Para mí fue el mejor disco de esta inclasificable banda de indie rock comandada por David Rodriguez (primero en Bach in Dead y luego en La Estrella de David), con esa voz arrastrada, y con esas historias que nos contaba a caballo entre el surrealismo más pastoral, y los ensueños más alocados ("Songs that seems true").
Irreverentes, quizás el único pero a sus producciones todas ellas interesantes, era la dispersión sónica a las que nos tenían acostumbrados. No es el caso de "Victoria principal", el más concreto de sus trabajos, el que se llena de himnos para tararear ("Mediterráneo"), o escarceos casi con el noise como ese pepinazo llamado "Bar Frankfurt".
"C'mon Rajoy" es una vacilada que no es fácil olvidar y "Nos plagian" redunda en toda esa creatividad total que tuvieron Beef, aquí casi como una banda punk. "La transición" es una boutade para reírse de la monarquía, sembrando la semilla de lo que luego sería La Estrella de David.
Luego nos encontramos bosquejos como "Gringoakparty", o impactantes canciones del tipo de "Sniffin'Eno", que dan la voz a otro de los puntos álgidos de "Victoria principal", "La resolución final", post punk cuando por aquí nadie se atrevía en serio con una letra de esas que asusta.
Como extravagancia total, "Mi maestro es fuerte", o esa colosal "Fiesta", punto y final que nos hacia divertir por doquier, que nos contagiaba con su ritmo tan brutal.
Beef uno de los grandes del indie de aki, una banda inigualable y colosal, unos cuantos discos para la inocente posteridad.
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