Ahora que este disco ha sido nombrado como el mejor disco por la revista de luxe, en sus 30 años de existencia, es buen momento para volver a ponerlo en tu reproductor, para agitar los altavoces con andanadas de rimas, de parte de estos terroristas del rap, con Chuck D y Flavor como voceras de un estilo que tuvo a Public Enemy como los principales valedores, valuartes de lucha y de brusquedades sónicas.
EL segundo largo del grupo es reverenciado y aclamado como uno de los hitos no sólo del rap, sino como un fenómeno que transciende ismos, que se posiciona como una de las creaciones más rutilantes e influyentes de la historia de la música moderna.
Desde la introducción con sirena incluida de "Countdown to Armageddon", te ves embestido por una máquina sin freno. Ya en la segunda del lote: "Bring the noise", con The Bomb Squad en la producción, y sus samples funk, te dan ganas de empezar a pegar tiros de gritos a diestro y siniestro.
"Don't believe the hype" con un rapeo que se te incrusta en el cerebro es de esas canciones que no tienen fecha de caducidad, para poner como banda sonora de la insurección, del black power, disparos y a correr contra las celdas del sistema. Rap para mover conciencia, chulería para quebrar la apatía musical de últimos de los 80. Public Enemy. Únicos e irrepetibles.
16 temas para corromperte a gusto, para gozar entre proclamas de sedicción. "Cold lampin' with flavor" es baile, scratch y tensión, películas mil veces vista, necesidad del grito como protección contra el racismo y la putridez de las masas gobernantes. Flash Gordon aparece en "Terminator X to the edge of panic"; punzón y ardor, rimas y más rimas para gozo y disfrute del personal.
No me extraña que este disco esté tan ponderado, tan votado como un elemento indispensable para entender la evolución de la musica del siglo XX. "Louder than a bomb" es otro pedazo de hit, un bombazo para sabotear los relojes del orbe, sedicción y paroxismo.
Public Enemy samplean a su antojo: "Caught, can we get a witness?" y el Shaft de Isaac Hayes lobotomizado en una revisión malsana de los cánones de la música negra. También el jazz, a su manera, tiene cabida en "It takes..". con "Show 'em whatcha got" y sus aires de Coleman. Y cuando quieren sonar pesados, casi metaleros, se sacan de la manga algo tan apabullante como "She watch channel zero!?", precursora canción de tanto crossover que vendría después.
¿Qué más se puede decir de "It takes a...? Faltan definiciones, palabras, adjetivos para ser justos con un cd que es es para romper voluntades, para arrinconar la mentirosa paz. "Prophetes of rages" es otro mazacote de metal-rap, pulso a 1000 y diatribas corriendo por el aire ponzoñoso.
Para empezar a disfrutar el rap, si aun no te ha picado el bicho, este es tu disco. Te pones "Rebel with a pause" y sabrás que nada será lo mismo. Disco cabecera, disco coartada para gritar, disco de milritmos, disco total. Black Power!
1 comentario:
Public Enemy, quéw grandes. Siempre fui más de RUN DMC, con sus toques de música Rock. ¿Cómo no recordar el Rebel Whitout a Cause? Grandes :)
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