Los de San Francisco lo han vuelto por todo lo grande. Después de dos años de la edición de "Pigeon diaries", vuelven con toda la fuerza del mundo, con el verbo afilado de su poeta-cantante Pete Simonelli, que desde que empieza el cd con "Phone blows up", no para de darnos motivos para engancharnos a su música.
Acompañado por unos músicos competentes (entre ellos Joe Goldring que estuvo en Swans), las canciones de Enablers te llevan de la mano desde un slowcore comatoso como ""Beam", hasta confines donde es fácil perderse en la densa bruma de la desolación instrumental ("The stink of purity").
A veces Simonelli se las da de predicador ("Suburban death march"), pero lo suyo son las palabras que fluyen como cuchillos entre melodías brumosas como "And other oddities of the brain", o secuencias que casi recuerdan a Swans ("Monkey to man").
Pero lo que más predomina en la reflexión, los tiempos de baja intensidad, la especulación instrumental ("The scythe"). Todo para que el viaje siga a la deriva, porque así es la mejor manera de no llegar a ningún lado ("Willard to Kurtz").
Para terminar, un himno apocalíptico para definir los tiempos que vivimos ("Year of the dog"). Pura munición para estos tiempos negros, la música de Enablers deja huella sin duda. Una rareza, una extravagancia, una necesaria locura.
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