Distorsión, abrazos, pianos, guitarras, tormentas, silencios, adiós, tranquilidad, vahos, ruidos, electricidad, sueños......MÚSICA
domingo, 30 de enero de 2022
PARDONER. "Came down different" (2021)
jueves, 27 de enero de 2022
BOSS HOG. "Whiteout" (1999)
La aparición de Jon Spencer no se hace mucho esperar, "Chocolate" es rock de ese que se le da de maravilla a Spencer de saborear, con turgencias de distorsión, almacén de electricidad y mucha savia salvaje.
"Whiteout" es el disco de Boss Hog más asequible pero el que tiene más coordenadas para guardar en la memoria. "Nursery rhyme" es puro frenesí provocador y en "Stereolight" disfrutamos de esa especie de funk mutante repleto de sonajeros de mil colores. Sonidos añejos que percuten como "Fear for you" y himnos de esos que rozan la épica como "Get it while you wait", se dan la mano entre burradas de ritmo como "Jaguar".
Media hora basta para llegar a buen puerto. Estas canciones tienen todas dinamita y mucho rock and rolk ("Itchy & Scratchy"). Y la fiereza no se olvida, como en "Trouble" donde recupera los sonidos de sus primeros trabajos.
La más burra del lote "Monkey" para poner punto y final a una sensacional trabajo que se pasa en un pis pas. Cristina y Jon, Jon y Cristina, para par de tahures del rock bien hecho.
martes, 25 de enero de 2022
THE PASTELS. "Mobile safari" (1995)
domingo, 23 de enero de 2022
AMYL AND THE SNIFFERS. "Comfort to me" (2021)
No descubren nada, no innovan, ni hacen nada distinto de lo que ya hemos escuchado mil veces. Pero nos da igual. Su anterior trabajo homónimo ya nos puso bien las pilas, y en este "Comfort to me", acompañado de unos potentes clips donde las sacudidas que despiden no paran, certifican su valía.
En media hora caben abruptos pogos como en "Choices", himnos para danzar entre tumbas como "Security", donde como en el resto del trabajo Amy Taylor se erige como protagonista de esta guerrilla repleta de riffs y ponzoña.
"Hertz" es otra patada de esas que duelen y "No more tears" casi se parecen a ratos a Motorhead. Cogen las esencias de los Stooges y nos escupen "Capital" , para en "Don't fence me in" volver a ese espíritu de enfado constante.
La banda que la acompaña es competente de principio a fin, y los himnos se desbocan aunque bajen la intensidad de los disparos ("Knifey"). En resumen, punk, sólo punk, disfrutable y sin aditivos.
jueves, 20 de enero de 2022
...AND YOU WILL KNOW US BY TRAIL OF DEAD. "Source tags & codes" (2002)
Después de ese inicio tranquilo de piano que supone "Invocation", viene la tormenta. Y es que en este tercer disco de la banda de Austin, donde se puede percibir toda la potencia que ya intuimos en su anterior disco "Madonna" (1999).
Aupados por los medios del momento, el intento de hacer de ellos algo mainstrem se fue al garete. Oyendo la potencia casi hardcore de "It was there that i saw you", te topas de golpe con una banda que si, que tiene la cualidad de hacer hits instantáneos, pero repletos de aristas y de fogonazos de una electricidad que perdura ("Another morning stoner").
Con las influencias de bandas como Sonic Youth y de toda la buena música independiente de los 90 como cabecera de su estilo, And You Will... navegan a la perfección en un mar bravío donde las guitarras son como cuchillas, ("Baudelaire"), o el punk de "Homage-EP", pura voluta de humo malsano.
Es imposible no parar cuando te topas con truenos del tipo de "How hear, how far", o con la épica de "Heart in the hand of the matter", con su lirismo arrollador. "Moonson" es la que es mas evidente el espectro de Sonic Youth, para en "Days of being wild" volver a recuperar la bronca más malcarada y punk.
Discazo sin ningún tipo de duda. De disfrute inmediato. No hace falta darle muchas vueltas al cd para que rápido se entretenga en tus necesarios ratos de buen fondo musical para tus quehaceres diarios ("Relatives waves").
"Source tags & codes", vitaminas electrificadas para pasar congestiones de calma excesiva. Lástima que los trabajos posteriores fueron bajando de nivel, pero este disco no hay que perdérselo.
martes, 18 de enero de 2022
THE NEW RAEMON. "Epés reunidos" (2010)
A los que seguimos hace años las andanzas de Ramón Rodriguez desde sus indispensables Madee a su fructífera carrera en solitario, este "Epés reunidos" , con sus 20 canciones, supuso una bolsa de caramelos para llevarnos a la boca sus palabras y sus melodías siempre adictivas ("Sucedáneos" y "Vale por todo lo bueno" son una buena muestra de ello).
"Epés reunidos" esta compuesto por sus tres trabajos reducidos, "La invasión de los ultracuerpos", "Cuaresma" y "Líneas convergentes", y nos encontramos con esa capacidad que tiene Ramón de poetizar lo cotidiano con sus levedad que siempre te lleva lejos ("Tiembla Dublín").
"Sombrio" y "¡No fastidies!" navegan por agua de una oscura intensidad y "La Mesa Redonda" es uno de esos hits redondos (y The New Raemon tiene muchos) que te llena la cabeza de silbidos y de logaritmos del sentir. Brillante sin duda. Como lo es también "Cuaresma" y su fragilidad de letras que se vanoglorian de vivir en contextos de ternura y busqueda continua.
La versión de Nueva Vulcano en clave pop de "Te debo un baile" es todo un puntazo, de lo mejor del lote. La adaptación de "M'agradaría ser un lemur" de Estanilau Verdet, te mece y te acuna, para brillar de una manera espectacular con la versión de Lluis Llach, "Que tinguem sort".
Si tengo que elegir una me quedo con "¡Retirada!" y ese aire a Madee que todo lo llena, con esa tensión que provoca, con esa energía vocal que toma las riendas en este jardín de sentidas apreciaciones. En el plano de colaboraciones, Maga con "La dimensión desconocida" y Manos de Topo en "Sucedáneos", cierran el circulo de un trabajo para completar la discografía de una gran banda.
lunes, 17 de enero de 2022
ALEXIS MARSHALL. "House of lull house. House of when" (2021)
Tenebroso, oscuro, intimidador, depresivo, terrorífico... Cualquiera de estas palabras valen para definir el concepto musical que te encuentras en este disco del cantante de Daugthers, una amalgama de obsesiones que te hacen recordar las impresiones que te perforaron cuando escuchastes los primeros trabajos de Swans.
Y no hay que esperar mucho. "Drink from the ocean.Nothing can harm you" es una salmo industrial repleto de aullidos, de apocalipsis envasado al vacío para mayor goce de los que estamos siempre ojo avizor con trabajos de esos que te incomodan, pero que tan bien te provocan un disfrute de esos que sólo los que degustamos los venenos vaporosos de estos sonidos sabemos traducir en resistencia.
"Hounds in the abyss" es la segunda campanada que resuena en el martirio de una noche sin fin, un decorado plagado de slogans para el ocaso del mundo. Y es que el primer trabajo en solitario de Alexis, viene como una perfecta continuación (más radical eso si) de los trabajos de Daughters.
En "It just doestn't feel good anymore", predomina las asonancias, los ritmos rotos, una trompeta repleta de siderurgia mientras Alexis muerde con su voz repleta de devastación, gritando sin parar, expandiendo su ira a traves de una noche perpetua. Menos mal que se relaja a su manera en "Youth as religion", donde se vuelve austero en la tristeza, donde arrulla malsanos salmos que se quedan en el aire, que todo lo impregnan.
Pero no nos engañemos. "House of lull. House of when" esta construido con retazos de la devastación, y aquí no hay sitio para la tranquilidad y si para la angustia ("No truth in the body"). Asi como en la portada del disco vemos a Alexis mirar lo que parece ser un fondo de chimeneas que esconden terror, nosotros también somo observadores de ese aire viciado que todo lo inunda. Hasta respirar cuesta cuante te topas con "Open mouth" o con ese final llamado "Night moving".
Música para no creer en el futuro, banda sonora de lo terrible, Alexis Marshall nos condena sin quererlo a una amenaza constante de un mal que perfora las voluntades, que te hace temblar sin remisión.
domingo, 16 de enero de 2022
THE MICROPHONES. "The Glow Pt. 2" (2001)
Que buenos y que raros que eran The Microphones. La banda de Phil Elverum no se casaba con nada ni con nadie. Así que su sonido no podía de ser más que una amalgama hermosa de rock, con postrock, con retales de folk desmantelado ("I want wind to blow").
Este disco es el mejor que sacaron. Los rugidos de las guitarras del tema que titula el álbum, y el tono melancólico y tristón que todo lo invade no hace más que hacerlo más apetecible con cada escucha que le das. "The moon" es lírica estancada en unos minutos de susurros y cantos que nacen para no olvidar la infancia perdida de la infancia, y en "Handless horseman" convierten la épica en un manjar de andar por casa.
"My roots are strong and deep" tiene un aire Magnetic Fields en plan lofi, y "The Mansion" es otra catarata de sonidos de esos perfectos para llevártelos a tus silencios preferidos. "I'll not contain you" es folk casi rural y "The Gleam, Pt. 2", tiende a la sofisticación pero sin pasarse.
Luego nos encontramos con "Map", donde buscan la catarsis de la distorsión para en "You'll be in the air" adormecernos con un abanicos de posibilidades tranquilas que se ven interrumpidas con el indie rock salvaje de "I want to be cold".
Su carrera siempre fueron los márgenes. Por eso molan tanto escucharlos. Temas sinuosos como "I felt my size" o ese final de nueve minutos de "My warm blood" no son mas que puntos a favor de una banda que nos dio muy buenos momentos para el disfrute.
jueves, 13 de enero de 2022
KINGS OF LEON. "Youth and young man hood" (2003)
domingo, 9 de enero de 2022
JOAN AS POLICE WOMAN, TONY ALLEN, DAVE OKUMU. "The solution is restless" (2021)
jueves, 6 de enero de 2022
THE MAGNOLIAS. "For rent" (1988)
El bombazo de The Magnolias fue un poco más tarde de la edición de este "For rent". En 1992, sacaron "Off the hook" y no paramos de escucharlo hasta que logramos rallar sus surcos con esa potencia y esa melodía que irradiaba una energía a la par de nuestra juventud de 20 años.
Los de Minneapolis, comandados por John Freeman, fueron una ventolera de rock electrificado y lleno de buenos síntomas para el bote y la insurrección. Y en "For rent" hay buena muestra de ello, desde el inicio. "Walk a circle" y sobre todo la casi punk "Glory hop" son toda una oda a la resolución.
Pero The Magnolias guardaban muchos ases bajo la manga. El vigoroso rock de "Goodbye for now", dan paso a una bacanal de lo que bien podría estar eso que se llamó New Rock American, en "Gangs in my town".
Así eran The Magnolias. Un puñetazo de fuerza desencadenada, que a veces hacia guiños a los primeros Replacements, ("Halfway down the road"), y otras te mecían en una abrupto de rock de ese que no tiene ni edad ni fecha de caducidad ("Bring it back").
El power pop se les queda pequeño porque dan ostias a base de instrumentación cercana al punk ("East coast, west coast girl"), pero son demasiado sutiles para encajar en sitios por todos definidos ("A little more").
Tras parar su andadura en 1996, con "Street date tuesday", volvieron al fuego de la distorsión en 2011 con "Pop the lock", pero ya nada era igual. Ni nosotros, ni ellos, ni la escena general. Junto a Magnapop, fueron uno de los grandes combos que hay que recuperar (junto a muchos que han salido ya por aquí) de esa época irrepetible. Grandes, sin duda The Magnolias.
martes, 4 de enero de 2022
VIRGIN PRUNES. "If i die, i die" (1982)
Vaya inicio de año que he tenido. Ayer mismo me pusieron la tercera dosis de la vacuna contra el bicho aciago que nos lleva jodiendo ya casi dos años y me he levantando con dolores hasta en el torbellino del pensamiento. Así que como puede más el deseo de dar el pistoletazo a un nuevo año en Discos Pensados, que la quietud obligado por el martirio de un cansancio universal, atiborrado de parecetamol, sentado en una silla con una manta cubriendo el espanto del dolor de huesos, me pongo a criticar (a ver como sale esto), el primer disco de esta indispensable banda de post punk, producido por Colin Newman.
Y el empiece no puede ser mejor con "Ulakanakulot" y "Decline and fall", donde nos introducen de lleno en un universo donde la oscuridad da miedo de verdad, y donde los irlandeses comandados por Gavin Friday. Amigos de correrías en sus inicio de Bono, Virgen Prunes tuvo siempre claro que lo suyo era establecerse en un sitio donde lo gótico no era apariencia ni ganas de epatar, aquí había chicha ("Sweet home under white cloud").
Solo sacaros dos lps y sufrieron espantadas de miembros del grupo y una futura reconversión como The Prunes, que no dejó apenas huella. Sin embargo en este "si muero, yo muero", está contenida una belleza estructural de esas que no se olvida, como pasa cuando nos topamos con "Bau dachong", lírica para películas de terror, para pintalabios negros y estacas en el corazón.
Formados en una época donde era necesaria y casi obligatoria la transgresión, el rugido, y el deseo de hacer cosas distintas, Virgen Prunes, nos dejó un disco de esos que cualquier amante del post punk debe de tener a buen recaudo. No puede dejar de flipar cuando escucho "Pagan lovesong" o esa locura que parece nacida de una jauría de hienas bailonas llamada "Baby turns blue".
En "Ballad of the man", componen una especie de hit casi de una new wave estrambótica, para continuar con "Caucasian walk", la más afterpunk del lote. Gran disco para iniciar 2022. Parece que he llegado a la meta del punto y final, a pesar de este malestar que me deja baldío. No hay nada como unas notas de arsénico de post punk para revivir la necesidad de seguir en este viaje donde los discos se piensan. Feliz año a todos.