Postrock sentido. Alumbrado bajo una montaña de distorsión, primo lejano de Explosion in the Sky. Si, es una buena manera de empezar el articulo del disco de este grupo sueco que gusta de sonoridades épicas en paisajes rallados por la amargura como el tema que titula el disco.
"Waifs & strays" es como tomarte un café con The Cure en expansión sonora continua. Deje vocal, armazón instrumental que vaguea por lo progresivo, siempre con un punto de desesperación, con dardos que te dejan el cuerpo para comida de alimañas.
En "The Beat of our own blood" hasta me recuerdan a los sobresalientes Rush. Electricidad y teclados, un mapa sonoro donde la nieve es la contienda, donde los corazones se sobresaltan con la tormenta. Los suecos se salen. La lentitud de "A drink to remember", desborda, y el huracán de "Deception pass" es un cóctel molotov de post rock rabioso y eléctrico.
"Cathedral peak" te sumerge en un tsunami de especulación instrumental, un maremoto de rugir post rock, pesadilla que gana enteros, cielos que se caen, lírica estrangulada que da paso a la mejor del lote: "When the hills fall towards the ocean", delicada, punzada en el corazón, hacerse joven por momentos y disfrutar de todos los venenos.
"Dover" y "Hearts" son las dos tracks que se encargan de poner el epílogo de un disco de raza, de estilo, donde las recreaciones sonoras especulativas dan paso a un panorama donde la desolación se hace fuerte en un sanatorio de tristeza perpetua.
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