Quizás "Transfixiation" no esté a las altura de los mejores discos de A Place To Bury Strangers (sobre todo su disco homónimo y "Exploding Head" de 2009), pero hay que decir que tras su extenuante escucha, queda la capacidad de la banda de Oliver Ackermann de utilizar la distorsión máxima para huir del shoegazing marca de la casa.
Las dos primeras canciones, "Supermaster" y "Straigh" son buena prueba de ellos, como si escucháramos una versión de feedback extremo de Spacemen 3. Ruido, pocas burbujas y mucha música rota ("Love high").
Sigue presente como en toda su carrera la querencia por los sonidos Jesus and the Mary Chain, como comprobamos en la abrupta "What we don't see", pero aquí todo es densidad, hay un barullo importante, en una grabación adrede que esta continuamente enmarañada ("Deeper").
Y claro, eso tiene sus pros y sus contras. Se escucha durante un rato con atención y necesidad de que ocurra algo más, pero la cosa se queda sólo en buena intención ("Lower zone"). Sin embargo, debemos decir que han usado con coraje lo aprendido en sus discos anteriores, escarbando con ahínco en una descomposición de los sonidos shoegazing ("Now it's over").
Son cañeros y contundentes y eso nos vale. Aunque se pasen de frenada en tracks como "I'm so clean", siempre queda la otra cara de la moneda cuando te topas con "Fill the void". Disco pues de los continuistas de un grupo cuyo clímax aparece al inicio de sus primeros pasos. Para fans acérrimos del shoegazing.
2 comentarios:
Hola Carlos, no sé si conoces el más reciente disco de Dion Lunadon, ex-componente de A Place To Bury Strangers, es brutal, altamente recomendable. Le dediqué un artículo: https://exileshmagazine.com/2022/07/dion-lunadon-beyond-everything.html
Hola Juanjo. Me pongo en marcha para su búsqueda. Ya te cuento. Saludos
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