Me pasó con lo último de Slowdive y me ocurre lo mismo con la reaparición después de 30 años de esta banda norteamericana, el tiempo no pasa en balde. Y ojo, que los trabajos de ambas bandas no son para nada malos, pero dejaron el listón tan alto que aun retumba en tus recuerdos sus músicas antiguas cuando te pones en el equipo sus discos de ahora.
Y eso que "Hard light" empieza como un tiro, sin tanta distorsión como antaño pero con igual pegada, en los dos primeros títulos, la que titula el lp y sobre todo "Scape flow" donde dejan entrever la capacidad para crear espacios sonoros oníricos.
Es cuando escuchas otros temas como "Gal", que siendo correcto, notas que faltas un punto más de detonación, algo más de brío para certificar que el shoegazing sigue siendo un terremoto. Como tampoco convence demasiado "The price was high" donde parecen unos Blonde Redhead desmejorados.
Recuperan consistencia cuando escuchas "Rose with smoke" donde deambulan somnolientos entre nieblas y sofismas raros, o "A hitch" con ecos de los postulados de antaño. Pero es en la idea central de su música, en el resumen después de unas cuantas audiciones, donde se echan de menos esos guitarrazos que recordamos de ese portentoso disco que fue "Delaware".
"Another one another" parece que va a apabullar y se va apagando poco a poco a pesar del encanto que se intuye, como esa letanía insulta llamada "Policeman getting lost". Fallido regreso pues el de Drop Nineteens. Y es que cuando se ha dejado el listón tan alto......
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