No me extraña nada el pelotazo que esta dando este grupo. Will Toledo, con solo 22 años, atesoró hasta cien canciones encerrado en su bunker creador de sacudidas de nervios. Matador, que siempre está al loro, se fijó en el chaval y le dio pista libre para pulir sus canciones, para hacerlas detonación.
"Teens of style", es el ejemplo y el resumen más claro de la capacidad de este muchacho para traernos de golpe a Guidad by voices, Sebadoh y todos esos santones que en los 90 nos volvían loco. Todo envuelto en un sonido lofi, pero con merienda de distorsión. "Sunburned shirts" y "The drum", las que inician el disco, son una buena prueba de ello.
Toledo tiene esa rara capacidad para mirar todo con insolencia, para saber que lo suyo está mil veces hecho, pero la gracia está en la pegada y en las maneras, en el enfoque eléctrico que da a sus nanas envenenadas ("Something soon"). "Teens of style" es un compendio de las canciones que Will ha ido haciendo en la intimidad con su portatil y que ha ido subiendo a las nube de las tormentas por caer.
Y la cosa funciona. Tanto que imagino a Yo la tengo, disfrutando cuando escuchen este abanico sonoro que tanto bien nos hace a los que nacimos en el 69 y años cercanos. Puro disfrute, puro disloque, puro festival de sonidos para alegrar fiestas, para gozar veranos.
Porque cuando vienen cosas como "No passion" o la larga "Times to die", con su anárquica instrumentación te quedan ganas de más, de que no se acabe el disco. Por eso puedes llevarte puesto himnos como "Strangers", con aires de Beach Boys entre bacanales de felicidad indocil o la brillante "Maud gone", con ese órgano que es la introducción a una tormenta interna de especulación. Balada tristona, con coros para silbar.
Para terminar, "Los borrachos (i don't have any hope left, but the weather is nice)" inspirada en una obra de Velazquez, y "Oh! starving", con su piano despejando el ruido para que el chiquillo siga incolume en su marcha hacia la cima del indie naciente.
Dentro de pocas semanas llegará a mis manos su último largo, más matizado, menos amateur. De momento, disfrutemos de esta joya elegante y juvenil. Para los viejos indies, para los nuevos principiantes, para los que les guste la melodía, para los que aman la distorsión......