33 años a sus espaldas llevan los valencianos Doctor Divago. Ahí queda eso. A ver que grupo por estos lares puede decir que después de tanto tiempo en activo puedan mostrar un estado tan sano y lozano como el que nos muestran desde que suena la rutilante "El día después".
Tan solo hace falta la media hora que dura "La tierra prometida" para satisfacer al que le gusta las cosas bien hechas, el rock sin impostura, las letras conseguidas con unos músicos siempre competentes acompañando al tenor Manolo Bertrán produciendo temas tan efectivos como "Mi suerte y la tuya también".
Canciones repletas de un suave acogimiento ("Ojos de serrín"), otras que vienen cargadas de rugidos de electricidad como "De puntillas (mejor dicho, levitando)", y siempre con una carga profunda en unas letras que son historias que se te quedan grabadas ("La tierra prometida").
"Tan ocupado" es medicina de la buena, una buena dosis de adrenalina en vena, rabia que incendia, rock sin aditivos, programa especial de aire libre de petulancia contaminante. Porque la música de Doctor Divago está repleta de profesionalidad, de repiques de hondura y de aquella maestría que nace del trabajo serio de muchos en la carretera ("La verdadera luz").
Dan en el clavo cuando suena "El autillo vuelve a cantar", otra tonada más para sumar al carro de la larga secuencia de temas donde resumen a la perfección lo que significa Doctor Divago en nuestra música: honestidad.
Doctor Divago están de vuelta, y éste enfermo está muy sano. Su propuesta sigue siendo como el primer día, igual de emocionante.
2 comentarios:
Buena medicina, como siempre que vuelven. Un abrazo, Carlos.
Pues si mi querido Juanjo. Un placer oirles siempre
Publicar un comentario