Sí señor, esto es un disco de indie rock. De esos que se hacían antes. Y no hay que esperar mucho. Desde que suena "Donna said" con ese sonido que recuerda a Pavement, te quedas con ello sin posibilidad de abandonarlos.
"Came down different" fue uno de los grandes disco del 2021, y Pardoner deberías tenerlo cerca de ti, apuntados en tu agenda de grupos a seguir, porque lo suyo va en serio. Y es que los de San Francisco, en esta su tercera entrega, te regalan canciones de esas que son difíciles olvidar. "I wanna get high to the music" es otro hit sin parangón y en "Spike" se vuelven furiosos y ruidosos a la vez que siempre atrayentes.
Qué sonido. Puro noventa de principio a fin. Un homenaje sin fisuras a aquellos lejanos años. "Broadway" es un petardo que quema y explota en tus manos y "Tranquilizer" podría estar en cualquier disco de tus grupos favoritos de esos 90 que tanto amamos. "Lucky day" es una bestialidad, comienza como una nana y se convierte en pura catarsis punk.
Todo "Came down different" está plagado de canciones que rápidamente se te quedan clavadas en la memoria. Como "Bunny's taxi" y ese olor a Sonic Youth que despide en cada arranque de guitarra. Y que me dices de "Hammer factory", casi una versión bronca de Teenage Fanclub.
Se vuelven rápidos y déspotas en "Totally evil power", himno asegurado para tararear en la ducha, aunque la mejor, sin duda, es la que titula el cd, pura melodía esdrújula. De esos temas que repites y repites en tu cadena y sabes que no te cansarás jamás de oír.
¿Quién dice que en la actualidad no hay grupos que nos den oxígeno, que provoquen, que ofrezcan? Pardoner es una garantía, un pulso ganado a la apatía, lo suyo es pura adrenalina, un misil hacia los confines de los recuerdos, guitarras estrujadas y conmoción cerebral. Bravo por ellos.
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