Beezewax, posiblemente mi grupo favorito de power pop. Por su delicadeza, por sus guitarras, por el murmuro de su música que te atrapa a cada paso, por su pegada instantánea que te deja conmovido y con ganas de más ("The Brighton Concorde").
Este fue el tercer trabajo de los noruegos, y como todos los que tienen es una pasada de principio a fin. Orfebrería en su sonido ("Head turned wrong"), pianos que anticipan arreones de guitarras ("Yesterday lied"), o melodías adictivas que te va a costar olvidar como nos muestran en "She'd be a diamond".
Si te gustan los Posies te gustará ese torrente de electricidad llamado "Sign of relief", y si quieres calmarte algo, te pones ese caramelo envenenado titulado "All the overseas" y todo queda dicho, todo es un disfrute de esos que no se acaba.
Himnos como "Big bad car" y tormentas de feedback enmarañado en cielos siempre azules como "Goodluck & goodbye", dejan a las claras el potencial de una banda que no hizo disco malo. Hasta su último disco "Peace jazz" (2019) es deslumbrante y de obligada escucha.
Qué decir de un grupo que despiden un disco con un tema como "Ballad of the beaches" puro andamiaje para una primavera perpetua. Beezewax, los magos del power pop.
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