martes, 31 de diciembre de 2024

COLA. "The gloss" (2024)


 Terminamos el año por todo lo grande desde Discos Pensados, con el último disco de esta banda de Montreal, que supera con creces el ya por si bueno anterior trabajo "Deep in view" (2022). Todo lo que había  allí, aquí se ha mejorado, con himnos del tipo de "Tracing hallmarks". 

Post punk para corazones dolientes siempre navegando entre mares indómitos de una pena siempre en oscuro pero con ramos de flores secas en la mesa de las comidas ("Pulling quotes").  Trazan siempre una línea melódica que siempre te envuelve, pero también cogen carrerilla cuando te topas con "Pallor tricks". 

Estos chicos han escuchado mucho a Magazine y a Wire, y la cosa se nota cuando pones la radiante y efectiva "Albatross".  "Down to size" es otra épica para días de resaca siempre superlativa, o esa "Keys down  if you stay" pura tralla emocional. 

Te lo ponen fácil para quererles. "Reprise" toca a arrebato, y ese aire de The Sound que destila "Nice try" es para brindar con tus fantasmas en fugaces bailes de salón de sombras. Arrean las guitarras de nuevo con "Bell wheel", para terminar a lo grande con "Bitter melon". 

Lo dicho, feliz año a todos los que seguís este blog. Vamos a empezar el 2025. Cuando termine ya serán 15 de vida de Discos Pensados. Un adolescente con ganas de juerga y aprendizaje. Lo dicho, que no pare jamás la música. 



UNDER THE REEFS ORCHESTRA. ""Sakurajima" (2022)

 


Entre el jazz y el post rock mas enigmático se mueve entre grupo belga donde el saxo es el elemento predominante en una danza continua de frenesí que se agolpa en cada tema de un magnifico trabajo que según suben las escuchas, más se eleva la sensación de hipnotismo ("Heliodrome"). 

Temas como "Ants" que te sumergen en la intriga de un film noir, o la que da titulo el Lp, un soberbio tour de force donde la banda a completo pergeñan una buena dosis de toneladas de jazz atmosférico. "Galapagos" vive en un continuo frenesí de danza imposible y "Kudzu", quizás la mas elaborada del trabajo, tiene algo que nos recuerda a nuestros añorados Morphine. 

"MIR" es otra piedra de combate, otra ilusión instrumental que da paso a "Soleil trompeur" bella, lírica, tremenda en su facilidad para que a las dos escuchas ya la tengas en tus oídos percutiendo recuerdos de una extraña melancolía. 

Terminan con "Mendoza" y al terminar ya solo queda acudir a sus anteriores trabajos para conocer de primera mano de donde viene tantas hechuras instrumentales. Grupo a seguir. 


LA ESTRELLA DE DAVID. "La estrella de David" (2007)


David Rodríguez (ex-Beef), empezó su andadura en solitario con este disco homónimo, donde se nota que todavía no esta curtido el sonido que nos barrió el corazón con sus siguientes trabajos (sobre todo "Maracaibo"). 

Canciones en período de construcción como "No es fácil" , o "Fin de años", junto con pequeñas apropiaciones del universo de Magnetic Fields ("La chica más guapa de España"), donde se nota que aquí esta cogiendo forma algo, pero que aun le falta que el molde se concrete. 

Como "No hacía falta" , o "Tú lo que tienes que saber" con ese aire pop que no llega muy lejos. De mis favoritas "Bellísimos", porcelana auditiva que te deja rendido, y "Música industrial", donde de nuevo sacan a relucir esa capacidad que más tarde haría de David una de las figuras más personal del territorio indie. 

"La catalana" es todo un chiste, como "David" en onda indie pop. Vuelven los teclados locos con "Popeya es presidente" para sentirse a gusto en plan acústico con "Vejaciones en la costa". Primer disco de La Estrella de David. Una constelación para mirar cielos, bastante irregular, pero que conforma las bases de los que vino después. 

 


lunes, 30 de diciembre de 2024

KING HANNAH. "I'm not sorry, i was just being me" (2022)

 


De ellos es el mejor concierto de este 2024 que ya se marcha. Hace apenas unas semanas asistimos anodadados a un festival de paroxismo brutal, de sensaciones a flor de piel. Y es que estos músicos de Liverpool que rezuman música americana por todos los costados, nos dejaron sin palabras. La presencia brutal de Hannah Merrick con su vestido rojo pecado, las canciones (la mayoría de su ultimo discazo de este año, "Big swimmer") que traspasaban latidos, el público en ceremonial silencio..... Se me pone la piel de gallina de recordarlo. 

Tras un EP que ya nos puso alerta, "I'm not sorry, i was just being me", el primer disco de Hannah Merrick y Craig Whittle, es un compendio de su forma de comprender la música, y las pasiones. Te arrebatan con "It's me and you, kid", con ese aire al Neil Young más eléctrico, indie con épica, urgencias que te desbordan. 

Hasta se atreven con algo parecido al trip hop en "A well-made woman". Vaya sonido. En "All being fine" se recrean en una especie de crisol psicodélico con desenlace para el goce total. La sombra de PJ Harvey aparece en "Big big baby" para torcernos el corazón con la tranquila "Ants crawling on an apple stork". 

Vuelven con los sonidos cercanos a Portishead en "Foolius Caesar", para casi al final lanzarnos al vacío con la estremecedora "Go-k kart kid (Hello no!)" en la más brillante de un disco que te levanta del asiento a las primeras de cambio. 

King Hannah aquí hay una banda con presente y futuro demoledor, un abanico de estilos que todos casan y pescan en tu corazón. No dudes en caer en su abismo. 


domingo, 29 de diciembre de 2024

MAGAZINE. "Real life" (1978)

 


Con este disco, Howard Devoto y sus chicos, pusieron uno de los pilares fundacionales a lo que sería el post punk. Es así, nada más escuchamos el inicio con "Definitive glaze" donde captamos la esencia de esta avanzadilla que nació del punk, pero que explorando y explorando, conquistó su sitio en el anales de la historia. Vaya sonido. 

Te pones "My tulpa" y notas que uno de los culpables de las maravillas de Buzzcoks, se quería quitar todo el peso del punk, para maravillarnos con esas guitarras que percuten, con hits del calibre de "Shot by both sides"  o "Recoil" y el bajo de Barry Adamson, en las escaramuzas de una soberbia agitación sónica repleta de teclados y algarabía. 

Una de mis favoritas es "Burst", con esa teatralidad que acompaña todo el tema, donde Devoto mira de reojo a Bowie, donde tiñe las noches de carmín y pecado. El sinfonismo (bien entendido) de "Motorcade" da paso a la circense "The great beautifician in the sky", repleta de cambios de ritmos y sonajeros de suspense. 

Y luego viene, claro, la mejor canción de la historia de Magazine, uno de los puntales del post punk, "The light pours out of me", con ese punteo que te acribilla, con esa progresión rítmica que te deja sin palabras. El piano de "Parade" te deja loco, y la mas punk de todo el lote "Shot by both sides" te llena de suspiros y candor. 

Terminan con la kraut "Goldfinger" y ya queda todo dicho. Magazine para rato en la memoria de nuestra deseos musicales. Que gran recuerdo sacar del baúl a Magazine y llenarnos de los berreos iniciales del post punk. Esto cura todo mal.


jueves, 26 de diciembre de 2024

TV PRIEST. "My other people" (2022)

 


Mucha culpa de la pegada de Tv Priest la tiene su cantante, Charlie Drinkwater, quien hace de su presencia y sobre todo de su voz, un arma punzante donde se arraiga un post punk militante, que desde que  se inicia el disco con "One easy thing", se ve que lo suyo va en serio. 

Porque el que fuera el segundo disco del grupo inglés esta lleno de desaforadas composiciones que te invitan a la fiesta interna ("Bury me in my shoes"), desasosiego al por mayor con temazos que invitan a reflexiones profundas y que se convierten en singles instantáneos del sentir ("Limehouse cut"). 

"It was beautiful" es grandiosa por su enormidad épica, como la que titula el disco, con esa amplia gama de paletas sonora que es todo un disfrute. "The breakers" es distorsión envalentonada que da paso a "Unravelling", otro de los puntales de  un soberbio trabajo plagado de buenas canciones. 

"It was a gift" y "I am safe here", al final, se erigen como lo mejor de un trabajo que hace revivir a muerto, que nos congratula a todos los jóvenes y viejos seguidores del post punk, con sus continuos alardes de creación visceral. 


lunes, 23 de diciembre de 2024

KIM DEAL. "Nobody loves you more" (2024)


 Está claro que el paso del tiempo es inmisericorde para todos. Lo importante es como afrontar el paso de los años. Y solo hay dos caminos (ahora hablamos de lo estrictamente musical). Por un lado olvidar de donde vienes y arrastrarte como una oruga por un lodo de canciones para vomitar (todo lo que ha hecho Pixies últimamente) y por otro, ponerte las mejores galas y sacar un disco como este, del corazón y alma del grupo que nos engatusó allá por los 90: Kim Deal. 

"Nobody loves you mores" es el primer disco que saca Kim Deal bajo su nombre y la espera ha merecido la pena. Se nota que tenía ganas de esparcir su voluntad de seguir creando buena música. Y la variedad es lo que predomina este buen trabajo que empieza con el tema que titula el lp, con sus trompetas al viento y la voz de Kim en medio del océano como aparece en la portada, con su guitarra, sus amplis y su viaje sin paracaídas. 

Hasta que aparecen las guitarras, las primeras canciones son un popurrí de sonidos para fiestas casi hawaianas como "Coast", incursiones electrónica como "Crystal beeth", o pequeñas ráfagas de pop sugerente. Grabado en los estudios de Albini, es a partir del tema número 5, con "Disobedience", donde nos encontramos con la Kim Deal más reconocible, donde el recuerdo de The Breeders se hace más evidente. Vaya pelotazo. 

"Wish i wash" es otro medio tiempo que parece un columpio enternecedor para que nos preparemos con "Big ben beat" y su estridencia sónica. "Come running" te envuelve con esa melodía y esa distorsión rebelde. Para acabar, la mejor de ese cancionero tan evocador, "A good time pushed". Todo un placer Kim que hayas vuelto con nosotros en este estado, que le jodan a Black Francis y sus secuaces tan aburridos. 


viernes, 20 de diciembre de 2024

PRESTON SCHOOL OF INDUSTRY. "Monsoon" (2004)

 


El grupo de Scott Kannberg, guitarrista de Pavement, nos regaló una buena coartada de canciones indie pop en los dos discos que sacaron, siendo este "Monsoon", mi preferido, por matizar y trabajar lo acontecido en su primer ep prefacio de "All this sounds gas". 

"Walk of a gurl" es toda un reliquia de pop tristón, que da el suficientemente tono amable, como para mirar de reojo la discografía de Pavement. Ya "The furnace sun" nos pone en aviso de que aquí hay buenos temas para llevarse a la mochila. Temas alegres que buscan la confabulación ("Caught in the rain"), y donde se evidencia que la huella de Pavement es casi un mimetismo encantador ("Line it up"). 

Y como Pavement, aquí también existen tonadas con cierto arte campestre feliz como "So many ways", y pequeñas citas de música indie con corazón como "Her estuary twang". A los que seguimos a pies puntilla todo el universo de aquella maravillosa banda, Preston School of Industry no dejan de ser como los hermanos pequeños, que piden prestado al mayor sus ropas y juguetes para seguir frente al espejo la misma jugada ("Escalation breeds escalation"). 

"Tone it down" acústica y desbordante, pone el punto final a un trabajo y a una carrera que terminó en un suspiro y que sigue provocándonos un apetecible dulzor. 


martes, 17 de diciembre de 2024

ANARI. "Giza zarata" (2024)

 


Me arrebata Anari, me encandila su voz, su música que penetra por los huecos del sentir, como sierpe que baja y sube por las montañas de tu corazón en busca de alguna presa o tan solo de algo de calor ("Troiako zaldia"). 

"Giza zarata", el número 7 de una discografía de esas que no hay que perderse, es una atalaya donde vislumbrar tormentas y días calmos, resistir antes las embestidas de la vida, y parapetarse bajo el paraguas de las palabras para defenderse de las ofensas que nos agreden ("Ez nengoen").

Joaquín Pascual y Paco Loco son los culpables de que el sonido del disco, sea el que es: avasallador. Como su portada que grita para cogerla y hacernos una camiseta para pasear flores con semillas siempre salvajes ("Tigrea"). 

Himnos decadentes que llaman a la desobediencia, "Kontinente zaharra", colisionan con delicadas estrofas de versos de amapola que te deja rendido, sin palabras ("Bunkerra I"). Te estremece la voz de Anari, rasga con profundidad sobre la piedra caliza de tu ser. Qué ganas que tengo que llegue el próximo mes de febrero para verla por estos lares presentando este gran trabajo.

Te desarmas de una manera instantánea cuando de la garganta de Anari nacen gaviotas diletantes que explotan en mil cielos formando las letras que forman "Edertasun arraroa". Maravillosa. Y también te encuentras en "Giza zarata" pequeños hits instantáneos como "Immolazioa", aguerridas guitarras trotando sobre el fondo ruidoso de una contienda de silencios. 

El final con la joya que titula el LP no viene más que a certificar el poderoso influjo sónico de una artista que mediante su arte hace que nuestras extrañas dancen sobre una floresta repleta de aromas de rúbricas del sentir. 


viernes, 13 de diciembre de 2024

MERCROMINA. "1995-2005" (2006)

 


Con este trabajo se puso fin a la carrera de Mercromina. Se merecían un recopilatorio como este, donde aparecen porque no decirlo, sus mejores canciones en una discografía repleta de momentos excitantes. Nacidos del ocaso de Surfin Bichos, comandados por Joaquín Pascual, su indie rock con arpegios de melancolía funciona a la perfección. 

Y es que empezar este cd con "Encadenados" y "Cacharros de cocina", dos de sus hits más reseñable, es crearte una sonrisa instantánea, con ese melodía que te atrapa, con ese deje de himno que todo lo vence y que deja un sitio a ese fuerza devastadora llamada "Pájaros", quizás mi canción favorita de una banda que todo lo que hizo lo hizo bien.

Y como la cosa no para, no estés tranquilo, suena el murmullo atrapador de "Líquidos" y te quedas casi sin aliento, para volver con "En un mundo tan pequeño" a sumergirse en la lisergia de un pop envenenado. 

Música de ensueño la de Mercromina, se hicieron un hueco entre el indie de aki, con pedazos de canciones  como "Sacacorchos", y sobre todo "Evolution",  una de las mas reconocibles de una carrera plagada de canciones de esas que te sabes de memoria, que te producen una extraña sensación de felicidad cuando las escuchas. 

"Vals de ballena" y su belleza brutal, o "Chaqueta de pana" con esos teclados que les va de maravillas, suman y siguen en este recordatorio hacia un pasado repleto de melodías superlativas. Distorsión a raudales en "El libro de oro de la congelación" y efectivas tonadas en "Alicia" o "Ceremonia". 

Podía dedicar más de un párrafo a cada canción de este extenso disco, pero mejor seguir por la senda de la aventura sónica, y zambullirnos de lleno en la melancolía que nos produce Mercromina. Siempre serán un valor seguro. 


miércoles, 11 de diciembre de 2024

TRICKY. "False idols" (2013)

 

Con este disco, el grupo de Bristol, recuperó la credibilidad perdida hace ya mucho tiempo con discos insustanciales, nada que ver con la primera y gloriosa época de una de las bandas que dio más vida al trip hop. 

Desde que suena "Somebody's sins" (versión de Van Morrison) notas que algo va a ocurrir con este disco. El guiño a Chet Baker que se trabajan en "Valentine" es todo un punto para degustar gota a gota. También tiene cuerda para servirse de los vientos y lograr una pasada de trip hop marca de la casa con "Nothing changed".

Sensualidad al cuadrado con "If only i knew", y ritmos funkies en "Is that your life" que te rompen los huesos y reactivan a una banda que ya dábamos por perdida. La parte más rítmica con "Tribal drums" es caliente y repleta de sugestivos colores vivos. 

Mi favorita, al final, la oscura "Armies", con apuntes lo suficientemente veraces para desear subir el volumen y dejarte llevar por la nostalgia de tiempos de bajos graves y luces a contracorriente. Lógicamente nada es como al principio, pero por lo menos construyeron una buena colección de canciones para defenderse de la derrota de tantos discos dispersos en una discografía que fue de mas a menos de una manera brutal. Tras "Juxtapose", en el año 1999, no habían vuelto a grabar nada con unos mínimos de calidad.  



sábado, 7 de diciembre de 2024

TRAINFANTOME. "Mature immature" (2019)

 


Como suenan Trainfantome. La banda francesa de Lorient, nos hizo un regalo en forma de artefacto que abraza de forma expansiva el mathrock con ínfulas de melodías de los noventa ("Terror 404"), o rozaduras de indie siempre bien construido ("Ghost"). 

Temas de una llegada inmediata, que sobreviven por el trabajo de un grupo que se dedicó de lleno a hacer buenas canciones ("Sad dance"). No fallan en la propuesta, aquí se vive siempre al límite del desgarro como en "One trick pony". 

"Frisbee" es radiante y espectacular y en "David after dentist (double you)", bajan el pistón para volver a subirlo con "Pluievent" y esa ventolera de raciones de música para cargar las baterías en un esforzado tour de force que te seduce al instante. 

"Dictactorship of fun " y "Cham-pain", ponen el punto final a un trabajo leve pero hermoso, donde Trainfantome se dejan la piel para hacer de la amabilidad sonora un todo y su propio sustento. 


miércoles, 4 de diciembre de 2024

THE HARD QUARTET. "The Hard Quartet" (2024)

 


Plantilla de The Hard Quartet: Stephen Malkmus de Pavement, Jim White de Dirty Three, Matt Sweeney de Chavez y Emmet Kelly de The Cairo Gang. Con tamaño plantel el menú esta servido, el éxito asegurado, la revisión del indie de los 90 está aquí con empaque y suficientes canciones como para que se te salte alguna estridencia de goce. 

El inicio con "Chrome mess" es pura distorsión repleta de feedback avasallador y en "Earth hater" parece que estuviésemos escuchando a los mismísimos Pavament. En "Rio's song" se escoran más hacia el rock para volver en "Our hometown boy" con un eficaz acercamiento al power pop. 

Pero cuando realmente suenan como un cañón es cuando nos regalan cohetes de indie rock inflamado como ese boomerang nervioso titulado "Renegade". Bajan los decibelios con "Heel highway" para estirarse hacia el country en "Killed by death". 

Hay que entender este disco como la reunión de viejas figuras del indie que han construido un divertimento  para sacar a relucir toda la energía que atesoran dentro. Es un disco con altos y bajos ("Hey" no me dice mucho), pero reconforta por su capacidad de evocación ("It suits you"). 

"Six deaf rats" es otra recreación del universo Pavement en plan lofi, encantadora de serpiente, medio psicodélica, psicodelia que se hace más patente en "Action for military boys". En resumen, una buena colección de canciones que siempre vendrán bien para alimentar el ánimo con ese guiño a los 90. 


lunes, 2 de diciembre de 2024

WEEN. "Quebec" (2003)


 Para mi gusto, el mejor disco de Ween. El más redondo, el que más se disfruta, en casi su hora de una continua exploración musical de esas a las que tanto nos tenían acostumbrados. Pardiez, ¿quién nos iba a decir que Ween pudieran empezar un disco con el punk desbocado de "It's gonna be a long night"?.Si son ellos. 

Los mismos que a continuación nos pintan la cara con una delicia de esas tipo Prince, "Zoloft". Y es que Ween siempre fueron los Butthole Surfers del pop, una avanzadilla de músicos con predisposición para subvertir los cánones establecidos. 

Aaron Freeman y Mickey Melchiondo (Gene Ween y Dean Ween), nos hicieron colapsar siempre, y se lo tenemos que agradecer. "Quebec" posee la mejor canción de su discografía para mi, ese himno indie llamado "Transdermal celebration", que te arrebata desde el minuto uno. Grabado en un momento donde el grupo estaba inmerso en una vorágine de problemas personales (divorcio, drogas, accidente de automóvil del batería Coleman...) "Quebec" es el trabajo más oscuro de Ween, con pasadas del tipo de "Among his tribe" folk noir que da miedo, o "So many people in the neighborhood" donde nos recuerda porque nos enganchamos a ellos cuando con "Chocolate and cheese" penetraron en nuestras vidas. 

"Tried and true" es otro de los hits imperecederos de Ween, y "Happy colored marbles" es una intrincada canción repleta de aristas psicodélicas que da paso a la boutade pop "Hey there fancypants", locura made in Ween. 

"Chocolate town" es pop dulcificado y "I don't want it" es una balada casi para llorar. Después, vuelven a desarmarnos con la bizarra "The fucked jam" y el enigma sónico de "Alcan Road". Vaya disco.