lunes, 31 de diciembre de 2018

J. MASCIS. "Elastic Days" (2018)


Qué mejor manera de decir adiós al año que con J. Mascis. Adios 2018, Hola 2019. Au revoir, bienvenidos 12 meses que están por venir. Me pongo los cascos, suelto el dedo y toco el play, suena "See you at the movies" y cierro los ojos. Es como cuando tenía 20 años y descubrí ese portento que se llamó "Green Mind".

Bueno, igual, igual, no es. Ahora Mascis se nos muestra más pausado, más folk, más a su bola. pero su voz está en el mismo sitio que en los 90. Un eterno adolescente que nos desgarró el alma cuando le vimos por Madrid presentando "Bug". "Elastic days" es un buen disco para poner el cierre a 2018, de un artista que sigue emocionándonos.

"Web so dense" es una baile de dolor y rabia donde aparece como no ese punteo tan de Mascis que sólo puede ser suyo y "I want dust" es íntima, acústica hasta que se convierte en eléctrica.. Luego viene "Sky is all we had", orfebrería de pop engalanado de suspiros y susurros.

Sigue sin fallarnos J.Mascis. Uno de nuestros héroes en aquel lejano tiempo que la memoria disuelve con el paso de la vida. Porque es irremediable el batir de alas de las horas y los días, torrente de semanas, otro calendario que tiramos a la basura. Si "Picking out the seeds" estuviese armada de guitarras furiosas y salvajes, podría estar en cualquier disco de Dinosaur jr. Aquí aparece un piano, y un breve rasgueo de cuerdas. Me la quedo también.

"Drop of me" es delicada, sin hacer ruido se retuerce mientras Mascis continua con su aventura vocal, con su juventud de cincuenta y pico de años. Como la celestial "Cut stranger", viva, elegante y como no, sentida.

Au revoir 2018. Sigue sonando el cd. Al arbitrio de su propia moda, seguidor de su arpegio elegante y sin error a equivocarnos ("Sometimes"), el disco es como sus dos anteriores trabajos en solitario, "Several shades of why" (2011) y "Tied to a star", (2014), la mejor revalida que se puede ofrecer en estas fechas.

Para el final me dejo "Wanted you around" y "Everything she shaid". Más magia sin conservantes para terminar el años. Au Revoir, 2018, voy al estudio a desempolvar "Green Mind" antes de partir hacia lo que aun no está escrito.


viernes, 28 de diciembre de 2018

JOSELE SANTIAGO. "Transilvania" (2017)


Suena "Un Guardia Civil" y me acuerdo de Los Enemigos. Cuando se ponían en plan reflexivos y te hacían caer en la melancolía. No puedo remediarlo. Y eso que sé que la carrera en solitario de Josele nada tiene que ver con la de uno de los grupos más grandes que hemos tenido por aquí.

Para "Transilvania", el ex-Enemigos, contó con la producción de Refree y la verdad es que el sonido se nota, gana en entereza, en claridad. "Magia negra", es una nana para tararear espejismos y "Saeta" nos muestra al Josele más descamisado, eléctrico.

Luego viene un elenco de canciones donde el verso fino de Santiago se impone, acompañado de un folk de terciopelo acariciador, ("Prestao" y "Angel"). En "El bosque" se interioriza,con teclado incluidos, el mensaje de suavidad de un artista que hace años decidió echarse a la mar por calles repletas de solitarios y refranes.

"No se equivoca el mal" tira de neocountry de barrio, y "Cómo reír" es una festiva declaración de principios para que nadie yerre en el intento. Vuelve a doler cuando se pone rompedor con "Déjame sufrir" y en "Ovni viejo", tira de clasicismo para dar voz a "Que hable el sol", esta más acelerada, para terminar con "Sonia", donde de nuevo los recuerdos se posan en la voz de Josele para informarnos de lo efímera que es la vida.

Otro disco más para el zurrón, otro buen equipaje de temas para no olvidar lo que nos regaló Josele. Y es que tiene aun mucho que ofrecernos desde el lado calmado del vivir.


martes, 25 de diciembre de 2018

AVECREM. "Ya somos ricos" (2018)


25 de diciembre. Navidad. Y no hay nada mejor después del atracón de ayer y de esta mediodía que ponerte este disco de los barceloneses Avecrem. Si David y Juanjo, la pareja culpable de este proyecto de mathpop majara, ya nos regalaron en 2015, "Una chicha loca",con 13 canciones en 22 minutos, ahora vomitan 10 en 14 minutos.

Para que más. Para que pasarse de minutaje si les vale con tracks de un minuto o ni si quiera llegan a él. "Holi", la primera, es para subir el volumen hasta despistarte, con sus ritmo loco y visceral y sus letras que no lo son.

"Fuego" parece un aborto de Talking Heads y "Ya somos ricos" con sus 48 segundos de punk underground con laca pop, nos deja orate con la visión alucinadora y loca de una banda que pardiez que promete. "Jambo" es como Don Caballero con servilletas de comer en el campo y "Abc" es una esquizofrénica canción infantil para los adultos.

"Barcelona" sigue la misma senda que las anteriores. En busca del wifi, con chillidos espasmódicos y volutas de antipop. "Cuac" es la más "normal" del lote, por decir algo. Quizás porque en "Cuac cuac" se pasan y llegan a los 2 minutos en una psicodelia para oídos sordos.

La que más me gusta es "Beyondance", una vacilada, una atribulada digestión para bailar salpicando potas y que da la voz a la última del disco. "Copas de naranja". 14 minutos en total que pasan en un suspiro. Es lo que tiene salpicar nuestros platos con este mejunje adictivo en forma de cuadrado tan lleno de mierda y colesterol. Un mal viaje, un extraño festín.....


lunes, 24 de diciembre de 2018

ESG. "Step off" (2002)

Esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad. Desde Discos Pensados, seguimos igual de adheridos al brío del surco de vinilos y cds, dejando el oído y el tiempo en escuchas que reconfortan y atrapan, que nos traen recuerdos y que nos hacen gozar.

"Step off", fue el tercer disco de ESG tras una larga ausencia (su anterior trabajo data de 1991, "ESG"). Y la verdad es que parece que nada ha cambiado en el corazón de estas chicas que con poco hacen mucho.

Suena "Be good to me" y siguen hechizadas por el minimalismo funk, por el punk lofi, por la mínima expresión para ejecutar obras de enjundia y fuerza ("Talk it") . El bajo de Nicole Nicholas, es suficiente a Renne para con su voz percutir gramos de fogatas de soledad absoluta.

Se animan con la a ratos turbulenta "Sick pack", para continuar con la que titula el cd, otro pedazo de rubor malsano, mínima implicación eléctrica para solventar con maestría un buen reparto de ritmos sincopados.

Vamos ese punk funk de toda la vida que tan bien han ejecutado. "Sensual intentions" es oscura y decadente y el final, con "My street", la más movida del lote, nos viene a decir lo grande que ESG eran. Marcha y movimientos extremos, funk industrial, ritmo, joder mucho ritmo. Feliz noche para todos y todas, que no deje de parar jamás lo que nos hace tanto emocionar.


jueves, 20 de diciembre de 2018

JAWBOX. "For your own special sweetheart" (1994)


El tercer disco de la banda de Washington, Jawbox, "For your own special sweetheart", supuso el abandono de la label Dischord, hogar de Fugazi y de toda la tropa de insurgentes del post hardcore. Ficharon por Atlantic records, y el cambio a penas se notó.

La banda siguió a lo suyo, desde el primer cóctel molotov, "FF=66". La melodía sigue siendo una de las principales armas que usan para construir racimos de guitarras que se incendian y te alumbran. "Savory"  es un himno que no sabes si ponerlo en la estantería del emocore o del posthardcore y "Breathe" es un enjambre de electricidad que no cesa y te acosa.

J.Robbins, el ex-bajista de Government Issue, ya había dado muestras junto a sus chicos desde el primer trabajo de Jawbox, "Grippe" (1991) de donde podían llegar. Cobijados junto al hechizo de Ian Mcyane, soltaron las amarras de su protección, para continuar su camino. Y las canciones le salían como himnos ("Motorist"), nerviosas agitaciones ("LS/MFT"), o sorprendentes guiños al indie, como la vital "Cooling car".

Los medios tiempos también funcionan ("Green class") y las agitaciones del tipo de "Cruel swing" nos muestran a una banda ponderada en repartir estopa y luces cardiacas. "Chicago Piano" es otra de esas gemas que te envuelve con sus llamas y su melodía agasajadora y "Reel" podría estar junto a cualquier trallazo de los añorados Sunny Day Real Estate.

Me encantan cuando bajan la intensidad y te ofrecen ese té envenenado que se llama "U-trau", para terminar con "Whitney walks". Enorme disco de una banda que no hay que perderse ninguna de sus producciones. Quien se haya quedado con ganas que pruebe "Jawbox" (1996). Post hardcore sin aditivos.


martes, 18 de diciembre de 2018

TROPICAL FUCK STORM, "A laughing death in meatspace" (2018)


De las cenizas de la subliminal, lírica y eléctrica banda australiana The Drones, nacen Tropical Fuck Storm, encabezados con sus dos lideres, el carismático cantante Gareth Liddiard y la bajista y también acompañante vocal Fiona Kitschin, completando el elenco Lauren Hammel a la batería y Erica Dunn a los teclados y a la guitarra.

Desde la primera pieza, la arrebatadora "You let my tyres down", parece que estuviésemos ante otro disco de The Drones. "Antimatter animals" y "Chamaleon paint", comparten con su pasado ese inclinación por el drama, por el sacerdocio de la desgracia, militantes en altares donde el eco de Cave resuena y asusta.

Pero Tropical Fuck Storm es algo más que una mera continuación. "The future of history" suena a vacile setentero y "Two afternoons" es una tormenta comedida de melodía, grito, expresiones de dolor y colores al por mayor.

Liddiard sigue teniendo una voz prodigiosa. Y si a eso sumamos el descriptivo campo musical que se dibuja a su alrededor ("Soft power"), tenemos un disco de esos disfrutable de principio a fin, repleto de ortigas y melaza venenosa ("Shelfish toxin").

La que titula el cd es una oración fúnebre con alta fiebre y congestión anímica y el final con "Rubber bullies" es para volver a darle el play y empezar con la primera del lote. Rock de alto octanaje emocional; Tropical Fuck Storm son toda una pócima de lujuria, exceso y sudor. Australia desbocada, rock sin aperitivos.


domingo, 16 de diciembre de 2018

PIL. "Metal box" (1979)


La mejor cosa que le pasó a John Lydon tras sus movidas con Malcolm Mclaren es su autoexpulsión de los Sex Pistols. Tras su deserción, Lydon se embarca en un viaje a Jamaica donde traerá su cabeza repleta de rupturismo.

El punk ha muerto, Viva el Post Punk. Junto a Jah Wobble y Keith Levene, dan forma en 1978 a "First issue", primera piedra de toque de lo que sería más tarde para que el escribe, el mejor album de post punk de todos los tiempos. Porque sólo así podemos llamar a un disco que empieza con los diez minutos minimales, abisales, metálicos (Levene usaba materiales de aluminio para sus guitarras) de "Albatross".

Lydon canta como si estuviera encerrado en un retrete, mirándose el careto mientras el bajo de Wobble hace del dub un escalofrío. A la mierda los imperdibles y el "No future". Ahora toca dar un paso más. Y es que junto a Joy Division, estos primeros discos de PIL, son de lo mejor que se ha hecho en el género.

Escucho "Memories" y es como si necesitase subir el volumen al máximo para hacer añicos las ventanas. Jorgoritos de Lydon y un empaque instrumental de esos que dan miedo. Discos como este "Metal Box", ya no se hacen, es imposible. El secreto de su realización lo quemaron en una pira de creación mortecina. Todo suena congelado, árido, espectral. Las canciones ("Swan lake") te invitan a danzar en una especie de esquizofrenia de malos sueños. Bendito viaje a Jamaica de Lydon.

Y como suena la guitarra de Levene en "Poptones", escurridiza y demencial, un torrente de vesanía hipnótica y repleta de frenesí. "Careering" es casi industrial y "No birds" te taladra el cerebro con su dub enfermo, insano, feroz. "Bad bady" es una buen medicamento para bailar mientras tienes pesadillas. Como el portento de "Socialist", acelerada y sobresaliendo el bajo de Wobble en una catarsis que parece no tiene fin.

Acaba la locura con "Chant" y la instrumental y lírica "Radio 4". Lo dicho, el mejor disco de post punk de un artista que busco en el desenfreno y en aligerar el peso del pasado para confeccionar un auténtica bomba de relojería que escuchada hoy suena más actual que nunca.


jueves, 13 de diciembre de 2018

INSPIRAL CARPETS. "Inspiral Carpets" (2014)


"Inspiral Carpets" fue el sexto y último trabajo de la banda de Manchester tras una larga ausencia después de "Devil Hogging" (1994). 20 años después, los compañeros de correrías y de generación de The Stones Roses y Happy Mondays, volvían con sus teclados inflamados ("Monochrome") y sus melodías ácidas.

Parece que pusieron en boicot al reloj de tiempo, que todo suena como lo dejaron en los 90. Las doce canciones del disco, son todo un bálsamo de inmediatez, de electricidad y pop, de lujuria sonora que es un puro disfrute ("Spitfire"). Y es que Graham Lambert y sus chicos no olvidaron la artesanía de hacer buenas canciones.

Hedonismo, órganos psicodélicos, y un maremoto de ritmos ("You're so good for me"), escuchándolos sientes la fiebre, la rabia, recordando las veladas de los club de Manchester, donde pernoctaban con sus gabanes de terciopelo y sus ganas de diversión. "A to Z of my heart" es pop esdrújulo y "Calling out to you" es otro de esos temazos donde la banda al completo gozan con sus arreones repletos de destreza y cromatismo.

Hasta cuando se calman con el medio tiempo de "Flying like a bird" consiguen llenarnos de evocación. Cuando más me gustan en cuando se acercan a The Stranglers, como en la enorme "Changes" o la furibunda "Our time".

En la parte final, sigue la fiesta con "Forever here" y la danzarina "Let you down". Vamos que todo un puntazo el cd. En 2016, falleció su bateria Craig Gill, y desde el 2014 no sabemos nada más de ellos. Bonito fin de carrera este monumental y revival "Inspiral Carpets".

martes, 11 de diciembre de 2018

THE CHILLS. "Snow bound" (2018)


Vuelve el kiwi pop desde tierras neozelandesas. Si "Silver Bullets" (2015), rompía un silencio discográfico de casi 20 años, este sexto trabajo de la banda de Martin Philipps viene como caído del cielo, para traernos calor en el frio del hielo.

Basta tan solo con la inicial "Bad sugar" para dejarte llevar por la melaza dulce de una banda que en su país tuvo un éxito de la leche, y que vienen a llenarnos la barriga de estribillos de esos que rasgan la vestidura ("Time to atone").

"The greatest guide", como el resto del album, es otro de esos singles directos, jangle pop artesanal, voces que rompen sesgos, lazarillos sonidos donde es fácil sacarte una sonrisa sin más. "Scarred" con esos teclados ochenteros es otro diamante de esos en bruto que deja paso a "Complex", donde las guitarras chisporrotean rocío en un vendaval acariciador.

Asi transcurre este cd de media hora medicinal, con el mismo rugido pop que nos dejó "Silver bullets", las mismas armas para construir canciones que son racimos de sanación instantánea. "Deep belief" rezuma ternura, fragilidad, y "Lord of all i survey" luce barroquismo y prendas de usar hace lustros. Una gozada.

La que titula el disco contagia por su calidez y contundencia vocal y "Eazy peazy", mi preferida, es otro trallazo emocional, pereza vencida, caliz para nocturnos alegres. The Chills, de nuevo con nosotros, la vuelta del kiwi pop, un verano en el invierno.


domingo, 9 de diciembre de 2018

THE OCEAN BLUE. "Cerulean" (1991)


Cristalinos, efervescentes, anclados en el indie pop de The Smiths y a veces de New Order, aunque con sonido de pasos que recuerdan a Cocteau Twins, como la inicial "Breezing up". Así podemos empezar esta critica a este grupo norteamericano que comenzó su andadura a mediados de los 80.

La que titula el disco es un hit en toda regla, alegre festivo, colosal que da paso a "Marigold", efectiva, adictiva, repleta de melosidad a raudales y que deja paso a "A separate reallity", conjuro de pop hechizado entre burbuja y vaho.

"Questions of travel" es otro torbellino de gigantes de humo, de melaza de pop derretido entre lianas y savia. Me encanta la radiante elegancia de "When life was easy" y el lujazo de sonido que se sacan de la manga en la brillante "The planetarium scene".

Vuelve a ondear sobre el orbe las influencias de Cocteau Twins cuando suena "Falling through the ice", para volver a perdernos en laberintos de dramatismo cuando suena la estupenda "Ballerine out of control".

"Hurricane amore" nos sacude con su tratamiento de la melodía, para en "I've sung one...", decirnos adiós como han venido: tirando de sugerencia y candor. La última noticia que tuvimos de ellos fue su trabajo "Ultramarine", (2013), donde continuaban en la senda de la emoción. Interesantes.


jueves, 6 de diciembre de 2018

PATTI SMITH. "Trampin" (2004)


Reconozco que no he sido muy seguidor de Patti Smith. A un sabiendo la capital importancia que tuvo en su día la creadora de "Horses", quizás la conocí un poco tarde, y es ahora cuando estoy empezando a estimar trabajos como este sobrecogedor "Trampin'".

En el disco, Patti dispara contra el afán belicista de su país, contra las desigualdades y el rumbo actual de los acontecimientos. Y emplea todos sus medios y formas para tal denuncia. Desde el rock seco y rugoso de "Jubilee", hasta las caricias folk de temas tan preciosos y sencillos como "Mother rose".

En "Stride of the mind", el guitarrista Lenny Kaye se desfoga a gusto para que los registros vocales de Smith se cubran de tonos y colores. Los medios tiempos como "Cartwheels",dedicada a su hija, también funcionan. Sin estridencias, pero con solvencia.

La melancolía nos llega con "Trespasses", con instrumentos de cuerda incluidos, y en "My blakeen year" toma de nuevo las riendas, el folk con arranques eléctricos. Serenidad, lucha, rubores de ternura, caligrafía sentimental.

"Cash" también hace daño desde su candor íntimo y "Peceaable kingdom" es otra letanía a fuego lento. La mejor del disco, los doce minutos de catarsis de "Radio Baghdad", monólogo de dolor que trae la guerra, donde Patti Smith se nos muestras rabiosa y feroz.

Puesto a elegir me quedo con la Pj Harvey de primera época, Scoutt Nibblet o nuestra Anari, pero hay que reconocer la valía de una artista, poeta, y activista cuyos mensajes siguen vigentes a día de hoy.


martes, 4 de diciembre de 2018

ROLLING BLACKOUTS COASTAL FEVER. "Hope down" (2018)


De Australia tenían que venir. Ese sonido es inconfundible. Lo que hacen Rolling Blackouts Coastal Fever, lo puedes llamar jangle pop, pop de guitarras,indie rock o como más te plazca. Lo que está claro, es que desde que suena la inicial "An air conditioned man", sabes que estás ante uno de los discos del año.

Hasta me parecen ver en los inicios de "Talking straight", el fantasma de mis añorados The Sound. Y es que estos Rolling lo tienen todo para atraparte. Desde la primera tonada.  Tras dos eps que tampoco hay que perderse, "Talk tight" (2016) y "The french press" (2017), con este "Hope downs" lo bordan, dando un paso más hacia la canción perfecta.

Les bastan 35 minutos para poner todo patas arriba con su pop rock señuelo y vitaminado, repleto de hits, merodeando aspavientos. "Mainland" es cruda y a la vez jovial, cándida, edificante, un vaho impoluto de melodías perfectas. Seguro que este disco y el último largo de The Chills (de próxima aparición por estos lares) se harán con la medalla de oro a las mejores canciones sencillas con alma de electricidad.

"Time in common", como el resto, contiene esa patina de estridencia controlada, acompañada por un juego de guitarras y voz, que te deja descompuesto y feliz. Los de Melbourne atinan con desparpajo, te seducen con tracks como "Sister's jean", fabricada para poner el volumen a toda leche mientras buscas en tu discografía tus viejos vinilos de The Church.

Vaya sonido que se gastan. "Bellarine" es inflamable con pétalos de sedición y juventud orate y "Capuccino City" es otro clamor esta vez más pop, perfumada con aliento de otoño y melancolía. Maravillosa. Como la corriente alterna de "Exclusive grave", mi favorita, donde se nos muestran ariscos con corazón. Sin duda uno de los temas del año.

Cuando llegas a las dos últimas, "How long?" y "The hammer", te preguntas porque no el disco dura media hora más. Llevo desde el sábado poniendo a todas horas este cd. En los tiempos que corren, eso dice mucho de un grupo,que desde ya, le apunto para no perderme nada de ellos.


domingo, 2 de diciembre de 2018

MCLUSKY. "Mcluskyism" (2006)


En 2006 salió como despedida tras una corta e intensa vida musical, este "Mclylusyism" de una de las bandas más potentes, sucias, melódicas, atractivas, del panorama noise rock. El disco salió en dos formatos; un solo disco (la crítica se para en este) y otro triple. Un disco de rarezas, de singles, que hará las delicias de todos los que vibramos con este monumental banda de Cardiff.

El trío formado por Andy Falkous, Jonathan Chapple y Jack Egglestone, con sólo cuatro discos supieron urdir un entramado de furia y distorsión que es imposible olvidar. Y este "Mcluskyism", es una buena manera de hacer su música actual.

Empezando por la casi grunge "Joy", a la primera de cambio ya nos entregan sus hits que tantos nos cautivaron cuando los conocimos. "Rice is nice" y la vacilada de "Whoyouknow" son solo el punto de enganche.

Porque luego la bomba atómica de "Lightsabre cocksucking blues" un torbellino de caos y anarquía, de electricidad que te electrocuta y da paso a "To hell with good intentions", con el bajo introduciéndonos en otra salvajada más, en un torbellino que nos amenaza e inquieta.

Una pasadote lo de este supergrupo que también tenían tiempos de acercarse al indie rock como lo atestigua joyas como "Alan is a cowboy killer" . Y es que hacían singles como churros. "There ain't no fool in ferguson" es otra pegadiza canción que se te clava en la sien. Hasta se parecen a The Butthole Surfers en "1956 and all that" en plan punk.

"Undress for sucess" también juega al laberinto, a las miradas inquietas, a la detonación aletargada para en "That man will not hang" continuar con ese sonido de navaja afilada, de penumbra y ostión. Suerte tenemos que la segunda vida  de Mclusky sea Future of the Left, donde el batería y el vocalista siguen con la guerrilla sonora.

Mclusky, sin aspavientos, sin demagogia, un torrente de desenfreno, un lucero oscuro, el noise rock con corazón de hojalata. Vibrantes y necesarios, siempre es un buen día para volver a ellos.