Que grandes que eran Girls Against Boys. La banda de Scott Mc Cloud, con ese experimento que tan bien les funcionó usando guitarras de bajos duales, eran todo un torbellino que en directo (tuve la suerte de verlos una vez), te hacían descarrilar los huesos.
"House of GVSB", fue su cuarto trabajo, y como el resto de su discografía, un puro disfrute que agrede con su sonido abrasador (el principio con "Super-fire" y "Click click", es para correr a las tiendas y comprarte todos sus discos si aun no los tienes), que no deja respiro, que es una fuente inagotable de tensión y rabia.
La tercera del lote es la que te hace subirte por las paredes. Vaya inicio que tiene "Crash 17 - X rated car", con ese bozarrón de las penumbras de Scott y con una superbanda donde destacan los dos bajos de Eli Janney y Johnny Temple. Qué difícil es encontrar al día de hoy grupos que te hacían volar la cabeza como estos Girls Against Boys.
Por eso sale tan fructífera su recuperación. Hasta las veces que se acercan al post punk como esa oscura "Life in pink", suenan como una amenaza que es imposible combatir. El post hardcore de Girls Against Boys no se parece a nadie, ellos trazaron su propio estilo, su propia manera de expandir el caos ("The kindamzkyoulike").
"Vera Cruz" es una vacilada con toques electrónicos para volver a la crudeza con "Anotherdroneinmy head". Te quedas sin respiración. Como esa machacona y efectista "Cash machine"y el final que nadie se esperaba con una especie de balada desde el infierno ("Zodiac love team").
Lo dicho, grupazo atemporal, al que tenemos que acudir para gozar de ese sonido de distorsión tan suyo, con esos bajos que parece que trabajan en una serrería. Grandes, muy grandes Girls Against Boys.
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