martes, 7 de mayo de 2019

FONTAINES D.C. "Dogrel" (2019)


Los irlandeses Fontaines D.C., con este primer disco, se merecen competir con Idles para estar en lo más alto en ese trono de grupos que darán mucho que decir, que nos inundan con vehemencia de guitarras y proclamas contra los malsanos tiempos que vivimos.

Llevo escuchando este disco tres días y no puedo parar de moverme y gozar cada vez que lo pongo. Adrenalina, urgencia, tensión y juventud a mansalva. Empiezan con "Big" y te recorre una fiebre de excesos y electricidad para en "Sha sha sha", regalarnos una vacilada de esas que como tantos temas del disco tienen el ojo puesto en The Fall.

Los descubrí con "Too real". Vi el video y empece a interesarme por ellos, a intentar saber de donde venían. Habían sacado singles por entonces, hasta que no hace mucho nos regalaron este seguro de los mejores disco del año 2019.

Tienen melodía, tienen un cuerpo de distorsión siempre controlado que te lleva de la mano hacia los 80, y sobre todo, lo más importante, les sobra originalidad y valentía para plantarse con canciones redondas, sin ningún bajón en todo el disco ("Television screens").

"Hurricane laughter" es de las más punk del lote, con su bajo machacón, y con una tensión que va subiendo a cada segundo. De nuevo la sombra de Mark E. Smith se pasea por el filo de la navaja de sus guitarras, de su intensidad brutal. Y después de este inicio tan potente, llega la que quizás sea mi canción preferida del año, la que más veces he puesto, la que repito y repito sin parar cuando me pongo "Dogrel": "Roy's tune", una maravilla de indie pop que te hace erizar la piel, que te pone en pie, que te quita las penas, que te hace salir al balcón y mirar al cielo mientras las cigueñas se adueñan de un pedazo de nube. Colosal es poco, un tema de esos grabado a fuego que seguro aguantará las embestidas del tiempo. Yo siempre me acordaré de "Roy's tune", de su decadencia, de su tristes notas, de su vivaz arrogancia.

Después "The lotts" coquetea con el post punk con otra buena dosis de espasmos corrosivos, de oscuridades siempre radiantes y perennes. Fontaines D.C., tocan muchos palos, y siempre aciertan en sus pasos. "Chequeless reckless" es otro de los brillantes aciertos de un trabajo que se pasa en un suspiro, que es un huracán de juventud indómita, de ordalías de guitarras y concreción brutal.

Otro single punk, "Liberty Belle", otra canción para poner patas arriba Dublín, mientras Fontaines D.C. nos recorren con sus fábulas de geometría imposible de domar. "Dogrel" pasa en un santiamén, es un bálsamo que cura y cristaliza cuando te topas con urgencias del tipo de "Boys in the better land". Y terminan pareciéndose a The Pogues con "Dublin city sky", balada de resaca de amor y extrema soledad, perfecto punto final a uno de los discos que seguro que correrá como la polvora. No hay que perdérselo.

3 comentarios:

yomisma dijo...

Discazo! Junto con Idles y Shame han devuelto la confianza en ese estilo y calidad que creíamos perdido (o yo lo creía). Desde que escuché Hurricane Laughter ya no han salido de mi lista musical
Saludos!

manolo.dj dijo...

Demasiadas alabanzas como para pasar de largo.... Lo descargo ya! Os daré mi opinión en unos días, necesito algo de tiempo para saborear lo nuevo... Abrazo a todos!

Carlos dijo...

Un disco de esos que no puedes parar de pinchar, una ola de viento fresco, una vuelta a las esencias. Imprescindible!