Distorsión, abrazos, pianos, guitarras, tormentas, silencios, adiós, tranquilidad, vahos, ruidos, electricidad, sueños......MÚSICA
miércoles, 30 de diciembre de 2020
KING KRULE. "Man alive" (2020)
martes, 29 de diciembre de 2020
MADENSUYU. "A field between" (2006)
sábado, 26 de diciembre de 2020
MOURN. "Self worth" (2020)
miércoles, 23 de diciembre de 2020
THE OLIVIA TREMOR CONTROL. "Dusk and cubist castle" (1996)
domingo, 20 de diciembre de 2020
LUSH. "Lovelife" (1996)
viernes, 18 de diciembre de 2020
THE BATS. "Foothills" (2020)
miércoles, 16 de diciembre de 2020
EXPLOSIONS IN THE SKY. ""How strange, innocence" (2000)
Con este disco empezó su andadura una de las bandas más interesantes de post rock desde que el género se abrió a otras pinceladas lejanas de la ortodoxia inicial del género. Dieron el bombazo con su siguiente disco, "Those who tell...." (2001), el cual no paré de escuchar cuando salió, con sus truenos de guitarras entre calma chicha de lirismo.
En este primer disco, se nota lo que iba a venir después. Tanto "A song for our fathers", como "Snow and lights", puedes ir intuyendo que Explosions in the Sky prometían. Música instrumental, largos recorridos sónicos donde se explayan a la perfección sobre todo con ese punteo característico que hace que sean reconocibles a la primera de cambio ("Magic hours").
Los de Texas aun contenían la catarsis que en sus dos siguientes trabajos iban a colmar la dicha de los que con tanta ansia degustamos esas tormentas que nos dejan como nuevo. Aquí, las canciones aunque tienen su componente de tensión, están todavía en esa fase que sabe que nos encontramos al oírles con una banda grande ("Look into the air").
Siempre fueron maestros en perforarnos el ánimo con sus paisajes repletos de melancolía, donde la distorsión se hacía fuerte entre pequeños espasmos de poesía, como vemos en la insondable "Glittering blackness", donde manejan a la perfección los medios tiempos, letanías que se disuelven en volutas de nubes pasajeras.
Todos los temas superan los 5 minutos, todos poseen ese aliento especial para embriagarte con un veneno acariciador ("Time stops"). Todo un gusto volver a encontrarme con ellos. Que buenos momentos de intensidad sin límite, de crudeza siempre tímida.
lunes, 14 de diciembre de 2020
SCOUT NIBBLET. "Kidnapped by neptune" (2005)
Scout Nibblet es una potente cantautora inglesa, que nos ha regalado un buen puñado de discos intensos y brumosos. Para este su tercer trabajo, contó con la producción de Steve Albini, el mago de Electrical Audio, el gurú del noise. Y claro, lo que podía haber sido un paseo mañanero por un jardín repleto de reflejos primaverales, se convirtió en un mar de espinas de esas que te noquean a su antojo.
Ya había despuntado con "Sweet heart fever" (2001) y "I am" (2005), pero con este "Kidnapped by neptune", dio un paso adelante. Tremenda la aridez guitarrera de "Hot to death" o la falsa candidez de la que titula el disco.
Ecos de Pj Harvey, de oscuridades que transitan en ciénagas de amor ("Pom poms"), o cruzadas interiores con hachazos de guitarras como la increíble "Lullaby for scout in 10 years". Todo sirve a Scout Nibblet para convertir en gemas de drama su predisposición por el interiorismo más eléctrico ("Fuck treasure island").
"Relax" y "Valvoline" es donde más se nota la mano de Steve Albini, dotando a los temas de la crudeza que caracteriza al mago de Chicago. Vaya pasote. La batería es el instrumento que más presencia tiene, ("Newbury port"), que hace de soporte a las historias de Scout, pergeñando ritmos minimales y crispados como en la inquietante "Drink to me".
En 2013 perdimos la pista a la buena de Scout Nibblet
con el interesante "It's up to Emma". Nos quedan sus canciones, como
radiaciones que frecuentan tu estado de ánimo, como cirugía para momentos de
sonoros silencios....
viernes, 11 de diciembre de 2020
LUGGAGE. "Shift" (2019)
miércoles, 9 de diciembre de 2020
NOTHING. "The great dismal" (2020)
No hace falta esperar mucho. En la primera canción de "The great dismal", está la clave de este magnífico disco. "A fabricated life" es un abisal y tierno pasaje de shoegazing a ralentí, donde la banda de Dom Palermo, pone las piezas para que te adentres en este jardín secreto repleto de revocecos donde poder uno quedarse a gusto sin ser molestado.
Ya me dejaron flipado cuando me tope con ellos en el año 2016 con ese excelente "Tired of tomorrow". Ahora, han vuelto a poner rosas en el pico de la distorsión ("Say less"). Y es que es un puntazo como se mueven en aguas del post metal más accesible como en esa sacudida guitarrera que posee "April ha ha", o esa viaje a los 90 que es "Cath a fade".
Nothing tienen la virtud de resumir en sus canciones lo mejor de sus preferencia musicales: himnos de de guitarras saturadas con voces que recuerdan a bandas como Ride ("Famine asylum"), y metálicos aspavientos siempre contenidos, por su capacidad por verse imbuidos en burbujas de esas que son abanicos astrales ("In blueberry memories").
"Blue mecca" es la más delicada de todo el disco, una letanía de bromuro, que se ve agitada por un seísmo eléctrico de esos que nos gusta a los que amamos los vaivenes silencio/ruido. Como "Just a story" y su cabalgata por noches repleta de brumas y desasosiego.
Acaban con "Ask the rust", la mejor manera de terminar este recorrido salpicado de gotas de los 90, actualizadas en tormentas de esas que tardan tiempo en irse de los cielos.
domingo, 6 de diciembre de 2020
LOS PLANETAS. "Una semana en el motor del autobús" (1998)
viernes, 4 de diciembre de 2020
BOHREN & DER CLUB OF GORE. "Patchouli blue" (2020)
Adoro a Bohren & Der Club of Gore. No me he perdido ninguno de sus ocho anteriores discos, y claro, este noveno no iba a ser menos. Los alemanes, tejedores artesanales de música triste, de sonidos para films imaginarios, de trágicos compuestos de absenta, han vuelto con nosotros después de 6 años de ausencia.
Y no han podido venir en mejor momento. Si "Total Falsch" es el comienzo lírico, "Verwirrung am strand" es su continuación en forma de score de película de cine negro. Con el saxo que repta, con la luz en medio de la penumbra que entra y te pide sosiego, que no eligas la oscuridad o lo claro, que se puede vivir en ambos sitios sin miedo a erosionar tu silencio.
Que manera que tienen de ponerte la piel de gallina. "Glaub mir kein wort" es un pasaje repeto de desolación, de una tristreza infinita transmisora de una paz que emerge de las brumas, donde te enredas cuando suena la que titula el cd, un paisaje repleto de misterio, de notas que vagan en el aire entre exaltados latidos que bien pudieran sonar en cualquier obsesión de David Lynch.
Ya cuando aparece el piano que introduce "Deine kusine", estas de lleno metido en una vorágine de quieta agitación, una constante amalgama de pulsiones que te seducen, que provocan una querencia a no moverte, a seguir con la escucha de este hipnótico trance repleto de memorables momentos.
Todo "Patchouli blue" es embriagador, sedoso, cloroformo que agita tu retina, tenues sonidos que se volatizan en un crisol de suspiros ("Vergessen & vorbei"), o en increibles secuencias para postergar el sueño hasta los días donde se acaban las pesadillas ("Tief gesunken").
Al final, cuando empieza a sonar "Meine welt ist schön", te da la sensación que has estado hibernando durante una hora, que se paró el tiempo, que te disolviste en un vaho efímero. Sublime. A todo aquel que aun no halla sucumbido a Bohren & Der Club of Gore, le recomiendo toda su discografía. Pecado capital perdérselo....
martes, 1 de diciembre de 2020
FRANK BLACK & THE CATHOLICS. "Black letter days" (2002)
Como tienen que estar el estado actual de Pixies, que hasta los trabajos (muchos de ellos irregulares) de Black Francis en solitario como tal, o con el nombre de Frank Black y sus chicos católicos, son bastante más decente que esta infructuosa vuelta que sólo deja contentos a los muy fans de los duendes.
En 2002, sacaron dos discos, "Red letter day", y es que el que nos ocupa. En ambos, como venia siendo habitual, sobresale la atención de Francis a los sonidos tejanos ("The Black rider"), siempre con un toque melódico que si cerramos los ojos hace que por lo menos pasemos con él un buen rato ("California bound").
Prefiero sus trabajos como Black Francis a su proyecto junto a The Catholics, pero si me tengo que quedar con un trabajo de esta coalición de cactus y rock con polvo del desierto este "Black letter days". Graciosa suena la western song "Chipa away song" y "Gold heart of stone" suena a épica contenida.
Si, ya sabemos que siempre estamos pensando en Pixies cuando escuchamos el nombre de Black Francis, y que sus discos de neocountry suelan resultar demasiados lineales. Pero entre canción y canción te puedes encontrar con fuegos de electricidad como la que titula el cd, o conatos lentos de historias de desgracias ("How you went so far").
Me gusta la ralladura minimal de "1826" y en "Southbound bevy" se inclina por el country mas ortodoxo. Asi es el otrora duende travieso. Lo dicho. Un buen disco, sin más, pero como comenté al principio, escuchando la pésima creación de los Pixies actuales, lo hacen bueno.