Valga esta crítica como homenaje al bajista de El Columpio Asesino, Daniel Ulecia, fallecido en fechas recientes de una larga enfermedad. Gran grupo El Columpio Asesino. Recuerdo el impacto que me causó cuando los descubrí con su disco homónimo de 2003. Acerados, fieros, una concreta sinfonía de músicas que nos recuerda a los mejor de The Jesus and Mary Chain o Love and Rockets.
"La Gallina" se abre quizás con uno de los mejores temas de su carrera, "La ceniza", un himno en toda regla, lírica, épica, y triste. Como "Destacamento" y ese aire decadente que impregna cada segundo de canción. Se te pone la piel de gallina.
"La marca de Caín en nuestra frente es la de Caín", es la que más se parece a la banda de Daniel Ash. Retadora, provocadora, ácida, con su bajo dopado, con su tensión en continuo crecimiento. "Moscas" es la más rebelde de todo este sugerente lote y "México" la que más especula con un sonido que poco a poco va in crescendo, llenando el espacio de ritmos sofocantes, de ruidos para el antojo.
En "Aleluya" se escoran hacia sonidos más electrónicos, y "Dolores tres pinos", es otro de los puntos fuertes de un disco soberbio de principio a fin, un entramado de sonidos que atrapan y reconfortan. En resumen, va por Daniel Ulecia, y por la trayectoria de un grupo que ya nos dejó en 2023, con una última gira de despedida.
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