Media hora les bastó a esta banda formada por dos miembros del grupo de slowcore Early Day Miners, Chris Caroters y Dan Burton, en ejecutar esta bello ejercicio de mathrock, donde las guitarras se encienden y se apagan, se vuelven de noche y se sienten estridentes.
Hasta la calma que irradia la magnifica "Saigon sleeps", precedida por la furia de "Night terror", son la mecha de este cohete que aunque a fecha de hoy resulte algo manido, siempre reconforta un buen rato de música de esa que siempre juega al despiste.
Sacaron cinco discos, y este "Night mute" fue su despedida y buen resumen de sus andanzas. "Concentrate" es rápida y demoledora y "Endsless" otro crujido que emociona, para en "Double back" rozar el slowcore pero siempre con intenciones de furia sin contener.
El disco continua por los mismos derroteros, por agitados pantanos donde resuena la rubrica de una sombra electrificada ("The game"), o paseos por la reflexión que une la tensión con una extraña calma ("Drink this").
Cuando se muestran más ariscos como en "Blood", la cosa también funciona. Llegado ya el final, toca oír "Sleep well", sedación para el espíritu, órdago y buena despedida. Ativin, mathrock ortodoxo, un buen puñado de sonidos tirados al azar en medio de un extraño ruido. Para acabar, recordar que el disco se grabó en los estudio de Steve Albini. Y claro, eso ya sube nota
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