domingo, 27 de octubre de 2024

THE VAN PELT. "Stealing from our favorite thieves" (1996)


 Con "Stealing from our favorite thieves" empezó su andadura este grupo de New York, con para mi su trabajo más redondo, más punzante, con melodías que enganchan a la primera escucha ("His steppe is my praire"), siempre navegando entre el emocore y un posthardcore amable y dulce ("It's a suffering"). 

Aquí todo suena vibrante, no hay momentos para la monotonía como con otras bandas del género (The Promise Ring). Escuchas "Shame on you", y notas las variantes musicales de una banda que se nota que estaba preparada para espabilar oídos. 

Sacaron sólo dos discos, ("Sultans of sentiment"), pero dejaron un buen puñado de canciones de esas que te pueden alegrar un mal día como la rutilante "Magic fantasy (we are provincial)". "You are the glue" es adictiva y repleta de distorsión. Como "Simone never had it this good" , el verdadero himno de un trabajo redondo. 

Pedazo de tema "His saxophone is my guitar" , la más violenta de todo el lote tiene a "It's new to me" como principal ariete de un primer disco que es una maravilla. The Van Pelt, una festín de emocore envasado al vacío. 


viernes, 25 de octubre de 2024

NADA SURF. "Moon mirror" (2024)

 


Para el quien haya seguido como el que escribe la carrera de Nada Surf, este disco será uno de los palos de la baraja de un grupo que no tiene trabajo malo, que no han descubierto nada nuevo, pero que a lo suyo, siguen siendo un grupo que se les ve a las primera de cambio sus costuras de power pop amable, con canciones siempre radiantes ("Second skin"). 

El mecanismo es el mismo que en el de sus trabajos anteriores: melodías a raudales  ("In front of me now"), junto a pequeños himnos como la que titula el lp o "Losing" con ese latigazo de distorsión que hace que te despereces soñando. 

"Intel and dreams" es de las más aguerridas del trabajo, a destajo con las guitarras, para de nuevo en "The One you want" ponernos la piel de gallina como nos tienen acostumbrados. Hay baladas de esas para mascar tragedias ("New propeller"), junto a otras escaramuzas sónicas marca de la casa como "Open seas". 

La vacilona "X  is you",  deja su sitio a "Give me the sun" para convertir el disco es una ballesta de melodías como un boomerang. Terminan con "Floater" y te quedas tan satisfecho, que acudes raudo u veloz a tu discografía para volver a escuchar sus otros discos. Y es que Nada Surf nunca defraudan. Son cosa buena.


martes, 22 de octubre de 2024

THE SUN & THE MOON. "The great escape" (1999)



Mark Burguess y John Lever de The Chameleons, junto a Andy Clegg y Andy Whitaker se juntaron en 1988 para dar rienda suelta a la nostalgia, a los sonidos que dejaron tanta huella The Chameleons. Solo sacaron un disco, en 1988, un ep, y este recopilatorio "The great escape".

Aquí en "The great escape" nos encontramos con temas que perfectamente pudieran estar en la discografía de ese grupo que tantas alegrías nos dio: ""Adam's song" y "C'est la vie" son una buena muestra de ello. 

"Arabs and americans" es insolentemente hermosa y "Speed of life" es quizás lo más "gótico" que ha hecho en su trayectoria el bueno de Burguess. En "Death of imagination" el lirismo se hace fuerte, la voz de Mark provoca sugestión, recuerdos de antaño que se remangan para volver a ofrecer escenas  aparentemente olvidadas.

"Peace in our time" es otra joya de esas que te mece por su épica melodía que tanta cosas nos recuerda. o "Dolphin" con esa ingenua prolongación de un lirismo que te atrapa. Así que The Sun and the Moon, para todos los que amamos el universo de The Chameleons, es otro motivo más para aferrarnos al recuerdo de tantos placeres auditivos a lo largo de los años. Una pasada. 


viernes, 18 de octubre de 2024

THE FOR CARNATION. "Marshmallows" (1996)


La banda de slowcore The For Carnation solo sacó un disco. El que lleva su nombre en el año 2000. Previamente habían sacado dos eps, "Fight songs", y este "Marsmallows", que en su poco más de media hora deja claro las ideas del componente creador de la banda Brian McMahan. Slowcore ("On the swing"), que se escora a una especie de mathrock siempre comedido ("I wear the gold"). 

Por The For Carnation pasaron David Pajo y Britt Walford (Slint) , Tood Cook de Shipping News o Doug McCombs de Tortoise. Con este elenco de músicos es fácil imaginar la calidad de la propuesta. Quizás a estás altura oír "Lymr, marshmallows" o "Winter liar" quede algo anacrónico, como sonidos que tuvieron su momento cuando nacieron, pero en el contexto de cuando nació, es cuando hay que dar validez a la propuesta de The For Carnation, y a otras bandas de estilo similar, que andaron siempre especulando por la parte más brumosa del rock. 

"Salo" es una amalgama de minutos que se desgranan en un tristeza que parece remitir a Codeine, quizás sin tanta tragedia, pero con la misma intensidad mortífera, con los silencios que acucian, con la sensación de efímero frío que todo lo puede. 

Para terminar este largo lamento, "Preparing to receive you" pura pasión por la quietud, por los lugares fríos donde se puedan siempre tejar soledades extremas.  Interesantes. 



miércoles, 16 de octubre de 2024

BIKINI ATOLL. "Moratoria" (2004)

 


Solo sacaron dos discos (el segundo, "Liar's exit" bajo la siempre exitosa producción de Steve Albini), y la verdad es que la banda londinense dejó su huella particular facturando un post rock con tintes de post punk siempre melancólico. El tema que titula el disco es buena muestra de ello. 

"Then amplify" suena como un disparo certero de Swans, minimal y cautivador, y "Cinnamon" , una de las cumbres del disco,  donde se muestran arrebatadores, con una intensidad que te deja boquiabierto. Me gusta la tranquilidad que rezuma "Black river falls", tierna hasta un manojo de lágrimas, eficaz como para componer una oda durmiendo. 

No me extraña que Simon Raymonde de Cocteau Twins les cogiera la matricula.  Apabullan, como esa esdrújula distorsión de "Black Dog", y sobre todo con la mejor del lote, "Cheap trick", un torbellino de post punk para días aciagos. 

"Perfect method flawed" es otra gema de ternura envolvente que cede el puesto a "Desolation highway" simplemente irresistible. "Clear water gravity" también participa de esta desmesura de un post rock amable, con tintes siempre que hechizan. 

Un gran grupo, con una vida efímera, que dejaron un buen reguero de canciones para que los sintamos muy adentro. 



lunes, 14 de octubre de 2024

THE SMITHEREENS. "2011" (2011)

 

12 años llevaban los buenos de The Smithereens sin canciones nuevas. La espera mereció la pena. Desde que suena ese trallazo titulado "Sorry" con sus guitarras afiladas y la melodía al punto de sal, te das cuenta que nada había cambiado desde que les conocí a últimos de los 80. 

La banda venía de grabar cuatro discos de versiones (de The Beatles, Who y canciones de navidad), y ya tenían ganas de volver de nuevo a la carretera, para abrirnos el corazón con temas tan apabullantes como "One look at you",  un revoltijo de power pop de ese que ya no se hace. 

Pat DiNizio seguía con su voz magistral, una gema de tonos, una fuente para inspirar goces. Se nota el trabajo en la producción de Don Dixon. El sonido es limpio, brutal, los arreglos son para silbar flores ("A world of our own"). 

"Keep on running" es como sino hubiera pasado el tiempo y "Ring on her fingers" es de las mejores canciones que han grabado en su carrera. Honestos hasta la saciedad, es todo un placer para los oídos enfrentarse con un conjunto de canciones tan redondas como lo muestra "Bring back the one", donde dan en el clavo de una forma rotunda. 

Arrebatadora es "Goodnight goodbye" y "Turn it around" es un puñetazo de aire fresco, emoción a raudales para amantes de las melodías eternas. En resumen, todo un placer regresar a The Smithereens y dejarte seducir por su engranaje tan especial de rock atemporal. 





viernes, 11 de octubre de 2024

TINDERSTICKS. "Soft tissue" (2024)


 Es imposible fallar con Tindersticks. Es imposible que Stuart Staples haga un disco malo. Aquí, en "Soft tissue", nos encontramos desde que suena la inicial "New world", con su faceta más soul, con esos vientos que son como trombones de cariño, en medio del desgarro de su garganta, y con el acompañamiento de Gina Foster como compañía ideal. 

"Don't walk, run" suena negra, himno para noches de neones confusos, para sustos de suspiros forzados y que da paso a "Nancy" y sus fuegos fatuos de bossanova que se pone el traje de los sueños imposibles nadando en evocaciones de pasados mejores, de sensaciones que te atrapan con esa colección de sonidos para el recuerdo. 

En "Falling, the light" se enreda en una lenta balada vaporosa, contenida y repleta de huecos para una calma siempre contenida que te hace volar. Como "Always a stranger" donde Stuart da rienda suelta a su capacidad de trovador. 

"The secret of breathing" rezuma calorías para el espíritu y "Turned my back" vuelve al soul para continuar este paseo por una tranquilidad que todo lo invade. El pop se vuelve serio con "Soon to be april",  para terminar con este viaje de porcelana exquisita, artesano siempre de Staples de músicas para tu confort. 


miércoles, 9 de octubre de 2024

THE POSIES. "Amazing disgrace" (1996)

 


Vaya cuarto disco que sacaron The Posies. Si no es el mejor de su discografía, poco le falta. Sólo con el inicio con esa furiosa "Daily mutilation", queda claro de la valía de una banda que hizo del power pop algo vivo, con energías inflamadas, con ganas siempre de fiesta. 

Tuve la fortuna de verlos en sus comienzos, en los 90 cuando empezaban, y guardo gratos recuerdos de ellos. Los de Seattle, en plena época dorada, entraron en el saco de todos esos maravillosos grupos que acompañaron nuestro crecimiento como personas, como seres deseosos de descubrir más y más cosas en nuestra juventud de 20 años. Y es todo un flipe volver de nuevo a escuchar melodías tan radiantes como "Ontario", puro indie rock de ese que jamás olvidarás. 

"Amazing disgrace" es un almacén de hits repletos de suspiros eléctricos, donde Jon Auer y Ken Stringfellow dan rienda suelta a su capacidad para llenarnos los bolsillos de emociones a flor de piel ("Throwaway"). "Hate song" sigue funcionando como la primera vez que la escuche y "Precious moments" un medio tiempo ensoñador, son parte de un precioso disco atemporal con bombazos del nivel de "Fight it (if you want)". 

Otro de los puntos álgidos del disco, "Everybody is a fucking liar" es otro torrente de electricidad que te seduce desde el minuto 1 y "World" himno agridulce con unos coros que te derriten. Y el punk de "Grant Hart" dedicado al que fuera batería de Husker Du, deja a las claras la importancia de un trabajo que deja huella. Grandiosos. 



lunes, 7 de octubre de 2024

SUN KIL MOON. "Tiny cities" (2005)

 


"Tiny cities", el segundo trabajo de Sun Kil Moon, la banda de Mark Kozelek tras poner fin a Red House Painters, forma parte de la parte más interesante de su discografía, cuando aun no había caído en la monotonía, cuando aun se podía percibir el otoño en cada nota de canción ("Tiny cities made of ashes"). 

Aun el slowcore se iba de cañas con un indie folk artesanal donde el viento pasaba a tu lado mientras Kozelek entona sus diatribas líricas ("Neverending math equation"), aun  los vientos de las cuerdas te dejaban sin respiraración ("Space traves is boring"). 

Y es que antes de que Mark se instalará en la comodidad más absoluta produciendo trabajos mas bien anodinos (a partir de "Universal times" de 2015 sus discos son apenas pinceladas rápidamente olvidables), Sun Kil Moon fiaban todo a la sencillez del sonido de una guitarra ("Dramamine"), para salir victorioso en su bregar de calma. 

"Fpun fingered fisherman" es otra pequeña gema que te desarbola por su tranquilidad escrutadora que da paso a mi favorita, "Grey ice water", un mar de silencios envasados al vacío. Sun Kil Moon, un regato en medio de un bosque de esencias desconocidas, un hálito de silencio que no cesa. 


sábado, 5 de octubre de 2024

FUCKED UP. "Another day" (2024)

 



He de reconocer que esperaba algo más del séptimo disco de la banda de Toronto Fucked Up. Parece que se hayan anclado en un sonido que parece mimetizarse con su trabajo anterior, sin aportar mucho más. Y eso lo vemos desde la inicial "Face". 

Damian Abraham, sigue gritando aspavientos, subido a un frenesí de distorsión al que nos tenía acostumbrado, ya no nos provoca la misma sensación que antaño. "Stimming" es ruidosa y quiere servir como un hit de los de antes, pero no es lo mismo. 

Post hardcore con melodía y estridencias, pero lineal en sus formas ("Tell yourself you will"), "Another day" denota en su conjunto una falta de ideas  para volver a engancharnos como antaño como la que titula el cd. 

Hay veces que la cosa parece que si quiere arrancar, "Paternal instinct", pero al poco "Divinining dogs" vuelve a poner las cosas en el sitio que estaban cuando empezamos la escucha. "More" es la que más me gusta, porque se sale de los conductos habituales de su música. 

En resumen, mucho tienen que cambiar Fucked Up para que vuelvan a ser esa apisonadora que nos deslumbró cuando los conocimos.  


jueves, 3 de octubre de 2024

BETH GIBBONS. "Lives outgrown" (2024)

 


"Lives outgrown" es el mejor disco para el que escribe de Beth Gibbons en solitario. El que tiene más aristas, el que más te mece en una continuo balanceo de música para el ensueño y el trance, como nos encontramos en la canción que abre el disco, "Tell me who are you today".

La ex-Portishead nos desarbola cuando te cruzas con ella y nos regala "Floating on a moment", casi como si volviéramos otra vez a tiempos pasados, repletos de flores con aroma a veneno y delicadeza. "Burden of life" es una nana para llorar esperanzas y "Lost changes" es otra delicadeza marca de la casa de Beth, con un lirismo atroz, con un fuego que abrasa. 

"Rewind" es la manera que tiene la artista de parecer una banda de krautrock, para en "Rearching out" seducirnos con su minimal sonido de relojería bien engrasada,  y sus vientos volando por cielos poblados peligros. 

"Beyond the sun" y "Whispering love" firman el final de un embriagador disco, donde Gibbons saca a relucir todo su arte. Discazo. 


martes, 1 de octubre de 2024

FERNANDO ALFARO Y LOS ALIENISTAS. "Carnevisión" (2007)

 


Siempre querremos a Fernando Alfaro. Con sus Surfin Bichos eternos, con Chucho, desconectado, en sus proyectos en solitario....Cuando aparece un disco de Alfaro no hace falta más que escuchar una canción, para correr velozmente para hacerte con el disco en cuestión. 

"Carnevisión" vino acompañado de colegas de Surfin, con Isabel León a los coros, rodeado de compañeros de faena para que la voz y las historias de Fernando tengan su rodaje particular para desembarcar en nuestras entrañas ("Los cuatros vientos" y "La, la, la que fácil es" son una buena muestra de ello). 

Aquí nos encontramos al Alfaro que tanto seguimos, con himnos para silbar entre tristezas como "Problemas de sueños", de esas tonadas tan suyas que rápido te raspan el corazón. O esos medios tiempos que te sulfuran los sentidos ("Luz de gas") para también recrear a los Surfin de primera época ("Con las manos en la sangre"). 

Y si te quieres quedar helado de conmoción, ponte "Queda expulsado de la especie humana" y el silencio poblará tu vida. O el punk de "Silverio tenor de la comarca" con su peligrosa agresividad. Pero también hay sitio para pequeños reductos de una calma que te pone los pelos de punta ("Su mano sobre la mía"). 

Y es que siempre Alfaro atina, siempre tiene la palabra perfecta para robarnos el corazón, la melodía intrincada que te deja sin aliento, los espasmos correctos para seguir siendo como ellos, gente abollada en busca de un final feliz que seguro que en algún lugar existe. 


domingo, 29 de septiembre de 2024

FAKE FRUIT. "Mucho mistrut" (2024)

 


Vaya pedazo de disco que se han sacado da la manga los californianos Fake Fruit. Vaya manera de aunar estilos, de sonar frescos, de implosionar de muchas formas distintas a través de una travesura musical llena de encanto y que empieza con el pepinazo casi punk "See it that way". 

Luego se vuelven casi post punk en la hipnótica canción que da título al disco y en "Gotta meet you" se apuntan a una no wave nerviosa, divertida y amable. Lo dicho, que aquí es difícil hallar tedio alguno. Esto una máquina perfectamente engrasada. 

"Psycho" es otro pelotazo de distorsión, furiosa, contaminando su estridencia a base de bien. Pero Fake Fruit no se quieren acomodar en un sólo sitio. Por eso te regalan himnos del peso de "Cause of death", una amalgama de soberbios encontronazos de melodía que te cautiva desde el minuto uno o vaciladas del tipo de "Well song". 

Una de mis preferidas "Long island iced tea" y ese aire indie que recorre toda la canción y que sin tregua te entrega a "Venetian blinds" y su constante batir de alas de espasmos que hace imposible que te quedes parado. La gema de "Mucho mistrust"se encuentra en "Ponies" y su capacidad para resumir en 4 minutos todo lo bueno del indie rock de los 90.

El sonido del saxo es todo un puntazo en "Cause of death" con un clip de esos que hay que ver sí o sí. En resumen uno de los discos más destacables de un año que corre como un galgo hacia su meta final. 


viernes, 27 de septiembre de 2024

THE NIGHTINGALES. "Pigs on purpose" (1982)


 No, no es descabellado lo que leí en su día en alguna revista, que bandas como The Wedding Present o Gallon Drunk tuvieron a The Nightingales como un punto de partida, como una referencia, de lo que sería su trayectoria musical. 

Y la verdad es que escuchando el que fuera su primer disco, con el tema que inicia la aventura, "Blood for dirt"  y  "Start from scratch" con ese carraspeo de guitarras que tanto recuerdan a los Wedding, no podemos más que gozar de este amateurismo bien entendido, de esa facilidad que tenían para sumergirnos en un mar de melodías abrasivas y absorbentes.

Robert Lloyd, letrista y cantante, es el miembro fijo que a través los años ha ido comandado a un grupo cuya última producción fue en el año 2022, con el potente disco "The last laugh". Aquí, en sus primeros pasos, se notaba la urgencia de la época, el fin del punk y el empuje del post punk como recambio inmediato ("One mistake" y "The crunch" es una buena muestra de ello). 

"Los ruiseñores" eran capaces de fabricar hits del tipo de "The hedonist sigh" donde van forjando las bases de la posterior evolución que iban a tener en el futuro. También los susurros del punk ya vencido se notan en temas como la decadente "It lives again".

"Make good" y su constante ruptura de ritmos, o "Don't blink" y su post punk con ganas de combate, no hace más subir nota a un disco que hay que recuperar para entender lo que estaba pasando en las islas en esos años. 

Ya casi al final "Use your loaf" y "Blisters" son el perfecto remate a un primer disco soberbio, que inicio un camino muy provechoso. Combo a descubrir pues. 


miércoles, 25 de septiembre de 2024

GIGOLO AUNTS. "Minor chords and major themes" (1999)

 


Hoy tenemos cita asegurada, con la gira de despedida de Gigolo Aunts. El grupo, uno de mis combos preferidos de power pop, nos dicen adiós por la puerta grande, recuperando este disco (25 años han pasado ya) que le han vuelto editar en una reedición de lujo en vinilo y sólo disponible en los conciertos. 

En mi opinión quizás el disco más flojo de su carrera, pero no por eso atesora unas cuantas canciones de esas inolvidables que seguro nos podrán los pelos de punta, como "Everyone can fly", o ese comienzo repleto de energía llamado "C'mon C'mon". 

Recuerdo el enganche instantáneo que tuve cuando me compré "Flippin' out" su mejor disco, uno de los trabajos de los 90 que siempre se te viene a la cabeza cuando recuerdas esa década prodigiosa que tuvimos la suerte de vivir. 

"Half a chance" es otro caramelo que te hace feliz nada más que escuchas las primeras estrofas de una canción redonda. "Super ultra wicked...." es quizás la que menos gracia me haga con un tufillo hard rock que me echa para atrás desde que suenan los primeros riffs. Menos más que luego viene esa delicia pop, "Everything is wrong", y ya te tienen a sus pies. 

"The big lie" también entusiasma con su energía poderosa, power pop marca de la casa, volver a sentir de nuevo ese poderoso imán de la sencillez y las cosas bien hechas. "Simple things" es delicada  y especial y "Rest assured" es otro de los platos fuertes de un disco que la verdad aun no siendo de mis preferidos, tiene la suficiente pegada para engancharte a él.

"For a moment" pasa en un suspiro, y aunque "Residue" apenas nos diga nada, cuando acabas de escuchar "Minor chords.." en el día que estamos, esperas que está noche lancen sobre el escenario rayos y centellas para recuperar de nuevo viejos hálitos de juventud. 


lunes, 23 de septiembre de 2024

DERRIBOS ARIAS. "En la guía, en el listín" (1983)

 


Sin duda que Derribos Arias fue una de las voces más atractivas, sugerentes, rupturistas, dentro de ese cajón desastre que fue La Movida, tan repleto de ñoñerías y también hay que decirlo, de buenas bandas como Derribos Arias, comandada por ese espíritu orate llamado Poch. 

Y es que si escuchas "Europa" y ese post punk de ultratumba te das cuenta de la capacidad que tenían de romper estructuras establecidas, de navegar por indómitos mares donde la normalidad estaba prohibida. A ver quien tenía el coraje en aquella época de hacer cosas como "Crematorio" y sus ritmos rotos, mientras Poch se desgañitaba en ese fantasmal baile en que eternamente pululaba su cerebro. 

"La chica de Brasil" pudiera pasar por un hit, si eso tuviera sentido con Derribos Arias, porque su música te noquea, te deja sin palabras, por esa inclinación natural que tenían a la subversión. La que titula el disco (el único que sacaron) es otra bomba sónica cargada de amoniaco y sedición, otra corriente convulsiva de radiación cargada de sugerencias.

La versión que hacen de la Velvet, de "Lonesome Cowboy Bill" ("Pobre Cowboy Bill") es brutal, y sus boutades electrónicas como "Lo que hay" casan a la perfección en el ideario de un grupo afincado siempre en los márgenes. Para el recuerdo temas como "Aprenda alemán en 7 días", y esa burrada casi punk llamada "Íntima decoración". 

Irónicos en "Misiles hacia Cuba", y proyectando siempre su universo tan particular en la canción que da nombre al grupo, Derribos Arias pasó a la historia como una de las rara avis más prodigiosa, divertidas y efectiva de nuestra historia musical. Porque en La Movida, había más cosas  (Decima Victima, PVP, La Broma de Satan, Polanski y el Ardor....) que la bruja avería luego fangosa fangoria. 


sábado, 21 de septiembre de 2024

JOY DIVISION. "Unknown pleasures" (1979)



¿Qué podemos decir de este disco de Joy Division? ¿Cuántas palabras podemos utilizar para reafirmar la verdadera magnitud de una obra eterna en su forma, en su estética, en lo que representa, de una de las bandas más grandes de la historia?

Joy Division y Ian Curtis. Y esa horca que hizo que de su cuello brotarán un millón de flores negras para que el post punk casi en pesebre se esparciera por todos los años, por todas las edades, como un asteroide a la deriva donde poder asilarnos siempre que la vida se complique, siempre que tengamos el espejo roto del baño donde antes nos mirábamos de jóvenes, ahora un objeto que día a día te va diciendo lo lejano que esta esa juventud ya mutilada. 

"Unknown pleasures", año 1979. Suena "Disorder" y toda la ropa negra que tengo en el armario parece que empiece a temblar, como mis ojos que vuelven al pasado, una vez más, repartiendo motines en la mirada, cruzando historias, fechorías, excesos, deambulando por el callejón de los recuerdos, donde las ratas se comen las fotos del ayer, donde aún existen jardines acosados por la desconstrucción de los sentimientos ("Day of the lords"). 

Vaya manera de debutar un grupo, vaya manera de poner los andamios a un estilo que 45 años después es el que más amo, el que más me provoca una dulce alergia en la piel, latidos siempre transcendentes previos a ataques severos de nostalgia. "Candidate" y su sonido de catacumba, una banda perfectamente engrasada. Tan jóvenes, tan oscuros, tan viscerales en dar forma al persistente dominio de los pensamientos repletos de niebla. 

Todos tenemos una biografía sentimental musical. Todos tenemos una jukebox en el corazón, al que ponemos monedas para no olvidar de donde venimos, los paseos que dimos de la mano del yo mismo, de nuestro doble que te susurraba al oído la incomodidad por no sentirte parte del rebaño. En esa discoteca personal, "Unknown pleasures" tiene forma de ariete contra la descomposición. Ahora escucho "Insight" y de nuevo la fiebre parece poblar mi frente, una fiebre sinónimo de vida, la fiebre que condensa la necesidad de seguir descubriendo, de seguir gozando con la Música, Musa que ofrece sus frutos para que la rueda no pare. 

Post Punk. The Chameleons, The Sound, Killing Joke, The Cure, Joy Division.... Todos hermanados, todos en la misma parada de bus, con destino a ignotos lugares donde dar rienda suelta a la insatisfacción, a la rebeldía ignata de los que tenemos en las venas corceles que jamás se podrán domar ("New dawn fades"). 

Cuántas veces habré bailado "She's lost control", cuantas veces el espacio entre los movimientos y la quietud total se ha reducido a un vaho de expiración. Me imagino al público que asistiera a los conciertos del grupo. Hipnotizados por las contorsiones de Curtis, él tan perdido en sus sueños, con la cabeza siempre en otro sitio, con la enfermedad ya marcándole ya en el pecho la fecha de caducidad de la vida ("Shadowplay"). 

Sigo asombrado como después de tantas años la escucha de "Unknown pleasures" cause tanta conmoción. Y el remate con "Interzone" y "I remember nothing" no hace más que acrecentar la vigencia de un grupo, de un estilo, que escenifica la supervivencia de nuestros deseos más íntimos, de nuestra necesidad de transcendencia, lobos esteparios en páramos donde es fácil la rendición. Cosa que jamás haremos. Seguimos en negro, hacia la luz......



jueves, 19 de septiembre de 2024

POM POKO. "Champion" (2024)

 


Pom Poko han vuelto por la puerta grande. Los noruegos, tras su potente "Cheater" (2021), siguen en su particular batalla de noise punk juguetón, como un Deerhoof con ganas de ser un grupo punk, siempre nerviosos, melódicos, divertidos y juguetones. 

Así empieza este "Champion", con "Growing story" y su sonoridades traviesas o "My family" y ese pop estrujado con guitarras saltarinas. También bajan a su antojo el pistón de la arrogancia sónica para crear cosas del tipo la canción que titula el lp. 

"Pile of wood" es otro juguete de esos que se rompe nada más tocarlos, música festiva sin más, para alegrarte una mañana malhumorada. Hay pequeños baches en este desenfreno algo loco como "Bell" que se queda en tierra de nadie, pero luego llega el punk de "Go" y hacemos las paces con ellos. 

"Never saw it coming", es otro de los platos fuertes de un disco que se pasa veloz, con una pegada inmediata y que nos invita a verlos en directo donde seguro que temas como "Big life" suenen como una apisonadora voraz. 


martes, 17 de septiembre de 2024

STILL HOUSE PLANTS. "If i don't make it, i love u" (2024)

 


Cuánta falta nos hacen grupos como Still House Plants. Bandas como ésta que tienen la capacidad de no saber donde ubicarles, no encasillados en nada en particular, con una voz propia, configurando una paleta de canciones que te cautivan desde la primera vez que los escuchas. 

Y es que el trio de Londres, en su tercer trabajo, desde que suena "M M M", te deja rendido ante la evidencia de que esto a lo que te enfrentas es muy grande. Y mucha culpa de ello lo tiene su cantante Jess Hickie-Kallenbach y esa voz que serpentea, que parece militar en un mundo de suspiros y sugerencias, con ecos de Buckley, con aires de jazz roto ("Part"). 

Y todo en medio de una calma siempre tensa, la batería (David Kennedy) y la guitarra (Finlay Clark) se reparten las papeletas de esta rifa de hermosura total. Si aun no estas dentro de la red que tejen, cuando llegues a "More boy", no tendrás más remedio que dejarles hacer, que arder sin prisa en la incontinencia de un arte que te provoca y te apacigua. 

Hay retazos de slowcore congelado, hay silencios que lo dicen todo ("Probabbly"), y hay sobre toda una sensación de que cuando has terminado de oír todo el trabajo de Still House Plants, tienes la certeza de que aquí anida algo grande, que se sumerge en esa necesidad de transcender lo siempre manido, en hilar de nuevo el hilo poderoso de la transgresión ("3scr3w3"). 

Mientras Jess canta, el resto de la banda mira para otro lado y se deja llevar por los vaivenes vocales como vemos en "Silver grit passes thru my teeth". Luego se arman de rabia y en "Headlight" la distorsión crea fiebre y desolación. 

El tema que más me penetra el alma es "No sleep deep risk", y su tristeza encubierta de hojas caídas de otoño, de sugerencias para bajar el toldo de tus párpados hasta nueva orden del sentir. Brutales. Para terminar, "More more faster" otra radiografía para la introversión total.

Desde Discos Pensados, el aplauso más absoluto a grupos como Still House Plants, que hacen que la sorpresa anide aun en la cada vez más exigente necesidad de apartar tantas malas hierbas del campo de escucha que nos rodea. 


domingo, 15 de septiembre de 2024

REFREE. "Nones" (2003)

 


Raül Fernández, Refree, te mece desde que empieza el disco con "Les soldats perdues" con ese piano barítono, con esa sencillez lírica que hace que su escucha sea como el ruido de una caracola en tus oídos tan necesitados de cosas bellas. 

Composiciones exquisitas, que se mueven al albur de la historia de este cantautor tan especial que siempre da en el clavo ("El reloj"). Aquí todo funciona bien, hasta esos aires de orquesta desgastada de "Inventario", o la calidez que desprende "Raisa". 

Himnos para el día a día que se clavan en un pispas,( "Como en los días corrientes") con la guitarra como figuración principal,  para dar rienda suelta a todo el arte que atesora este artista. "Padres y nones"  triste y delicada, y "El hueco" sigue por esa senda, haciendo su manera lo mismo que hace Tindersticks. 

Me disuelvo con "Palabras mayores" y las cosas que dice, como "El cuarto deseo" y ese aire del Mediterráneo que llena todo este prodigioso álbum. Y ya casi a final, en plan western, "Último recodo" te pone la piel de gallina una vez más. Y se acaba el disco, y no te queda más que volver a pulsar el play, porque siempre parece poco y quieres más cuando oyes a Refree. 


jueves, 12 de septiembre de 2024

THE MOLES. "Instinct" (1994)

 


Dos discos duró la vida de este interesante grupo australiano que nos regalaron una buenas canciones repletas de indie pop con saxos de esos que parecen regalarnos buenos augurios como nos muestran en la inicial "Minor royal march" que abre el que fuera su segundo trabajo. 

Canciones como pétalos que se arriman a los sonidos de los 60 pero con arrogancia como "Eros lunch" , se pasean por un parque que también tiene sitio para arreones de guitarra ("Already in black"), o himnos para intentar espantar a la tristeza como la que titula el lp. 

Chamber pop que también nos da pequeñas joyas melancólicas ("Cars for king's cross"), o turbulencias bajo cero con órganos incluidos ("Cassie Peek"). La música de The Moles suena tan efímera, tan frágil, que no me extraña que se disolvieran en el espacio. 

Esos sonajeros de "Raymod, did you see the red queen?", o la confusión sónica neo folk de "Trebel metal", casi como una parodia de Guided by Voices, les daba una sensación de que todo se iba a terminar pronto. 

Nos quedamos con esa bisoñez infantil, con esos sonidos extraños, que nos les colocarán en ninguna biblioteca musical reseñable del pasado, pero si nos harán pasar un buen rato. 


martes, 10 de septiembre de 2024

HELIOGABALE. "Diving rooms" (2004)

 


Pedazo de banda que fueron Heliogabale. Los franceses nos dejaron para el recuerdo unos cuantos discos de noise devastador, donde puedes ver huellas desde Jesus Lizard ("Hunting"), hasta los Sonic Youth más brutales ("Albinos"). 

Y lo que hace que Heliogabale sean una banda tan interesante, es la inmersión melódica que tienen, sus dotes para hacer lírica desde el estruendo, desde la pasión desaforada, como vemos en "Stearin". "The squeaker" es como una versión punk de Bjork, y en "A stone can't swim" es donde mejor se mueven con sus acometidas violentas, con sus distorsiones que amenazan tormenta. 

"My happy fly" es la más arisca dentro de un conjunto de canciones que son cañonazos que parecen revolverse en un seísmo avasallador, donde hay momentos para himnos esdrújulos como "Les papillons" y su rabia sin contener que te deja sin palabras. 

"Les chiens" y "Few of us" ponen el punto final a un disco repleto de desgarros emocionales, de una furia sin contener, que como el resto de los discos de la banda, consiguen construir un buen artefacto para el recuerdo. 


domingo, 8 de septiembre de 2024

RIDE. "Interplay" (2024)

 


Vale, ya no queda nada de esos Ride que en los 90 nos dejaron sin palabras cuando escuchamos el disco "Going blank again" en 1992. Ya ha pasado tiempo, pero la banda de Oxford comandada por Mark Gardener, siguen haciendo buenos discos. Y este "Interplay" lo es. 

Desde la radiante psicodelia pop de "Peace sing", Ride se abraza a un indie pop con guitarras siempre juguetonas, con ganas de seguir disfrutando de la música. A veces tienen un aire a New Order ("Last frontier"), otras se dejan llevar por sedosos ambientes de luces parpadeantes y distorsiones de antaño ("Light in a quiet room"), y siempre salen airosos de unas composiciones que se nota el poso experiencial de una banda con muchos años ya en sus espaldas.

Singles para bailar como "Monaco" irrumpen con contundencia en un trabajo que entra rápido, suspiros apañados con sonidos electrónicos como "I came to see the wreck", para tejer un surtido programa de lavado de sonidos siempre envolventes. "Stay free" es una suave letanía y "Last night  i went somewhere to dream" tiene un pequeño tic del shoegazing de antaño por el que todos les recordamos. 

Así pasamos la velada con Ride, hasta el final con "Essaouira" y "Yesterday is just a song", digno epílogo de un grupo que ha sabido sobrevivir con dignidad. 


jueves, 5 de septiembre de 2024

LEMONHEADS. "It's a shame about ray" (1992)

 


Lemonheads y Evan Dando. Evan Dando y Lemonheads. Indisolubles a través de la historia, dejaron a principio de los 90 unos discos de esos donde se conjugaba a la perfección la melodía y la urgencia indie. Y eso que los dos primeros discos, "Hate  your friends" (1987) y "Creator" (1988) eran una apisonadora demoledora de distorsiones febriles punks.

A mi me empezaron a entusiasmar con "Lovey" (1990), y sobre todo con este "It's a shame about ray" donde el binomio melodía y guitarras juguetonas, desde que suena "Rockin' stroll" es un sin parar. Grabado en Australia, es exquisito el sabor de la melodía que se percibe en "Confetti", y sobre todo la que titula el lp, con ese estribillo pegajoso, con ese pop con ganas de guerrear. 

Una de mis favoritas es "Rudderless", de esas tonadas que se quedan tiempo en el aire, que después de tantos años sigue siendo un caramelo de esos que no se le va el sabor con facilidad. "The turnpike down" es otro hit inmediato que da paso a "Bit part" la más gamberra y a la vez cariñosa de un lote de canciones inolvidables, que te alegran un mal día desde que las empiezas a oír. Es imposible resistirse.

Suena la fiestera "Alison 's starting to happen" y los pies no paran de moverse. "Hannah & Gabi"  la casi country del lote, quizás la más floja, antecede a "Kitchen" otro pelotazo de power pop con fundamento de pegada instantánea. 

Y si hay un tema por el que se recordará este disco es la versión, "Mrs. Robinson" de Simon & Garfunkel, que supera a la original con su garra y su preciosidad. En conclusión, seguimos sacando del arcón de los recuerdos discos como éste que acompañaron nuestro crecer en aquellos gloriosos 90. Un disfrute. 


martes, 3 de septiembre de 2024

DAVID SYLVIAN. "Blemish" (2003)

 



Quizás "Blemish" sea el disco más experimental y extraño, dentro de la formidable discografía del ex componente de Japan. Construido bajo las bases de la separación de la que fuera su mujer Ingrid Chávez, aquí la lírica habitual de Sylvian se ve sometida a un soberbio juego de ruidos, de experiencias con la electrónica (la canción que titula el disco es una buena muestra de ello).

Por "Blemish" se dejan caer tanto Fennesz como Derek Bailey. Con estos compañeros de baile es normal que el trabajo sea lo que es. Un maravilloso juego de espejos, de luces difuminadas, de sonidos como enjambres cálidos, todo ello, bajo la pedazo voz de Sylvian. 

Tenue y brumosa es "The good son", y "The only daughter" es otra lluvia  de melodías rotas que se mueven en un vaivén hipnótico. En "The heart knows better la guitarra de Bailey vive en una tensión efímera, como gotas de agua que se mantienen en vilo hasta la sacudida azarosa del viento. 

"Late night shopping" responde a la perfección a la idea que está intrínseca en todo el disco: ir más allá, superar barreras, hacer del pop una excusa para navegar por procelosos océanos de disconformidad absoluta. Otra maravilla de David Sylvian que no hay que perderse. Caramelo de mis sabores y urgencias. 


domingo, 1 de septiembre de 2024

MARC ALMOND. "I'm not anyone" (2024)

 

Vaya pedazo de disco de covers se ha sacado de la manga el bueno de Marc Almond. Un delirio que desde que suena "I'm the light" de Blue Cheer, no puedes dejar de alucinar con el arte que aun conserva el ex-Soft Cell. 

Como no emocionarte cuando suena "Reflections of my life" del grupo de los sesenta Marmalade. Sonidos sixties con enjundia, fabricados con amor. Tomando como referencias las décadas de los 70 y 60, "I'm not anyone" es todo un festival repleto de glamour, de pop, de gospel. Y lo mejor de todo, suena como un cañón.

En "Gone with the wind (is my love)" de Gloria Jones, casi me recuerda a los momentos más alegres de Pulp. Mi versión preferida es "I talk to the wind" de los añorados King Crimson, aquí con la colaboración de Ian Anderson de Jethro Tull. Pedazo de canción. "Elusive butterfly" del cantante folk norteamericano Bob Lind es toda una alegre lindeza. 

La que titula es disco, de Paul Anka, es todo un canto de confirmación personal, un grito desgarrado con un fondo de violines amansados. Hermosa. "Trouble of the world" de la cantante góspel Mahalia Jackson, pone el toque espiritual a un trabajo que acaba con "Lonely looking sky" de Neil Diamond. 

En resumen, disco repleto de matices, donde los temas escogidos sirven para el lucimiento de un artista que aun tiene mucho que decir oído lo oído. 


jueves, 29 de agosto de 2024

THE HOTELIER. "Goodness" (2016)

 


Es curioso el nivel de gilipollez que te encuentras en la redes. Cuando buscas este disco la portada aparece pixelada para que no veamos los cuerpos desnudos de los protagonistas  del que fuera el tercer disco de esta banda de emocore. Todo vale en la red: los mensajes de odio hacia los inmigrantes, hacia las mujeres, hacia el que es distinto, pero la visión de una persona tal como nació parece que es como la llegada del Argamedón. Tiempos grises y oscuros estos que vivimos. 

Hablando de "Goodness", decir que desde que suena la radiante "Goodness pt. 2", te ves sumergido en una espiral de guitarras emocionales, de estribillos candentes, pura adrenalina de emocore bien hecho, tras la estela de grupos como The Promise Ring. No, no inventan nada The Hotelier, incluso hay ocasiones como en "Piano player" que derrapan algo, pero tras la escucha sosegada del álbum, la verdad es que se te queda un buen sabor de boca. 

"Two deliverances" es emocionalmente comprometida para que te llegue muy adentro, y "Settle the Scar" es otro pétalo que se disuelve en una distorsión agradable. "Soft animal" es juguetona y eficaz y "Sun" es otro de los puntos fuertes de un disco que pasa en un santiamén, 

El final, con "End of reel", con su tristeza asumida, pone el epílogo a un trabajo que quizás no deje mucha huella, pero si te hace pasar un buen rato. 


lunes, 26 de agosto de 2024

KING HANNAH. "Big Swimmer" (2024)

 


Disco del verano y uno de los discos del año. Lo que Big Hannah nos ofrece en este "Big Swimmer" es de nota alta, con una frescura, con una mezcolanza de estilos, que hace que desde la primera canción te sientas atropellado por este enorme tren con parada en todo lo mejor que pienses de la música indie de los 90.

Y es que este dúo  de Liverpool se las apaña de tal forma que cuando empiezas a escuchar el inicio con el tema que da titulo al álbum, bien pudiera que estuvieses oyendo una mezcla imposible de Mazzy Star y Neil Young. Es soberbio ese toque guitarrero, esos solos que apabullan. Una maravilla. 

Y que me dices de "New York, let's do nothing" donde rinden un homenaje soberbio a Dry Cleaning, vamos, es que casi parecen ellos. Y esto no ha hecho más que empezar. En "The mattress" te vuelves a quedar loco con ese hipnótico desarrollo guitarrero, como un himno decadente en el alambre de una quietud que espanta  te absorbe a la vez. 

"Milk boy (i love you)", vuelve a tener a Dry Cleaning como espejo, pero siempre con una personalidad propia la que imprimen Hannah Merrick y Craig Whittle, con una temperatura sónica que va creciendo en cada tema, sofocando calmas, esparciendo lagunas de tensión que te abrasa y te facilita el vuelo hacia lugares repletos de aventuras sónicas. "Suddenly, your hand" es leve, vaporosa, triste, retadora ,la más cercana al bello histrionismo de Young,  la mejor manera de abrazar una paz que te deja sin palabras. 

Esto es un no parar, y viene "Somewhere near El Paso", con su feedback demoledor, para apretar clavijas, para convencerte si aun no lo estás, que estas con una obra que consolida a un grupo que se esfuerza por esparcir por el aire una cantidad de suculentos sonidos que te llegan, que te sacuden, y que en directo (en diciembre los tendremos por aquí), debe de ser brutal. 

"Lily pad" y su sonido arrastrado y brutal, con su laberinto de guitarrazos,  deja paso al hit indie rock de un disco que no puedes parar de escuchar, "Daveys says", un himno radiante, una incursión en el túnel del tiempo, un tema radiante, brutal, emotivo, con un video que es todo un lujazo visionarlo. "This wasn't intentional" casi el final, nos ofrece otro dardo que va directo a la diana de tus gustos por lo soberbio. Porque soberbio es de principio este disco, que a cada escucha, encuentras más y más motivos para repetir.


viernes, 23 de agosto de 2024

THE GO-BETWEENS. "Spring hill fair" (1984)

 


Estamos en 1984 y la banda de Grant McLennan lanza esta artefacto repleto de canciones redondas. Porque la verdad poniéndonos en contexto, lo que hicieron con este su tercer disco, es elaborar una ensaladas de melodías de esas adictivas de principio a fin,  de rock sin demasiado ruido ("Bachelor kiss" y "Five words", vaya comienzo). 

Los australianos tendrían en el futuro tiempo de remodelarse, acercarse más a las canciones algo más comerciales, (sin perder nunca su autenticidad). Esto es un torbellino de guitarras y estribillos extraordinarios como vemos en ""You've never lived". 

"Part company" es un dulce en la puerta de la escuela de tu sentir,  "Slow slow music" con ese bajo casi funk, nos deja desde la primera escucha impactados. El grupo estaba comenzando a urdir su destino, y dejó por el camino bellezas del tipo de "Draining the pool for you", adictiva y hermosa. 

"River money" es la más underground del lote, la más arisca, para encontrarnos de repente con la joya del disco, "Unkind & unwise", delicatessen envasado al vacío. Para terminar, "Man o sand to girl o sea". No se porque, pero el inicio seguro que lo escucho Nacho Goberna de La Dama se Esconde, para inspirarse. 

Sin duda todo un bonito reencuentro con los The Go-Betweens. Una maravilla su escucha, un placer volver atrás tanto en el tiempo. 


miércoles, 21 de agosto de 2024

STEREOLAB. "Chemical chords" (2008)


Es imposible aburrirse con Stereolab. Y lo dice uno que ha escuchado una buena cantidad de discos de la banda de Laetitia Sadier. "Chemical chords" empieza con una canción de juguete, como "Neon beabag", para seguir con un french song marca de la casa, "Three woman", así como para no perder tiempo. 

La música de Stereolab viaja contigo a lugares de luces de  festejos, con su kraut rock de mentira, ("One finger synphony"), para llevarnos de la mano de la que titula el disco a una emocional bacanal de sonidos de los años setenta. 

Como "The Ecstatic static" y sus vientos ensoñadores, o "Silver sands" y su andanada de teclados que parecen nacer en un sitio poblado de niños aprendiendo los ardides correspondientes para celebrar la emoción de la música. 

Es un disfrute total meterte de lleno con las trompetas en "Self portrait with electric brain" por el momento parecen una reencarnación marciana de The Style Council. Luego la ración interesante de canción en francés, "Nous vous demandons perdons" para seguir con "Fractal dreams of a thing" para asegurarnos que la cosas están en su sitio. Stereolab, un valor seguro, una fabrica de ideas que nunca se agotan. 


lunes, 19 de agosto de 2024

THE FORMS. "Icarus" (2005)

 


Que poquito dura este disco (a penas 20 minutos), y que disfrutable es todo él. De la mano a los controles de Steve Albini, la banda de New York, en el que fuera su primer disco, deja a las claras su querencia por los sonidos de Sunny Day Real Estate. 

La verdad es que oyendo temas como "Stell I" y "Stell II",  parece que estuviésemos jugando en el campo certero de los Sunny. Lo que pasa que claro, Albini deja su huella como siempre, con un sonido de guitarras siempre al filo de la intensidad más profunda, desarrollando su idea de que a nunca es tarde para pedalear distorsiones. 

"Innizar" es otro furioso confeti de melancolía envasada al vacío, y en "Sunday", vemos como todo el esplendor del grupo se ve abierto en canal por una diáspora de efectos que suben y bajan, de voces que te penetran y te llevan. 

La más marchosilla del disco es "Seagull", para volver a tiempos más de emocore profundo en "Classical" y "Stravinsky". Sacaron dos discos más, que no superan a este fogoso "Icarus" y se esparcieron por el silencio sin hacer mucho ruido. Albini, ya había dejado su semilla.....


sábado, 17 de agosto de 2024

MONO. "Oath" (2024)

 


Quizás el sonido de Mono ya no nos deslumbre como cuando los conocimos, pero siguen siendo una apuesta segura para arrebatarte el alma con su post rock con gotas siempre de clasicismo, y algún arrebato de esos marca de la casa a los que nos tienen tan bien acostumbrados como la que titula el cd. 

El grupo japonés comandado por Goto y Yoda siguen dando razones para que sigamos disfrutando de sus discos por esa capacidad que tienen de expandir siempre su lírica extrema, como "Run on" y esos teclados que se mecen para preparar la tormenta que se avecina, los sonidos de las guitarras que levemente se aúpan en una progresión silenciosa de sonidos. 

Una de mis favoritas, casi pudiera ser un single para una mala temporada de tu corazón, es "Reflection" con el piano piando, con la masa para construir un cuerpo de ensueño en pleno apogeo. "Hear the wind sing" es otra bella estancia en un lugar poblado de lagos y cartas perdidas de amores jamás encontrados y en "Hourglass" roza el ambient confiando siempre en el goce de una sonido que apabulla y te deja en constante estado de paz. 

Así son Mono. Nunca han dado ningún paso en falso, son una propuesta que no caduca, son el banderín de enganche de un género el post rock, que hace tiempo pasó a mejor vida ("Moonlight drawing"). Así que no nos queda otra que ponernos "Holy winter" y "We all shine on" para cerrar el círculo de una trabajo que se disfruta por lo que siempre nos ha dado Mono. Razones para la emoción no faltan cuando te adentras en el misterio de sus canciones. 


jueves, 15 de agosto de 2024

LYDIA LUNCH. "Queen of Siam" (1980)

 


Que grande que fue Lydia Lunch. Una de las caras más reconocibles de eso que se llamó No Wave, ya dio muestras de su irespetuosidad hacia todo lo establecido cuando en el año 77 con sus Teenage Jesus empezó apuñalando el punk. 

Junto a James Chance, DNA,  Mars, Gleen Branca y otros muchos, desde NY, pusieron las bases a una música rupturista, ajeno a lo comercial, como puñetazo a la new wave, que triunfaba en los medios por aquella época. 

"Queen of Siam" es un pedazo de disco, corto en minutaje (apenas media hora), pero que está repleto de música de cabaret para gente oscura, como ese inicio con "Mechanical flattery", donde el saxo de Pat Irwin, como en el resto de disco, arropa la voz perversa de Lydia ("Gloomy sunday" te hiela el corazón). 

Es "Tied and twist" con sus ritmos rotos, y su ritmo amenazante,  sitúa a  Lunch, como una de las puntas de lanzas de un movimiento que duró poco, pero revolvió los oídos y la conciencia a muchos. Y que decir de "Spooky", versioneada por estos lares por ese pequeño gran grupo que fue Mil Dolores Pequeños. Un himno dulce entre tanta ponzoña. 

"Los banditos" es una especie de western crepuscular y "Atomic Bongos" es la más caótica dentro de un lote de canciones que son soberbias todas ellas. "Lady Scarface" me recuerda a lo que más tarde haría Barry Adamson, música para películas ficticias de tiros y venganzas y "A cruise to the moon" es otra barrabasada de esa que provoca espinas en tu piel. 

Ya casi al final, "Knives in the drain" certifica la intemporalidad de un disco de su época que resuena en nuestros oídos como un martillo pilón de rosas. 



lunes, 12 de agosto de 2024

BEEN STELLAR. "Scream from New York" (2024)

 


Vaya discazo para empezar una andadura discográfica el que se ha sacado de la chistera Been Stellar con este pedazo de "Scream from New York", donde desde la inicial "Start again" dejan claro que lo suyo es el indie rock de los 90, con sus guitarras saturadas, y sus melodías militantes. 

"Passing judgment" es un himno que quizás nos remita a los primero Radiohead para después en "Pumpkin" girarse hacia una especie de dream pop de esos que te dejan con los pelos en punta. Funciona su relato, te los crees, saben que no ha inventado nada, pero tampoco les importa. 

La que titula el cd roza casi el britpop pero afilando su contenido guitarrero, para en la envolvente "Sweet" agitar la coctelera de una forma de hacer música que a los que ya pasamos las 50 nos recuerda tantas cosas. 

"Can't look away" es un grito en el cielo desmesurado y veloz y "Shimmer" vive de la nostalgia de ayer para traernos otra postal melancólica con rayos y mil truenos. El disco no tiene bajones reseñables, se mueve ágil entre volutas de añoranza ("Takedown"), para terminar el juego con "I have the answer", la mas aguerrida del lote. 

Un disco como éste, con el listón tan alto, nos pone en alerta sobre una banda que ya ha puesto su nombre en nuestra agenda particular de combos a seguir. Veremos que pasa en el futuro.....


sábado, 10 de agosto de 2024

CYANN & BEN. "Sweet beliefs" (2006)

 


Es una pena que la existencia de Cyann & Ben durase tan solo 3 años. Y lo digo porque después de la escucha de la canción que abre el disco, "Words", merecen todos los elogios, y que cojamos las palas para desenterrar del ayer, tesoros como los de este grupo parisino, con su post rock ensoñador, repleto de lírica, de canciones que son himnos que duelen, que afilan sus garras cuando los escuchas. 

Vaya sonido. "Sunny morning", la segunda de este el que fuera su último disco,  se alarga en un larga sinfonia que roza el dream pop y que da la voz a la que titula el disco, con el piano como eje principal de una sensacional composición de aires casi slowcore, corriente abajo de sentimientos siempre duraderos. Fantásticos. 

"In union with" es triste hasta en los dorsales de sus segundos que acuden a tu ayuda para apaciguar tu pena con ondas de calor extenso. En "Guilty" se escoran  hacia el post rock más ortodoxo, para en "Recurring" seguir el juego del escondite con su tristeza siempre elevada al cuadrado. 

"Let it play" es la mejor forma casi al final de llegar a "Sparks of love", con casi 9 minutos constantes de delicadeza, de psicodelia, de fulgor inmenso. Enorme banda los franceses. A recuperar sí o sí. 


miércoles, 7 de agosto de 2024

THE FEELIES. "Here before" (2011)

 


Vaya disco. Y vaya forma de que no olvidemos como eran The Feelies. Con la misma formación que en 1986, este "Here before" es todo un tratado de lo que se llamó New Rock American, ahora que parece que es un término en desuso. 

Basta la primera canción del disco, "Nobody knows" para ponernos de golpe de pie. La melodía está en el lugar que la dejaron como comprobamos en "Should be go" , y esa forma de tocar la fibra que Glenn Mercer sabe hacer también como vemos en  "Again today" sigue intacta. 

A veces se escabullen por una maravilloso túnel de distorsión que les hace igual de interesantes ("When you know"), para en "Later on" volver por la senda de las canciones grosellas a las pies de tu andar por los jardines rítmicos del buen arte. 

Te pones "Way down" y viajas en el tiempo, a los comienzos de la banda, cuando nos llamó la atención esa forma minimal que están estructuradas sus canciones, o en "Morning comes" con ese aire Velvet que les sienta tan bien. 

Así hasta acabar este viaje con "So far" y ese sonido que se te mete en el cuerpo, que te deja como adormilado, de una banda única en su manera de ver el rock como algo moldeable, cuidable en sus formas, estirilizado en su contenido. Grandes The Feelies. 



lunes, 5 de agosto de 2024

NO-NE. "Daisyland" (2024)

 


Una delicia el grupo No-ne, proyecto afincado en Marsella, de la mano de Hervé Rico, y que desmenuza todo lo mejor de los 80 que nos enamoró. con pinceladas de indie rock de los 90. Todo de manera artesanal, emotivo, respetando las formas de antaño. 

Si "Three cheers for lovers" es un caja de música que recuerda a The Sound, The Cure aparecen en "Your face  in blue", o los Bolshoi se pasean dando algún paso de baile en la efectista canción que titula el cd. 

Para rizar el rizo, "Lust and decadence", suena a New Moder Army. ¿Alguien da más?. El toque indie rock noventero aparece con ese himno para silbar verano que se llama "Only new" con ese inicio pop que se convierte al poco en un entramado de distorsión desbocado. 

Volvemos a la lírica con "The Bee", para dejarnos sin palabras con la tranquila "This is (it)", pura locura de belleza. "A night in your town" es otro torrente de post punk melancólico, para volver de nuevo a los 90 con la efectiva "I cure myself of you". 

En resumen, un grupo y un disco que no debes de pasar de largo. La nostalgia esta servida, el buen rato también. 



jueves, 1 de agosto de 2024

THE POGUES. "If i should fall from grace with god" (1988)

 


Me gustan todos los discos de The Pogues. Pero, en este, el que fuera su tercer disco, es donde encuentro al desaparecido Shane MacGowan  más en forma, y es el trabajo que atesora más hit de esos inolvidables para que la fiesta nunca decaiga. 

Basta el inicio con la canción que titula el cd y "Turkish song of the Damned", para comprobar que el año 1988 fue un año de gracia para The Pogues. Aquí todo suena como un tiro, como el folk punk de "Bootle of Smokey", pero es cuando llega "Fairytale of New York" con Kirsty MacColl, cuando la cosa coge carrera. Es escuchar el tema este y ver su clip, y se te encoge el corazón de golpe. 

"Metropolis" suena para bailar monsergas y en "Thousand are sailing" ya no te queda otra que subir el volumen de golpe, para prepararte para esa gran explosión de ayer, de hoy y de todos los mañanas posibles que es "Fiesta", que debe de sonar en todos los sitios posibles para que la alegría, el alcohol y el jolgorio no paren jamás. 

La cosa se tranquiliza algo con ""Streets of sorrow/Birminghan Six", para que en "Lullaby of London" las gaitas vuelvan a dominarlo todo. Que felicidad volver de nuevo a "The broad majestic Shannon", o a toparte de golpe con "The Battle march medley". 

Estes donde estes Shannon, brindo con una Guiness por tu legado por juntarte con los Dubliners para hacer "Mountain dew", o por que "Sketches of Spain" nos traiga esos aires de aki nuestros, o quizás de México. 

Grandes The Pogues. Larga vida a Shannon, al folk punk, al whisky, a la cerveza, a la música construida para expulsar todos los males 



martes, 30 de julio de 2024

THE DRONES. "I see seawed" (2013)

 


Adoro a The Drones. Al dramatismo que impregnan sus canciones la voz de Gareth Liddiard,  y ese enjambre de espanto y tensión que se mece siempre entre calmas que dan miedo, que son barruntos de dramas seguros ( el inicio del lp con la canción homónima ejemplifica bien como son The Drones). 

Ya desaparecidos, transformados en Tropical Fuck Strom, no me perdí ninguno de sus trabajos, y quizás sea este casi al final de la carrera de la banda, el que más me llena, por ser el resumen de todos sus anteriores producciones. 

Aquí no hay momento para la paz. Te encuentras un piano en el comienzo de "How to see through fog", y ya puedes gritar a todos los cielos del mundo, que seguro que estas perdido, hechizado por estos forajidos australianos, que dejan al ya aburrido Nick Cave, en una segunda o tercera división. 

El sonido de las guitarras que parecen que se retuercen en blues del espanto ("They'll kill you"), la pegada brutal que tienen cuando se ponen en plan marrulleros como ese motín sónico que es "A moat you can stand in", o esas amenazas de miedo que se percibe en temas como "Nine eyes", no dejan de hacer que te los tomes siempre muy en serio. 

Y como si de una barraca de fiesta abandonada por sus visitantes por el terror a la llegada de la noche que nada bueno trae, así suena "The grey lader" y su insolencia sonora que te deja sin palabras. Como sin palabras te dejan cuando aparece la que para mi es la mejor canción de la historia de The Drones, "Why write a letter that you'll never send", y su dramatismo perturbador, su tristeza infinita. Cuando la pones una vez, es imposible que no la escuches veinte veces más. Grandes The Drones. Grandes y altamente emocionales. Garantía segura su escucha. 


domingo, 28 de julio de 2024

THE CLIENTELE. "Music for the ages of miracles" (2017)

 


Desde los inicios de los 90 lleva Alasdair MacLean llenándonos de notas de pop para sumergirnos con encantamiento, en una especie de barroquismo que no conoce de caducidad, que a cada paso del play que damos te deja rendido con temas de esos que escucharías en tu hamaca de verano o en el otoño cuando las hojas estén remodelando los suelos. 

Así comienza este disco, a lo grande con "The Neighbour", lírica y cariñosa, y que da el paso a ese tremendo tema que es "Lunar days". El caso es que The Clientele llevaba diez años en el dique seco (su último trabajo fue "Minotaur"), y la vuelta no pudo ser más provechosa. 

Las canciones pasan como un carrusel de esos de chicos, sin parar de sonar como un sonajero amable ("Falling asleep"), ejerciendo una atracción inmediata a los que no nos perdimos ningún disco de esta maravillosa banda ("Everything you see...." es simplemente devastadora). 

Siempre Alasdair ha estado fuera de sitio, siempre ha jugado en que lo suyo no tenía que convertirse en moda, sólo es una manera de sacar a relucir una forma de componer, de crear, que vive anclada en unos tiempos donde el pop era palabra superlativa, como así lo muestra en "Eveyone you meet". 

"The circus" es quizás la más agitada, dentro de un álbum que se mueve a paso ligero ("Constellations echo lanes"), como lluvia que no para de dar la batalla en las caras de conmoción como esa delicada "The age of miracles". 

En fin, pocas palabras más. Sólo queda disfrutar de este viaje hacia las partes más suaves y tiernas de unas canciones que se venden solas, que te hacen volar, y por que no, soñar. 


jueves, 25 de julio de 2024

BRIAN ENO. "Another day on earth" (2005)

 


El que fuera el disco número 22 en la carrera de Brian Eno, (el primero con voz en unos cuantos de años), es un trabajo bastante anodino que le falta enjundia para sobresalir tras unas cuantas escuchas detalladas. Y eso que tiene temas  solventes "Just another day". 

Pero cuando como en "This" se pone a jugar con los teclados, lo chafa todo. Reconozco que nunca he sido un seguidor de su obra, me gustan sus inicios con la música ambient, y sus colaboraciones Fripp sobre todo. El caso es que te pones "And then so claear"  y te quedas bastante vacío, o la new age "Going unconscious". 

En "Passing over" la cosa parece que quiere remontar algo pero de nuevo decae con "How many worlds" y acústica sensación de vacío.

Luego, ni "Bottomliners" ni "Bone bomb", dan la sensación que de te queden ganas de escuchar el disco cuando pasen unos días. Es una pena, pera hay creadores que hace tiempo ya se les pasó sus mejores momentos. 


martes, 23 de julio de 2024

FONTANAROSA. "Take a look at the sea" (2024)

 


La banda afincada en Lyon, en este su segundo trabajo, continua su labor como investigadores de los sonidos indies de los 90, actualizados a fecha de hoy, con una soberbia asimilación de viejos standars que hacen que zarpazos como la inicial "Door to door", te entre a la primera escucha. 

"Here, somewhere" tiene melancolía a mansalva, trabaja desde dictados de insolencia épica, con sus guitarras que raspan, con su melodía que escuece. "Heartland" pudiera servir de single de lo que saben hacer y en "In the meantime" se relajan para coger fuerzas. 

"Untie" es como revivir el britpop en unos minutos, y "Sundown" juega sus bazas de tema con esdrújulas en cada palabra que se sumerge en el ácido de los recuerdos. Trotona y casi juvenil es "Dear rising dawn" y "Endless tracks" vuelve por los derroteros de las canciones que nos recuerdan a otras. 

"What a day" es envolvente y reptante y ya casi en el final "Care" pone el listón muy alto para el próximo trabajo de una banda que debemos de estar atentos a ella.