Con este trabajo se puso fin a la carrera de Mercromina. Se merecían un recopilatorio como este, donde aparecen porque no decirlo, sus mejores canciones en una discografía repleta de momentos excitantes. Nacidos del ocaso de Surfin Bichos, comandados por Joaquín Pascual, su indie rock con arpegios de melancolía funciona a la perfección.
Y es que empezar este cd con "Encadenados" y "Cacharros de cocina", dos de sus hits más reseñable, es crearte una sonrisa instantánea, con ese melodía que te atrapa, con ese deje de himno que todo lo vence y que deja un sitio a ese fuerza devastadora llamada "Pájaros", quizás mi canción favorita de una banda que todo lo que hizo lo hizo bien.
Y como la cosa no para, no estés tranquilo, suena el murmullo atrapador de "Líquidos" y te quedas casi sin aliento, para volver con "En un mundo tan pequeño" a sumergirse en la lisergia de un pop envenenado.
Música de ensueño la de Mercromina, se hicieron un hueco entre el indie de aki, con pedazos de canciones como "Sacacorchos", y sobre todo "Evolution", una de las mas reconocibles de una carrera plagada de canciones de esas que te sabes de memoria, que te producen una extraña sensación de felicidad cuando las escuchas.
"Vals de ballena" y su belleza brutal, o "Chaqueta de pana" con esos teclados que les va de maravillas, suman y siguen en este recordatorio hacia un pasado repleto de melodías superlativas. Distorsión a raudales en "El libro de oro de la congelación" y efectivas tonadas en "Alicia" o "Ceremonia".
Podía dedicar más de un párrafo a cada canción de este extenso disco, pero mejor seguir por la senda de la aventura sónica, y zambullirnos de lleno en la melancolía que nos produce Mercromina. Siempre serán un valor seguro.
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