El disco se abre con dos trallazos de art punk. El primero recuerda a Wire ("Shallow"), el segundo tiene un fondo de armario de guitarras que es puro Interpol ("Maybe tomorrow"). Y es que el grupo de Toulouse, en este su cuarto disco, ha superado el bache que supuso "House are built the same"
Aquí se emplean al fondo con las guitarras, como comprobamos en "Manipulate", y confeccionan un buen rato distorsiones, bailes rotos, y maniquíes prensados por una maquina que deja todo repleto de devastación ("Glitters" es puro punk).
Esta claro que la brecha abierta con grupos como Squid, Fontaines Dc, Shames y otras tantos en las islas, está siendo aprovechadas para que el post punk coja fuerza, empaque. "Days of the underground" es puro The Fall rejuvenecido y candoroso.
"Hostage taking" es más meditativa, con ínfulas de psicodelia, para de nuevo en "An alibi", volver a destripar el ruido con un soberbio acantilado de distorsión. Continua la fiesta con "Blah blal blah" , para terminar esta diversión con "Silent castle", un disloque emocional que te deja sin respiración.
Buen disco este de Cathedrale, buena sacudida para doparnos con estruendos y aullidos de sonidos para tensar nuestros nervios.
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