Que buenos que son Heads. Vaya sonido que calzan. Sólo con este "Collider" y con ese torbellino sónico que fue "Push", este trío germano-australiano, ya son uno de esos grupos a seguir sí o sí. Con solo escuchar la épica de "Urges", donde parecen Codeine escorados hacia el noise rock, dejan las cosas claras.
Lo suyo es crear paisajes para un apocalipsis no solo de palabras, sino de hechos. "Last gasp shout" es otra bomba h al borde de un ataque de nervios, con una sensación de peligro constante, en una instrumentación que sangra rabia, en una melodía que es amenaza.
El inicio de post metal de "Mannequin" es sólo es engaño, un guiño para transeúntes que aun no hayan podido verse contaminados por el azufre de un grupo que suena a verano desgraciado. "Smile" es volver a escuchar a Girls Against Boys pero con heroína en los ojos. Un puzzle roto en una calle donde antes caminabas niños. Uno cielo siempre rojo.
Porque los 10 temas de "Collider" son pura dinamita, que también debe mucho como no, a los padres de todo esto, los Swans, como vemos "Wolves at the door". La más ruidosa, "Samsa", deja paso a una experiencia sónica, "To call and let it ring", los ladridos de Cerbero, la cosa pinta chunga.
La que titula el cd, antecede a "Youth", final radiante y épico donde los haya, Heads. Así, con punto y final cuando acaba la "s", porque después de escucharlos solo queda el placer, y las manos del miedo......
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