondas que he escuchado a Luque. Las cuerdas te miran, la melancolía es una radio a tope en un cuartel de pacifistas comedores de loto.

Nublada portada, agrios convites del mejor disco de Sr. Chinarro hasta que nos regale otro. El Eden del que habla, la manzana en un bote cerrado junto con una carta donde se puede leer las instrucciones para hacer añicos el cristal y asi probar el veneno que salud no regala. Si, hijo, Sr. Chinarro ha vuelto para gozo de amigos de lo ajeno, deudas contraidas con la bendita felicidad del que escucha con el único fin de traspasar la idiota realidad.

Tres días el álbum en mi poder y ya voy por la séptima escucha. Y sigo embaucado. "Mudas y escamas"suena a primera época sin envasar al vacío. Melodias intachables, rubor que me sonrojo, cada vez que miro el calendario, me doy cuenta que todos los meses martes y trece juegan en la misma liga.

"Mi Sapo" parece una fábula de Samaniego. Salta y salta el pop que croa en un charco mientras Antonio tiene cada vez mejor voz, mejor tino en sus historias que nos  hipnotizan en el laberinto dulce la armonía. Hasta se pone un ratejo medio rockero de andar por casa en zapatillas de borregón, en "El viaje astral", siempre acompañado de una solvente banda para agitar la coctelera, para seguir con el listón elevado, tan alto para las pértigas como tan necesario para el soñar.

Agitación y locura. "Famélicos famosos" es pura canción de autor sin carnet ni etiquetas para pegar en el libro de los estilos. Leve y sagaz se levantan las palabras mientras la guitarra gimotea absenta, y se contagia de luces de noches pasadas de roscas.

Todo para que sigamos pensando que cada disco de Sr.Chinarro es un paso más al frente para presentar batalla a la apatía de lo que nos rodea. Un cantaor con suerte, una carta marcada, ni picas ni poker, un basto borracho, o una espada de oro. "Acido fórmico" para que el hormiguero siga repleto, un walkman radiaoctivo para la reina madre que pernocta dormida en paz.

Antonio Luque, el mago, el sombrero, el teatro lleno, la varita magia y "Los conejos" que salen despedidos por esas carreteras de Dios. Se va acabando el viaje y sigue subiendo el nivel de las aguas. Coches venecianos, musica para acallar condenas, para aplacar la rabia, para contar batallitas a mi hijo de cuando su padre era mas joven y se comia las tiendas de discos a golpe de ansia de descubrimiento.

"La canción de amor de turno" como epitafio. El chamán con sus unguentos, con su pócima para despistados. "Perspectiva caballera", para el pueblo llano que quiera mancharse las manos con rocío y luciérnagas jubiladas. Y llueve y llueve, y las paredes que escupen en sordina lamentos y humor de bonaparte.  Grande Sr. Chinarro, grande.



domingo, 12 de octubre de 2014

FEMI KUTI. "Day by day" (2008)


Si Fela Kuti fue un puto genio, la estrella negra del firmamento afrobeat, su hijo, y pese a quien le pese, lleva con maestria el peso de los genes. Oyéndole, oyes la voz de su padre, los ritmos frenéticos pueblan tus oidos, la orquesta no para de tocar.

Trabajó son su padre en Egipto 80, y más tarde formó The Positive Force. Así que en la sangre lleva  el ritmo, a Nigeria con toda la tradicción musical de su tierra. "Day by day" es todo una ensalada de ritmos. "Demo crazy" es una esquizofrenica sesión de teclados y saxo, voluptuosa y grande, rica en colores, festival de olores.

"Do you known" es una fabrica de expresión frenética, un colapso para tus músculos, como la espeluznante y divina "You better ask yourself", un tratado de melodía y fiebre, una caja música con truenos de denuncia a la siempre maltratada Africa.

Padre e hijo, hijo y padre, combate y resistencia. El inicio vacilón de "One two" se convierte en un bálsamo para curar serpientes, y "Tell me" es una corriente caliente de vientos que se desperezan al albur del fuego de la noche. Afrobeat, el latido de un continente, la fuerza de la rebelión.

También el jazz se cuela por las rendijas en tracks tan luminosos como "The will run", pura adrenalina, cartografia de luces que irradian este festín tan colosal que es "Day by day", también con paradas en el minimalismo envolvente de piezas como "Dem Funny".

Una gozada pues reptar por cada surco de ese viaje a los confines del ritmo, donde los instrumentos danzan y perforan oscuridades, donde la rabia de un pueblo llena el aire, lo hace castillo, fortaleza donde pertrecharse de los malos augurios.


jueves, 9 de octubre de 2014

GOGOL BORDELLO. "Gypsy Punks: Underdog world strike" (2005)


Mejor imposible la definición del estilo de este grupo nacido en New York, y compuesto por una autentica ONU, diáspora que se une para mezclar culturas y malas bilis, para escupir con ese tirachinas de la portada desde los soportales más oscuros de las bajos fondos.

Los componente de la banda predominan los que vienen de Europa del Este, aunque también tiene cabida en el campamento de zíngaros, ecuatorianos o israelies. Eugene Hütz es el jefe de la manada y quien canta la mayoría de los temas.

Desde "Sally" con sus violines al sol y sus guitarras furiosas, te ves convidado a esta bacanal de fiesta, teatro en las aceras, donde podrás bailar con el punk frenético de "Never young" a toda caña, material explosivo para dejarte de monsergas y tomarte tu dosis necesaria de licor para la no calma.

En este tercer largo, quizás lo más logrado de su carrera, se sintetiza la mixtura, la agitación, la fiebre, como unos Mano Negra nihilistas que se las apañan para que la orquesta no pare de tocar. 15 temas para disfrutar y mascullar rebelión.

A veces se presenta el espiritu de The Clash de última época, "Inmmigrant punk", con fanfarrias incluidas, y otras tiene aire latinos punks, "60 revolutions". Todo al servicio de la denuncia y los disparos en el corazón. "Oh no" parece una tarantela con flema punk, y "Think locally ,fuck globally" es un patadón en la cara para los que desean un mundo cada vez más lejos del pueblo.

Gitanos punks para destripar realidades negras,para focalizar la ira contra el tentaculo embacaudor que quiere que todos pensemos y vistamos igual.. Vodka, una fogata, crestas al cielo y bailes orates contra la sedación de las conciencias.


martes, 7 de octubre de 2014

MATT ELLIOT. "Only myocardial infarction can break your heart" (2013)


Sólo Matt Elliot podía empezar un disco con una canción, "The Right to cry",  de 17 minutos de duración. Un paseo por un barco a la deriva mientras la tormenta parece avecinar malos augurios. Su voz, la guitarra española poniendo altavoz a una travesía que anuncia verdades imposibles, maremotos sentimentales.

17 minutos para que este cantaletanías de Bristol que parece eslavo, nos embalsame la piel con sus arpegios de otoño rotos en una escabechina nupcial, que termina en una detonación repentina de latidos. Si "The Broken man" era bueno, este "Only myodardial..." es otra obra muestrario de las interioridades de un artista cada vez más preparado para el combate cuerpo a cuerpo con los eclipses de la vida.

El sello galo Ici d' Ailleurs le regala un ramillite de músicos para esparcir la polvora de su contienda canciones. "Reap what you sow" con su voz ronca que nunca se arruga es como pulsar el botón de las historias imposibles, como escuchar a un barítono a la sombra del árbol cazalla, contemplando el riesgo de hacer música hechos de dudosa reputación.

"I would have broken you with this song", como no, es lo que podría escuchar Dostoieswki en medio de la blancura más extrema, mientras el crimen busca el castigo. Y no abandonando referencias literarias, traigo a colación ese personaje real protagonista de una de las mejores novelas-investigación de Emmanuel Carrere, "Limonov". Bolchevique, escritor fracasado, mendigo en Nueva York, mercenario-cronista pro-serbio en la guerra de los Balcanes. Me imagino a Limonov encerrado en su cuartucho sucio del Bronx dándole al play mientra imagina apocalipsis.

Banda sonora de tristeza y lamentos, de cuentos de hadas de hielo. "Zugzwang" es otro pedazo de lamento;las cuerdas de la guitarra tejen un ambiente hostil, todo con la luz de la amargura, con pedazos de nubes ámbar y cuerdas que tensan músculos descompuestos por la soberbia del no.

Y "De nada", el culmen de este monumental cd, es una descarga de voz de un músico que se salió de los cánones de la industria independiente, de un cautivador de magia inspiradora que en la soledad de su propuesta a cada paso que da, penetra más y más en nuestro deseo de seguir teniendo francotiradores del corazón a nuestro lado. Aunque estos provengan de las estepas más áridas, aunque tejan con peligro sus telarañas de imposible escapatoria.

"All of our leaders are sociophatic, criminals monsters who should B.", es ruda, dificil, un paso al frente, caos organizado para detener las redades del orden. De nuevo el autor en pleno apogeo. Matt Elliot, Miguel Strogoff de las islas, el hombre tranquilo que resiste la apatia del tiempo, un siseo dulce, la granja del silencio.


domingo, 5 de octubre de 2014

HAUSCHKA. "Abandoned city" (2014)


Al alemán Volker Bertelmann se le puede considerar como uno de los más dignos sucesores de John Cage. Volker reconstruye el minimalismo con el piano como objeto donde se suceden sucesivas transformaciones de sonidos, como principal arcilla donde esculpir un tejido sonoro que juega con la electrónica y que levanta el vuelo con un potente armazón.

Como los esqueletos de edificios que salen en la portada del disco, Volker y su proyecto Hauschka, desde la martilleante "Elizabeth bay" que da comienza a este espectaculo, te ves seducido por la puesta en escena de este dramaturgo del piano.

"Abandoned city", construido tras el primer hijo de Volker, es una gozosa experiencia que navega entre la lírica con artificios tecnológicos ("Prypyat"), himnos que especulan con la ingravidez repletos de percusiones para soñar ("Thames town") o clasicismo repleto de tristeza ("Who lived here?").

"Craco" es una caracola donde poder embadurnarte de pasión, aromas intempestivos de fragancias intimas, caligrafía para el alma desde un paisaje a construir. El piano es el pincel, la mueca en el destino, las aves que migran hacia lugares donde el sol revierte la incomodidad del frío eterno. Las teclas esparcen rocío el campo se llena de crías de susurros y la nostalgia se jacta de ser el asilo de los sentimientos.

También hay sitio para pequeñas recreaciones que nos recuerdan bastante a Nyman, "Barksville," para terminar la andadura de este "Abandoned city" con "Stromness" otro lujazo intempestivo de viento que araña cielos.

Una buena manera de retozar entre caligrafía de sueños este "Abandoned city". Nuevo clasicismo con gotas de repetición sensitiva. Un gozo.



jueves, 2 de octubre de 2014

MAINE. "Motor home" (2000)


Maine, quinteto con sede en Granada, fueron uno de los grupos más espectaculares  de los que aparecieron por estos lares en ésto que alguien definió como emocore. Dos guitarras, bajo, batería y voz, conjuntados para ofrecer un buen manual de rock angustioso, pasional, expresivo.

Me pongo "11", la que empieza el camino en esta carretera abrupta y emocional, y no puedo dejar de pensar en Sunny Day Real Estate, Fugazi, June of 44, y otros seguidores de la secta de la agonía condimentada con tormentas de cuerdas estranguladas.

"Soniloquy" es pura dinamita, pétalos rotos por una descarga, con la voz de Alejandro Martín y su correcto inglés participando en la bacanal sonora de una banda que tras su segundo disco "A moment before" (2003), nos dijo adiós.

"Motor home" es un puro disfrute para quienes flipamos con las guitarras sierra en un jardín de nenúfares cariñosos. "Au pair in blue", es puro punk, cercano a Today is the Day, bestialidad concentrada en dos minutos fogonazos de ímpetu devastador.

Qué gusto para las orejas prenderte de estos ramalazos eléctricos. "A literary room for a view" es otro cartucho de dinamita, las guitarras solemnes, machacones pero a ratos, siempre en libertad de movimiento. Como esa apabullante "The breaking of waves" que pone el epílogo a "Motor home", pedazo de himno existencial, una granada melódica de mano, uvas venenosas, emocore con lagrimas, llagas con flores.

Grandes Maine. Para los que se queden con ganas, la continuación de Maine se llama Varaverde. Otro cielo encapotado para llorar espejismos. Al no haber hallado ningún clip por la red de Maine, dejo por aquí un vídeo de la continuación de Maine, Varaverde. Que siga la fiesta.


martes, 30 de septiembre de 2014

EMERALDS. "Just to feel anything" (2012)


Esperaba bastante más de Emeralds. Después de llevarnos al huerto con "Does it look like i'm here" (2010) con su manera de hacer presente las viejas sonoridades de Tangerine Dream y demás huestes de la electrónica más expansiva, más sinfónica, este "Just to feel anything" se queda en tierra de nadie.

Escucho "Adrenochrome" y parece que estuviera escuchando una versión alternativa de Mike Olfield. Lo que antes era atracción a los sonidos germanos, a las máquinas que se tragan las ciudades, se ha convertido en siete canciones que salvando excepciones (la emocional "Through & through"), vagan por una playa de varadas ballenas tecnológicas.

"Everything is inverted" es una trampa analógica, teclados y guitarra al unísono sonando a veces interesantes, a veces como un laberinto con salida segura al vacío. Tampoco mejoran las cosas cuando te pones en el reproductor "The loser keeps american clean", abstracta y abusiva programación de minutos que se quedan en una batidora de drones sin fuerzas, dejarse llevar por la apatía, sin riesgo ni pegada, sin atisbo de una corriente fria que te hiele los huesos.

La que titula el cd quiere ir de misteriosa, abrise a continentes de noches estrelladas, pero se queda en un pegote, un pie fuera de tiesto, una amalgama sincronizada de secuencias electrónicas con punteos que quieren dibujar un mapa estelar pero que se queda en un baldío horizonte sin calma.

Para acabar, "Search for me in the wasteland", una pequeña flor delicada en medio de un disco que no dice nada, que queriendo abogar por sus referentes musicales, se queda en un intento fallido, sin emoción.