"Handwriting" fue el primer disco de esta portentosa banda de postrock, de música de cámara con aires de grandilocuencia espectacular. Y dentro de su discografía, es el trabajo que se permiten explosiones controladas de distorsión como en "M. Daguerre", hecho que no es para nada habitual en una carrera cargada de pianos, vientos y odas de espacios siderales.
"Southbound to Marion" es una delicia que te hiela el corazón con ese inicio que repta y conecta con tus nervios del sentir y "Saccharin" es otro recipiente donde la calma cruza la calle de la mano con la tristeza en un paseo de intensidad asegurada.
Y es que los 8 trabajos de Rachel's se caracterizan sobre todo en esa forma de construir un neoclasicismo que rastrea los suspiros de ese minimalismo de Michael Nyman que tanto nos hechizó en su momento. Rachel Grimes (piano) y su grupo, siempre supieron conmocionarnos. Y es en temas como "Frida Kahlo", donde Rachel se erige como protagonista de un arte que te sacude y te emociona.
La que titula el cd, es otra de las expresiones máximas de fragor compositivo, deambulando entre racimos de suspiros, oyendo el aleteo de ruiseñores posados en un alambre de aliento. ¿Qué más decir de Rachel's? A disfrutarlo toca.