Está claro que el paso del tiempo es inmisericorde para todos. Lo importante es como afrontar el paso de los años. Y solo hay dos caminos (ahora hablamos de lo estrictamente musical). Por un lado olvidar de donde vienes y arrastrarte como una oruga por un lodo de canciones para vomitar (todo lo que ha hecho Pixies últimamente) y por otro, ponerte las mejores galas y sacar un disco como este, del corazón y alma del grupo que nos engatusó allá por los 90: Kim Deal.
"Nobody loves you mores" es el primer disco que saca Kim Deal bajo su nombre y la espera ha merecido la pena. Se nota que tenía ganas de esparcir su voluntad de seguir creando buena música. Y la variedad es lo que predomina este buen trabajo que empieza con el tema que titula el lp, con sus trompetas al viento y la voz de Kim en medio del océano como aparece en la portada, con su guitarra, sus amplis y su viaje sin paracaídas.
Hasta que aparecen las guitarras, las primeras canciones son un popurrí de sonidos para fiestas casi hawaianas como "Coast", incursiones electrónica como "Crystal beeth", o pequeñas ráfagas de pop sugerente. Grabado en los estudios de Albini, es a partir del tema número 5, con "Disobedience", donde nos encontramos con la Kim Deal más reconocible, donde el recuerdo de The Breeders se hace más evidente. Vaya pelotazo.
"Wish i wash" es otro medio tiempo que parece un columpio enternecedor para que nos preparemos con "Big ben beat" y su estridencia sónica. "Come running" te envuelve con esa melodía y esa distorsión rebelde. Para acabar, la mejor de ese cancionero tan evocador, "A good time pushed". Todo un placer Kim que hayas vuelto con nosotros en este estado, que le jodan a Black Francis y sus secuaces tan aburridos.
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