lunes, 17 de enero de 2022

ALEXIS MARSHALL. "House of lull house. House of when" (2021)


 Tenebroso, oscuro, intimidador, depresivo, terrorífico... Cualquiera de estas palabras valen para definir el concepto musical que te encuentras en este disco del cantante de Daugthers, una amalgama de obsesiones que te hacen recordar las impresiones que te perforaron cuando escuchastes los primeros trabajos de Swans. 

Y no hay que esperar mucho. "Drink from the ocean.Nothing can harm you" es una salmo industrial repleto de aullidos, de apocalipsis envasado al vacío para mayor goce de los que estamos siempre ojo avizor con trabajos de esos que te incomodan, pero que tan bien te provocan un disfrute de esos que sólo los que degustamos los venenos vaporosos de estos sonidos sabemos traducir en resistencia.

"Hounds in the abyss" es la segunda campanada que resuena en el martirio de una noche sin fin, un decorado plagado de slogans para el ocaso del mundo. Y es que el primer trabajo en solitario de Alexis,  viene como una perfecta continuación (más radical eso si) de los trabajos de Daughters. 

En "It just doestn't feel good anymore", predomina las asonancias, los ritmos rotos, una trompeta repleta de siderurgia mientras Alexis muerde con su voz repleta de devastación, gritando sin parar, expandiendo su ira a traves de una noche perpetua. Menos mal que se relaja a su manera en "Youth as religion", donde se vuelve austero en la tristeza, donde arrulla malsanos salmos que se quedan en el aire, que todo lo impregnan. 

Pero no nos engañemos. "House of lull. House of when" esta construido con retazos de la devastación, y aquí no hay sitio para la tranquilidad y si para la angustia ("No truth in the body"). Asi como en la portada del disco vemos a Alexis mirar lo que parece ser un fondo de chimeneas que esconden terror, nosotros también somo observadores de ese aire viciado que todo lo inunda. Hasta respirar cuesta cuante te topas con "Open mouth" o con ese final llamado "Night moving". 

Música para no creer en el futuro,  banda sonora de lo terrible, Alexis Marshall nos condena sin quererlo a una amenaza constante de un mal que perfora las voluntades, que te hace temblar sin remisión. 


 

No hay comentarios: