Mineral junto a Sunny Day Real Estate, son mis bandas favoritas de emocore. Las dos formaciones que más han sabido concretar esas sacudidas de guitarras, con unas melodías con propensión al quejido furioso como vemos en la primera track, "Five, eight and ten", que abre el que fuera su primer disco, donde casi se parecen a Superchunk.
Sacaron sólo dos lps, pero dejaron una profunda huella. Y es que sus canciones son una andanada de esas que te engancha a las primeras de cambio como "Gloria" y todo ese poderío de distorsión que te deja sin palabras.
"Slower" y "Dolorosa" son otras dos piedras de toque que supuran amargura por todos los costados, un aullido quejumbroso en medio de una buena bacanal de ruido. Mineral suenan convincentes, reparten a destajo altas dosis de emoción que la mayoría de los grupos de emocore no han sabido transitar (oyendo sobretodo a Jimmi eat World, The Get up kids o Samiam que navegan en la divagación perpetua faltos la mayoría de las veces de esa rabia tan necesaria).
Temas redondos como "80/37" con ínfulas de dramas creíbles, o "If i could" con esa tranquilidad que rezuma una furia dormida para crispar tranquilidades. Qué buenos que eran Mineral. Que pedazos de temas como "July" que encandilan desde la primera escucha o "Silver", la más arrebatadora del disco.
Solo dos trabajos les bastó para no caer en las apatía de sus compañeros de generación y estilo. Mineral, los grandes del emo.
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