Distorsión, abrazos, pianos, guitarras, tormentas, silencios, adiós, tranquilidad, vahos, ruidos, electricidad, sueños......MÚSICA
miércoles, 30 de diciembre de 2020
KING KRULE. "Man alive" (2020)
martes, 29 de diciembre de 2020
MADENSUYU. "A field between" (2006)
sábado, 26 de diciembre de 2020
MOURN. "Self worth" (2020)
miércoles, 23 de diciembre de 2020
THE OLIVIA TREMOR CONTROL. "Dusk and cubist castle" (1996)
domingo, 20 de diciembre de 2020
LUSH. "Lovelife" (1996)
viernes, 18 de diciembre de 2020
THE BATS. "Foothills" (2020)
miércoles, 16 de diciembre de 2020
EXPLOSIONS IN THE SKY. ""How strange, innocence" (2000)
Con este disco empezó su andadura una de las bandas más interesantes de post rock desde que el género se abrió a otras pinceladas lejanas de la ortodoxia inicial del género. Dieron el bombazo con su siguiente disco, "Those who tell...." (2001), el cual no paré de escuchar cuando salió, con sus truenos de guitarras entre calma chicha de lirismo.
En este primer disco, se nota lo que iba a venir después. Tanto "A song for our fathers", como "Snow and lights", puedes ir intuyendo que Explosions in the Sky prometían. Música instrumental, largos recorridos sónicos donde se explayan a la perfección sobre todo con ese punteo característico que hace que sean reconocibles a la primera de cambio ("Magic hours").
Los de Texas aun contenían la catarsis que en sus dos siguientes trabajos iban a colmar la dicha de los que con tanta ansia degustamos esas tormentas que nos dejan como nuevo. Aquí, las canciones aunque tienen su componente de tensión, están todavía en esa fase que sabe que nos encontramos al oírles con una banda grande ("Look into the air").
Siempre fueron maestros en perforarnos el ánimo con sus paisajes repletos de melancolía, donde la distorsión se hacía fuerte entre pequeños espasmos de poesía, como vemos en la insondable "Glittering blackness", donde manejan a la perfección los medios tiempos, letanías que se disuelven en volutas de nubes pasajeras.
Todos los temas superan los 5 minutos, todos poseen ese aliento especial para embriagarte con un veneno acariciador ("Time stops"). Todo un gusto volver a encontrarme con ellos. Que buenos momentos de intensidad sin límite, de crudeza siempre tímida.
lunes, 14 de diciembre de 2020
SCOUT NIBBLET. "Kidnapped by neptune" (2005)
Scout Nibblet es una potente cantautora inglesa, que nos ha regalado un buen puñado de discos intensos y brumosos. Para este su tercer trabajo, contó con la producción de Steve Albini, el mago de Electrical Audio, el gurú del noise. Y claro, lo que podía haber sido un paseo mañanero por un jardín repleto de reflejos primaverales, se convirtió en un mar de espinas de esas que te noquean a su antojo.
Ya había despuntado con "Sweet heart fever" (2001) y "I am" (2005), pero con este "Kidnapped by neptune", dio un paso adelante. Tremenda la aridez guitarrera de "Hot to death" o la falsa candidez de la que titula el disco.
Ecos de Pj Harvey, de oscuridades que transitan en ciénagas de amor ("Pom poms"), o cruzadas interiores con hachazos de guitarras como la increíble "Lullaby for scout in 10 years". Todo sirve a Scout Nibblet para convertir en gemas de drama su predisposición por el interiorismo más eléctrico ("Fuck treasure island").
"Relax" y "Valvoline" es donde más se nota la mano de Steve Albini, dotando a los temas de la crudeza que caracteriza al mago de Chicago. Vaya pasote. La batería es el instrumento que más presencia tiene, ("Newbury port"), que hace de soporte a las historias de Scout, pergeñando ritmos minimales y crispados como en la inquietante "Drink to me".
En 2013 perdimos la pista a la buena de Scout Nibblet
con el interesante "It's up to Emma". Nos quedan sus canciones, como
radiaciones que frecuentan tu estado de ánimo, como cirugía para momentos de
sonoros silencios....
viernes, 11 de diciembre de 2020
LUGGAGE. "Shift" (2019)
miércoles, 9 de diciembre de 2020
NOTHING. "The great dismal" (2020)
No hace falta esperar mucho. En la primera canción de "The great dismal", está la clave de este magnífico disco. "A fabricated life" es un abisal y tierno pasaje de shoegazing a ralentí, donde la banda de Dom Palermo, pone las piezas para que te adentres en este jardín secreto repleto de revocecos donde poder uno quedarse a gusto sin ser molestado.
Ya me dejaron flipado cuando me tope con ellos en el año 2016 con ese excelente "Tired of tomorrow". Ahora, han vuelto a poner rosas en el pico de la distorsión ("Say less"). Y es que es un puntazo como se mueven en aguas del post metal más accesible como en esa sacudida guitarrera que posee "April ha ha", o esa viaje a los 90 que es "Cath a fade".
Nothing tienen la virtud de resumir en sus canciones lo mejor de sus preferencia musicales: himnos de de guitarras saturadas con voces que recuerdan a bandas como Ride ("Famine asylum"), y metálicos aspavientos siempre contenidos, por su capacidad por verse imbuidos en burbujas de esas que son abanicos astrales ("In blueberry memories").
"Blue mecca" es la más delicada de todo el disco, una letanía de bromuro, que se ve agitada por un seísmo eléctrico de esos que nos gusta a los que amamos los vaivenes silencio/ruido. Como "Just a story" y su cabalgata por noches repleta de brumas y desasosiego.
Acaban con "Ask the rust", la mejor manera de terminar este recorrido salpicado de gotas de los 90, actualizadas en tormentas de esas que tardan tiempo en irse de los cielos.
domingo, 6 de diciembre de 2020
LOS PLANETAS. "Una semana en el motor del autobús" (1998)
viernes, 4 de diciembre de 2020
BOHREN & DER CLUB OF GORE. "Patchouli blue" (2020)
Adoro a Bohren & Der Club of Gore. No me he perdido ninguno de sus ocho anteriores discos, y claro, este noveno no iba a ser menos. Los alemanes, tejedores artesanales de música triste, de sonidos para films imaginarios, de trágicos compuestos de absenta, han vuelto con nosotros después de 6 años de ausencia.
Y no han podido venir en mejor momento. Si "Total Falsch" es el comienzo lírico, "Verwirrung am strand" es su continuación en forma de score de película de cine negro. Con el saxo que repta, con la luz en medio de la penumbra que entra y te pide sosiego, que no eligas la oscuridad o lo claro, que se puede vivir en ambos sitios sin miedo a erosionar tu silencio.
Que manera que tienen de ponerte la piel de gallina. "Glaub mir kein wort" es un pasaje repeto de desolación, de una tristreza infinita transmisora de una paz que emerge de las brumas, donde te enredas cuando suena la que titula el cd, un paisaje repleto de misterio, de notas que vagan en el aire entre exaltados latidos que bien pudieran sonar en cualquier obsesión de David Lynch.
Ya cuando aparece el piano que introduce "Deine kusine", estas de lleno metido en una vorágine de quieta agitación, una constante amalgama de pulsiones que te seducen, que provocan una querencia a no moverte, a seguir con la escucha de este hipnótico trance repleto de memorables momentos.
Todo "Patchouli blue" es embriagador, sedoso, cloroformo que agita tu retina, tenues sonidos que se volatizan en un crisol de suspiros ("Vergessen & vorbei"), o en increibles secuencias para postergar el sueño hasta los días donde se acaban las pesadillas ("Tief gesunken").
Al final, cuando empieza a sonar "Meine welt ist schön", te da la sensación que has estado hibernando durante una hora, que se paró el tiempo, que te disolviste en un vaho efímero. Sublime. A todo aquel que aun no halla sucumbido a Bohren & Der Club of Gore, le recomiendo toda su discografía. Pecado capital perdérselo....
martes, 1 de diciembre de 2020
FRANK BLACK & THE CATHOLICS. "Black letter days" (2002)
Como tienen que estar el estado actual de Pixies, que hasta los trabajos (muchos de ellos irregulares) de Black Francis en solitario como tal, o con el nombre de Frank Black y sus chicos católicos, son bastante más decente que esta infructuosa vuelta que sólo deja contentos a los muy fans de los duendes.
En 2002, sacaron dos discos, "Red letter day", y es que el que nos ocupa. En ambos, como venia siendo habitual, sobresale la atención de Francis a los sonidos tejanos ("The Black rider"), siempre con un toque melódico que si cerramos los ojos hace que por lo menos pasemos con él un buen rato ("California bound").
Prefiero sus trabajos como Black Francis a su proyecto junto a The Catholics, pero si me tengo que quedar con un trabajo de esta coalición de cactus y rock con polvo del desierto este "Black letter days". Graciosa suena la western song "Chipa away song" y "Gold heart of stone" suena a épica contenida.
Si, ya sabemos que siempre estamos pensando en Pixies cuando escuchamos el nombre de Black Francis, y que sus discos de neocountry suelan resultar demasiados lineales. Pero entre canción y canción te puedes encontrar con fuegos de electricidad como la que titula el cd, o conatos lentos de historias de desgracias ("How you went so far").
Me gusta la ralladura minimal de "1826" y en "Southbound bevy" se inclina por el country mas ortodoxo. Asi es el otrora duende travieso. Lo dicho. Un buen disco, sin más, pero como comenté al principio, escuchando la pésima creación de los Pixies actuales, lo hacen bueno.
lunes, 30 de noviembre de 2020
NEW WET KOJAK. "This is the glamorous" (2003)
viernes, 27 de noviembre de 2020
FLY PAN AM. "Fly pan am" (1999)
Al sello canadiense Constellation, con la banda Godspeed you black emperor! a la cabeza, le debemos la revitalización de un estílo, el post rock, que vivió sus mejores momentos en los 90, y que poco a poco se fue desinflando por una reiteración excesiva de los mismos sonidos.
De la banda madre de aquella historia, GYBE!, nacieron multitud de proyectos, como estos Fly Pan Am, 1-Speed Bike, Hangedup o Do Make Say Think, por citar solo algunos de los nombres que poblaron la escena canadienses de canciones con desarrollos intensos.
Este fue el primer trabajo de Fly Pan Am, que se abre con "L'espace au sol est redessine par d'immenses panneaux bleus" y sus trece minutos de lirismo que se ve acompañado por crujidos de distorsión. La siguiente, la feroz "Et aussi l'eclairage de plastique...." es otra tormenta perfecta de rayos que van y vienen, de rock que se acerca a lo progresivo para afilar sus garras en tensiones que te sofocan.
El exceso total está en los casi 18 minutos de "Dans ses cheveaux soixante circuits" y su repetitivo soniquete que suena y suena sin parar en un bucle de esos que germina caos. "Bibi a nice, 1921" empieza con 3 minutos de silencio para a continuación explotar en zigzags dementes, aulladores.
"Nice est en feu!" es el glorioso final de un viaje hacia territorios donde el sueño, la transgresión y los sonidos áridos, se dan la mano con dibujos creados al albur de una instrumentación sugerente e inquieta.
martes, 24 de noviembre de 2020
PRINCESS THAILAND. "And we shine" (2020)
Pedazo de sorpresa que nos viene de Francia. Y es que este segundo disco disco de Princess Thailand, en su apenas 30 minutos de duración y con sus 7 cancions, es un conjunto potente de temas vivos donde el post punk y el noise rock se van de crucero en un mar de oscuridades marchitas.
Sus tracks son pequeñas joyas repletas de arreones de electricidad ("First time"), de mecanismos de tensión que pide al oyente una escucha con buen volumen ("Sonar"), y sobre todo, de un punto melódico entre sombras que les da un aire de combo de los 80, con garantías de perdurar ("Is this room").
Cuando afilan su propuesta, les sale creaciones como "Now/wave", donde como en todo "And we shine", la voz de Aniele Bastide teje una red que brumas y electricidad, de gases para noquearte si no estás atento al perfume adictivo de un grupo con un porvenir espeluznante.
"We shine" recupera trazos de la añorada Siouxie, puñaladas de post punk rabioso, tremendismo en forma de un caos que te revuelve por su capacidad para vomitar trallazos de distorsión. En "Night after day", lo que prima son las oscuridades cercanas al noise, el estruendo previo a una estampida. Feroz y cargada de intenciones sobre la capacidad de Princess Thailand para asumir sus influencias envasando dardos envenenados.
"Into her skin" se reinvidica por si sola. El misterio que expele sobrecoge, sus lugares comunes son el trazo tenebroso y la intensidad que apabulla. Así son Princess Thailand, un viento fresco para contagiarnos de melancolía, una banda a tener muy en cuenta.
domingo, 22 de noviembre de 2020
THURSTON MOORE. "By the fire" (2020)
Vaya pedazo de doble disco que se ha marcado el bueno de Thurston Moore. A sus 62 tacos, sigue siendo un airado jóven sónico cautivado por la distorsión por la disonancia y la melodía estrangulada ("Hashish").
Dos cds, cada uno diferenciado. En el primero se conjura para continuar la jugada en el mismo punto que los Sonic Youth lo dejaron; en el segundo se la juega todo a la experimentación, al inconformismo brutal, a largas progresiones de ruido de ese que te mece matemáticas.
El primer grupo de canciones (todas marca de la casa), se deja llevar por ese feedback embaucador al cual nos tiene tan bien acostumbrados ("Cantaloupe" podría estar en cualquier disco de los Sonic), por mágicos juegos de manos donde condensa esa capacidad que pocos poseen para hacer del ruido una bella arte repleta de florituras que te enganchan en un vaivén acogedor ("Breath"), donde une a la perfección sus reflexiones instrumentales con un montón de juegos de artificios para gozo de la afición.
Mi predilecta, "Siren", doce minutos de suavidad balsámica, de ternura electrificada, regodeándose en un salmo instrumental donde es fácil perderse y deambular entre raciones de latidos que te dejan ensimismado.
Con "Calligraphy", de las más Sonic Youth del disco, acaba esta primera parte que que te das de bruces con el inicio de la segunda y los 16 minutos de la experimental "Locomotives". Largos desarrollos instrumentales, improvisaciones varias y distorsión a raudales. "Dreamers work" es sólo una parada en una aparente tranquilidad porque "They believe in love (when they look at you)" y sobre todo "Venus" nos deja la parte más arisca y violenta de este sobresaliente "By the fire".
A todos los que vivimos los 90 con ardor y rabia, trabajos como éste nos traen un montón de excusas para seguir siendo antes, ahora y siempre, jóvenes sónicos eternos imposibles de convencer de otra cosa. Bravo Thurston.
jueves, 19 de noviembre de 2020
LINGUA IGNOTA. "Caligula" (2019)
La mejor digna heredera de Diamanda Galas. Tan solo basta un tema, "Faithful servant friend of Christ" para que toda la lluvia del apocalipsis caiga sobre tu cabeza. Densidad cercana a los primitivos Swans, acompañado por los mismos rasgos identificativos de Diamanda: el grito como otro instrumento más, como el eje donde se construye esta catarsis oscura.
"Do you doubt me traitor" da miedo de veras. Cuando suena el piano te imaginas que el infierno ha tomado posesión de la tierra. Kristin Hayter, el nombre que se esconde tras Lingua Ignota, continua la senda que empezó con "All bitches die". Su grito contra la violencia de género, contra el papel que la religión ha dejado a la mujer, un puño enfadado hacia todos los cielos posibles.
Y es que Kristin, que sufrió violencia machista y padeció anorexia, ha pasado su buena ración de temporada en el infierno. Por eso lo que canta viene de donde viene. De un desgarro que avasalla ("May failure be your noose"), con inclusiones en extremos páramos decorados con hielo perpetuo, donde la belleza ni se conoce ni se la espera, donde es mejor no abrir los ojos para no enfrentarse a los fantasmas que vienen a lomos de las teclas del piano ("Fragant is my many flowerd crown").
Extrema y catártica es "If the poison won't take you my dogs will", decorada con solemnes goznes de voces rotas, paisajes en vela, miedo, mucho miedo.... Cuando se sufre nacen cosas como "Days of tears and mourning" salido de una iglesia quemada o "Sorrow! Sorrow! Sorrow!", cristales rotos, la garganta quebrada, la sed en el cuerpo.
Disco de larga duración, cuya escucha conviene tener el espíritu preparado, abrir las ventanas para alejar malos augurios, cerrar las manos y dejarte llevar ("Spite alone holds me aloft"). Te puedes imaginar la vida de una persona con la forma de canalizar sus vivencias. Si oyes "Calígula" de principio a fin, puedes poner cara y palabras a los que en silencio están aguantando su rabia.
No tengo nada más que decir. Simplemente hay que dejarse llevar por este enorme monumento a la tragedia. Impresionante.
lunes, 16 de noviembre de 2020
L'ENFANCE ROUGE. "Bar-Bari" (2011)
Si la inicial "Perquisitions", te entra de golpe con su nervio y su feedback, en la siguiente, el triste himno llamado "Grande Survie", te sientes como poseído por este huracán que todo lo puede, que fabrica emociones al vacío mirando todas la trayectoria musical de Sonic Youth en sus sucesivas etapas.
Asi son L'Enfance Rouge. "Gabès le soir (Maribor le matin") es un pepinazo que te recuerda a la época más salvaje de PJ Harvey, cuando nos ladraba en discos como "Dry", y en "Vengadores (Tostaky/Le continent) cuentan con la colaboración del cantante de Noir Desir, que pone voz al tema más noise del lote.
"Wa ana lastou Durduvyyan", es catarsis sin domesticar, a lo bruto, en caliente y que da paso a "Jadransko more" donde Chiara Locardi nos lleva de la mano hacia el exceso del grito magullado. "Nada, nothing, niente, gar nitch, rien", es quizás la más me gusta. Lenta y misteriosa al principio, brutal en su desarrollo final.
Para terminar "Merde, nous sommes presques morts", la mejor forma que tienen para si no lo has hecho ya, conseguir toda la discografía de esta monumental banda.
viernes, 13 de noviembre de 2020
AEROGRAMME. "My heart has a wish that you would not go" (2007)
4 discos dieron vida este cuarteto escoces comandado por Craig B, siendo este disco de nombre tan largo es que les aupó (algo, no mucho) en las listas independientes de la época. A ello ayudaba su lirismo que embriagaba como hacen constar con la inicial "Conscious life for coma boy" con su épica de guitarras ensimismadas.
Digamos que Aerogramme podían pasar por el lado más amable y comedido de sus paisanos Mogwai. Sus temas están repletos de arreglos ("Barriers"), sin acercarse a las explosiones de sonido del post rock, más cercanos a un indie rock con algún trallazo que no levanta mucho la voz.
Les sobra en ocasiones un acercamiento al lado más pop, como sugiere "Exists", pero con regalazos sónicos como "A life worth living" se lo perdonamos. "Finding a light" va de balada curtida en experimentos de cuerdas y arreones siempre con el freno en mano, y "Living Backwards" se hace un poco largo en su acometida de conseguir crear expectativas.
El cd va de mas a menos en cada escucha. Las primeras parece que la explosión esta cerca, pero al poco la contención excesiva desequilibra el ambiente general ("Trenches"), donde la baja niebla pernocta en espejos rotos por cadencias falta de energia ("Nightmares").
Al final, lo que se prometía como un viaje de luces y parafernalias, se queda en un intento vano que se acerca más un britpop bastante soso, que pierde fuste sin remedio con cada oída. No, Aerogramme no son Mogwai.
miércoles, 11 de noviembre de 2020
IDLES. "Ultra mono" (2020)
Qué ganas que teniamos todos de hincar el diente al ultimo trabajo de Idles. Que manera de empezar un disco cuando tu dedo se topa con el play y empieza a escupir los altavoces "War" con la colaboración estelar de David Yow de Jesus Lizard (aparece en tres cortes más). Un abrupto punk, un golpe en la sien, un boomerang de rabia.
Talbot y sus chicos siguen en la linea del frente. De allí ni dios les apea. "Grounds" te sumerge en un caos de ritmo minimal, hecatombe de ruido y furia que no cesa. Como "Mr. Motivator" y ese pedazo de frenesí que crean en cada instante.
Idles siguen siendo peligrosos. Continuan repartiendo bilis sin parar, sin ton ni son, abrazados a una calentura repleta de tensión, creando hits de esos que no se tararean, que nacen para ser objeto de desenfreno, de baile total sin posibilidad de parada ("Anxiety").
"Kill them with kindness" es como escuchar una jauría de perros rabiosos recorriendo las calles con ganas de bronca, de armar jaleo sin detenerse en las consecuencias. La jarana continua con la espídica "Model Village", y el punk se hace fuerte cuando suena "Ne touche pas moi", con ese grito de francés macarra subiéndose por las paredes.
Ya he leido críticas poco positivas de "Ultra mono". La falta de hits (eso dicen) hace para muchos que el disco decaiga algo. Para mi es quizás la falta de hit lo que mejor se puede decir de él. Defienden su música como mejor saben sin detenerse en contemplaciones ("Carcinogenic"). En "Reings" hacen de las clases altas el objeto de su inquina, con un saxo que trama peligro, en un tema repleto de músculo y visceralidad.
La nota divergente de "Ultra mono" es "A hymn", de lo mejor del lote. Tranquila pero amenazadora, post punk a borbotones, lija sónica, joder que forma de dejar la red para cazarte con su serenidad de gasolina.
En junio si el dichoso virus nos da algo de tregua, les veremos por aquí. Les esperamos como síntoma de que la vida vuelva a ser como antes de la pesadilla. Tachamos los días del calendario, esperando que los de Bristol nos iradien sudor, fuego, punk. Ya queda menos.....
martes, 10 de noviembre de 2020
KLEG. "Zing" (1992)
sábado, 7 de noviembre de 2020
ELUVIUM. "Copia" (2007)
jueves, 5 de noviembre de 2020
LANDOWNER. "Consultant" (2020)
Lo suyo es punk minimal, repetitivo, correoso,a la vanguardia de los exabruptos, alienados contras las putas injusticias que rodean todos ("Phantom vibration"). Me los imagino girando con Idles. Lo suyo es distinto, pero la energía volcánica es de igual intensidad.
Lo que empezó como una aventura casi en solitario del bueno de Dan, ha terminado como un compacto grupo de cinco componentes, repleto de aristas y argumentos suficientes para auparse en posiciones delanteras cuando hagamos nuestra personal lista de los mejores del año. "Swiss pavilion" es puro Minutemen y en "Being told you're wrong", les basta apenas un minuto y medio para encandilarnos con su leve catarsis.
Y es que Ladowner lo bordan se metan donde se metan. "This could mean something" y su post punk reiterativo; "Confrontation" y ese toque ochentero que les queda espectacular, o "Extreme youth", y su vendaval matemático de post punk.
Nada aburre en "Consultant". Te encuentras de bruces con una oleada de nervio, de tensión acumulada, de brotes de inquina maquillada con una potente instrumentación, donde los siete minutos largos de "Mystery solved" nos deja con la boca abierta de principio a fin.
En la parte final, otros himnos para llevarse a la boca: "Restraint" y sobre todo "Old Connecticut money", dos maneras efectivas para terminar esta caloría de bestialismo sofocado. Gran futuro para estos chicos.
lunes, 2 de noviembre de 2020
EFTERKLANG. "Tripper" (2004)
sábado, 31 de octubre de 2020
KILLING JOKE. "MMXII" (2012)
miércoles, 28 de octubre de 2020
TRIANGULO DE AMOR BIZARRO. "Triángulo de amor bizarro" (2020)
Si ya con todos sus trabajos anteriores nos tenían sin remisión conquistados, con este disco homónimo, no tenemos más que seguir la estela de una de las mejores bandas en forma de por aki. Y es que el comienzo con "Ruptura" y ese aire a los Big Black no deja duda de que la banda ha querido ir un poco más lejos que en sus anteriores discos.
Porque a continuación, como si se tratase de otra banda, en "No eres tú", se enganchan a un dream pop que no pierde de vista los arreones de distorsión. Hasta el indie rock con ínfulas de himno como en "Vigilantes del espejo", les sale redondo como todo el armatoste de su música.
"Canción de la fama" es puro ruido, punk estruendoso, que te hacer explosionar, y que en "Fukushima" con Isabel Cea y esa voz sumergida en una contienda de electrónica, nos recuerdan a New Order. Das un paso más y aparece "Asmr para ti" y su shoegazing año 2020, todo una perla sideral.
"Acosadores" es pop con lija y tendones de guitarras al límite de la extenuación, The Darling Buds de ribeiros. Pero, no, no hay que equivocarse. La rabia vuelve con "Calígula 2025" y esos gritos que se clavan en los sesos "A la puta cara".....
Para terminar, "Cura mi corazón", neblina en los latidos, dardos en el sentir, páginas siempre en blanco para llenar con los recuerdos o con el rimel deshojado de un delirio que no se acaba. Triángulo de Amor Bizarro, el ruido y la calma. Siempre la furia.....
domingo, 25 de octubre de 2020
FELT. "Forever breathes the lonely word" (1986)
jueves, 22 de octubre de 2020
KARATE. "The bed is in the ocean" (1998)
Como todos los discos de Geoff Farina y sus chicos, este "The Bed is the ocean" no iba a ser menos. Todo un elenco instrumental que se mueve con fluidez entre el jazz y el indie rock, siempre con desarrollos instrumentales de esos que te perforan los oídos, como la calidez que respira "There are ghosts" y sobre todo esa pasada llamada "The same stars".
Siempre fueron Karate una rara avis en una época que siempre había que buscar acomodo en tal o cual estilo. Ellos iban a lo suyo. No les importaba enfangarse en luchas rítmicas acelerando la distorsión como "Diazapam", poseídos por el espíritu de Buckley, o regalarnos tranquilos y bellos pasajes donde la voz de Farina te llenaba de asombramiento.
El cuarteto, en sus 7 trabajos que sacaron hasta que se disolvieron con el directo de 2007, "595", tuvieron la capacidad de sumergirnos con sus interludios musicales en una espiral de carantoñas compositivas, de sensibles paseo por sonidos de esos que te acogen sin pedirte permiso como ese petardazo llamado "Up nights".
Calidez que transpira "Fatal estrategies" o "Outside is the drama", donde de nuevo, trotando entre una rítmica repleta de melodía y señuelo, te ves contagiado por el festín de pulsaciones inflamadas que despedían.
Siempre es un buen momento para recuperar a Karate. En los arcenes del movimiento independiente, donde por la cañada de la transgresión, los sonidos exhalan caligrafía prodrigiosa.
martes, 20 de octubre de 2020
NUEVA VULCANO. "Ensayo" (2020)
domingo, 18 de octubre de 2020
VARIOS. "Zero, A Martin Hannett Story 1977-1991" (2006)
sábado, 17 de octubre de 2020
BOB MOULD. "Blue hearts" (2020)
miércoles, 14 de octubre de 2020
JUNE OF 44. "Anahata" (1999)
lunes, 12 de octubre de 2020
THE PSYCHEDELIC FURS. "Made of rain" (2020)