jueves, 28 de octubre de 2021

FRENCH KICKS. "One time bells" (2002)


Unas pincelas de pop, otra de post punk de ese que no es muy oscuro y que no anochece, y por último unas gotas de indie sobre la paleta, y ya tenemos el lienzo de French Kicks, grupo que no pasará a la historia pero que si consiguió sobre todo con este su primer disco abrirse un hueco en la escena neoyorkina. 

Para empezar dejan claro sus intenciones con ese pequeño hit llamado "Wrong side" para armar un pequeño motin de post punk movido en "When you heard you".  Los teclados y las melodías de "Down now" les sienta bien, como bohemios en busca de un sitio, como retadores jovenes buscando esencias que les saquen del anonimato. 

El cuarteto liderado por Nick Stumpf, sin pretensiones profundas, son capaces de llenarnos la cabeza con ecos de los 80 como ese buen tema llamado "Crying just for snow" repleto de un doloroso romanticismo para nada impostado. "Close to modern" está entre Prince y Talking Heads y "Right in time" es un potente y sinuoso tratamiento de post punk juvenil con colores ambar y distensiones vencidas. 

"Trying whining" es levemente sombría y la que titula el cd, quizás la más floja, no convecen con un acercamiento algo pueril a la electrónica. Para el final, suben nota con "Sunday night is fair", pero siempre acomodados en un lugar sin el riesgo que quizás les hizo falta para ser algo más que un grupo más. 

Sacaron tres discos y se desvanecieron en el años 2008 como vinieron. Sin hacer mucho ruido, sin destrozarnos los timpanos, todo con calma, con excesiva calma....


martes, 26 de octubre de 2021

THE A-BONES. "Music minus five" (1993)

 

Si te gustan The Cramps, tienes que disfrutar como un loco con The A-Bones, banda de garaje rock de New York, formada por el cancante Bill Miller y que despuntó (como tantas y tantas bandas) en los 90. "Music minus five" fue su tercer disco, y desde que comienza la correosa "Bird diggin'", sabes lo que te vas a encontrar por esta cueva de viejas fragancias. 

Rock and rolk, tan solo rock and rolk, pero que gusto para el espíritu y para tus orejas ("The Claw"). Y es que una banda que se pone como nombre el titulo de una canción de The Trashmen, tiene muy claro que lo suyo son los bailes dislocados en salones con poca luz y mucho veneno, donde se respire ácido y siderurgia de sudor ("Donut run"). 

Vaya gozada "You oughta know", es oirla y no parar de bailar, de moverte como un poseso, de flipar por su rabia y su enorme potencial sonoro. Recuerdo cuando los conoci con su minielepe "Free beer for life!" donde aparecia un poli ingles rodeado de cientos de cervezas dando rienda suelta a una ebriedad compulsiva. Así es la música de The A-Bones ("Little bo Pete"). 

Alojados en el clásico label de rock and rolk Norton Records, la banda cumplía lo que prometía. Buenos ratos, buena diversión, nada de desgana, música desde lo profundo del abismo como esa bestialidades sonoras llamadas "Hully Gully" y "Come on comme on".

Toda la discografía de The A-Bones es un continuo frenesí, una dedicatoria al rock como elemento catalizador, como fuente inagotable de una fuerza primigenia que todo lo desborda. Oyendo temas como "Who the heck" o "Bonomo Twine time" te das cuenta que músicas como las de The A-Bones son incombustibles, que aguantarían hasta una explosión nuclear. 


 

lunes, 25 de octubre de 2021

ORCHESTRE TOUT PUISSANT MARCEL DUCHAMP. "We're Ok. But we're lost anyway" (2021)

 

Tres años después de ese magnifico disco que fue "Sauvage formes", el grupo suizo Orchestre Tout Puissant Marchel Duchamp, nos presenta por todo lo alto esta bella estampa cromatística llamada "We're ok but we're lost anyway" donde tienen cabida en su debida forma, estilos que orlan unos de los discos más creativos del año. 

Desde "Patient" con su post rock que se escrespa mientras la distorsión y los vientos se hacen con el motín de los silencios,con Liz Moscarola como tener de la experimentación,  pasando "Empty skies", minimal y corrosiva, tensa y desbocada,post punk, todo el disco es un suculento viaje de unos músicos que enarbolan la bandera del todo es posible.

"So many things (to feel guilty about)" recuerda a los holandeses The Ex, por su constante fabulación instrumental, con su tribal soniquete que se te clava en los siseos de la voz, ardiente jugada que emociona y derrite muros. Menudo festival de vientos y cuerdas, menudo paseo por la delicadeza crucial. 

Liderados por el bajista Vicent Bertholet, llevan desde el 2006 desde su centro de operaciones en Ginebra, con formaciones que van desde los 6 miembros hasta los 18, volcados con el krautrock, el jazz libre de ataduras, los ritmos étnicos, el post punk. Y todo lo hacen de maravilla. "Blabber" bien pudiera ser su pequeño himno, melodía que recuerda a Penguin Cafe Orchestra, con caricias de cuerdas y la voz de Liz festejando la algarabía que no cesa. 

En "We can we me" se decantan por sonoridades africanas para en "Flux" volcarse en una experiencia única de catarsis contenida entre voces a la sombra y hachazos minimos de guitarras saturadas. Todo una experiencia un album que acaba por todo lo alto con "Beginning" y sus ritmos funkys mientras los vientos reptan por el aire. 

Orchestre Tout Puissant Marcel Ducham. Apuntad el nombre. En las listas del mejor del año seguro que estarán en la cumbre. Una gozada. 


 


viernes, 22 de octubre de 2021

LOVE AS LAUGHTER. "Laughter's fifth" (2005)

 

Sus primeros discos eran un volcán de guitarras que ardían, de electricidad galvánica. En este "Laughter's fifth", penúltimo disco de su discografía, la banda de Washington viró hacia un rock que mira de reojo y sin esconderse a Neil Young ("Survivor"), siempre con reflexiones melódicas que hacen su discurso atractivo. 

La banda de Sam Jayne ya no mejoraría ese gran disco que sacaron en 1999 llamado "Destination 2000", pero aquí hay lugar para el desgarro como en la emotiva "Every midnight song",o para mirar sonidos cercanos al glam como ocurre en "Dirty lives". 

Cuando mejor les salen las cosas es cuando padecen el efecto de la fiebre eléctrica de antaño y producen bestialidades del tipo de "I'm a ghost" o ese torrente hipnótico llamado "Canal street". Todo podía pasar en Love as Laughter, banda poco reconocida, y que tuvieron su pequeño islote de reconocimiento entre los oídos exigentes de la época ("Pulsar Radio"). 

En ocasiones se quedan en tierra de nadie, como la a ratos insulsa "Corona extra", pero logran salir del bache y recuperarse cuando casi parecen Pavement en "Makehift heart". En conclusión, disco que no te cambiará vida, pero que si que contiene un buen ramillete de sonidos que te harán agradable un mal día. 


 

martes, 19 de octubre de 2021

TERA MELOS. "X'ed out" (2013)

 

Vaya petardazo empezar el disco con un tema como "Weird circles", puro dislate de un mathrock efectivo, repleto de desgarro, con voces que te meten en un maremoto de guitarras que juegan al desenfreno, a  radiación total de electricidad. 

Y es que la cualidad que tenían esta banda de Sacramento, es acercar el concepto de indie rock a un enfrebrecido mathrock, donde los cambios de ritmos, el laberinto sónico, se veía rodeado de una poderosa cicatriz melódica ("New Chlorine"). 

Y es que si al trio se le une esa capacidad para la catarsis inmediata con la inclusión de pincelas juguetones electrónicas, estamos antes un divertimento de esos que ilusiona, que te hace pedir mas, como esa locura llamada "Bite". 

A veces recurren a especulaciones de calma ("Snake lake"), para al poco volver a dar guerra, con esa potencia de riffs que son una amalgama de seducción y de bella crispación emocional, como vemos en "Suburn". 

Hasta cuando parece que no pasa nada, que ponen el piloto automático, y se dejan llevar por la calidez y el arrullo en temas mas sosegados, ("No phase"), tienen suficientes aristas para completar un perfecto viaje de dulce especulación. Así hasta que llegamos a "Tropic lame",la cima de un divertido lp de esos que te puedes poner y poner y no cansarte jamás. 

Porque a Tera Melos no les hacia falta recurrir a progresiones matemáticas como otros compañeros de estilo (Ahleuchatistas, Dianogah o June o 44). Lo suyo participa de ese tendencia a la transgresión pero a su manera, buscando huecos, perforando feedback ("Slimed"). 

Pasote terminar el disco con esos cohetes titulados "Surf nazis"  y "X'ed out and tired". Brutales.  Desde Discos Pensados, no perdais más tiempo y os recomiendo sumergiros en este volcán. Y sino, probar con el clip....


domingo, 17 de octubre de 2021

MONO. "Pilgrimage of the soul" (2021)

 

11 discos van ya con la edición de este "Pilgrimage of the soul", y los nipones Mono, siguen siendo uno de los combos más solventes del post rock del planeta. Post rock, desde la canción inicial "Riptide",  un arañazo de distorsión, con guitarras furiosas que viven en una perpetua lírica que no se acaba. 

El grupo liderado por el guitarrista Takaakira Goto se emplea a la perfección con su contundencia habitual, y esos espacios en el vacío donde lo que mandan son los momentos cercanos a un clasicismo sobrecogedor. "Imperfect things" ya es un connato de esta magia que Mono tiene para llevarnos a una tristeza cargada de melancolía. 

Pero es en "Heaven in a wild flower" donde más te puedes sentir emocionado, con esos teclados tocando tu fibra más íntima, con ese sobrecogedor pasadizo de magia y sosiego, de luces cándidas que se visten con diseño de estrellas. "To see a world" es un perdigonazo de ruido que poco a poco va subiendo el volumen hasta crear cielos de colores ámbar e "Innocence" es épica hasta en la sacudida del rocío que desprende tu techo cuando la escuchas. 

Soberbios Mono. Tengo todos sus discos y nunca desfallecen en esa continua expresión por caminos de calma eterna, de luces apagadas, de motines de nieves que van y vienen ("The Auguries"). La más larga del lp, "Hold infinity in the palm of your hand", son doce minutos de frenesí envolvente, de circulares sonidos embriagadores que te dejan asolado en un confort muy especial. 

Termina este belleza eterna con el piano de "And eternity in a hour" y su mapa de lugares de silencios donde perderse cuando la necesidad por no ver a nadie hace que necesites música para apagar los berridos de los tigres que se suceden en el día a día indómito. 

Que placer saber que cuando me compro un disco de Mono voy a disfrutar al máximo. No me hace falta escuchar ningún tema antes. Me dejo llevar, me pongo el mono de trabajo de amanuense de susurros, me quito la espina que me daña en corazón y dejo que la música transite con calma y paz, y solo siento un gran sosiego. Un gran sosiego reparador.....



viernes, 15 de octubre de 2021

SONIC YOUTH. "NYC Ghosts & Flowers" (2000)

 


Cuando Sonic Youth sacaron este disco estaban realmente enfadados. El año anterior habían sufrido el robo de todos sus instrumentos musicales, y la banda decidió tirar por la tangente, sin tregua, no dejar ni un respiro en este el que fuera el álbum número 11 en su brillante carrera. 

Y eso que el inicio con "Free city rhymes", parece anunciar una tormenta contenida a base de arrullos y de esos arpegios demoniacos que parecen no querer buscar el cuerpo a cuerpo. En este disco no hay tintas medias, parece que quieren volver a la rudeza sónica de sus inicios repletos de ponzoña noise y de especulación instrumental donde Kim Gordon da pavor. 

El cuarteto está en plena forma, Thurston y Ranaldo se lo pasaron bomba ideando maneras de sacar sonidos cada vez más desquiciantes como se puede comprobar con la temeraria "Nevermind (what was it anyway)". Los reyes del noise nunca nos defraudaron. Sacaron dinamita de su agitada conjunción de paladines de la incorrección ("Small flowers crack concrete") y se atreven hasta con tonadas que podrían haber salido en trabajos como "Bad moon rising" como la impactante "Side2side". 

"Streamxsonik subway" es sonido marca de la casa con navajas en la distorsión y brotes de acero en música para no domesticar el ánimo. Como la que titula el disco, con ese comienzo sosegado y que va creciendo en sedición y tormentas.

Para terminar "Lightnin", otro estacazo imprudente, otro geiser que repele la calma, que es puro no wave. En conclusión, otra borrasca perfecta, otro disco que casa a la perfección en una discografía sin fallo de escritura. Sonic Youth, nuestros jóvenes eternos, nuestros años lejanos, los amos del caos sonoro. 



martes, 12 de octubre de 2021

TEAM DRESCH. "Personal best" (1995)

 



"Personal best" fue el primer disco del grupo de queercore Team Dresch, que en menos de media hora se ventilan diez pildorazos de punk rock de esos que levantan a un muerto ("Fegetarian and Dyke"),  siempre abiertas a los estilos que por esa fecha estaban haciendo el agosto entre el personal. 

Letras reivindicativas, acidez y ponzoñas en sus formas ("Hate the christian right!") y también porque no, pequeñas postales desde la trinchera del indie rock, como ese hit llamado "She's crushing my mind" o esa festiva y demoledora "Freewheel". 

Sacaron otro disco más ("Captain my captain") y una selección de singles y rarezas, pero es este primer trabajo, donde más se puede disfrutar de su pegada ("She's amazing"), de esos fogonazos de rabia que encabritan al más pacífico ("Fake fight"). 

En la misma liga que Huggy Bear o Pansy Division, Team Dresch van al grano, sin pararse en remilgos ("D.A. don't care"), sonando sucias y a la vez repletas de fundamentos para que todos sus mensajes tengan el mejor traje musical posible. 

"Screawing yer courage" es el final de este recordatorio a un grupo que no inventó nada pero que nos regaló un buen puñado de canciones para el recuerdo. 


domingo, 10 de octubre de 2021

LOW. "Hey what" (2021)

 

Cada disco que sacan es mejor que el anterior. Y es que por ellos no pasa los años. Bueno si, para bien. Más madurez, más maneras de modular ese slowcore que en "Hey what" se viste en la canción que da el inicio a todo esto, "White horses", en una lija con sonidos que raspan sin parar para mecer las voces de Mimi Parker y Alan Sparhawk. 

Si "Double Negative", (2018) era bueno, "Hey What" es mejor, más visceral, más crudo, confeccionado con material inflamable, electrónica que da voz a nanas de distorsión como ese misil a tu corazón llamado "I can wait". 

Porque "Hey what" quizás sea el disco más arriesgado en la provechosa carrera de Low, donde lo industrial se une a las bambalinas vocales ("All night"), donde los salmos a pie del altar hacen que los cristales se llenen de mariposas que sedientas de flor se acercan para oír estos himnos que te hacen palidecer, gozar, subliminar el aire y la carne que nos posee. 

"Disappearing" es minimal y corrosiva y "Hey" con ese inicio ruidoso que da paso a otro tema de esos que piden la voz para tus dramas internos. Los Low más clásicos los encontramos en ese bombazo llamado "Days like theses",  donde la alegría rebosa en cada segundo de canción, donde los silencios se convierten en besos. 

Vuelven las radiografías tecnológicas en esa mutada total llamada "Don't walk away" para adentrarnos en la esquizoide "More". El final lo pone "The price you pay (it must be wearing off), puro arsénico para la vida rápida. La escucha de "Hey what" requiere recogimiento, a mansalva aplausos de parpados, a veces una copa de vino, y otras la compañía de la soledad como meretriz de tus sueños. Que hermosura la voz de Mimi, que placer saber que siempre se podrá recurrir a ellos....


viernes, 8 de octubre de 2021

TAMIKREST. "Toumastin" (2011)


No sólo tenemos a los indispensables Tinariwen como baluartes del mundo tuareg y su música. Malí es un semillero de artistas que desde hace tiempo han venido para quedarse, para llenarnos los días de blues, de África, de arena del desierto. 

"Toumastin" fue su segundo disco, y desde el inicio con hipnótica "Fassous tarahnet" y esos coros que sobrecogen, no puedes más que rendirte a estos sonidos que se mecen entre guitarras que suenan a esperanza, y calor, a ambrosía. 

Ousmane Ag Mossa y sus ocho compañeros seducen desde su atalaya donde te encuentras el sonido de la flauta en temas tan impactantes como "Nak amadjar nidouia", una progresión matemática hacia catarsis interiores,  o ese festival de alegría que es "Aratan n Tinariwen", electricidad a raudales. 

Ayitma Madjan" es otra deslumbrante pieza donde modelan a la perfección su postura sin matices de recuperación de unos sonidos que agitan y perturban, una llamada a que no se pierda la memoria de su pueblo. La guitarra suena como una sirena en medio del oasis en "Aidjan adaky" y "Tarhamanine assinegh" contribuye aun más a que sigamos profundizando en todo el arte que como un vendaval que no cesa, nos viene de África. 

"Toumastin", un discazo que es como una epopeya a disfrutar, un elenco de temas que te cautivan, el rubor que no cesa. 


miércoles, 6 de octubre de 2021

YOUNG MARBLE GIANTS. "Colossal Youth" (1980)

 

Sólo sacaron este disco. Y la verdad es que no les ha hecho falta nada más para pasar a la historia como uno de los combos a los que más se referencia se hace. Desde Sonic Youth o Stephen Merrit, pasando por el malogrado Kurt Kobain, dieron muestra de su querencia por este grupo y este disco clásico para los que amamos el indie rock, el post punk, los sonidos afilados, el lofi más estrambótico. 

Porque la banda de los hermanos Moxham, daban en el clavo desde el principioo, con este hit llamado "Searching for Mr. Right", donde es  imposible ubicarles en estilo alguno. O esa rareza instrumental titulada "Include me out", algo asi como un post punk esquelético. 

Disco legendario que se compone de pildoras adictivas que te provocan un rápido encantamiento como "The Taxi" y "Eating noddemix", con esa voz de libelula de Alison Statton, llevándonos a sitios ignotos, a lugares donde es fácil perder el sentido. Canciones cortas pero que te perforan, ("Constantly changing"), con punzadas afiladas del nivel de "N.I.T.A.", otro clásico perenne al avance impasible del tiempo. 

Oyendo el disco a día de hoy, es increible como nadie después de tanto tiempo hallan podido siquiera acercarse al sonido de Young Marble Giants. Tuvieron la fortuna de elaborar la pócima y dejaron que otros se devanaran la cabeza intentando elaborar este encantamiento. "Colossal Youth" es una pasada que entra poco a poco, que deja huella tras 2 o 3 escuchas. 

Los de Gales quizás tuvieron a The Magnetic Fields como uno de sus continuadores más cercanos, pero siempre a un paso detrás. La que titula el lp es una golosina, y "Music for evenings" te sacude por su sencillez y por esos arpegios locos. 

"Choci loni" es una vacilada total y "Salad Days", es otro pedazo de artesanía lofi intrincada en esos sonidos que tan bien se le daban a Young Marble Giants. Y es que tanto hoy como en el mañana que ha de venir, nunca es tarde para despojar del poder del hombre del polvo este artilugio musical repleto de frenesí y aventuras sónicas. 

domingo, 3 de octubre de 2021

NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. "Dig, Lazarus, Dig" (2012)

 

No hay que esperar mucho. Das al play y suena el tema que titula el disco, un petardazo de rock vacilón con Cave en plan histriónico, una auténtica maravilla para tus oídos. "Dig, Lazarus, Dig" fue el disco número 14 en la carrera de este monumental artista y la verdad es que es una gozada de principio a fin. 

El órgano de James Johnston es una de las principales bazas para defender este trabajo, ("Today's lesson"), convirtiéndose, sin discursión, en otro de los puntos ( y tiene muchos) fuertes de un disco que engancha desde sus primeras escuchas. 

Y cuando Cave se pone sensual, le salen gemas tan brillantes como la hipnótica y lenta "Moonland", susurrante y mágica a la vez. Oscura y tenebrosa es "Night of the lotus eaters" , post punk minimal concentrado en una repetición que se te clava en los pensamientos. 

He de reconocer que la compañía de Warren Ellis en los últimos trabajos de Cave le ha restado más que otra cosa. Ha ido perdido fuerza, intensidad haciendo de su música algo menos peligroso. Aquí, por suerte, no se nota nada su presencia. "Dig, Lazarus, Dig" es un continuo frenesí que no cesa. 

"Albert goes west" es garaje vitaminado y "Well call upon the author" tiene un aire a la Velvet Underground que tira para atrás. Soberbio es poco. Luego vuelve esa tranquilidad de mentira en la tranquila "Hold on to yourself" para volver a enrarecerse el ambiente con la rutilante y adictiva "Lie down here (& be my girl)".

Y para terminar el disco, "More news fron nowhere", más disparos a tu corazón, pura sinfonía épica en plan gospel blues. "Dig, Lazarus, Dig", uno de los mejores discos de Cave de su última época. No hay que perdérselo.