Pedazo shock que me produjo en los 90 la adquisición del disco de Gallon Drunk, "From the heart of town", una auténtica batidora de ruidos, de saxos furiosos, de sonidos de esos de otra época, vorágine, distorsión y cañonazos repletos de frenesí. Los de Londres, eran como una especie de The Birthday Party actualizados, hijos de los 90, con igual de furia que de vientos.
"Fire of music", su quinto disco, uno de los mejores, nos ofrecen una visión pausada pero no menos eficaz del veneno que también nos hizo. "Outside of love" y "Out of sight", son los primeros signos de que no sonando tan fieros como al principio, pueden triunfar en tus desolados abismos celestiales.
El disco es una andanada de soul enfebrecido ("Things will change"), repleto de momentos celestiales que te harán gozar, bailar, disfrutar, con estos desacomplejados ritmos de otra época ("In this moment"), donde también hay recreaciones que se acercan al universo de Barry Adamson como "Everything is alright".
Todo "Fire music", resumen el ideario de un grupo que en pleno 90 siempre funcionó como una entidad autónoma, fuera de los clichés de la época. Es maravilloso escuchar esa larga letanía llamada "Forget all that you know", o la decadencia de "Just one word".
El disco acaba con la mejor de toda: "Series of dream" la que mas se acerca al universo de Cave. Puro disfrute. Larga vida a Gallon Drunk. Jamás nos olvidaremos de ellos.

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