Disco 26 de esta grandiosa banda australiana, cuyas canciones están grabadas en lo más profundo de nuestros recuerdos. Que buena noticia volver a saber de ellos, que buenas sensaciones produce saber que Steve Kilbey y sus chicos siguen haciendo melodías tan adictivas como la que encontramos nada más empezar con "Ascendence".
"Hypnogogue" es un disco conceptual, distópico, repleto de reflexiones y pensamientos, todo dentro de un laberinto musical que sobrecoge, que está repleto de esa artesanía fina a la que nos tenían acostumbrados The Church.
Cuánto tiempo ha pasado desde que en el lejano 1981, sacaran su primer disco "Of skins and heart", anticipando el que es uno de los discos más importantes de la historia de la música independiente, "The Blurred Crusade". Y que gusto dar ponerte "C'est la vie", tema que bien pudiera estar en cualquier trabajo de los 90 del grupo.
Y si esta dos dos gemas iniciales te gustan, prepárate para "I think i knew" una caramelo tranquilo y efectivo, un dulce colosal que da paso a la psicodelia amable de ""Flickering lights". Un portento The Church. Siguen manteniendo intacta la capacidad de crear de la nada tonadas tan especiales como "Albert Ross", o tranquilidades reconfortantes del tipo de "Thorn".
El viaje de "Hypnogogue" es un festín para los que seguimos a The Church desde hace tanto tiempo, la vuelta de los que nos han regalado tantos hits para llevarnos a los oídos. Defienden con nota alta lo que significaron como formación, haciendo que la hora que dura el disco, sea un motín repleto de alhajas sónicas ("Aerodrome").
"No other you" y "Succulent" son sendas odas de carácter meditativo, para terminar el regodeo nostálgico con la apabullante "Second bridge". Lo dicho, estamos de enhorabuena: la iglesia y nosotros, sus fieles.....
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