Distorsión, abrazos, pianos, guitarras, tormentas, silencios, adiós, tranquilidad, vahos, ruidos, electricidad, sueños......MÚSICA
miércoles, 30 de marzo de 2011
JAPANCAKES. "If i could see Dallas" (1999)
Ahora que el post-rock ha pasado a mejor vida, ahora que queda lejano el reinado en nuestra retina auditiva de gente tan necesaria como Bark Psychosis, Gastr de Sol, Laika, Pram, Moonshake, Flying Saucer Attack y demas huestes planeadoras, no está de mas recuperar un viejo cd, de un grupo, Japancakes que siempre nos ha dado excusas para hablar bien de ellos.
Eric Berg es lider de estos geniales musicos, nacidos de una perfomance sin ningún tipo de preparación previa en el local de ensayo. Con ese inicio que pega tan bien con el ideario del postrock nació este extenso primer lp, en donde podemos deleitarnos de todo tipo de paisajes sonoros, con una variedad instrumental acorde con esa filosofia de expandir ondas a traves de moogs, violines, guitarras, etc, etc.
Todo un lujo para tus oidos si te gusta este tipo de musica, aunque en alguna parte de "if i could see Dallas", ("Dallas" con sus 14 minutos) se les vaya algo la mano con sus improvisaciones desérticas. Un detalle, que no desvirtua todo ese elenco de sonidos que consiguen traernos a la memoria aquellos tiempos donde el rock fue reconstruido por una panda de tahures inquietos.
Asi, que el comienzo del viaje con "Now wait for last year", teclados y un aire de viejo oeste destartalado, te da una idea de lo que nos toparemos en "If i could see Dallas". Los violines en crescendo de "Elevator headphone" te recordarán algo a Dirty Three, pero aqui hay un toque de los años 60, que dibuja aristas engalanadoras.
La mayoria de los temas tienen un toque melódico, algo asi como si hubieran humanizado a Tortoise. "Toomsuba" es suave y elegante, esparciendo a traves de sus pinceladas instrumentales un buen tonel de karma postroquero.Porque asi era (es) este género.
Suenan neoclásicos en piezas tan deslumbrantes como "Pole tricks", y en otras, como "Elephants" se dejan llevar en una especie de suite de oasis del corazón, con mimo y ternura, elevándose en transcendencia, contenidos pero altamente emocionales.
Asi eran Japoncakes. Recuerdo esa version que hicieron de todo el "Loveless", de My Bloody Valentine, a su manera. Si puedes, hazte con él también. Post rock en estado puro, estos Japoncakes, repartidores de esencias multiintrumentales.
lunes, 28 de marzo de 2011
SUN KIL MOON. "Admiral fell promises" (2010)
Mark Kozelek es un garante de la tristeza. Desde su inicios con Red House Painters,hasta su proyecto con Sun Kil Moon, siempre ha sabido hilvanar, con su aguja vocal tan característica, verdaderos hitos de la desolación.
Como no recordar aquellos discos de los pintores de la casa roja, rurales, a veces electricos, pero siempre a la sombra, como portadas sonoras de una revista de pueblos que han caido en desgracia, o bien que esta desgracia les ha traido la paz interior. Que hablen las piedras.
Su cuarto largo con Sun Kil Moon, es aun más recogido que sus anteriores entregas. Aqui prima la austeridad total. Kozelek con su guitarra encerrado en la penumbra, alargando el silencio con sus dedos, perforando la noche con sus lamentos tenues, emocionando hasta la emoción.
Lo bueno de "Amdiral fell promises", es la amplitud de miras del songwritter. En "Alesound" es el de siempre , pero aquí la guitarra no suena acústica, sino clásica, ¿os imaginais? Para aplaudir con lágrimas. En "Half Moon Bay", corretea con sus dedos en nuestras perdidas intimas para buscar el auxilio de la luz. Su voz, como siempre, de 10.
"Third and Seneca" define a la perfección todo el largo recorrido que lleva en ésto el bueno de Mark, esparciando notas acústicas amparado en la frecuencia otoñal de su garganta. Kozelek y Mark Eitzel, de los American Music Club, bien pudieran crear un club para beodos de la melancolía, para poder emborracharnos a gusto entre tragos de lirica tamizada con escozor.
La cumbre de "Admiral fell promises", llega con "The learning tree" expandiendo más aun la sensación de que se puede componer piezas barrocas desde un sillón alojado en un mirador de tempestad interior. Fiel seguidor de toda la carrera de Red House Painters, ahora me regocijo con estas andanadas de clasicismo elocuente. Un maestro, señores, un maestro.
viernes, 25 de marzo de 2011
THE ORGAN. "Grab that gun" (2004)
Ahora que Interpol, los que iban para dignos sucesores de Joy Division y The Chameleons, se han convertido en una empresa para publicitar trajes negros, en un pastiche sin gracia que han perdido toda credibilidad para los que amamos el post punk, recuperamos a los canadienses The Organ, para por lo menos, esbozar una cínica sonrisa.
Ya pasaron los tiempos de PIL o de Gang of Four; nos contentamos con que salgan grupos como These New Puritans, Liars, o The Horrors para no deprimirnos con tanta pose sin fundamento. The Organ no esta nada mal. También ayuda que el disco que rescatamos dure justo medio hora. Más, seria empezar a vivir al filo de lo creible.
"Grab that gun", me suena a Echo and the Bunnymen, a unos The Sound sin drama pero con gracia. Porque parece que oyendo "Brother", con sus teclados de fondo estuvieramos asistiendo a una reconversión de la filosofia musical de Adrian Borland, pero sin excesiva pegada. Aun asi, no están mal.
"Steven Smith" suena amateur, emocional, homenaje sin sonrojo a una epoca que seguro que estará en las paredes de este quinteto en forma de poster de Siouxie y The Smiths, por citar algunos de las seguras influencias de los de Vancouver.
En "Sinking hearts" se muestran claroscuros, melódicos y levemente guitarreros y en "There is nothing i can do", la evidencia de la sombra de Ian Curtis nos hace sonreir con un buen puñado de melancolía enredada en continuas referencias a epocas donde primaban actitudes de introversión, letras subterráneas, épica de color blanco y negro.
Si, lo sé, quizás cuando pase unos meses me halla olvidado de este grupo. Pero ahora he disfrutado con sus sonidos de otra época. Será por mis querencias a The Cure, John Lydon, The Wire y otros depredadores de la noche.
miércoles, 23 de marzo de 2011
HELIOS. "Unomia" (2004)
"Unomia" es un ánfora repleta de pétalos ambient que tapados por los rigores del invierno se han destapado en estos primeros pasos de la primavera,y que sirve como una hermosa banda sonora para especular bosques dorados, ríos de agua cruzada por peces plateados.
Helios vienen de Portland, y debemos a Keith Kenniff la composición de este bella paleta de atmósferas burbujeantes, cabañas de flotadoras odas sísmicas de pasión, cálidas instrumentaciones que te mecen en un murmullo de tenues sombras vencidas por la claridad que emana de todo "Unomia".
Los primeros pasos electrónicos de "Velius", se convierten en "Nine black alps" en toda una oda reptante, algo minimal, cubierta de esporas de un mar donde se nota la intención de Keith en armar un lujoso disco donde el concepto de belleza detone como un volcán expansivo.
"Homero hymnus" es algo más cruda, más oscura, desafiante y juguetona con todos los artificios tecnológicos, que se convierte en excusa perfecta para un horizonte negro. Oscuridad que también en "West orange", aparece, pero aquí, transmutada en una casi orquestal y lírica tristeza, expuesta en los salones interiores para pudrir la fealdad, para contaminarnos de esencia y rocío.
El ambient y la electronica ganan con Helios. Este su primer disco es toda una salva hacia el orbe de los sonidos apaciguadores, hacia esos estados especiales donde la tranquilidad requiere un perfecto clima para abandonarnos a nosotros mismos.
Helios te servirá seguro para olvidarte de todo durante un buen rato. "Two mark" es una especie de trip hop sideral empujado por los envites de la introversión. Y "Samsara", son seis minutos largos de un incomodo vaho donde las programaciones te dejan caer en el sino del no tiempo.
Pero cuando más me hechizan es con la entrada de la teclas en "Lighthouse". Hermosa, delicada, orfebreria que parece sacada de la obra de algún compositor del siglo pasado. Este Keith Kenniff, sabe tocarnos la fibra, repartir entradas para la función de la desolación. Una desolación que no es síntoma de fin, y si de escenificación de lo imperecedero.
Y cuando es la electrónica la que manda en los temas, como "Clementine", lo hace con tal suavidad, que los sinuosos rastos estelares que dejan las nubes cuando se difuminan en la tarde, se conviertan en extrañas formas imitadoras de notas musicales aun por determinar.
"Unomia" es mi primer acercamiento a Helios. Me pongo ya a buscar más de este norteamericano que se ha propuesto llevarnos hacia el acantilado perfecto donde los ruidos se han difuminado para traernos un cuenco de paz musical.
lunes, 21 de marzo de 2011
PETER WOLF CRIER. "Inter-be" (2010)
Es tanta la producción musical que tenemos en la actualidad, que si no es porque la diosa fortuna nos toque con su varita mágica, pasariamos de largo de multitud de artistas, como estos Peter Wolf Crier, que con una base de folk rudimentario, exprimen a maximo sus cualidades para hacer una bonita postal rural.
Peter Wolf Crier, vienen de Minneapolis y lo forman Peter Pisano y Brian Moen.
Los dos abogan por la sencillez, por los sentimientos cruzados, por el lofi escarmentado con acordes electricos. Digamos que oyéndolos se me viene a la cabeza The Dodos o Two Gallants sin mala leche.
Bueno, vamor por partes. Desde el comienzo con "Crutch & cane", y su aire de los cincuenta vacilón, el duo sabe como componer para digerir su coctel con intensidad y candor. Los acordes eléctricos del comienzo "Hard and nails" dan paso a todo un himno leve, sin aspaviento y sin necesidad de propagar en exceso la gasolina de su continencia folk.
Y es que cuando suenan de manual, como en "Down down down", me los creo. Y cuando suben algo el piston, como en "For now", con su dosis de dramatismo sentimental me parece que eso de la etiqueta de indie folk, les viene al pelo, transitando en una travesia donde lo emocional se da la mano con lo ecléctico.
Me he puesto varias veces "Lion", y he disfrutado con su baja frecuencia pasada de vueltas. ¿Os acordais de Proclamairs? Bueno, pues salvando la distancia, Peter Wolf Crier, seria una versión actualizada y más visceral de los gemelos escoceses.
Por el momento "Inter-be" es su primer largo. Ni han inventado nada, ni forman parte de ninguna ola sacada por los medios para copar tabloides o páginas de blogs. Simplemente lo suyo es facturar un folk que se convierte en arma donde la intensidad es un molde fabricado con mesura y elegancia. Buenos tipos estos simpáticos Peter Wolf Crier.
viernes, 18 de marzo de 2011
MARK EITZEL. "Music for courage & confidence" (2002)
American Music Club fueron uno de esos combos que supieron tratar a la tristeza con mimo, con la portentosa arma de la voz de su cantante y lider, Mark Eitzel, y de su competente grupo de amigos, creadores de una discografia grata y altamente emocional, donde destacan producciones como "California" (1988) o "Everclear" (1991), donde a partes iguales el drama era a a veces un alegato eléctrico y otras un mar brumoso de tristeza que nos ponía los pelos de punta.
A mi modo de entender, la obra en solitario de Mark Eitzel, queda bastante por debajo de American Music Club, aunque ha fabricado buenos discos como "Caught in a Trap and I Can't Back out 'Cause I Love You Too Much, Baby".
"Music for courage & confidence" es un tapiz de covers, versiones para todos los gustos, unas más afortunadas que otras, pero donde siempre destaca la tonalidad de Eitzel junto a esa manera de enfocar el folk desde ángulos y perspectivas abiertas a inmersiones en el soul o el jazz ligero.
Asi es Mark Eitzel, un compositor acostumbrado a sedarnos con sus cuerdas que en la version de Kris Kristofferson, "Help Me Make It Through The Night” borda su ideario de folk para adictos a la sensualidad, y que sin embargo construye otras como "Do You Really Want To Hurt Me", donde se atasca sin levantar vuelo.
Pero la mayoria de las veces sale triunfante en su aproximación a los originales. Y sino sube el volumen de tu aparato y escucha "Moven on up" de Curtis Mayfield donde te hará levantar de la silla con toda seguridad. Como “Ain´t No Sunshine” de Bill Withers comedida, feliz en su inmediatez conseguida a base de elaborar una buena danza de soledad sonora.
Asi transitamos por esta caja de música de canciones antiguas traducidas por un autor que sigue en plena forma, en constante actualidad.
miércoles, 16 de marzo de 2011
THE FOLK IMPLOSION. "Dare to Be Surprised" (1997)
Qué importancia tuvo el nacimiento de Dinosaur jr, para la salud de la musica independiente. Por un lado Mascis, que sigue imperturbable con sus dinosaurios ofreciéndonos platos exquisitos con su buhonera arrogancia. Por otro lado, Lou Barlow, con Sebadoh y este proyecto paralelo que llamó Folk Implosión, como chiste negro hacia Jon Spencer Blues Explosion.
Junto a John Davis, Folk Implosion pergeñó 4 discos, donde éste "Dare to be surprised", ocupa el primer puesto en cuanto a contundencia, canciones y belleza indie. Si escuchamos "Pole position", parece que estamos empezando la década de los 90, lo tiene todo para ser un hit: leve distorsión, Barlow cantando como nunca, y esa forma tan suya de ejercer de tahur melódico.
Lo de folk del nombre del grupo es una broma. "Wide web" es corrosiva y enigmática,y "Barricade" es una tromba de pop americano repleto de motivos para definir a Barlow como uno de los mayores logros de la musica independiente norteamericana.
Digamos que "Dare to be surprised" en un compendio de temas que emanan de la necesidad de Barlow de hacer algo distinto a Sebadoh, aunque si escuchas "Cold night", parece que The Folk Implosion sea una continuación de ese maravilloso proyecto.
En "Park dub" se marca un dub que ya quisieran muchos, y en "(Blank Paper)" te romperán seguro el corazón, con esa guitarra que parece hablar, yendo hacia los lugares más intimos del indie-rock. Y que me cuentas de "Ball & chain", para seguir urgando en la herida, medio tiempo delicado y contaminante.
The Folk Implosion, un arma arojadiza de buenas canciones, radiación a baja dosis de electricidad, una causa más para desear que Lou Barlow nos siga iluminando con su lofi anti lofi.
lunes, 14 de marzo de 2011
NACHO UMBERT & LA COMPAÑIA. "Ay" (2010)
¿Alguien se acuerda de Paperhouse? Corria el año 1996, cuando esta banda se propuso escenificar todo aquello que por otros lares gente como Codeine o Seam estaban realizando. Lo suyo era rock lento, comatoso,(cantado en castellano) con letras depresivas en un ambiente general de tristeza bien armada.
Creo que no ha habido aqui, banda que se halla acercado con tanta punteria al slowcore de los comentados grupos. Sirva esta introducción, para decir que Nacho Umbert era miembro, pensador y letrista de los barceloneses Paperhouse.
"Ay", producido por Refree, es un bonito compendio de folk, canción de autor, regalos suaves con letras magníficas, y con historias de esas que se dejan oir, que se enredan en tu compacto,que hacen de los cotidiano el inicio para especulaciones de todo tipo.
Desde "Cien hombres y un sueño", con chelo incluido y historias de marinos y de entuertos, vemos por donde transitan la levedad de este buen compositor. Argumentos y costumbres que en el "Colorete y quitasueño" se fija en un chiquillo con una doble vida, arrimado al color negro, a la noche de los excesos. Exquisito.
La primera canción que escuche de "Ay", fue "La verdad es que me da igual", y me rapto al instante. Los instrumentos se arman de niebla, los aviones acústicos se acuestan contigo, el ronroneo de la voz de Nacho, pestañea con dulzura mientras la sonrisa se muestra en tu rostro de oyente.
Esto es canción de autor con nobleza y gracia, con lírica y tristeza ("O puede que no"), pero siempre con unos textos que guiñan complicidad al que está detras. "La gata soprano" es otra muestra más de todo ese universo tan suyo y particular, dulce de queroseno, o como abrazarte con un buen puñado de minutos cariñosos.
Ha merecido la pena estos años de espera sin saber nada del lider de Paperhouse. Quien escribe cosas como las que escuchamos en "Prét à porter", se merece que le tengamos tanta estima como la que profesamos a nuestros querido Antonio Luque.
Las cuerdas, la trompeta, la guitarra tierna. Todo al servicio de este maestro de las palabras que nos ha regalado un buen puñado de piedra preciosas. Que aprenda el sobrevalorado Nacho Vegas.
viernes, 11 de marzo de 2011
GIGOLO AUNTS. "The pride of postdam: 20 years of sonic splendor" (2006)
Con este lp, los Gigolo Aunts pusieron fin a una carrera de esas que quitan el hipo. Aun recuerdo cuando descorché el champán de aquel lejano "Flippin'out" (1993), donde en plena efervescencia de la mejor generación musical de los ultimos años, enarbolaron con orgullo el estandarte del power pop, de las melodías tarareables.
Siempre los posicioné junto a los primeros Teenage Fanclub y a los Posies. Formaban el triunvirato por excelencia que se dejaban la piel en cada concierto, estallando con sus guitarras que a veces eras sentimentales y otras un aspaviento siempre con sentimiento.
Y en este "The Pride of Postdman", resumen de sus 20 años, encontramos un buen epitafio para estos cuidadores del pop, estos señores que nos engatusaban con sus artes para silbar o para estar eternamente contentos. "Everything your never never heards" es una muestra de ellos. Se la pongo a mi hijo de 3 años, le cojo en volandas,y doy vueltas con el mientras canturreo como un chaval. Total.
No le va a la zaga "Just a little more" lleno de punch, para urgar en nuestra alegria, lenta, balsámica, pero maravillosamente emocionante, estribillos de la casa, y el poderio de David Gibs saliendo por cada poro, por cada minuto del tema.
La verdad es que se echa de menos más bandas como esta. La delicadeza que supura maestria, los arreglos exquisitos, la felicidad convertida en un hit individual.Oye "Mamalita" y dime.
Y que me dices de las versiones que nos encontramos en "The pride". "Ask" de The Smith, es un bomba, toda la fuerza de los pupilos de Morrisey, convertida en un alegato de power pop. Para guardar en tu cajón desastre particular de versiones.
También flipo con "Kid" de Pretenders, no muy alejada de la original, pero con ese puntito de pop bien formulado que les queda de maravilla. No, aqui no está la versión tan buena que hicieron de "La chica de ayer" de Nacha Pop. Si quieres, ponte la tierna "Last inside your lover" de Badfinger, o si quieres vacilar, la cachonda "Why can't this be love" de los heavylongos Van Halen que transforman de una manera muy original sin perder nunca el sentido de humor.
Gigolo Aunts, fueron de esos combos que nunca defraudaron, que siguieron su propio camino, al margenes de los vaivenes indies de su compañeros de viaje. Gigolo Aunts, toda una garantia para la calidez y calidad musical.
miércoles, 9 de marzo de 2011
ENVY/JESU. "Split" (2008)
Esto es un disco hecho a medias. 5 canciones: 3 para Envy y 2 para Jesu. Por un lado los japoneses Envy, la mejor banda de post-metal del momento, los que nos vuelven loco con sus sentimientos cercenados por mil gritos que se pierden mientras las guitarras se descerebran en un motin de palabras muertas.
Por otro, Jesu, con Justin Broderick (Godflesh,Tecno Animal) a la cabeza, tirando a disparar con su electrónica elegante y sombria que se espanta con distorsiones controladoas. A medias pues, todo queda en casa; nos reunimos un rato y hacemos un maravilloso pacto entre colegas para que no quede duda de que aqui hay dos bandas que valen mucho.
Llevo años siguiendo a Envy; no han desfallecido, siguen impertérritos en su ideario post-metal avanzado, líricos pero extremos, lánguidos pero también emotivos. Grandes aqui se presentan con sus 3 canciones.
"Conclusion of existence", es instrumental y suave, tecnológica sin querer, vientos a los vientos, y como no queriendo empezar a toda leche, nos da pie para la entrada de "A winter quest for fantasy", donde, ya si, la dejadez vocal de Tetsuya Fukagawa se interrumpe por andanadas de electricidad, que barruntan lágrimas, esponjas en las arterias, poemas lodos que se caen con el tiempo.
La mejor para el final, "Life caught in the rain", más sentidos al limite, melódicos, guitarreros, graves pero hacedores de una hermosa épica que desde siempre han ejecutado con maestria (desde aquí os recomiendo "Insomniac Doze" (2006) y sobre todo "A Dead Sinking Story" (2003)).
Jesu comienzan con "Hard to reach", donde se ve que el impulso industrial de los antiguos Godflesh, ha pasado a mejor vida. Justin gusta de especular con los sonidos, y aqui nos ofrece un mapa de viaje sideral, donde los teclados se envuelven con guitarras casi shoegazing, en una minimal corriente que casa a la perfección con los tres primeros temas de "Split".
"The stars than hang above you" es como volver a escuchar a Ride pero envueltos en un msgnetico y espectacular juego cromático de volutas sonoras que casi al final se convierten en un aullido suave que dicen mucho del punto creativo de quien un dia nos asusto con el hip hop mutante de Tecno Animal.
Envy y Jesu, Jesu y Envy, unidos para uncir solemnes himnos que navegan en un vacio repleto de quimeras y fronteras sin rugidos. Atmosfera cero, sicarios del apocalipsis interno, humo que no desaparece, almenas de oxido.
lunes, 7 de marzo de 2011
M.I.A. "Maya" (2010)
Despues de esos dos enormes bombazos que fueron "Arular" (2005) y "Kala" (2007), lo mínimo que esperabamos de Mathangi Arulpragasam, es que si bien superar estos dos cd es misión casi imposible, si por lo menos acercarse a esa explosión que significó su aparición entre nosotros.
Mala suerte. "Maya" es un correcto producto de esta agitadora que se queda sólo en eso, en correcto. La cosa funciona cuando se acerca a Tricky, con su dance casi industrial en temas como "Steppin up", pero falla cuando invita peligrosamente a lo comercial, con singles de radioformula como "XXXo", donde aparece inofensiva y torpe.
"Lovalot" es sugerente, pero no llega a hacernos brincar como tan habitualmente nos tenia acostumbrado esta muchacha que rompio pistas con su lenguaraz oponiniones, con su explosivo coctel sónico. "Story to be told" suena dub pero no resplandece. Tampoco ayuda la introducción en "Maya" de bultos vulgares como "It takes a muscle", más carne para la picadora de a vender discos como churros aunque olvidemos porque estamos aqui, a quien nos debemos.
Si todo fuese como la punk "Born free", estariamos hablando de otra cosa. Aqui si que se la ve como ella es: peligrosa, acida, ruidosa. Y que decir de las guitarras que aparecen en "Meds and feds" como si los Pixies hubieran tomado la discoteca en pleno delirio de latidos de espuma y hedor. Si, aqui si que me gusta M.I.A.
Pero luego vienen las baladitas tipo "Tell my why" y se pierde el encanto, tengo que bajar el volumen del reproductor, y esperar a que suene "Believer" para poder acordarme de quien realizo "Arular". Pero sigue siendo poco.
Demasiadas pocas canciones, demasiado relleno en un "Maya", que como he comentado al principio, es un lp correcto que lejos de convertirse en un síntoma de continuidad o de evolución, se transmmuta en cansancio y en aprovechamiento de la simiente ya esparcida en sus dos primeros largos.
viernes, 4 de marzo de 2011
EXTRAPERLO. "Desayuno continental" (2009)
Si hay una banda que ha sabido traducir las enseñanzas de Golpes Bajos en las fechas actuales, alejándose de la melancolia de aquellos, y acercándose a la música tribal que en estos tiempos los occidentales hemos empezado a pregonar,esos son Extraperlo.
Vienen de Barcelona y "Desayuno continental" es una buena manera de mirar a los 80 sin perdernos en disparates, sin sufrir daños auditivos que nos provoquen mareos de todo tipo.
El bajista de El Guincho colabora con la banda, y se nota desde el inicio con "Negroni", donde el falsete made in German Coppini enlaza a la perfección con ritmos funkies nada desdeñables.
"Las palmeras de amor" es una verbena africana. Pero no, no es un bluf tipo Vampire Weekend, Extraperlo son sencillos, amables en su propuesta, y el deja vu de su arquitectura instrumental nos enternece pensando en aquellos tiempos donde Derribos Arias, Decima Victima y compañia ponían patas arriba la escena nacional.
"Bañadores" está pensada para la playa para llevarla junto a la sombrilla y perderse con tus chavales en un motín de burbujas, y "Cavalcade" es tecno infantil y dúctil.
Pero cuando más disfruto es cuando oigo coas como "Noche en la montaña", donde el ánima de los gallegos sobrevuela cada pliegue de sonido, repartiendo suavidad, acariciándonos con sonrisas.
Despues, la fiesta continua con "Entre las plantas", para bailar, para mover tu rictus serio. Asi transcurre "Desayuno continental", demostrando que con viejos recortes del ayer, se pueden hacer interesantes trabajos.
miércoles, 2 de marzo de 2011
GIANT SAND. "Blurry blue mountain" (2010)
25 años lleva el bueno de Howe Gelb al frente de sus Giant Sand. 25 años de espinas y cactus, de desiertos en una copa de bourbón, de desolados paisajes de slide que abrieron la puerta a otras muchas bandas de eso que llamaron neo-country o country alternativo (Friends of dean martinez o Calexico).
25 años repletos de buenos momentos, cargados de canciones que nunca han dejado de defraudar su leiv motiv musical. Ahora, tras la colaboración con Raimundo Amador en "Alegrias", nos regala 14 excusas para continuar siguiéndole la pista.
Acompañado con su banda de musicos daneses, "Blurry blue mountain" resume a la perfección lo que han sido estos 25 años de vida de Giant Sand. Asi comenzamos con la melancolia de "Fields of green", country lofi,que nos conduce con notas de piano inclusive a "Chunk of coal", lamentos suaves corridos por el viento.
El de Arizona, nos entusiasma con su guitarra en "Monk's mountain", donde la sombra de Neil Young acecha tras cada acorde. La voz de Gelb es grave, eficaz medio para transmitir sin aspavientos toda esa inclemencia que generan los espacios físicos extremos.
Tambien aparece como colaboradora Lonna Kelly en "Lucky star love", en una especie de medio blues despistado.Pero no todo es un mar de calma en "Blurry blue mountain", "Thin line man" es electricidad sin contener, enfebrecida y contundente.Como ese arranque demoledor de "Brand new swam thing" que al poco se convierte en un cadalso blues.
Sin duda, "Blurry blue mountain" cumple las expectativas y posiciona a Giant Sand, como el principal valedor, a mi gusto, de ese rock de arena y sed. Larga vida a las aristas del sol, al rock de las hienas.
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