Que podemos decir de Michael Kiwanuka que no se halla dicho ya antes. Su "Kiwanuka", fue quizás uno de los mejores discos del año 2019, y este "Love & hate" , el segundo disco de este cantante británico, se consagró como el punto de lanzamiento para hacer de él una de las figuras más importantes del panorama soul.
Y es que te derrites escuchando "Cold little heart", y ese pedazo de aperitivo vitalista que es "Black man in a white world", donde batalla para reclamar derechos, gritando entre palmas y caligrafía de revuelta. Lo que más prima en "Love & hate" son los tiempos calmados, las baladas que te revuelven ("Falling"), el sueño que llega a lomos de la levedad. Brutal.
Se te pone la carne de gallina cuando escuchas "Place i belong" , y sobre todo con la que titula el lp, un montón de razones que dar al cantante para que naufragues con él en medio de islas imposibles, de ternura que siempre apacigua.
Te pones ciego de funk tranqui en la espectacular "One more night", y en "I'll never love" Kiwanuka canta al desamor, te desarbola con esa capacidad que tiene para llegar el éxtasis con una garganta que mora en ríos de solemne pasión. Vaya puntazo.
Si te sientes triste, ponte "Rule the world". No, no cambiará tu estado de ánimo, pero notarás como el viento viaje hacia tus mejillas, como los párpados se cansan sin moverse. Así es este portento de disco, una delicia de principio a fin, un filo que no se agota, una fuente de sabor a buen rollo, las cosas bien hechas. Puro disfrute que nadie debe de perder.
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