Tras su devastador "NO" (2021), este trio nipón tan aficionado al ruido extremo, nos ha regalado este "W", un disco que más parece un artefacto de shoegazing avasallador. Y es que el principio, con "I want to go...." no puede ser más retador.
O ese siseo especial que se deshace mientras lo oyes que es "Icelina", casi como si Cocteau Twins hubieran decidido reencarnarse en ellos. Se te pone los pelos de punta cuando lo escuchas. Wata desgrana su voz como un ángel a punto de perder la compostura.
En "Drowing by numbers" se acercan al drone con aires electrónicos para volver a sumergirnos con ellos en esas aguas claras donde los peces parecen nadar pasión ("Invitation"). Acostumbrados a la pelea del estruendo con ellos, ahora habitar los minutos sonoros de "W" es como un lavado de cara que les deja más interesantes aun.
Y eso que las guitarras de "The Fallen" parecen cuchillos. "Beyond good and evil" es porcelana que se deshace mientras te empiezan a llorar los ojos como sauces en medio de un riada de cielo y "Old protector" navega en los mismos mares de imposible doma. Boris siempre como un verso más que libre, al albur de la divagación musical.
Casi al final, los nueve minutos de especulación sonora de "You will know(ohayo version)", perfecto broche a esta sensacional obra que desde compone uno de sus mejores trabajos. Puro goce sensorial.
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